El presidente de Uruguay dirigió este memorable discurso al plenario de la CELAC, reunido en la capital de Cuba.
Pero no es un discurso para presidentes, ni siquiera para los pueblos allí representados. Como suele ocurrir en las intervenciones de este imprescindible Ser Humano, debe resonar en la conciencia de cada uno.
Ecología Política, con Mayúsculas.
Nada dirán nuestros escuálidos medios de desinformación.
Sirven para otras cosas...
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