sábado, 21 de junio de 2014

Los motivos del lobo

Desde su fortaleza inexpugnable (pigmeos políticos al norte y al sur, sus océanos mediterráneos a este y oeste, controlados el mar y el aire) los Estados Unidos siempre han ganado con los problemas de Europa.

Además sus aparatos ideológicos y su dominio del espacio de la información les posibilitan presentar sus provocaciones reales por ataques de otros (no voy a hacer aquí una lista de hechos que es larguísima). Esto les permite (siempre lo han hecho) presentarse, bien como atacados, bien como defensores altruístas de los agredidos.

Pero para entender lo que hay debajo de los hechos, hay dos procedimientos infalibles: el primero es mirar los mapas, el segundo analizar quién gana y quién pierde con sus nefastas intervenciones.





Argumenty Nedeli
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Las guerras: la fuente del ascenso de los EEUU

La experiencia histórica testimonia que las guerras en Europa fueron fuentes fundamentales para el ascenso económico y el poder político de los EEUU. Estos últimos llegaron a ser una superpotencia como resultado de la 1ª y la 2ª Guerras Mundiales, que supusieron un gigantesco drenaje de capitales y mentes de los países europeos enfrentados entre sí a América. La Tercera Guerra Mundial, que se quedó en fría, terminó con el hundimiento del sistema socialista mundial, lo que dió a los EEUU un flujo de más de un billón de dólares, cientos de miles de especialistas, toneladas de plutonio y otros materiales valiosos, y multitud de tecnologías únicas. Todas estas guerras fueron provocadas con la activa participación de una "quinta columna" norteamericana en la figura de espías, oligarcas, diplomáticos, funcionarios, empresarios, expertos y figuras públicas controlados, financiados y apoyados por los servicios especiales norteamericanos. Y hoy, enfrentados a dificultades económicas, los EEUU intentan desencadenar en Europa la siguiente guerra para conseguir los siguientes objetivos.

En primer lugar, la acusación a Rusia de agresión permite llevar a cabo sanciones financieras con el objetivo de congelar (cancelar) las obligaciones norteamericanas ante las estructuras rusas por valor de algunos cientos de miles de millones dólares para alivio de la increíble deuda de los EEUU.

En segundo lugar, la congelación de los activos rusos en dólares y euros supone la imposibilidad para sus propietarios de cumplir sus obligaciones ante los principales bancos europeos, lo que crea a estos últimos serias dificultades, susceptibles de llevar a la bancarrota a alguno de ellos. La desestabilización del sistema bancario europeo estimulará el flujo de capitales a los EEUU para sostén de la pirámide de dólares de su deuda.

En tercer lugar, las sanciones contra Rusia provocan un daño a los países de la UE por una suma cercana al billón de euros, lo que empeora la ya mala situacion de la economía europea y debilita su posición en la competencia con los EEUU.

En cuarto lugar, las sanciones contra Rusia facilitan la exclusión del mercado europeo del gas ruso, con el objetivo de su sustitución por gas de esquisto norteamericano. Lo mismo sucede con los elementos combustibles del multimillonario mercado de Europa oriental de centrales atómicas, que están orientadas tecnológicamente para el abastecimiento desde Rusia.

En quinto lugar, arrastrar a los países europeos a la guerra con Rusia fortalece su dependencia política de los EEUU, lo que facilita la última decisión de obstrucción en la zona UE del libre comercio en condiciones ventajosas para los EEUU.

En sexto lugar, la guerra con Europa da ocasión para la expansión de los ingresos militares al complejo militar-industrial de los EEUU.

Los mismos EEUU en una guerra desatada por ellos en Europa no pierden casi nada. A diferencia de los países europeos, comercian poco con Rusia, y sus mercados casi no dependen del suministro ruso. Como en otras guerras europeas, serán ganadores limpios.
 

Por tanto, al incitar a la junta nazi contra Rusia, los EEUU no arriesgan nada y muy probablemente ganan. Los consejeros norteamericanos arrastran a sus protegidos en Kiev al uso de las armas más crueles contra su población: proyectiles de fragmentación, bombas de aviación, minas. Pero cuantas más víctimas haya, más alto será el deseo de interposición del ejército ruso para la defensa de la población rusa, más alto será el riesgo de una nueva guerra europea y mayor será el triunfo norteamericano. Este triunfo no solo se mide en dinero. El premio principal, por el que los EEUU provocan una nueva guerra mundial, es el mantenimiento del dominio mundial en una situación de cambio estructural global, causado por el cambio de modos tecnológicos.
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