martes, 22 de marzo de 2011

¿En qué sentido es el tiempo una sucesión infinita? (VI)


Al llegar aquí, empiezo a darme cuenta de que el jardín de senderos se me está bifurcando.

Por una parte, y por puro juego, me apetece seguir una vía mathemática, que me llevaría del numerable “innumerable” que es el número racional al innumerable “mucho más que innumerable”, el número real. Llegaríamos a la línea continua que es la recta real a partir de la línea que sólo es continua en apariencia, la recta racional de los números fraccionarios, cada uno de cuyos puntos infinitamente próximos está separado de cualquier otro por incontables puntos de la recta real.

Como voy a dejar de lado por ahora esta vía para seguir otra dirección, bastará observar que si sobre una recta representamos puntos por sus distancias a un origen, cualquier punto realmente señalado (si pudiéramos hacerlo con infinita precisión) es irrepresentable por el valor de esa distancia, que sería un número real de infinitas cifras decimales incognoscibles. Por el contrario, cualquier número cognoscible en todas sus cifras (como 3’000000…, 3’270000…, 3’272727…) sería irrepresentable, porque más allá de cualquier precisión posible no podría ser realmente señalado más que como un numero real de infinitas cifras desconocidas e incognoscibles.


Tras este tal vez infumable epílogo semimatemático (que amenazo con retomar en algún momento) seguiré el otro sendero. Dejamos, pues a Aquiles detenido en su carrera, en incómoda posición sobre la punta de un pie, y a la tortuga cómodamente asentada en sus cuatro patitas. Tiene todo el tiempo del mundo para decidir cual de ellas adelantar.

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