sábado, 24 de diciembre de 2011

Datos fríos, situación caliente

Extraídos los datos que siguen del artículo Viraje estratégico de Estados Unidos, la segunda guerra fría y América del Sur, de Raúl Zibechi.

 

Huelga comentarlos.

 

 

Pero la situación más grave es la interna. Un estadounidense de cada seis recibe bonos de alimentación así como uno de cada cuatro niños; el 57 por ciento de los niños vive en hogares pobres; el 48,5 por ciento vive en grupos familiares asistidos por el Estado, frente a un 30 por ciento en 1983 (The Economic Collpase, 16 de diciembre). Llama la atención el agravamiento de la situación social en pocos años: desde 2007 el ingreso familiar cayó un siete por ciento; en zonas de California el precio de la vivienda cayó un 63 por ciento, el precio promedio de una casa en Detroit es de 6.000 dólares y el 18 por ciento de las viviendas de Florida están vacías. Un niño de cada cinco experimenta episodios de vida en la calle.

Todos los días aparecen datos nuevos que revelan el deterioro social y moral del país. La revista Pediatrics, de la Academia de Pediatras, reveló que a los 23 años uno de cada tres estadounidenses ha sido arrestado en algún momento. En 1965 sólo lo habían sido el 22 por ciento a esa edad (USA Today, 19 de diciembre). Según los autores del estudio, esos datos no significan que haya una mayor criminalidad juvenil, sino que “obedece a leyes más estrictas” ante situaciones de escándalo público o consumo de sustancias prohibidas. Concluyen que los arrestos de jóvenes tienen consecuencias nefastas para su desarrollo y alientan “comportamiento violento y conductas antisociales”. Si el estudio discriminara los arrestos que sufren negros e hispanos, los resultados hubieran sido escandalosos.

 

sábado, 10 de diciembre de 2011

Una política de austeridad

Aquí, recogidas por Miguel Manzanera, me encontré estas viejas palabras (¡de 1977!) de Enrico Berlinguer:
  • la austeridad no es compatible a medio y largo plazo con el modo de producción capitalista, porque éste se basa en el despilfarro de bienes escasos. La adopción coyuntural de una táctica de austeridad por los empresarios capitalistas es la manera de reducir el poder adquisitivo de los trabajadores.
  • la austeridad debe entenderse como un proyecto de transformación social para racionalizar la producción económica sobre la base del control estatal de la economía y la planificación, utilizando los recursos escasos para incrementar la eficiencia productiva: la austeridad es el medio de impugnar por la raíz y sentar las bases para la superación de un sistema que ha entrado en una crisis estructural… Puede y debe ser una de las formas en que el movimiento obrero se erige en portador de una organización diferente de la vida social
  • la austeridad es solidaridad con los países del Tercer Mundo, a los que se esquilma sus riquezas sobre la base de una agresión continuada como está pasando en África. Por eso la salida capitalista de la crisis consiste en la militarización y la guerra cada vez más generalizada. Frente a ello, debemos abandonar la ilusión de que es posible perpetuar un tipo de desarrollo basado en la artificial expansión del consumo individual, que es fuente de derroche, de parasitismo, de privilegios, de dilapidación de recursos y de desequilibrio financiero.
  • la austeridad es también una forma cultural en un momento de crisis ecológica terminal, causada por el orden económico capitalista: salir de la lógica del capitalismo no es sólo una necesidad de la clase obrera o de los comunistas… Se podría observar que, de la misma manera que en las sociedades en decadencia van con frecuencia aparejadas e imperan las injusticias y el despilfarro, en las sociedades ascendentes se establece una vinculación entre justicia y frugalidad.
  • la austeridad es una opción forzosa: convirtámosla en ocasión para transformar la sociedad.
 En un momento de grave crisis ambiental, esa idea de Berlinguer es más actual que nunca. Desde hace 40 años, cuando el Club de Roma alertó sobre los problemas de desarrollo derivados del agotamiento de las riquezas del globo terrestre por la actividad humana, sabemos que no es posible continuar con la actual senda de crecimiento económica fundada en la sobreexplotación del trabajo y la tierra. En estos 40 años el capitalismo se ha mostrado incapaz de una reforma ecológica que resuelva esa problemática, y esto nos pone ante la necesidad de cambiar radicalmente el modo de producción o perecer en un caos sistémico de incalculables proporciones.


puigbono.blogspot.com

El nuevo panóptico y la revolución comunicacional

Demasiado larga para reproducirla aquí, la ponencia que ARGENPRESS presentó en el Taller Internacional “Los Medios Alternativos y las Redes Sociales”, celebrado recientemente en La Habana, contiene interesantes reflexiones.

Panóptico


El "abstract" de la ponencia:
Es necesario explorar y desentrañar la naturaleza política del poder comunicacional, su relación con la revolución científico-tecnológica y cibernética y sus implicancias jurídicas, políticas, sociales y culturales. Estudiar estas formas de coerción y dominación ayudarán a comprender el despliegue del poder comunicacional, probablemente el centro del poder político en el nuevo siglo. El desafío jurídico y político cultural es cómo lograr la democratización de ese poder y su resocialización en relación al Estado y la sociedad civil.
Comienza con esta cita premonitoria:
«Cuanto más se acrecienta la interactividad global, más se impone la exigencia de una visión panóptica y totalitaria. A la famosa “burbuja virtual” de la economía del mercado único le sucede esta burbuja visual donde la amplificación de las apariencias desempeñará muy pronto el mismo papel multiplicador que el de la especulación financiera».
Paul Virilio (“Televigilancia global”)

Para tener una visión de conjunto:
Las cinco grandes revoluciones comunicacionales:
  1. La imprenta, el invento de Gutenberg logrado en 1445, que impulsó la Reforma protestante y un cambio total en las costumbres y en la sociedad
  2. La radio, que desde la década del veinte del siglo XX impulsó la cultura auditiva de masas
  3. La revolución icónica o de la imagen, con la incorporación del cine y la televisión
  4. La computadora y su uso masivo a partir de los años ochenta del pasado siglo 
  5. La multimedia y el internet, que ha reunido la telefonía, la televisión y la computadora, marcando en este momento la pauta de la nueva cultura comunicacional
A propósito del “modo de comunicación”:
Mark Poster sostuvo que “en esta esfera ya no hay actos puros; sólo hay representaciones lingüísticamente transformadas que son los actos mismos. Estos conceptos muestran el carácter totalmente nuevo de la experiencia lingüística, un carácter que tiene un alcance inestimable para reconstruir el mundo social incluso estructuras de dominación enteramente nuevas. Los historiadores empeñados en el proyecto de emancipación, ya sea en una óptica liberal, ya sea en una óptica marxista o de otra índole, deben preocuparse por analizar el modo de información, proyecto en el cual la teoría del modo de producción no les servirá de gran ayuda”.
Medios electrónicos e imprenta:
Lo que diferencia a los medios electrónicos de la imprenta es su múltiple capacidad de dirección, que es muy compleja. La imprenta emite significantes partiendo de una fuente, la computadora recoge significantes que le llegan de todas partes; mientras la imprenta extiende la “influencia” del sujeto comunicante o del texto que comunica, la computadora autoriza al receptor de los significantes a controlar el emisor. Los centros de poder se convierten en destinatarios panópticos cuya “memoria” es una nueva estructura de dominación. Un banquero almacena por computadora el comportamiento económico y personal de sus clientes y los comunica a otros banqueros o empresarios por un precio. La experiencia comunicativa se ha modificado. Los medios electrónicos fomentan la dispersión de la comunidad, pero facilitan al mismo tiempo su vigilancia. Lo del banquero u otro agente es la “datavigilancia”, denominada así por Roger Clarke en 1994: “El uso sistemático de bases de datos personales en la investigación o monitoreo de las acciones o comunicaciones de una o más personas”.
(...)
¿Cómo enfrenta el humanismo de la libertad esta situación? ¿Cómo advertir los aspectos totalitarios encubiertos en un manejo no democrático de los nuevos avances científico-tecnológicos y la imposición de una nueva ideología “única”? ¿Cómo democratizar y resocializar los avances científicos, que corresponden a toda la humanidad, y no solo a grupos económicos, sociales o políticos? Tal es el interrogante que los científicos del derecho y los investigadores sociales deben responder, en el cual la teoría del modo de producción aislada no les servirá de ayuda. La respuesta debe ser superadora y no caer en la nostalgia luddista.
Las nuevas formas de dominación:
Utilizamos aquí la palabra “panóptico” que sintetiza los poderes de dominación sobre las personas, los individuos y la sociedad. Michel Foucault fue el primero que advirtió sobre el significado del término debido a Jeremías Bentham, quien editó a fines del siglo XVIII un libro con ese nombre. En Vigilar y castigar, Foucault describe al jurista inglés como un “Fourier de una sociedad policial” y dice que su libro El Panóptico, constituyó “un acontecimiento en la historia del espíritu humano” y fue “una especie de huevo de Colón en el campo de la política”. El pensador francés descubrió la obra de Bentham estudiando los orígenes de la medicina clínica, la construcción y arquitectura de los hospitales. Bentham creó el panóptico, un edificio que en su periferia era circular; en el centro había una torre; ésta aparecía atravesada por amplios ventanales que se abrían sobre la cara interior del círculo. El edificio periférico estaba dividido en celdas, cada uno de los cuales ocupaba todo el espesor del edificio. Estas celdas tenían dos ventanas: una abierta hacia el interior que se corresponde con las ventanas de la torre; y otra hacia el exterior que dejaba pasar la luz de un lado al otro de la celda. Basta pues situar un vigilante en la torre central y encerrar en cada celda un loco, un enfermo, un condenado, un obrero o un alumno. Mediante el efecto de contra-luz se pueden captar desde la torre las siluetas prisioneras en las celdas de la periferia proyectadas y recortadas en la luz. En suma, se invertía el principio de la mazmorra clásica. La plena luz y la mirada de un vigilante captaban mejor que la sombra, que en último término cumplía una función protectora. (...)

Foucault explicó el rol moderno coercitivo de la arquitectura, salvo constructores humanistas como el finlandés Alvar Aalto y el holandés Peter Oud. En la Argentina, las construcciones de edificios para el funcionamiento de universidades -tal el caso de la de Mar del Plata- fueron ideados durante la última dictadura militar constituyendo un claro ejemplo de edificio-cárcel, donde no existen espacios para realizar manifestaciones o actos en el interior del establecimiento, y las escalinatas, breves, en diversos desniveles, que interconectan los pasillos interiores, impiden el recorrido de una expresión masiva de estudiantes. “Desde finales del siglo XVIII -decía Foucault-, la arquitectura comienza a estar ligada a los problemas de la población, de salud, de urbanismo. Antes, el arte de construir respondía, sobre todo a la necesidad de manifestar el poder, la divinidad, la fuerza. El palacio y la iglesia constituían las grandes formas, a las que hay que añadir las plazas fuertes; se manifestaba el poderío, se manifestaba el soberano, se manifestaba Dios. La arquitectura se ha desarrollado durante mucho tiempo alrededor de estas exigencias. Pero, a finales del siglo XVIII, aparecen nuevos problemas: se trata de servirse de la organización del espacio para fines económico-políticos”. La idea fundamental es la siguiente: en el Panóptico, cada uno, según su puesto, está vigilado por todos los demás, o al menos por alguno de ellos; se está en presencia de un aparato de desconfianza total y circulante porque carece de un punto absoluto. El poder ya no se identifica sustancialmente con un individuo, como ocurría con el monarca absoluto o el dictador clásico, se convierte en una maquinaria de la que nadie es titular. “En esta máquina -explicaba Foucault- nadie ocupa el mismo puesto, sin duda ciertos puestos son preponderantes y permiten la producción de efectos de supremacía. De esta forma, estos puestos pueden asegurar una dominación de clase en la misma medida en que disocian el poder de la potestad individual”.
Privacidad versus opacidad del poder:
El rescate de la privacidad conjuntamente con la defensa del “espacio público” son algunas de las armas con las que enfrentar la opacidad de un nuevo poder totalitario, basado en la dictadura de las trasnacionales, la pretensión hegemónica de un pensamiento único, la irracionalidad de las tendencias “posmodernas” y la privatización de “lo público” a manos de intereses de los conglomerados económicos.
Gary Marx, en su libro Undercover: Police Surveillance In América (1988) y especialmente en su ensayo “Technology and Privacy” (1990), publicado en The World and I, propone un catálogo sobre las “falacias” ideológicas que es necesario desenmascarar. Esas falacias son las siguientes:

  • La falacia de pensar que el significado de una tecnología se apoya solamente sobre sus aspectos prácticos o materiales y no sobre su simbolismo social y sus referentes históricos.
  • La falacia “frankesteiniana” de que la tecnología siempre será la solución y nunca el problema.
  • La falacia de que la tecnología es neutra.
  • La falacia de que el consenso y la homogeneidad sociales hacen inexistentes los conflictos y divisiones y que lo bueno para quienes tienen el poder económico, político y militar es bueno para todo el mundo.
  • La falacia del consentimiento implícito y la libre elección.
  • La falacia legalista de que sólo porque uno tiene derecho legal a hacer algo entonces es correcto hacerlo.
  • La falacia de suponer que sólo los culpables tienen algo que temer del desarrollo de la tecnología invasiva (o, si uno no hizo nada malo, entonces no tiene nada que esconder).
  • La falacia de creer que la información personal de clientes y casos en posesión de una compañía es sólo una clase más de propiedad para ser comprada y vendida del mismo modo que los muebles de oficina o los insumos.
  • La falacia de no ver factores sociales y políticos involucrados en la recolección y construción de los datos.
  • La falacia de suponer que, dado que nuestras expectativas sobre la privacidad están históricamente determinadas y son relativas, entonces se harán necesariamente cada vez más débiles a medida que la tecnología se vuelva más poderosa.
Defender la intimidad, los derechos personalísimos de la persona, no es una muestra de individualismo. Es la defensa de la libertad personal. Ese derecho debe compatibilizarse con el derecho al “espacio público”, hoy agredido por la expropiación privada de intereses ajenos al interés social.
Ejes temáticos:
1. Las nuevas modalidades de comunicación en la red y las batallas políticas.
Hoy por hoy las nuevas tecnologías digitales de la información y la comunicación parecen haber llegado para quedarse. No hay marcha atrás. Ya constituyen un hecho cultural, civilizatorio en el sentido más amplio. Según lo que vamos empezando a ver, una considerable cantidad de personas en todo el mundo, jóvenes fundamentalmente, en países ricos del Norte o pobres del Sur, y entre los diferentes estratos socioeconómicos, ya no conciben la vida sin estas tecnologías. Sin dudas, están cambiando el modo de relacionarnos, de resolver las cosas de la cotidianeidad, de pensar, ¡de vivir!
(...)
La respuesta no está en las tecnologías propiamente dichas, por supuesto. Las tecnologías, como siempre ha sido a través de la historia, no dejan de tener un valor puramente instrumental. Lo importante es el proyecto humano en que se inscriben, el objetivo al servicio del que actúan. En ese sentido, para romper un planteo simplista y maniqueo: no hay técnicas “buenas” y técnicas “malas” en términos éticos. “Más allá de las conexiones, son los usos concretos y efectivos los que pueden llevar o no a mantener o profundizar las brechas que de hecho existen en el mundo real. Con lo cual la apertura infinita que supone el mero acceso formal a la red no necesariamente alcanza para hablar de una democratización de la sociedad o incluso del acceso a la información. Mucho menos si se trata de información de relevancia para el proceso de toma de decisiones o de participación en el ingreso socialmente producido. Con internet se abren ciertos accesos, pero no se democratiza la sociedad ni la cultura”.
2. Ciberguerra.
La guerra, al igual que otras actividades humanas, ha evolucionado a lo largo del tiempo, se ha perfeccionado, ha ido haciendo uso de las tecnologías más avanzadas de su momento. En ese sentido pude decirse que recorrió un camino desde las confrontaciones cuerpo a cuerpo, en igualdad de condiciones y con armas equivalentes (garrote-garrote, arco-arco, fusil-fusil), hasta la que hoy es llamada guerra moderna, guerra total, consistente en un enfrentamiento asimétrico y no de equivalencias o, como la consideran actualmente algunos teóricos del arte militar: guerra de cuarta generación.
(...)
Hoy por hoy, la lucha de clases a escala internacional tiene cada vez más la forma de guerra de cuarta generación, es decir: guerras no convencionales, guerras psicológicas, guerras donde el objetivo es la población civil no combatiente a la que se le llega por medios tecnológicamente cada vez más refinados. En otros términos: sutiles acciones de desinformación, de propaganda, donde el elemento dominante es la supremacía tecnológica en la informática y en las comunicaciones globalizadas, guerra donde no hay armas de fuego sino que el elemento preponderante es la colonización mental del enemigo. Como acertadamente lo dice Manuel Freytas: “Los bombardeos mediáticos no operan sobre su inteligencia, sino sobre su psicología: no manipulan su conciencia sino sus deseos y temores inconscientes. Todos los días, durante las 24 horas, hay un ejército invisible que apunta a su cabeza: no utiliza tanques, aviones ni submarinos, sino información direccionada y manipulada por medio de imágenes y titulares”.
 (...)
3. Retos de los países del Tercer Mundo ante el nuevo escenario de la comunicación digital.
(...)
Si acceder a las TICs es un puente al desarrollo, la “brecha digital” (mejor dicho: abismo digital, ¿precipicio quizá?) que crea esta sociedad de la información, contraria a la “inclusión digital” global que debería promover una solidaridad universal, indica que los sectores más opulentos aumentan su distancia respecto de los excluidos de siempre. A nivel internacional ello es por demás de elocuente: “Actualmente, de las computadoras conectadas con la Internet, el 93% están en los países de más altos ingresos, donde reside sólo un 16% de la población mundial. Hay en Finlandia más computadoras conectadas a la Internet que en toda la región de América Latina y el Caribe; hay más en la ciudad de Nueva York que en todo el continente de África”. (IDH, 2001. PNUD)
(...)

4. Incidencia de los medios alternativos y las redes sociales en la opinión pública y en el hacer de la política internacional. 
Tal como expresan los lineamientos generales del este Congreso: “La evolución de la Web, el surgimiento de los medios alternativos, las redes sociales de Internet, así como los blogs y wikis, crean nuevas posibilidades para la comunicación social y política. Este nuevo escenario comunicativo a nivel internacional demanda cada vez más la creación de condiciones para maximizar su aprovechamiento”. Sin caer en empobrecedores maniqueísmos ni valoraciones moralizantes, ni tampoco en triunfalismos exagerados que pierden la verdadera dimensión de las cosas, digamos que toda esta amplia batería de nuevas tecnologías ofrece interesantes posibilidades si lo pensamos desde una perspectiva revolucionaria, al mismo tiempo que no se pueden desconocer sus peligros latentes. El reto está en ver cómo se navega en esas aguas y se puede llegar a buen puerto.

martes, 6 de diciembre de 2011

¿Desacoplar el PIB del consumo de energía?

El pasado sábado 3 de diciembre, Daniel Gómez Cañete publicó una nota en Crisis Energética titulada ¿Está mejorando la intensidad energética mundial?

Remitía al documentado artículo del 15 de noviembre de Gail Tverberg

El propio traductor publicó ayer, lunes 5 de diciembre, en el mismo medio, un interesante comentario que reproduzco (y subrayo) a continuación:

Huida hacia adelante

...estamos de acuerdo, creo que casi todos nosotros, en que el PIB nada tiene que ver con el bienestar. Cada índice es los que es, y mide lo que mide. Igual que el peso ideal no mide la salud de un individuo, el PIB no mide el bienestar ni la felicidad de una nación.

El PIB mide, de manera un tanto insatisfactoria, la PRODUCCION INDUSTRIAL (el término industrial debe interpretarse como cualquier actividad económica, esto es, que se comercializa o se distribuye en los mercados) BRUTA de un territorio (ciudad, región, país, continente o mundo).

A la mayoría de los mortales el PIB no les importa un pimiento, porque lo que les importa, lo que nos importa, no es el PIB de todos, sino nuestra renta (¡así somos de solidarios!).

Pero a quienes dirigen el sistema y se benefician del mismo, esto es, a las minorías dirigentes de verdad, a quienes poseen el poder fáctico, esto es el económico, les importa, ¡y mucho!, pues mide exactamente lo que a ellos les interesa: el crecimiento de sus ingresos brutos, y consiguientemente, una vez deducidos los costes, entre los que se incluyen, como no, las migajas que tienen que pagar a quienes realmente son los artífices de esa riqueza, los asalariados, sus ingresos netos, sus BENEFICIOS.

Y a ellos les da lo mismo que dichas actividades sean beneficiosas para la humanidad, como lo son la educación, la enseñanza, la alimentación, como que sean absolutamente nocivas, como las guerras, los gastos e inversiones en anticontaminación, el esquilmado de los bosques del Amazonas, la producción de productos cancerígenos, como el tabaco, …

Porque lo importante es obtener de dicha actividad el máximo provecho para unos pocos.

Y por eso nos hacen creer que el problema de nuestras sociedades, de nuestras economías es que no crecemos, que para poder solucionar el gravísimo problema del paro, y poder repartir unas migajas más entre los desheredados de la humanidad, es imprescindible que crezcamos a tasas superiores al 3%, para que ellos puedan seguir incrementando sus riquezas.

Aunque todos nosotros sabemos (y es nuestra obligación el divulgarlo en todo momento, con el gasolinero, la verdulera, nuestros amigos, el carnicero, la peluquera, el taxista (ese colectivo es muy importante, pues después de internet, o quizás, antes que, son uno de los mejores instrumentos de comunicación, en las aulas, ya sea como estudiantes o como profesores, en los mítines, en las asambleas, en las comunidades de vecinos, en resumen, en cualquier sitio, lugar y hora…), que el crecimiento del PIB, junto con el crecimiento de la población, son las dos causas que van a conducir a nuestra civilización, al menos que seamos capaces de impedirlo (y eso será necesariamente, a las bravas), al colapso. Y cuando me refiero y nos referimos al colapso, todos sabemos de lo que estamos hablando (unos 5.000.000.000 de seres humanos de los que habitan actualmente el planeta simplemente desaparecerán)...

El único país del mundo, que yo sepa, en el que sus dirigentes han optado por otro enfoque, es Bhutan, cuyo propósito constitucional es mejorar la felicidad de sus habitantes, para lo que han implantado el INDICE DE FELICIDAD, que todos conocemos y del que se ha tratado ampliamente en esta web.

A nadie más en el mundo, me refiero, por supuesto a sus dirigentes, le importa un pimiento la felicidad de sus ciudadanos.

Y así nos va.

Lo que hay que hacer es obvio: SUBVERTIR EL ACTUAL ESTADO DE COSAS. Cosa que se producirá sí o sí en los próximos años. Y no habrá que esperar mucho. Sólo hay que esperar a que la presión social llegue a su punto crítico, y añadir los catalizadores conceptuales, parte de los cuales se está, consciente o inconscientemente, elaborando en esta web y en otras muchas webs y blogs hermanos por todo lo ancho de la red.

Pero mientras no llegué la ansiada REVOLUCIÓN MUNDIAL, que yo hace muchos años, por razones meramente estéticas situaba en 2018, y que ahora, con muchos más elementos de juicio, especialmente los que he mamado en esta web y en otras similares, la sitúo entre 2017 y 2019, quienes rigen nuestros destinos seguirán empecinados en CRECER A LO BESTIA, para seguir haciéndose la ilusión de que cada día son más ricos, y por lo tanto seguirán tratando, creo que infructuosamente, de que el PIB siga creciendo, y con ello el consumo de energía, porque eso de la eficiencia energética, no son más que juegos florales, para tranquilizar sus conciencias, o mejor para seguir embaucando a gente de buena fe, que siguen profesando la fe del carbonero unamuniana. Y el CO2 en la atmósfera seguirá aumentando, y mal que les pese a los negacionistas, la temperatura del planeta seguirá su exponencial marcha ascendente de forma imparable, y los polos se derretirán, y muchas islas y tierras fértiles serán sepultadas por las aguas, y los cambios climáticos serán de tal envergadura que no habrá hijo de vecino que reconozca a este pobre planeta. De hecho mi tío, que ahora tiene 92 años, hace 40 que me advirtió que el campo se estaba muriendo, y sus únicos conocimientos, eran los que le habían proporcionado 45 años de accionar las layas, la azada y el trillo, ayudado alguna que otra vez por el Rubio, que así se llamaba el caballo de mi abuelo, y que él utilizaba en ocasiones, y el mirar todos los días y todas las noches a su alrededor, y contemplar cómo iban paulatinamente desapareciendo de su mundo una y otra especie de planta o animal y de cómo cada vez el ruido y la mierda de los coches y de las fábricas se iba adueñando de su realidad.

O sea que no nos creamos el mensaje de que gracias al crecimiento de la eficiencia energética vamos a ser capaces de hacer frente al peak-oil, porque eso es un solemne embuste.

Y ahí están los datos analizados fría y minuciosamente por Gail, que con ese hablar y razonar pausado, con un tono de voz nada estridente, con un lenguaje educado y sereno, es capaz de poner ante nosotros, sin que seamos capaces de refutarlo, por su razonada y documentada coherencia, un mensaje auténticamente REVOLUCIONARIO.

Así me lo pareció cuando la escuché en directo por primera vez en Barbastro, y así me lo sigue pareciendo cada vez que leo algún artículo suyo.

Solidaridad. Salud y Salu2,

AMADEUS

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P.D.:  prometo seguir traduciendo artículos de Gail, por dos razones: para entenderlos mejor, y para que aquellos que no dominan el ingés, aunque sean pocos, puedan beneficiarse de sus análisis...

lunes, 5 de diciembre de 2011

Si llevaras el uniforme del proletario que eres, no te verías a ti mismo como el burgués que no eres



Del apunte "Cuidado con los que promueven la austeridad", en El blog de Paul Krugman, extraigo esta foto: 

Besitos, rey mío

Y una pincelada:

En este momento, la campaña contra Ocupemos Wall Street básicamente intenta lograr que la clase trabajadora estadounidense dé la espalda al movimiento, pese a que la mayoría de la gente apoya sus metas, intentando aparentar que los manifestantes no son como ellos, mientras que los plutócratas sí lo son. ¡Vamos! Esto ha funcionado muchas veces en la historia. Y puede operar en muchas direcciones: Ocupemos Wall Street debe rechazarse porque son hippies sucios; Elizabeth Warren, candidata a senadora por el estado de Massachusetts, no es como usted porque, Dios mío, es catedrática de Harvard.

Las lecciones de Europa

Boaventura de Sousa Santos, catedrático de la Facultad de Economía de la Universidad de Coimbra, publicó el pasado 21 de noviembre este artículo en la Folha de São Paulo. Reproducido en Rebelión, de allí lo tomo. Según mi costumbre, subrayo lo que me parece revelador.

pt.wikipedia.org

Europa está aterrada por el fantasma del agotamiento histórico. Tras cinco siglos de haberse atribuido la misión de enseñar al mundo, parece tener poco que enseñar y, lo que aún es más trágico, parece no ser capaz de aprender de la experiencia del mundo. A pesar de ser cada vez más pequeño en el contexto mundial, el rincón europeo no consigue comprender el mundo si no es a través de conceptos generales y principios universales y ni si quiera se da cuenta de que su fidelidad a éstos hoy es un espejismo. Partiendo de la idea de que la comprensión del mundo excede en mucho la comprensión europea del mundo, las dificultades por las que pasa Europa pueden ser un fértil campo de aprendizaje para todo el mundo. He aquí las principales lecciones.

Primera lección: la idea de que las crisis constituyen oportunidades es una verdad ambigua porque las oportunidades van en direcciones opuestas y son aprovechadas por quienes se preparan mejor antes de la crisis.

La derecha ha usado la crisis para implementar la “doctrina del choque”, que implica las privatizaciones y la destrucción del Estado de bienestar (privatización de la educación y la salud). No había logrado hacerlo por la vía democrática, pero fue preparando a la opinión pública para asumir la idea de que no hay alternativa al sentido común neoliberal.

Por el contrario, la izquierda se ha dejado desarmar por este sentido común, razón por la que no ha podido aprovechar la crisis para mostrar el fracaso del neoliberalismo (tanto por el estancamiento como por la injusticia) y proponer una alternativa posneoliberal.

El movimiento ecologista, antes fuerte, ha quedado paralizado por la consigna del crecimiento, aun sabiendo que este crecimiento es insostenible y que así pierde la oportunidad brindada por la cumbre Río+20 [1] del año que viene.


Segunda lección: la liberalización del comercio es una ilusión productiva para los países más desarrollados. Para ser justo, el comercio debe basarse en amplios acuerdos regionales que incluyan políticas industriales conjuntas y la búsqueda de equilibrios comerciales dentro de la región.

¿No debería Alemania, que tanto exporta al resto de Europa, importar más del resto de Europa? Para que esto sea posible, es necesaria una política aduanera y de preferencias comerciales regionales, así como una refundación de la Organización Mundial del Comercio, hoy un cadáver aplazado [2], en el sentido de empezar a construir del modelo de cooperación internacional del futuro: acuerdos globales y regionales que, cada vez más y siempre en la medida de lo posible, hagan que los lugares de consumo coincidan con los lugares de producción.


Tercera lección: los mercados financieros, dominados como están por la especulación, nunca recompensarán a los países por los sacrificios hechos, pues la insuficiencia de estos sacrificios es lo que alimenta los beneficios de la inversión especulativa. Sin el control de las dinámicas especulativas, el desastre social se producirá de todos modos, tanto por la vía de la obediencia como de la desobediencia a los mercados.


Cuarta lección: la democracia puede desaparecer gradualmente y sin necesidad de un golpe de Estado. Varios países de Europa viven una situación de suspensión constitucional, un nuevo tipo de Estado de excepción que no tiene en el punto de mira a peligrosos terroristas, sino a los ciudadanos comunes, sus salarios y sus pensiones. La sustitución de Berlusconi (para la que había buenas razones democráticas) fue decidida por el Banco Central Europeo. El estatuto de los bancos centrales, creado para hacerlos independientes de la política, ha hecho que la política dependa de ellos. Una vez conquistada parcialmente, la democracia puede ser destripada por la corrupción, la mediocridad y pusilanimidad de los dirigentes, así como por la tecnocracia en representación del capital financiero al que siempre ha servido.

metppga.blogspot.com
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Notas

[1] Se refiere a la Conferencia de Naciones Unidas sobre Desarrollo Sostenible de junio de 2012 (N. T.)

[2] Alusión al verso del poema “Don Sebastián, rey de Portugal”, de Fernando Pessoa, que dice: ¿Sin locura qué es el hombre más que una bestia sana, cadáver aplazado que procrea?” (N. T.)