domingo, 26 de junio de 2016

Ojos que tampoco ven

Si recientemente hablaba yo de los ojos que no ven porque no pueden, voy ahora a referirme a los que ven aunque no quieran.

El arquitecto y editor ÓscarTusquets publicaba hace más de cuarenta años unos Cuadernos Ínfimos que entre otros temas trataban sobre arquitectura y diseño. Algunos son hoy difíciles de encontrar, como este Aprendiendo de todas las cosas de la entonces polémica pareja de arquitectos (se iniciaba el posmodernismo) Denise Scott Brown y Robert Venturi.

Un artículo hallado en ese librito, parte de un más amplio Aprendiendo de Las Vegas, es una buena introducción al tema del caos visual, que no es más que un trasunto del Gran Caos que constituye este capitalismo de casino. Premonitoria la elección de esta ciudad, descarada muestra de adonde nos lleva en su deriva el gran negocio especulativo.. Desde luego que no es a mantener clara la visión de las cosas, pero sí a considerar lo que hay que aprender de ellas.

Hablando sobre el orden y sistema del Strip, la gran “autopista comercial” que conduce del aeropuerto al centro de la ciudad, se comienza diciendo que “la imagen del strip comercial es el caos. En este paisaje, el orden no es evidente”. Pero claro, subyace otra clase de orden:
Hay un orden a los lados de la autopista. Diversas actividades se yuxtaponen en el strip: estaciones de servicio, pequeños moteles y casinos multimillonarios. Antiguos bungalows, a los que se les ha añadido un campanario de neón, convertidos en capillas matrimoniales (“se admiten cheques”), aparecen en cualquier parte hacia el centro de la ciudad. La proximidad inmediata de los usos citados, como en la calle mayor donde se pasea de una tienda a otra, no es necesaria a lo largo del strip, ya que la interacción se establece mediante el coche y la autopista. Se conduce de un casino a otro incluso cuando son adyacentes por la distancia que los separa, y nunca viene mal una estación de servicio entre uno y otro.
Sobre los rótulos de Las Vegas:
Los rótulos se orientan aún más que los edificios hacia la autopista. El gran rótulo –independiente del edificio y más o menos escultórico o pictórico– se destaca por su posición, perpendicular a la autopista y al borde de ella, por su escala y algunas veces por su forma. El rótulo del Aladin Casino parece inclinarse hacia la autopista debido a la inflexión de su forma. Es también tridimensional y algunas de sus partes giran. El rótulo del Dunes es más casto: bidimensional y la parte de atrás es igual a la de delante; aun así, es una erección de veintidós pisos que palpita en la noche. El rótulo del Mint Casino, en la Carretera 91, a la altura de Fremont Street, empieza a inclinarse hacia el casino varias manzanas antes. Los rótulos de Las Vegas utilizan varios tipos de medios de comunicación –palabras, imágenes y escultura– para persuadir e informar. El mismo rótulo puede ser a la vez una escultura policromada al sol y una silueta negra a contraluz; por la noche se convierte en fuente de luz. Da vueltas durante el día y se mueve por el juego de luces por la noche. Está pensado para ser visto de cerca y a distancia.
Sobre los estilos de Las Vegas:
La aglomeración de elementos del Caesar’s Palace y del strip nos recuerda en conjunto, aunque no por su estilo, el Foro romano con sus acumulaciones eclécticas. Pero el signo del Caesar’s Palace, con sus clásicas y plásticas columnas, se acerca más al etrusco que al romano. Aunque no tan altos como el vecino signo del Dunes o el signo de la Shell, al otro lado, centuriones romanos enriquecen su planta baja, barnizados como las hamburguesas de Oldenburg, y contemplan por encima de las extensiones de coches aparcados y de su imperio desértico las montañas en el horizonte. Sus estatuarias acompañantes, que llevan bandejas de frutas, sugieren los festejos del interior y sirven de telón de fondo para las fotos familiares de la gente del Middle West.
Este maremágnum visual a mayor gloria de las ganancias de las corporaciones encuentra por fortuna un límite en la saturación, pero no deja de causar daños, especialmente en quienes no están prevenidos para rechazar mensajes visuales (y auditivos) que reciben multiplicados y que ingenuamente llegan a considerar parte constitutiva de su medio ambiente natural.


"afortunadamente, el exceso embota los sentidos"












Causas y Efectos

La contaminación visual es un tipo de contaminación que parte de todo aquello que afecte o perturbe la visualización de sitio alguno o rompa la estética de una zona o paisaje, y que puede incluso llegar a afectar a la salud de los individuos en la zona donde se produzca el impacto ambiental es un problema que nos está afectando a todos.

Se refiere al abuso de ciertos elementos “no arquitectónicos” que alteran la estética, la imagen del paisaje tanto rural como urbano, y que generan, a menudo, una sobre estimulación visual agresiva, invasiva y simultánea.

CAUSAS:

Este problematica es causado por los siguientes elementos, carteles, cables, chimeneas, antenas, postes y otros elementos, que no provocan contaminación de por sí; pero mediante la manipulación indiscriminada del hombre (tamaño, orden, distribución) se convierten en agentes contaminantes.

EFECTOS:

La contaminación visual produce
  • estrés
  • distracción
  • cambio en el estado de animo
  • disminución en la productividad
  • dolor de cabeza
Afortunadamente, el exceso embota los sentidos.

SOLUCIONES

Las posibles soluciones para este impacto ambiental son:
  • lograr la concentración de las autoridades y/o movimientos políticos para que entiendan el problema.
  • procurar en lo posible terminar las obras de construcción en tiempo corto, así como evitar el exceso de uso de medios de programación visual
  • implementar políticas medioambientales que contribuyan a regular la cantidad de anuncios publicitarios
Aporta el artículo este vídeo. Quien soporte las imágenes y su composición sin rechazarlas, que me lo haga saber (y que se lo haga mirar).


4 comentarios:

  1. "...los occidentales, siempre al acecho del progreso, se agitan sin cesar persiguiendo una condición mejor a la actual. Buscan siempre más claridad y se las han arreglado para pasar de la vela a la lámpara de petróleo, del petróleo a la luz de gas, de la luz de gas a la eléctrica, hasta acabar con el menor resquicio, con el último refugio de la sombra". Tanizaki, Elogio de la sombra (1933) Siruela (1994)

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  2. Pongámonos las gafas oscuras antes de quedar ciegos

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    1. Veamos las luces y las sombras, única manera sensata de aproximarse a la cruda realidad.

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