lunes, 27 de febrero de 2012

Al capitalismo no le sienta bien la democracia

Juan Torres López, en su blog "ganas de escribir".

eljute.blogspot.com


        ...vivimos en un proceso de continuado debilitamiento de la democracia formal que cada vez más se convierte en un remedo del sistema político que garantiza que las decisiones sobre las cosas sociales y los intereses generales se tomen en función de lo que piensa y determina la mayoría de la población consultada a través de las urnas.

A ello han contribuido varias circunstancias pero creo que algunas de ellas son especialmente importantes y han tenido una particular incidencia en la crisis que estamos viviendo.

La primera es la consolidación de un poder monetario privado, al margen efectivo del debate político, que condiciona y encuadra al resto de las políticas económicas. La independencia de los bancos centrales y el fortalecimiento de la capacidad de maniobra de los fondos y entidades financieras han sido los factores que principalmente han contribuido a este fenómeno contemporáneo que hace que, en la práctica, los gobiernos tengan completamente atadas las manos frente a los mercados y los grandes propietarios de capital.

La segunda es el incremento voluntariamente planificado del desempleo y el empleo precario. De esa forma, como ya advirtiera Michal Kalecki hace ochenta años, los grandes empresarios obtienen menos beneficios (puesto que les sería económicamente más rentable el pleno empleo) pero gracias a la sumisión y a la debilidad que esas condiciones laborales generan en las masas trabajadoras, pueden disponer de más poder político que a la postre es lo que les asegura su posición de dominio social. Y a ello ha contribuido en los últimos años de modo decisivo el incremento del negocio de la deuda que los bancos han impulsado imponiendo modelos de crecimiento basados en el suministro de bienes de inversión y duraderos que generan demanda de crédito (como la vivienda o los automóviles). El crecimiento extraordinario del endeudamiento familiar no solo es una selecta fuente de ganancias para la banca sino una auténtica esclavitud contemporánea: los individuos viven para consumir y para pagar los créditos que les permiten salir adelante.

martes, 21 de febrero de 2012

Sobre cómo negar la existencia de lo que no existe

Con este tautológico título (¡que cacofónico queda!), Pedro Prieto publica en la página Crisis Energética un artículo de cuyo interés general extraigo un elemento revelador que, como los trucos de los prestidigitadores, puede quedar oculto, justamente por su obviedad.

¿No fue Saddam Hussein un colaborador de Occidente en su cruenta guerra contra Irán? Podría decirse que luego se enemistó con sus amigos anteriores. Pero ¿y Gadafi? Aquí se invierte la cronología de la amistad, porque cuando lo atacaron era ya un fiel amigo de Occidente. Pero lo destruyeron junto a su país y sus planes de desarrollo.

Ahora son otros los enemigos, que casualmente detraen petróleo de la exportación para su mantenimiento y desarrollo interno.

Aunque eso del desarrollo lo entiendan a su manera, las satrapías del Golfo también están pasando a ser grandes consumidores. ¡No se preocupen! ya les tocará: están a la cola.

Los yankis (no todos, ese uno por mil al que llaman uno por ciento) inventaron ya en Vietnam lo de "devolver al país a la Edad de Piedra". Ahora está más clara esa idea, porque unos productores de petróleo que no consuman petróleo son lo mejor que pueden soñar los grandes depredadores.

Llegarán a ser los más ricos del cementerio.






Se puede observar que de los 87 millones de barriles diarios teóricos que se extraen, menos de la mitad quedan disponibles para los que necesitamos importar petróleo. El resto ya lo están consumiendo los propios países productores.

El problema es que al recibir los países productores grandes remesas de dinero por la venta de este preciado líquido, están aumentando más rápidamente que los demás sus consumos internos, por los desarrollos económicos que se pueden permitir. Por otro lado, la necesidad de consumir más para sacar lo mismo en sus gigantescas infraestructuras petroleras (plataformas de exploración y extracción, bombeo, transporte, refino, etc., a medida que sus campos envejecen y se van agotando, también aumenta su consumo interno, incluso con el petróleo regular-­‐convencional.

Los casos de las guerras de Irak y Libia han sido dos ejemplos muy transparentes, de cómo los poderosos consumidores occidentales han conseguido dejar prácticamente intactas las infraestructuras petrolíferas y gasísticas (ese coste energético de mantenerlas es sagrado), pero han conseguido destrozar y reducir a cenizas los atisbos de desarrollo que tenían planteados sus líderes derrocados y asesinados, el consumo interno.

Si uno analiza los países productores-­‐exportadores más importantes, aparte de estos dos mencionados, se encuentra a Venezuela y a Irán con crecimientos considerables de sus consumos internos. No parece casualidad que sean dos países considerados canallas por Occidente. Se observa que sus exportaciones llevan estabilizadas o incluso en declive bastante tiempo, aunque sus consumos internos han ido aumentando considerablemente. Una ruptura modelo Irak o Libia, con una vuelta a la Edad de Piedra de esos países, haría caer sus consumos domésticos en picado y si las infraestructuras petrolíferas y gasísticas internas quedan intocadas, liberaría una considerable producción para las exportaciones.

miércoles, 15 de febrero de 2012

Confluencia fluida

Diferencias convergentes, asociación disociada, disciplina libertaria...

Los problemas están ahí, cada vez más a la vista. Las soluciones son inciertas. Sus agentes, de geometría variable. No hay recetas, ni "hoja de ruta" (no me gusta mucho esta expresión pero dejo su crítica para otro lugar).

Se trata de sincronizar y coordinar lo fragmentado, sin reducirlo a una sistemática imposible.

Reproduzco, permitiéndome licencias en la organización del texto, la parte final del artículo "Remedio contra pesadillas", de Eduardo Montes de Oca, en Bohemia.

Pesadilla                                            aletheia-informa.blogspot.com

Capitalismo cuyos rasgos visibles son:
  • tendencia a la desaceleración del crecimiento, comprobable estadísticamente;
  • hipertrofia financiera global, enseñoreada sobre la economía productiva;
  • decrecimiento de la revolución tecnológica, que se va convirtiendo en factor destructor de fuerzas productivas, más que en creador o desarrollador de ellas -¿un ejemplo? La informática al servicio de la financierización se trueca en elemento demoledor de empleos, y contribuye a nutrir las famosas burbujas, que estallan y… ya se sabe-.
  • Como cuarta característica, decadencia del Estado burgués, con un inherente deterioro institucional.
Ahora, insistamos en que pecaría de incauto quien, gastándose un determinismo a lo Kautksy -menuda tara intelectual-, siguiera esperando que la provecta formación se derrumbe o colapse bajo el peso de sus propias leyes, sin la intervención de potencias lo mismo de bases horizontales y comunitarias que constituidas por partidos más o menos jerárquicos o gobiernos con voluntad antisistémica.  ¿Lo ideal? La conjunción de esos universos. Y el golpe isócrono contra el gran leviatán. Todos a una, a la manera de Fuenteovejuna

Pero cuidado: la explayada crisis fragmenta el planeta en regiones, de tal modo que el sistema-mundo podría estar acercándose a la desarticulación, fenómeno que exige a los inconformes un amplio espectro de estrategias, en respuesta a las divergencias de los procesos políticos, sociales y económicos. Nada de calco y copia, sino creación heroica, pedía Mariátegui.

Finalmente, con el colega Raúl Zibechi recordemos que el capital llegó envuelto en sangre y lodo, y tuvo que mediar una catástrofe demográfica como la originada por la peste negra para que la gente, paralizada por el miedo, se sometiera, no sin resistencia, a la lógica de la acumulación. Entonces, depende de la propia gente -de la humana subjetividad- arrancarse el temor, para comenzar a reapropiarse de los medios de producción y cambio, y construir algo distinto. Porque para conjurar la pesadilla se precisa de algo decididamente distinto. ¿O me equivoco?

lunes, 13 de febrero de 2012

A vueltas con la hegemonía

Eleuterio Fernández Huidobro escribe esto:



En la URSS y en los demás países del ex campo “socialista” la “manija” estaba indiscutiblemente en manos de los respectivos gobiernos y su partido adyacente. Pero la hegemonía estaba perdida por ambos desde hacía mucho tiempo.

Ese error está aún hoy muy generalizado. Es fácil observarlo y sufrir sus consecuencias.

Caer en dicha confusión es, además, desarmar a los militantes y al pueblo. Porque a veces tiene más hegemonía un canal de televisión que grandes organizaciones y alianzas políticas y sociales.

Tener la hegemonía es mucho más profundo y difícil que tener un cargo desde donde poder mandar… O creer tenerlo: porque en realidad si el que “manda” no tiene la hegemonía, no manda nada aunque le hagan creer que sí.

La hegemonía y el poder radican en el corazón y en la conciencia de las grandes mayorías; de la gente; de los pueblos.

Camino al desastre

Debe ser el shock mental. Parece que cuando la bola es muy gorda se traga mejor. ¿Cómo van a decir por que sí algo tan contradictorio? Tengamos fe en la gente que sabe. Doctores tiene la Iglesia. Será que hoy estoy torpe y no me entero bien...

Y así caemos en los brazos (¿o son fauces?) del buen pastor (tal vez, pastor alemán; o dóberman, otras veces).

"Algo haría..."


























(...) 

Pero lo peor de todo es el sistemático desprecio a la inteligencia de la ciudadanía, la mentira contínua a través de los grandes medios al anunciar que los recortes en derechos, en salarios y en inversión pública se hacen… para crear empleo.

Aceptemos de una vez por todas esa repugnante y repetida mentira oficial. Se cierran fábricas para crear empleo, se bajan los sueldos para fomentar el consumo, se reduce la inversión pública para aumentar la productividad, se facilita y abarata el despido también para crear empleo, se pisotean los derechos laborales para mejorar el nivel de vida de los trabajadores, se destruye lo público para beneficiar… al pueblo.

Y a quien no trague el engaño, ¿cómo se le convence? Con el «consenso a palos» que empleó la policía en la noche del viernes contra los pacíficos manifestantes de la Puerta del Sol.

Más allá de la crisis

En esta conferencia Josep Fontana apunta esta dificultad permanente: aunque los objetivos a largo plazo señalan el camino, sólo se articulan a partir de objetivos menores, los que desde la cercanía e inmediatez resultan importantes para los que sufren, sobre todo, por "su" problema. No es facil pedir conciencia universal al que no ha sido aún capaz de salir del pequeño círculo de lo inmediato.

Por eso vemos tantas manifestaciones y huelgas de maestros, mineros, médicos, camioneros, agricultores... Tantas reivindicaciones de grupos étnicos o religiosos... y tan pocas huelgas generales con seguimiento masivo.

Y tantos intereses (con minúscula), a menudo contradictorios entre sí, defendidos en solitario por quienes, sin clara conciencia de ello, tienen en común tanto INTERES GENERAL.

Y así será hasta que una mayoría lo comprenda. Y otras ideas, seguramente a fuerza de tortazos, se hagan hegemónicas.

Pero eso lleva tiempo y esfuerzo. ¿Habrá tiempo? ¿Tendremos fuerza y ganas?

Robert Owen. New Harmony

El problema inmediato al que hemos de enfrentarnos hoy no es, como algunos pensábamos hace unos años, la liquidación del capitalismo, que debe ser en todo caso un objetivo a largo plazo, porque la verdad es que no disponemos ahora de una alternativa viable que resulte aceptable para una mayoría. Y lo que no puede ser compartido con los más, por razonable que parezca, está condenado a quedar en el terreno de la utopía, que es necesaria para alimentar nuestras aspiraciones a largo plazo, pero inútil para la lucha política cotidiana.

viernes, 10 de febrero de 2012

El decrecimiento como alternativa

Carlos Taibo resume en esta conferencia sus razonamientos sobre el tema. Que ya han aparecido muchas veces en este blog. Pero nunca se abundará bastante mientras veamos que el viejo carromato sigue deslizándose hacia la barranquilla. Y que la mayoría cree percibir, muy de lejos, el rumor de las olas.



Insistamos, pues...

La gran mentira

Curso acelerado sobre el funcionamiento de los bancos,el dinero y la crisis económica

"Algo erróneo pero impactante" es el comentario que acompaña a este vídeo en YouTube.



Me puse a pensar en dónde podía estar el error. Llegué a la conclusión de que la situación descrita es exacta, aunque muy simplificada, como corresponde a un ejemplo de finalidad didáctica.

Las hipótesis simplificadoras son las siguientes:
  • Todo el dinero lo tiene el banco, y no hay más, ni puede crearse.
  • No existe otro medio de pago, porque el banco sólo quiere oro. Cualquier cosa sólo le vale para cambiarla por oro.
  • Sólo presta con interés. El capital no puede plantarse dejar de crecer. Y en el ejemplo, crecer precisamente en oro, que es justamente lo que no puede crear.
Sólo tiene la posibilidad de recuperar ese oro, como el rosario de su madre, y quedarse con todo lo demás.

En la práctica el banco tiene otra forma de crear dinero (si no oro), que es mantenerlo en constante flujo, como un malabarista que mantiene en el aire sus bolas o sus mazas. Sólo las coge para impulsarlas de nuevo. Si deja de moverlas caerán. Y si cada vez añade más elementos en el aire llegará a ser imposible su manejo.

Para el banquero, el dinero sólo sirve para tener más dinero. Lo tendrá atesorado o prestado (como deuda), o en forma de "activos", propiedades con un valor esencialmente especulativo (una de las acepciones de especular es "hacer suposiciones sin fundamento"). En última instancia, tenderá a quedarse con todo.

Su única esperanza es que crezca el oro disponible (hoy es fácil: no es un problema minero, como antes, sino de artes gráficas; o de informática). Pero sobre todo que ese oro se mueva como contrapartida a un mundo en que también crezcan los bienes que se intercambian o hipotecan.

Y ahí está el detalle, que diría el maestro Cantinflas. Si no hay crecimiento de los bienes el dinero deja de reproducirse. Su ritmo de crecimiento nunca puede ser mayor que el de los bienes que representa y a los que sustituye. Las deudas se vuelven incobrables. El capital tiende a quedarse con todo. Pero deja de crecer.

Como en el vídeo, lo que pone fin al proceso es la imposibilidad de pagar la deuda. Ejemplos no faltan.

jueves, 9 de febrero de 2012

Consenso de Washington

En nota a pie de página, Alberto Rabilotta expone, en su artículo El oxímoron de los “mercados autorregulados” este resumen de los "diez mandamientos" del Consenso de Washington.


























Los “diez mandamientos” del CW están en su mayoría incluidos en los Tratados y principios que guían la UE.

El Tratado adoptado el 30 de enero pasado retoma “primer mandamiento” y lo convierte en un absoluto:
  1. Disciplina presupuestaria. Los presupuestos públicos no pueden tener déficit.
Los nueve “mandamientos del CW” son los siguientes:
  1. Reordenamiento de las prioridades del gasto público;
  2. Reforma Impositiva (ampliar las bases de los impuestos y reducir los más altos);
  3. Liberalización de los tipos de interés;
  4. Un tipo de cambio de la moneda competitivo;
  5. Liberalización del comercio internacional;
  6. Eliminación de las barreras a las inversiones extranjeras directas;
  7. Privatización (venta de las empresas públicas y de los monopolios estatales);
  8. Desregulación de los mercados;
  9. Protección de la propiedad privada.