Tomo el titular de un artículo de Ignacio Escolar en elDiario.es para encabezar un escrito de Antonio Alonso Guirado que acabo de recibir desde Madrid, con parecidas consideraciones, compartidas por muchos millones de espectadores atónitos en este país.
La indignación sube de tono al recordar, a quienes todos sabemos, que, ominosamente, faltó el nunca tan valioso voto de Alberto Rodríguez.
Acompaño el escrito de mi querido corresponsal con una explicación irrefutable de los contenidos de la reforma;
Cuca Gamarra y Teodoro García Egea protestan tras la aprobación de la reforma laboral Fotografía de Eugenia Morago |
Después de lo sucedido este jueves con la votación en el congreso de la reforma laboral y tras escuchar una cantidad enorme de barrabasadas querría exponer mi punto de vista.
Se está diciendo que se ha atacado la democracia, que se ha subvertido, que se ha vulnerado el poder popular, que se ha actuado de mala fe al no permitir el cambio de sentido de la votación al diputado que se había "equivocado", se ha llegado a decir que no se le ha permitido la entrada en el hemiciclo aún cuando las imágenes demuestran que se sentó en su escaño. Y así muchas más infamias que podría seguir exponiendo pero que desisto de hacerlo porque no cabrían en este escrito.
La realidad, o al menos según la veo yo, tiene varios puntos sobre los que hay que hacer hincapié.
Primero, el susodicho diputado se equivocó en la votación, cosa por otra parte que parece ser más habitual de lo que los ciudadanos de a pie nos imaginamos. Desde ese primer momento empieza a funcionar la máquina de las mentiras, primero que ha sido un error informático, después que se ha votado NO y el justificante indica que habría sido un SI, más tarde y esta es posiblemente la única verdad, que se llamó a la presidenta de la cámara para informar del error, a lo que se contesta que si ya ha emitido el voto este no se puede cambiar, más tarde que el diputado va al congreso desde su casa de Cáceres hasta la puerta del congreso en apenas una hora (eso ha sido nuestro querido alcalde el que lo ha dicho hasta 3 veces en una declaración ante los medios, es que los trenes extremeños destacan por su gran velocidad como todos sabemos, o bien ha cogido el coche un señor que se encontraba en su casa por indisposición y ha conducido en tiempo récord más de 250 km), más tarde que no se le ha permitido el paso al congreso, más tarde que no le han llamado desde la cámara para cerciorarse de que el voto haya sido el adecuado, más tarde que tras indicar que ha habido un fallo informático desea cambiar el sentido de su voto, y así se podría continuar estirando el chicle de la mentira hasta que al final se rompa. Voy a exponer varios símiles para que se entienda lo que quiero decir y por qué no se puede permitir lo que pretenden hacer que no es otra cosa que repetir la votación o en el caso de alguna mente brillante que ahora mismo no recuerdo quien ha sido, que el voto sea anulado y así el resultado sea empate. Ahí van los ejemplos:
Este es futbolístico, cuando un equipo saca un córner, y en un error el jugador que defiende se marca un gol en su propia portería de ninguna manera se anula o se manda repetir el lanzamiento.
El segundo es, y quien ha hecho exámenes de organismos oficiales lo sabrá, estos se hacen sobre una plantilla y debajo de la respuesta marcada dispones de una casilla que sirve para anular la contestación, se permite la anulación de esa respuesta pero te impide volver a contestar la respuesta original, cuando eso sucede no se puede ir al tribunal que te examina y pedir la repetición del examen. Tampoco está permitida la salida ni la entrada en el aula una vez haya comenzado, salvo que se indique antes del inicio que se pueda hacer en una franja de tiempo predeterminada. Aquí quien pretende cambiar las reglas a su antojo no es precisamente quien ha ganado la votación, más bien quien no asume los errores propios y esparce las dudas y las mentiras sobre la forma de operar del reglamento del congreso.
También se hace hincapié en que no se ha llamado telefónicamente al diputado que vota telemáticamente, cuando este punto parece descartado claramente desde hace dos años por la dificultad que supone tras la aparición de la pandemia realizar tantas llamadas a los distintos diputados.
El segundo punto, que si es de mucha más gravedad y sobre el que muchos medios pasan de puntillas y otros lo justifican aludiendo a la responsabilidad del político para con sus votantes y no con su grupo parlamentario. En este caso después de mentir descaradamente y justificar la mentira diciendo que haber dicho lo que realmente iban a votar hubiera sido una presión enorme para ellos, estos no sólo se escudan en sus propios principios sino que además no entregan sus actas y además presumen de ser un referente para sus votantes. ¿Referentes de qué? Quien ha militado en organizaciones del tipo que sean, sabe que esto no se puede hacer sin que haya consecuencias. Donde habría que poner el foco, es en cuánto sabían los que se vieron beneficiados con su mentira y qué recompensa han recibido por ella.
Por otro lado el denominado gobierno más progresista de la democracia actual debería recapacitar sobre lo mal que lo han hecho al estar a expensas de sacar una votación tan importante como para depender de grupos claramente conservadores y reaccionarios como son C's o UPN o en su defecto PNV. Basta ya con la cobardía y con el ponerse de perfil. Hay que asumir quiénes son tus socios de gobierno y hacerlo sin tapujos, al final asumimos y nos avergonzamos de tener que pactar con los que quieran romper España (CUP, BNG), con los que han dado un golpe de estado que sólo existe en su imaginación(ERC), o con los asesinos filoetarras (EH BILDU) por el complejo que tenemos y lo que hacemos es contribuir y aceptar el discurso que nos venden los medios. Ellos no tienen ese remordimiento a la hora de pactar con un grupo que alberga en su interior lo más diverso del fascismo patrio (reconocidos falangistas, franquistas o antiguos miembros de partidos nacionalsocialistas) abanderando un falso patriotismo, pero no asumiendo que esa patria no la compone únicamente el territorio marcado por unas fronteras artificiales.
Tenemos que estar preparados para lo que se puede avecinar, y no quiero ser agorero, pero en estos momentos recuerdo lo que un profesor me decía.
"No me gustan las películas bélicas, puedo admirar su belleza y la forma en que están hechas, pero me producen un miedo atroz, porque vivimos en un país donde no ha habido un siglo en el que no hayamos estado metidos en una guerra, yo no la he vivido pero es posible que me toque hacerlo dentro de unos años".
Espero que no sean premonitorias aquellas palabras, pero hay una realidad que no se nos puede olvidar, y es que ellos nunca han sabido aceptar una derrota, y que cuando han sufrido varias al final han hecho uso de la fuerza. Se está allanando el camino para que una tragedia ocurra, ESTEMOS PREPARADOS.
Antonio Alonso Guirado
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