domingo, 13 de marzo de 2011

Accidentes nucleares. ¿Fue Chernóbil la última advertencia?

Aquí, el capítulo XI del libro Casi todo lo que usted desea saber sobre los efectos de la energía nuclear en la salud y en el medio ambiente, de Eduard Rodríguez Farré y Salvador López Arnal.
Barcelona, El Viejo Topo, 2008, pp. 179-194.

Reproduzco las citas que lo encabezan:
Dado el estado de las cosas, los cuestionables logros obtenidos por nuestra generación en la era de las máquinas son tan peligrosas como una cuchilla de afeitar en manos de un niño de tres años. La posesión de unos medios de producción extraordinarios no ha aportado libertad, sino preocupaciones y hambrunas. Lo peor de todo es el desarrollo técnico que posibilita los medios para la destrucción de la vida humana, y los productos de laboratorio creados con tanto esfuerzo.
Albert Einstein

Quienes hablan, hoy, de seguir construyendo reactores nucleares no han comprendido nada de la tragedia de Chernóbil. Y Chernóbil era, quizá, la última advertencia de la que podíamos aprender, si es que ha de existir en el futuro una humanidad libre sobre una Tierra habitable.
Mi convicción personal es que la única energía nuclear limpia y segura, que hemos de reivindicar sin tregua, es la de las reacciones de fusión que tienen lugar en el interior del sol y nos llegan luego en forma de bendita luz solar que caldea la atmósfera, mueve los vientos y nutre la vida.
Jorge Riechmann (2007). Presidente de CiMA
Lo que va de Chernóbil...
...a Fukushima

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