sábado, 24 de diciembre de 2011

Datos fríos, situación caliente

Extraídos los datos que siguen del artículo Viraje estratégico de Estados Unidos, la segunda guerra fría y América del Sur, de Raúl Zibechi.

 

Huelga comentarlos.

 

 

Pero la situación más grave es la interna. Un estadounidense de cada seis recibe bonos de alimentación así como uno de cada cuatro niños; el 57 por ciento de los niños vive en hogares pobres; el 48,5 por ciento vive en grupos familiares asistidos por el Estado, frente a un 30 por ciento en 1983 (The Economic Collpase, 16 de diciembre). Llama la atención el agravamiento de la situación social en pocos años: desde 2007 el ingreso familiar cayó un siete por ciento; en zonas de California el precio de la vivienda cayó un 63 por ciento, el precio promedio de una casa en Detroit es de 6.000 dólares y el 18 por ciento de las viviendas de Florida están vacías. Un niño de cada cinco experimenta episodios de vida en la calle.

Todos los días aparecen datos nuevos que revelan el deterioro social y moral del país. La revista Pediatrics, de la Academia de Pediatras, reveló que a los 23 años uno de cada tres estadounidenses ha sido arrestado en algún momento. En 1965 sólo lo habían sido el 22 por ciento a esa edad (USA Today, 19 de diciembre). Según los autores del estudio, esos datos no significan que haya una mayor criminalidad juvenil, sino que “obedece a leyes más estrictas” ante situaciones de escándalo público o consumo de sustancias prohibidas. Concluyen que los arrestos de jóvenes tienen consecuencias nefastas para su desarrollo y alientan “comportamiento violento y conductas antisociales”. Si el estudio discriminara los arrestos que sufren negros e hispanos, los resultados hubieran sido escandalosos.

 

sábado, 10 de diciembre de 2011

Una política de austeridad

Aquí, recogidas por Miguel Manzanera, me encontré estas viejas palabras (¡de 1977!) de Enrico Berlinguer:
  • la austeridad no es compatible a medio y largo plazo con el modo de producción capitalista, porque éste se basa en el despilfarro de bienes escasos. La adopción coyuntural de una táctica de austeridad por los empresarios capitalistas es la manera de reducir el poder adquisitivo de los trabajadores.
  • la austeridad debe entenderse como un proyecto de transformación social para racionalizar la producción económica sobre la base del control estatal de la economía y la planificación, utilizando los recursos escasos para incrementar la eficiencia productiva: la austeridad es el medio de impugnar por la raíz y sentar las bases para la superación de un sistema que ha entrado en una crisis estructural… Puede y debe ser una de las formas en que el movimiento obrero se erige en portador de una organización diferente de la vida social
  • la austeridad es solidaridad con los países del Tercer Mundo, a los que se esquilma sus riquezas sobre la base de una agresión continuada como está pasando en África. Por eso la salida capitalista de la crisis consiste en la militarización y la guerra cada vez más generalizada. Frente a ello, debemos abandonar la ilusión de que es posible perpetuar un tipo de desarrollo basado en la artificial expansión del consumo individual, que es fuente de derroche, de parasitismo, de privilegios, de dilapidación de recursos y de desequilibrio financiero.
  • la austeridad es también una forma cultural en un momento de crisis ecológica terminal, causada por el orden económico capitalista: salir de la lógica del capitalismo no es sólo una necesidad de la clase obrera o de los comunistas… Se podría observar que, de la misma manera que en las sociedades en decadencia van con frecuencia aparejadas e imperan las injusticias y el despilfarro, en las sociedades ascendentes se establece una vinculación entre justicia y frugalidad.
  • la austeridad es una opción forzosa: convirtámosla en ocasión para transformar la sociedad.
 En un momento de grave crisis ambiental, esa idea de Berlinguer es más actual que nunca. Desde hace 40 años, cuando el Club de Roma alertó sobre los problemas de desarrollo derivados del agotamiento de las riquezas del globo terrestre por la actividad humana, sabemos que no es posible continuar con la actual senda de crecimiento económica fundada en la sobreexplotación del trabajo y la tierra. En estos 40 años el capitalismo se ha mostrado incapaz de una reforma ecológica que resuelva esa problemática, y esto nos pone ante la necesidad de cambiar radicalmente el modo de producción o perecer en un caos sistémico de incalculables proporciones.


puigbono.blogspot.com

El nuevo panóptico y la revolución comunicacional

Demasiado larga para reproducirla aquí, la ponencia que ARGENPRESS presentó en el Taller Internacional “Los Medios Alternativos y las Redes Sociales”, celebrado recientemente en La Habana, contiene interesantes reflexiones.

Panóptico


El "abstract" de la ponencia:
Es necesario explorar y desentrañar la naturaleza política del poder comunicacional, su relación con la revolución científico-tecnológica y cibernética y sus implicancias jurídicas, políticas, sociales y culturales. Estudiar estas formas de coerción y dominación ayudarán a comprender el despliegue del poder comunicacional, probablemente el centro del poder político en el nuevo siglo. El desafío jurídico y político cultural es cómo lograr la democratización de ese poder y su resocialización en relación al Estado y la sociedad civil.
Comienza con esta cita premonitoria:
«Cuanto más se acrecienta la interactividad global, más se impone la exigencia de una visión panóptica y totalitaria. A la famosa “burbuja virtual” de la economía del mercado único le sucede esta burbuja visual donde la amplificación de las apariencias desempeñará muy pronto el mismo papel multiplicador que el de la especulación financiera».
Paul Virilio (“Televigilancia global”)

Para tener una visión de conjunto:
Las cinco grandes revoluciones comunicacionales:
  1. La imprenta, el invento de Gutenberg logrado en 1445, que impulsó la Reforma protestante y un cambio total en las costumbres y en la sociedad
  2. La radio, que desde la década del veinte del siglo XX impulsó la cultura auditiva de masas
  3. La revolución icónica o de la imagen, con la incorporación del cine y la televisión
  4. La computadora y su uso masivo a partir de los años ochenta del pasado siglo 
  5. La multimedia y el internet, que ha reunido la telefonía, la televisión y la computadora, marcando en este momento la pauta de la nueva cultura comunicacional
A propósito del “modo de comunicación”:
Mark Poster sostuvo que “en esta esfera ya no hay actos puros; sólo hay representaciones lingüísticamente transformadas que son los actos mismos. Estos conceptos muestran el carácter totalmente nuevo de la experiencia lingüística, un carácter que tiene un alcance inestimable para reconstruir el mundo social incluso estructuras de dominación enteramente nuevas. Los historiadores empeñados en el proyecto de emancipación, ya sea en una óptica liberal, ya sea en una óptica marxista o de otra índole, deben preocuparse por analizar el modo de información, proyecto en el cual la teoría del modo de producción no les servirá de gran ayuda”.
Medios electrónicos e imprenta:
Lo que diferencia a los medios electrónicos de la imprenta es su múltiple capacidad de dirección, que es muy compleja. La imprenta emite significantes partiendo de una fuente, la computadora recoge significantes que le llegan de todas partes; mientras la imprenta extiende la “influencia” del sujeto comunicante o del texto que comunica, la computadora autoriza al receptor de los significantes a controlar el emisor. Los centros de poder se convierten en destinatarios panópticos cuya “memoria” es una nueva estructura de dominación. Un banquero almacena por computadora el comportamiento económico y personal de sus clientes y los comunica a otros banqueros o empresarios por un precio. La experiencia comunicativa se ha modificado. Los medios electrónicos fomentan la dispersión de la comunidad, pero facilitan al mismo tiempo su vigilancia. Lo del banquero u otro agente es la “datavigilancia”, denominada así por Roger Clarke en 1994: “El uso sistemático de bases de datos personales en la investigación o monitoreo de las acciones o comunicaciones de una o más personas”.
(...)
¿Cómo enfrenta el humanismo de la libertad esta situación? ¿Cómo advertir los aspectos totalitarios encubiertos en un manejo no democrático de los nuevos avances científico-tecnológicos y la imposición de una nueva ideología “única”? ¿Cómo democratizar y resocializar los avances científicos, que corresponden a toda la humanidad, y no solo a grupos económicos, sociales o políticos? Tal es el interrogante que los científicos del derecho y los investigadores sociales deben responder, en el cual la teoría del modo de producción aislada no les servirá de ayuda. La respuesta debe ser superadora y no caer en la nostalgia luddista.
Las nuevas formas de dominación:
Utilizamos aquí la palabra “panóptico” que sintetiza los poderes de dominación sobre las personas, los individuos y la sociedad. Michel Foucault fue el primero que advirtió sobre el significado del término debido a Jeremías Bentham, quien editó a fines del siglo XVIII un libro con ese nombre. En Vigilar y castigar, Foucault describe al jurista inglés como un “Fourier de una sociedad policial” y dice que su libro El Panóptico, constituyó “un acontecimiento en la historia del espíritu humano” y fue “una especie de huevo de Colón en el campo de la política”. El pensador francés descubrió la obra de Bentham estudiando los orígenes de la medicina clínica, la construcción y arquitectura de los hospitales. Bentham creó el panóptico, un edificio que en su periferia era circular; en el centro había una torre; ésta aparecía atravesada por amplios ventanales que se abrían sobre la cara interior del círculo. El edificio periférico estaba dividido en celdas, cada uno de los cuales ocupaba todo el espesor del edificio. Estas celdas tenían dos ventanas: una abierta hacia el interior que se corresponde con las ventanas de la torre; y otra hacia el exterior que dejaba pasar la luz de un lado al otro de la celda. Basta pues situar un vigilante en la torre central y encerrar en cada celda un loco, un enfermo, un condenado, un obrero o un alumno. Mediante el efecto de contra-luz se pueden captar desde la torre las siluetas prisioneras en las celdas de la periferia proyectadas y recortadas en la luz. En suma, se invertía el principio de la mazmorra clásica. La plena luz y la mirada de un vigilante captaban mejor que la sombra, que en último término cumplía una función protectora. (...)

Foucault explicó el rol moderno coercitivo de la arquitectura, salvo constructores humanistas como el finlandés Alvar Aalto y el holandés Peter Oud. En la Argentina, las construcciones de edificios para el funcionamiento de universidades -tal el caso de la de Mar del Plata- fueron ideados durante la última dictadura militar constituyendo un claro ejemplo de edificio-cárcel, donde no existen espacios para realizar manifestaciones o actos en el interior del establecimiento, y las escalinatas, breves, en diversos desniveles, que interconectan los pasillos interiores, impiden el recorrido de una expresión masiva de estudiantes. “Desde finales del siglo XVIII -decía Foucault-, la arquitectura comienza a estar ligada a los problemas de la población, de salud, de urbanismo. Antes, el arte de construir respondía, sobre todo a la necesidad de manifestar el poder, la divinidad, la fuerza. El palacio y la iglesia constituían las grandes formas, a las que hay que añadir las plazas fuertes; se manifestaba el poderío, se manifestaba el soberano, se manifestaba Dios. La arquitectura se ha desarrollado durante mucho tiempo alrededor de estas exigencias. Pero, a finales del siglo XVIII, aparecen nuevos problemas: se trata de servirse de la organización del espacio para fines económico-políticos”. La idea fundamental es la siguiente: en el Panóptico, cada uno, según su puesto, está vigilado por todos los demás, o al menos por alguno de ellos; se está en presencia de un aparato de desconfianza total y circulante porque carece de un punto absoluto. El poder ya no se identifica sustancialmente con un individuo, como ocurría con el monarca absoluto o el dictador clásico, se convierte en una maquinaria de la que nadie es titular. “En esta máquina -explicaba Foucault- nadie ocupa el mismo puesto, sin duda ciertos puestos son preponderantes y permiten la producción de efectos de supremacía. De esta forma, estos puestos pueden asegurar una dominación de clase en la misma medida en que disocian el poder de la potestad individual”.
Privacidad versus opacidad del poder:
El rescate de la privacidad conjuntamente con la defensa del “espacio público” son algunas de las armas con las que enfrentar la opacidad de un nuevo poder totalitario, basado en la dictadura de las trasnacionales, la pretensión hegemónica de un pensamiento único, la irracionalidad de las tendencias “posmodernas” y la privatización de “lo público” a manos de intereses de los conglomerados económicos.
Gary Marx, en su libro Undercover: Police Surveillance In América (1988) y especialmente en su ensayo “Technology and Privacy” (1990), publicado en The World and I, propone un catálogo sobre las “falacias” ideológicas que es necesario desenmascarar. Esas falacias son las siguientes:

  • La falacia de pensar que el significado de una tecnología se apoya solamente sobre sus aspectos prácticos o materiales y no sobre su simbolismo social y sus referentes históricos.
  • La falacia “frankesteiniana” de que la tecnología siempre será la solución y nunca el problema.
  • La falacia de que la tecnología es neutra.
  • La falacia de que el consenso y la homogeneidad sociales hacen inexistentes los conflictos y divisiones y que lo bueno para quienes tienen el poder económico, político y militar es bueno para todo el mundo.
  • La falacia del consentimiento implícito y la libre elección.
  • La falacia legalista de que sólo porque uno tiene derecho legal a hacer algo entonces es correcto hacerlo.
  • La falacia de suponer que sólo los culpables tienen algo que temer del desarrollo de la tecnología invasiva (o, si uno no hizo nada malo, entonces no tiene nada que esconder).
  • La falacia de creer que la información personal de clientes y casos en posesión de una compañía es sólo una clase más de propiedad para ser comprada y vendida del mismo modo que los muebles de oficina o los insumos.
  • La falacia de no ver factores sociales y políticos involucrados en la recolección y construción de los datos.
  • La falacia de suponer que, dado que nuestras expectativas sobre la privacidad están históricamente determinadas y son relativas, entonces se harán necesariamente cada vez más débiles a medida que la tecnología se vuelva más poderosa.
Defender la intimidad, los derechos personalísimos de la persona, no es una muestra de individualismo. Es la defensa de la libertad personal. Ese derecho debe compatibilizarse con el derecho al “espacio público”, hoy agredido por la expropiación privada de intereses ajenos al interés social.
Ejes temáticos:
1. Las nuevas modalidades de comunicación en la red y las batallas políticas.
Hoy por hoy las nuevas tecnologías digitales de la información y la comunicación parecen haber llegado para quedarse. No hay marcha atrás. Ya constituyen un hecho cultural, civilizatorio en el sentido más amplio. Según lo que vamos empezando a ver, una considerable cantidad de personas en todo el mundo, jóvenes fundamentalmente, en países ricos del Norte o pobres del Sur, y entre los diferentes estratos socioeconómicos, ya no conciben la vida sin estas tecnologías. Sin dudas, están cambiando el modo de relacionarnos, de resolver las cosas de la cotidianeidad, de pensar, ¡de vivir!
(...)
La respuesta no está en las tecnologías propiamente dichas, por supuesto. Las tecnologías, como siempre ha sido a través de la historia, no dejan de tener un valor puramente instrumental. Lo importante es el proyecto humano en que se inscriben, el objetivo al servicio del que actúan. En ese sentido, para romper un planteo simplista y maniqueo: no hay técnicas “buenas” y técnicas “malas” en términos éticos. “Más allá de las conexiones, son los usos concretos y efectivos los que pueden llevar o no a mantener o profundizar las brechas que de hecho existen en el mundo real. Con lo cual la apertura infinita que supone el mero acceso formal a la red no necesariamente alcanza para hablar de una democratización de la sociedad o incluso del acceso a la información. Mucho menos si se trata de información de relevancia para el proceso de toma de decisiones o de participación en el ingreso socialmente producido. Con internet se abren ciertos accesos, pero no se democratiza la sociedad ni la cultura”.
2. Ciberguerra.
La guerra, al igual que otras actividades humanas, ha evolucionado a lo largo del tiempo, se ha perfeccionado, ha ido haciendo uso de las tecnologías más avanzadas de su momento. En ese sentido pude decirse que recorrió un camino desde las confrontaciones cuerpo a cuerpo, en igualdad de condiciones y con armas equivalentes (garrote-garrote, arco-arco, fusil-fusil), hasta la que hoy es llamada guerra moderna, guerra total, consistente en un enfrentamiento asimétrico y no de equivalencias o, como la consideran actualmente algunos teóricos del arte militar: guerra de cuarta generación.
(...)
Hoy por hoy, la lucha de clases a escala internacional tiene cada vez más la forma de guerra de cuarta generación, es decir: guerras no convencionales, guerras psicológicas, guerras donde el objetivo es la población civil no combatiente a la que se le llega por medios tecnológicamente cada vez más refinados. En otros términos: sutiles acciones de desinformación, de propaganda, donde el elemento dominante es la supremacía tecnológica en la informática y en las comunicaciones globalizadas, guerra donde no hay armas de fuego sino que el elemento preponderante es la colonización mental del enemigo. Como acertadamente lo dice Manuel Freytas: “Los bombardeos mediáticos no operan sobre su inteligencia, sino sobre su psicología: no manipulan su conciencia sino sus deseos y temores inconscientes. Todos los días, durante las 24 horas, hay un ejército invisible que apunta a su cabeza: no utiliza tanques, aviones ni submarinos, sino información direccionada y manipulada por medio de imágenes y titulares”.
 (...)
3. Retos de los países del Tercer Mundo ante el nuevo escenario de la comunicación digital.
(...)
Si acceder a las TICs es un puente al desarrollo, la “brecha digital” (mejor dicho: abismo digital, ¿precipicio quizá?) que crea esta sociedad de la información, contraria a la “inclusión digital” global que debería promover una solidaridad universal, indica que los sectores más opulentos aumentan su distancia respecto de los excluidos de siempre. A nivel internacional ello es por demás de elocuente: “Actualmente, de las computadoras conectadas con la Internet, el 93% están en los países de más altos ingresos, donde reside sólo un 16% de la población mundial. Hay en Finlandia más computadoras conectadas a la Internet que en toda la región de América Latina y el Caribe; hay más en la ciudad de Nueva York que en todo el continente de África”. (IDH, 2001. PNUD)
(...)

4. Incidencia de los medios alternativos y las redes sociales en la opinión pública y en el hacer de la política internacional. 
Tal como expresan los lineamientos generales del este Congreso: “La evolución de la Web, el surgimiento de los medios alternativos, las redes sociales de Internet, así como los blogs y wikis, crean nuevas posibilidades para la comunicación social y política. Este nuevo escenario comunicativo a nivel internacional demanda cada vez más la creación de condiciones para maximizar su aprovechamiento”. Sin caer en empobrecedores maniqueísmos ni valoraciones moralizantes, ni tampoco en triunfalismos exagerados que pierden la verdadera dimensión de las cosas, digamos que toda esta amplia batería de nuevas tecnologías ofrece interesantes posibilidades si lo pensamos desde una perspectiva revolucionaria, al mismo tiempo que no se pueden desconocer sus peligros latentes. El reto está en ver cómo se navega en esas aguas y se puede llegar a buen puerto.

martes, 6 de diciembre de 2011

¿Desacoplar el PIB del consumo de energía?

El pasado sábado 3 de diciembre, Daniel Gómez Cañete publicó una nota en Crisis Energética titulada ¿Está mejorando la intensidad energética mundial?

Remitía al documentado artículo del 15 de noviembre de Gail Tverberg

El propio traductor publicó ayer, lunes 5 de diciembre, en el mismo medio, un interesante comentario que reproduzco (y subrayo) a continuación:

Huida hacia adelante

...estamos de acuerdo, creo que casi todos nosotros, en que el PIB nada tiene que ver con el bienestar. Cada índice es los que es, y mide lo que mide. Igual que el peso ideal no mide la salud de un individuo, el PIB no mide el bienestar ni la felicidad de una nación.

El PIB mide, de manera un tanto insatisfactoria, la PRODUCCION INDUSTRIAL (el término industrial debe interpretarse como cualquier actividad económica, esto es, que se comercializa o se distribuye en los mercados) BRUTA de un territorio (ciudad, región, país, continente o mundo).

A la mayoría de los mortales el PIB no les importa un pimiento, porque lo que les importa, lo que nos importa, no es el PIB de todos, sino nuestra renta (¡así somos de solidarios!).

Pero a quienes dirigen el sistema y se benefician del mismo, esto es, a las minorías dirigentes de verdad, a quienes poseen el poder fáctico, esto es el económico, les importa, ¡y mucho!, pues mide exactamente lo que a ellos les interesa: el crecimiento de sus ingresos brutos, y consiguientemente, una vez deducidos los costes, entre los que se incluyen, como no, las migajas que tienen que pagar a quienes realmente son los artífices de esa riqueza, los asalariados, sus ingresos netos, sus BENEFICIOS.

Y a ellos les da lo mismo que dichas actividades sean beneficiosas para la humanidad, como lo son la educación, la enseñanza, la alimentación, como que sean absolutamente nocivas, como las guerras, los gastos e inversiones en anticontaminación, el esquilmado de los bosques del Amazonas, la producción de productos cancerígenos, como el tabaco, …

Porque lo importante es obtener de dicha actividad el máximo provecho para unos pocos.

Y por eso nos hacen creer que el problema de nuestras sociedades, de nuestras economías es que no crecemos, que para poder solucionar el gravísimo problema del paro, y poder repartir unas migajas más entre los desheredados de la humanidad, es imprescindible que crezcamos a tasas superiores al 3%, para que ellos puedan seguir incrementando sus riquezas.

Aunque todos nosotros sabemos (y es nuestra obligación el divulgarlo en todo momento, con el gasolinero, la verdulera, nuestros amigos, el carnicero, la peluquera, el taxista (ese colectivo es muy importante, pues después de internet, o quizás, antes que, son uno de los mejores instrumentos de comunicación, en las aulas, ya sea como estudiantes o como profesores, en los mítines, en las asambleas, en las comunidades de vecinos, en resumen, en cualquier sitio, lugar y hora…), que el crecimiento del PIB, junto con el crecimiento de la población, son las dos causas que van a conducir a nuestra civilización, al menos que seamos capaces de impedirlo (y eso será necesariamente, a las bravas), al colapso. Y cuando me refiero y nos referimos al colapso, todos sabemos de lo que estamos hablando (unos 5.000.000.000 de seres humanos de los que habitan actualmente el planeta simplemente desaparecerán)...

El único país del mundo, que yo sepa, en el que sus dirigentes han optado por otro enfoque, es Bhutan, cuyo propósito constitucional es mejorar la felicidad de sus habitantes, para lo que han implantado el INDICE DE FELICIDAD, que todos conocemos y del que se ha tratado ampliamente en esta web.

A nadie más en el mundo, me refiero, por supuesto a sus dirigentes, le importa un pimiento la felicidad de sus ciudadanos.

Y así nos va.

Lo que hay que hacer es obvio: SUBVERTIR EL ACTUAL ESTADO DE COSAS. Cosa que se producirá sí o sí en los próximos años. Y no habrá que esperar mucho. Sólo hay que esperar a que la presión social llegue a su punto crítico, y añadir los catalizadores conceptuales, parte de los cuales se está, consciente o inconscientemente, elaborando en esta web y en otras muchas webs y blogs hermanos por todo lo ancho de la red.

Pero mientras no llegué la ansiada REVOLUCIÓN MUNDIAL, que yo hace muchos años, por razones meramente estéticas situaba en 2018, y que ahora, con muchos más elementos de juicio, especialmente los que he mamado en esta web y en otras similares, la sitúo entre 2017 y 2019, quienes rigen nuestros destinos seguirán empecinados en CRECER A LO BESTIA, para seguir haciéndose la ilusión de que cada día son más ricos, y por lo tanto seguirán tratando, creo que infructuosamente, de que el PIB siga creciendo, y con ello el consumo de energía, porque eso de la eficiencia energética, no son más que juegos florales, para tranquilizar sus conciencias, o mejor para seguir embaucando a gente de buena fe, que siguen profesando la fe del carbonero unamuniana. Y el CO2 en la atmósfera seguirá aumentando, y mal que les pese a los negacionistas, la temperatura del planeta seguirá su exponencial marcha ascendente de forma imparable, y los polos se derretirán, y muchas islas y tierras fértiles serán sepultadas por las aguas, y los cambios climáticos serán de tal envergadura que no habrá hijo de vecino que reconozca a este pobre planeta. De hecho mi tío, que ahora tiene 92 años, hace 40 que me advirtió que el campo se estaba muriendo, y sus únicos conocimientos, eran los que le habían proporcionado 45 años de accionar las layas, la azada y el trillo, ayudado alguna que otra vez por el Rubio, que así se llamaba el caballo de mi abuelo, y que él utilizaba en ocasiones, y el mirar todos los días y todas las noches a su alrededor, y contemplar cómo iban paulatinamente desapareciendo de su mundo una y otra especie de planta o animal y de cómo cada vez el ruido y la mierda de los coches y de las fábricas se iba adueñando de su realidad.

O sea que no nos creamos el mensaje de que gracias al crecimiento de la eficiencia energética vamos a ser capaces de hacer frente al peak-oil, porque eso es un solemne embuste.

Y ahí están los datos analizados fría y minuciosamente por Gail, que con ese hablar y razonar pausado, con un tono de voz nada estridente, con un lenguaje educado y sereno, es capaz de poner ante nosotros, sin que seamos capaces de refutarlo, por su razonada y documentada coherencia, un mensaje auténticamente REVOLUCIONARIO.

Así me lo pareció cuando la escuché en directo por primera vez en Barbastro, y así me lo sigue pareciendo cada vez que leo algún artículo suyo.

Solidaridad. Salud y Salu2,

AMADEUS

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P.D.:  prometo seguir traduciendo artículos de Gail, por dos razones: para entenderlos mejor, y para que aquellos que no dominan el ingés, aunque sean pocos, puedan beneficiarse de sus análisis...

lunes, 5 de diciembre de 2011

Si llevaras el uniforme del proletario que eres, no te verías a ti mismo como el burgués que no eres



Del apunte "Cuidado con los que promueven la austeridad", en El blog de Paul Krugman, extraigo esta foto: 

Besitos, rey mío

Y una pincelada:

En este momento, la campaña contra Ocupemos Wall Street básicamente intenta lograr que la clase trabajadora estadounidense dé la espalda al movimiento, pese a que la mayoría de la gente apoya sus metas, intentando aparentar que los manifestantes no son como ellos, mientras que los plutócratas sí lo son. ¡Vamos! Esto ha funcionado muchas veces en la historia. Y puede operar en muchas direcciones: Ocupemos Wall Street debe rechazarse porque son hippies sucios; Elizabeth Warren, candidata a senadora por el estado de Massachusetts, no es como usted porque, Dios mío, es catedrática de Harvard.

Las lecciones de Europa

Boaventura de Sousa Santos, catedrático de la Facultad de Economía de la Universidad de Coimbra, publicó el pasado 21 de noviembre este artículo en la Folha de São Paulo. Reproducido en Rebelión, de allí lo tomo. Según mi costumbre, subrayo lo que me parece revelador.

pt.wikipedia.org

Europa está aterrada por el fantasma del agotamiento histórico. Tras cinco siglos de haberse atribuido la misión de enseñar al mundo, parece tener poco que enseñar y, lo que aún es más trágico, parece no ser capaz de aprender de la experiencia del mundo. A pesar de ser cada vez más pequeño en el contexto mundial, el rincón europeo no consigue comprender el mundo si no es a través de conceptos generales y principios universales y ni si quiera se da cuenta de que su fidelidad a éstos hoy es un espejismo. Partiendo de la idea de que la comprensión del mundo excede en mucho la comprensión europea del mundo, las dificultades por las que pasa Europa pueden ser un fértil campo de aprendizaje para todo el mundo. He aquí las principales lecciones.

Primera lección: la idea de que las crisis constituyen oportunidades es una verdad ambigua porque las oportunidades van en direcciones opuestas y son aprovechadas por quienes se preparan mejor antes de la crisis.

La derecha ha usado la crisis para implementar la “doctrina del choque”, que implica las privatizaciones y la destrucción del Estado de bienestar (privatización de la educación y la salud). No había logrado hacerlo por la vía democrática, pero fue preparando a la opinión pública para asumir la idea de que no hay alternativa al sentido común neoliberal.

Por el contrario, la izquierda se ha dejado desarmar por este sentido común, razón por la que no ha podido aprovechar la crisis para mostrar el fracaso del neoliberalismo (tanto por el estancamiento como por la injusticia) y proponer una alternativa posneoliberal.

El movimiento ecologista, antes fuerte, ha quedado paralizado por la consigna del crecimiento, aun sabiendo que este crecimiento es insostenible y que así pierde la oportunidad brindada por la cumbre Río+20 [1] del año que viene.


Segunda lección: la liberalización del comercio es una ilusión productiva para los países más desarrollados. Para ser justo, el comercio debe basarse en amplios acuerdos regionales que incluyan políticas industriales conjuntas y la búsqueda de equilibrios comerciales dentro de la región.

¿No debería Alemania, que tanto exporta al resto de Europa, importar más del resto de Europa? Para que esto sea posible, es necesaria una política aduanera y de preferencias comerciales regionales, así como una refundación de la Organización Mundial del Comercio, hoy un cadáver aplazado [2], en el sentido de empezar a construir del modelo de cooperación internacional del futuro: acuerdos globales y regionales que, cada vez más y siempre en la medida de lo posible, hagan que los lugares de consumo coincidan con los lugares de producción.


Tercera lección: los mercados financieros, dominados como están por la especulación, nunca recompensarán a los países por los sacrificios hechos, pues la insuficiencia de estos sacrificios es lo que alimenta los beneficios de la inversión especulativa. Sin el control de las dinámicas especulativas, el desastre social se producirá de todos modos, tanto por la vía de la obediencia como de la desobediencia a los mercados.


Cuarta lección: la democracia puede desaparecer gradualmente y sin necesidad de un golpe de Estado. Varios países de Europa viven una situación de suspensión constitucional, un nuevo tipo de Estado de excepción que no tiene en el punto de mira a peligrosos terroristas, sino a los ciudadanos comunes, sus salarios y sus pensiones. La sustitución de Berlusconi (para la que había buenas razones democráticas) fue decidida por el Banco Central Europeo. El estatuto de los bancos centrales, creado para hacerlos independientes de la política, ha hecho que la política dependa de ellos. Una vez conquistada parcialmente, la democracia puede ser destripada por la corrupción, la mediocridad y pusilanimidad de los dirigentes, así como por la tecnocracia en representación del capital financiero al que siempre ha servido.

metppga.blogspot.com
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Notas

[1] Se refiere a la Conferencia de Naciones Unidas sobre Desarrollo Sostenible de junio de 2012 (N. T.)

[2] Alusión al verso del poema “Don Sebastián, rey de Portugal”, de Fernando Pessoa, que dice: ¿Sin locura qué es el hombre más que una bestia sana, cadáver aplazado que procrea?” (N. T.)

martes, 29 de noviembre de 2011

Un panorama bien actual

Juzgad si el análisis resulta muy moderno o si la situación es demasiado antigua. Lo reproduzco del artículo de Stathis Kouvelakis "Grecia: golpe de Estado europeo frente a un levantamiento popular" (aquí el original).

1839

...con este nuevo primer ministro quienes gobiernan el país de forma casi directa son los medios financieros europeos y de forma secundaria los griegos, así como los países del directorio de la Unión Europea (UE), sin tener en cuenta mandato popular alguno en lo que se puede considerar el primer “golpe de Estado blando” concebido y establecido por esta misma UE y los banqueros cuyo apoderado es ésta. Así, encuentran una nueva juventud las formulaciones de Marx a propósito de la monarquía de julio según la cual esta última es el “reino de sólo una fracción de la burguesía, la aristocracia financiera” y todo el régimen una “sociedad por acciones para la explotación de la riqueza nacional[1]. Salvo que esta aristocracia financiera es actualmente esencialmente multinacional y ante todo europea, ya que los especuladores y aprovechados de hoy ocupan un puesto en los consejos de administración de los bancos (e instituciones financieras) alemanas, francesas y del BCE [2].
Atención a estas notas:
[1] Marx añadía lo siguiente, que suena extrañamente actual: el endeudamiento del Estado tenía un interés directo para la fracción de la burguesía que reinaba y legislaba por medio de las Cámaras. De hecho, el déficit del Estado era el objeto mismo de su especulación y la fuente principal de su enriquecimiento. Al final de cada año, nuevo déficit. Al cabo de cuatro o cinco años, nuevo préstamo. Y cada nuevo préstamo ofrecía a la aristocracia financiera una nueva ocasión de estafar al Estado el cual, mantenido artificialmente al borde de la bancarrota, estaba obligado a negociar con sus banqueros en las condiciones más desfavorables”, Karl Marx, Les luttes de classes en France, “Folio”, Gallimard, 2002, p. 11-12.
[2] Según los datos disponibles, que se refieren a 300.000 millones de un total de 360.000 millones de la deuda soberana del país, 146.000 millones, es decir, casi la mitad, pertenecen a los bancos e instituciones financieras de la UE, a los que se añaden 42.000 millones que poseen el FMI; y los bancos fuera de la UE poseen el resto, esto es, una tercera parte de la deuda total, cuya asignación se sabe que la poseen unos banco y otras instituciones griegas. Cf. Research on Money and Finance, Breaking Up? A Route Out of the Eurozone Crisis, noviembre de 2011, p.71. Documento disponible en
Para completar el panorama, voy a reproducir el párrafo completo. Juzgad si procede de hace más de 160 años o de alguno de los foros de indignados de Internet. ¿La monarquía citada es realmente la de de Luis Felipe?
A mayor abundamiento, el incremento de la deuda pública interesaba directamente a la fracción burguesa que gobernaba y legislaba a través de las Cámaras. El déficit del Estado era precisamente el verdadero objeto de sus especulaciones y la fuente principal de su enriquecimiento. Cada año, un nuevo déficit. Cada cuatro o cinco años, un nuevo empréstito. Y cada nuevo empréstito brindaba a la aristocracia financiera una nueva ocasión de estafar a un Estado mantenido artificialmente al borde de la bancarrota; éste no tenía más remedio que contratar con los banqueros en las condiciones más desfavorables. Cada nuevo empréstito daba una nueva ocasión para saquear al público que colocaba sus capitales en valores del Estado, mediante operaciones de Bolsa en cuyos secretos estaban iniciados el Gobierno y la mayoría de la Cámara. En general, la inestabilidad del crédito del Estado y la posesión de los secretos de éste daban a los banqueros y a sus asociados en las Cámaras y en el trono la posibilidad de provocar oscilaciones extraordinarias y súbitas en la cotización de los valores del Estado, cuyo resultado tenía que ser siempre, necesariamente, la ruina de una masa de pequeños capitalistas y el enriquecimiento fabulosamente rápido de los grandes especuladores. Y si el déficit del Estado respondía al interés directo de la fracción burguesa dominante, se explica por qué los gastos públicas extraordinarios hechos en los últimos años del reinado de Luis Felipe ascendieron a mucho más del doble de los gastos públicos extraordinarios hechos bajo Napoleón, habiendo alcanzado casi la suma anual de 400.000.000 de francos, mientras que la suma total de la exportación anual de Francia, por término medio, rara vez se remontaba a 750.000.000. Las enormes sumas que pasaban así por las manos del Estado daban, además, ocasión para contratos de suministro, que eran otras tantas estafas, para sobornos, malversaciones y granujadas de todo género. La estafa al Estado en gran escala, tal como se practicaba por medio de los empréstitos, se repetía al por menor en las obras públicas. Y lo que ocurría entre la Cámara y el Gobierno se reproducía hasta el infinito en las relaciones entre los múltiples organismos de la Administración y los distintos empresarios.

1882

sábado, 26 de noviembre de 2011

El pensamiento Bella durmiente

Bernardo Pérez Andreo, en un artículo de este título publicado en Rebelión, señala:
...que el futuro nuevo presidente pida un poco de paciencia a los mercados es el indicativo más claro de que no tiene ni pajorera idea de lo que se lleva entre manos.
Y añade:
Si la forma de pensar del anterior presidente fue justamente calificada como "pensamiento Alicia", la del actual va a necesitar algún que otro calificativo, quizás "pensamiento Bella durmiente", a la espera del beso que lo despierte del mal sueño eterno en el que el engaño de la malvada madrastra lo ha sumergido, eso sí, con un buen habano en la mano.
La clave de bóveda que explica la situación es esta: 
Pensar que los mercados actúan con justicia y equidad, que sólo castigan a los que hacen bien su trabajo, que especulan contra los que no cumplen con la verdad económica del modelo capitalista, es lo mismo que pensar que en medio de un naufragio los tiburones no devorarán a las personas con un comportamiento moralmente bueno y sí a los perversos. Los mercados seguirán especulando mientras haya oportunidad de negocio y la oportunidad está servida desde el momento que la Unión Europea lo permite. A los mercados, es decir, a los fondos de inversión como los de Goldman Sachs, les importa un pimiento que España cumpla o no con las medidas de austeridad. Les da exactamente igual que el déficit suba o baje, lo que les importa es la posibilidad de especular contra la deuda, y eso lo harán en tanto no cambie el marco de organización del euro. Los picos de sierra de la prima de riesgo de la deuda española así lo demuestran. Si vendo deuda cuando está barata sube la prima de riesgo, y lo hago hasta que el BCE empieza a comprar deuda tirando de ella a la baja, en ese momento compro para volver a vender al día siguiente. Vendo caro y compro barato, especulo y gano mucho dinero, ese es el pensamiento de los famosos mercados y nada más. No son racionales, como piensa el actual presidente del gobierno, si lo fueran dejarían la especulación, puesto que hay un gobierno de los suyos. Pero los mercados no tienen amigos ni enemigos, sino intereses y serán capaces de hundir a este gobierno si eso les reporta más beneficio que dejarlo en su puesto.

¡No me digas...!        (mueveme.info)

jueves, 24 de noviembre de 2011

Crecer o decrecer: That Is The Question

Largo, documentado, razonado e ilustrado artículo de Pedro Prieto en Tlaxcala. Debe analizarse completo. Reproduzco parte del artículo. Tiene más razón que un santo.

Pero no creo que los economistas de izquierda aludidos en él desconozcan estas realidades. Más bien adoptan un discurso-puente hacia propuestas concretas y prácticas (como las que propone Izquierda Unida) que permitan saltar desde la economía actual hacia otra. Sin que esta nueva etapa sea estable y eterna.

Porque una escalera con peldaños de tres metros de altura desanima mucho. Lo deseable sería poder contar con una masa de gente dispuesta al gran salto. Preparémosla con saltos menores pero bien dirigidos contra el gran causante. Una democracia económica, aún lejana, se plantearía necesariamente el problema en otros términos. Pero el decrecimiento en manos de los que siguen creciendo porque "está en su naturaleza" sería un sarcasmo, que los pueblos no pueden aceptar.

Yo creo que este es el decrecimiento que ya está en marcha por parte de los poderosos: eliminar a los sobrantes "por abajo" para seguir en su opulencia "por arriba".

Sólo una lucha (de clases, naturalmente) del "99 %" será el motor de los cambios. En un sistema que no atienda al beneficio sino a las verdaderas necesidades, será mucho más sencillo definir racional y colectivamente cúales son estas.

Sigue mi selección de lo que plantea Pedro, bien crudamente, por cierto.



Es muy habitual que los economistas –y no sólo los denominados neoclásicos– asuman, supongan o crean que la economía mundial se mueve con dinero en vez de con energía, lo cual hace que algunos científicos consideren que han perdido el contacto con la realidad.
 
Si la energía de que dispongo es exclusivamente la que tenía el homo sapiens-sapiens, es decir, la que podía ingresar de la ingesta de alimentos, mi capacidad de transformación de la Naturaleza y de creación de bienes y prestación de servicios se reduce a la de mi aparato musculoesquelético, es decir, a la de una máquina de apenas unos 100 vatios de potencia.
 
Si además utilizo la energía exosomática del fuego, podré realizar transformaciones algo mayores y aumentar la actividad. Si sobre ella añado la domesticación de animales puestos a mi servicio y la obtención de alimentos de forma más fácil mediante el cultivo, alcanzaré mayor capacidad de transformación de la Naturaleza en lo tocante a la producción de bienes o prestación de servicios.
 
Hoy consumimos unas 20 veces más energía que a principios del siglo XX. La población humana se ha multiplicado desde entonces por un factor algo superior a 6, lo cual quiere decir que los 7.000 millones de seres humanos actuales consumimos, en promedio, unas 3 veces más energía per cápita que el ser humano de principios del siglo XX.
 
Esta ingente capacidad de movilización humana es posible porque el 82% de la energía se extrae de fuentes no renovables de la tercera dimensión, de la litosfera. No es por factores monetarios o financieros. Se trata de fuentes de energía que están sujetas al agotamiento. Incluso la parte correspondiente al 10% de la energía primaria mundial, que proviene de la biomasa y se supone renovable, tiene también un elevado porcentaje de agotamiento y no renovabilidad, porque se explota a mayor ritmo que el de reposición natural. Por ejemplo, si un bosque se poda a una velocidad inferior a la del crecimiento de sus ramas, el recurso es renovable; si en cambio se expolia a una velocidad superior, el bosque desaparece y deja de ser un recurso renovable. Podría decirse que es cosa de Perogrullo, pero algunos economistas no parecen entenderlo.
 
Por si fuera poco, las últimas mediciones indican que ese consumo de energía que propicia una transformación tan brutal de los recursos naturales para la obtención de bienes y para la prestación de servicios ya sobrepasa entre un 40 y un 50% lo que se ha dado en llamar la capacidad de carga del planeta; esto es, la capacidad que tiene la biosfera de regenerarse a su ritmo natural de reemplazo para seguir manteniendo la base de recursos vitales que dan vida a este mundo. Por su parte la litosfera, si es que se regenera, lo hace a ritmos geológicos, que quedan fuera de nuestra escala.

¿Qué hacemos con 134.000 millones de planetas Tierra de oro puro?

Algo más sobre deuda es el título de este artículo de Jorge Riechmann en su blog "Tratar de comprender, tratar de ayudar".

Es una nueva llamada de atención a la gente que no entiende las implicaciones de la acumulación indefinida, a pesar de que hace siglos, y tal vez milenios, que se desveló este problema. El relato sobre lo que pidió el inventor del ajedrez por su creación (un grano de trigo por la primera casilla, dos por la segunda, cuatro por la tercera...) es bien antiguo. En este mismo blog recogí una presentación en que se demostraba ampliamente que cualquier acumulación constante conducía a la duplicación, y la duplicación sucesiva a un desarrollo tumoral e insostenible, y que la insostenibilidad aparecería bruscamente y sin previo aviso.

Jorge Riechmann pone otro ejemplo realmente significativo. Y ahora que recuerdo, en un viejo libro de matemáticas del antiguo bachillerato, los ilustres matemáticos Rey Pastor y Puig Adam proponían un ejercicio parecido.

Así que el tema no es nuevo. ¿Por qué entonces esta voluntaria ceguera para no ver el problema? ¿Realmente los avestruces esconden la cabeza en la arena, o este es un invento de la imaginación humana, que sí lo hace?

laposta2007.blogspot.com

Salvar la Tierra, se titulaba dramáticamente el número de junio de 2010 de Investigación y ciencia (la versión española de Scientific American). Pero la cuestión es: o salvar la Tierra, o hacer buenos negocios. Se trata de una disyunción excluyente: ambas propuestas no son viables a la vez.

El desajuste último, el que condena de forma inapelable a este sistema económico –el capitalismo que precisa una expansión constante, aunque se encuentra dentro de una biosfera finita–, es una idea errónea: tratar de vivir dentro de un planeta esférico y limitado como si se tratase de una Tierra plana e ilimitada.

Como si los recursos naturales fuesen infinitos, como si la entropía no existiese, como si los seres humanos fuésemos omnipotentes e inmortales.

Blas de Otero –de quien por fin se han publicardo los poemas póstumos agrupados en Hojas de Madrid, con la galerna– quería escribir “la poesía en los siglos futuros con el pan en medio de la mesa y un avión a Marte todos los miércoles”. No llegó a intuir –como le pasa a la mayor parte de nuestra izquierda— que el esfuerzo por inaugurar la línea aérea a Marte (que no se inaugurará jamás, dicho sea de paso) es una de las causas que impiden que haya pan encima de cada mesa.

Basta hacer números durante diez minutos para saber que esta civilización está condenada. Incluso la devolución de la deuda, el prerrequisito del capitalismo, resulta matemáticamente posible sólo a corto plazo. En un cálculo al que me he referido otras veces (y que recuerda el buen George Monbiot), Heinrich Haussmann mostró que un simple pfennig –un céntimo de marco alemán– invertido al 5% de interés compuesto en el año cero de nuestra era habría sumado en 1990 ¡un volumen de oro equivalente a 134.000 millones de veces el peso del planeta! (Decía el físico Albert Bartlett que “la mayor carencia del ser humano es su incapacidad para entender las implicaciones de la función exponencial”. [1])

Y el capitalismo persigue un valor de producción conmensurable con el reembolso de la deuda… Puro wishful thinking: pero a semejantes disparates se subordinan las políticas y las vidas humanas (así como las no humanas, claro está) bajo la dominación del capital.
Endeudarse para crecer, y crecer para pagar las deudas: así se ligan capitalismo financiarizado y devastación ecológica.

No hay en el planeta Tierra recursos naturales suficientes para pagar la deuda emitida, acumulada, aceptada. Esa montaña de dinero virtual ha de ser denunciada (la banca privada es una de las instituciones que no podemos permitirnos en una sociedad sostenible).

Un sistema socioeconómico que sólo sabe abordar la realidad –las realidades— en términos de rentabilidad y beneficio está condenado. Esto es una obviedad: pero una obviedad sobre la que no podemos insistir demasiado, ya que las mayorías sociales, en nuestros países, siguen sin verla.

Seguir pensando hoy en términos de business as usual más crecimiento del consumo para que tire de la producción; más aumento de la producción para incrementar el consumo; más endeudamiento para crecer más; más crecimiento para pagar la deuda— resulta equivalente a ser niños de 35 años que patalean en el suelo: ¡no es verdad, no puede ser, los Reyes Magos existen, no son los padres!

Pero ya vamos siendo mayorcitos, ¿verdad? ¿Ya se nos puede decir que los Reyes Magos son los padres? ¿Y que el “desarrollo sostenible” basado en un supuesto desacoplamiento (decoupling) entre crecimiento económico e impacto ambiental es, o bien engaño de los poderosos, o bien autoengaño?
_________________________
[1] Se hallarán algunos textos de este profesor de Física de la Universidad de Colorado (Boulder) en su web http://www.jclahr.com/bartlett/. Debo esta cita a Pedro Prieto.

21N: Adorando a un Dios oscuro

El capital financiero castiga a sus devotos partidarios 

Agudas y oportunas observaciones de John Brown.

He destacado ideas a mi entender muy certeras.

Ahora Saturno comerá también PP

Hace falta sufrir de una considerable miopía o de una grave obcecación ideológica para no reconocer que el PP ganó clarísimamente las elecciones del 20 de noviembre de 2011. Sin embargo, no faltó quien afirmase en una lamentable velada -afortunadamente ultraminoritaria- de vudú electoral celebrada en la puerta del Sol que "ganó la abstención". Examinando los datos de participación y los votos recibidos por el PP esa afirmación es matemáticamente inexacta y políticamente insignificante. Ganó el PP. Ganó el PP porque se hundió el PSOE y el PP quedó como el único pilar -aún incólume- del régimen bipartidista surgido de la transición. El PP ha cosechado relativamente pocos votos nuevos (630.000) y sólo ha superado al PSOE porque este ha perdido un poco más de cuatro millones de votos. Todos esto da al PP una holgada mayoría, tan holgada que, incluso si no se hubiese aplicado la ley d'Hondt, el PP habría podido gobernar fácilmente con el apoyo de CiU o de UPyD. Lo importante, sin embargo, es que, de todas formas, el PP podrá contar con el voto del PSOE en todos aquellos aspectos que se consideren "de Estado" o relacionados con la "gobernabilidad", esto es con el mantenimiento del sistema neoliberal y de la unidad de los "hombres y tierras de España". El PP ha ganado un amplísimo espacio en el ámbito de la representación, pero el consenso en torno al neoliberalismo en el arco parlamentario es aún mayor. Cabe destacar dos excepciones: el ascenso de IU y la irrupción de Amaiur como primera fuerza política en Euskadi y tercera fuerza política en Navarra. IU y Amaiur son los dos únicos herederos de las fuerzas políticas que lucharon por una ruptura de la continuidad política del régimen. Son organizaciones capaces de un cierto antagonismo (un desafío social y constitucional) que supera el marco político de la constitución de 1978. Hoy, más aún que ayer se ve confirmado el "no nos representan" del 15M. La disociación entre un régimen enrocado y una sociedad que genera cada vez mayores espacios de disidencia recuerda otros fines de imperio.

Con todo, los resultados del PP han quedado relativizados desde el primer día por los mercados, o mejor dicho, por los distintos agentes del capital financiero. Apenas despertados de la resaca electoral, los dirigentes y los votantes del PP se han visto enfrentados a un aumento de la prima de riesgo acompañado de una importante bajada de la bolsa. A propósito de la prima de riesgo, el País afirma que: "Al cierre, el diferencial entre la rentabilidad exigida a los bonos españoles frente a los alemanes ha aumentado en 22 puntos básicos frente al viernes hasta los 463 con los títulos que vencen en 2021 cotizando por encima del 6,5%". En cuanto a la bolsa, el Ibex cerró la primera jornada tras la victoria de la derecha con una bajada del 3,48%, una de las más importantes del año. Este es tal vez el dato más importante para un balance de estas elecciones: aunque haya ganado ampliamente Mariano Rajoy, el capital financiero parece reaccionar como si hubiesen ganado las izquierdas...

No es de extrañar esta reacción de la bolsa y de los mercados. Ciertamente no es la que esperaban ni la dirección del PP ni sus votantes. La dirección del PP venía suplicando a los mercados una tregua, pensando que los mercados son los aliados naturales de la derecha. No la han obtenido y esto ha sido así porque el mecanismo de la deuda no es un cálculo político táctico o estratégico, sino muy precisamente un sistema automático, un automaton, ciego. Lo que importa dentro de este sistema es que la deuda de un país llegue a pagarse y lo haga al máximo tipo de interés posible. La creación de miedo e incertidumbre determina en modo decisivo los resultados. Importa muy poco que un gobierno sea de derechas o de izquierdas, lo decisivo es que pague y haga pagar a su población. Para ello, los mercados financieros tienen un arma infalible: el monopolio de la calificación de la deuda. Basta con que, a partir de la evolución de cualquier indicador, reduzcan la solvencia de un país deudor para que la prima de riesgo se dispare y la solvencia real de ese país disminuya como resultado del aumento automático de los tipos de interés sobre su deuda. Las profecías de los mercados se autorrealizan, no porque tengan una base científica, sino porque la economía financiera y la economía de la deuda son sistemas donde el cálculo de expectativas y la anticipación de la actuación de los demás actores priman sobre cualquier consideración de otro tipo y los actores más potentes tienen los medios de provocar las reacciones en cadena necesarias. En la economía financiera hoy hegemónica, un fuerte subjetivismo en las apreciaciones se une a un enorme automatismo en las reacciones.

El capitalismo financiero extrae renta a partir de la actividad productiva de la población. De manera tan parasitaria como lo hiciera un señor feudal. El trabajador cognitivo, precario, afectivo, social, que el programa del PP ve como autoempresario conforme al dogma neoliberal, está inmerso en un sistema de producción basado en la cooperación en red y en el acceso a unos comunes productivos que en parte se confunden con las capacidades lingüísticas, intelectuales, sociales y afectivas de la especie. El individuo aislado es un individuo situado en una trama de relaciones sociales de cooperación rica y compleja que el capital no puede controlar desde dentro. El capital no puede ya organizar la cooperación como lo hacía en el marco de la fábrica: es imposible someter al trabajador cognitivo en red a un régimen disciplinario. Su instrumento fundamental de explotación es la deuda. Hoy, el beneficio que obtenía el capital industrial mediante la producción de mercancías se ve sustituido por la renta del capital financiero convertido en títulos de deuda libremente negociables. La sumisión a la deuda financiera es además un instrumento eficacísimo de sumisión tanto de los particulares como de los gobiernos, al constituir, como señala Maurizio Lazzarato un auténtico dispositivo de control del futuro de personas y países. Si a esto se añade la particular situación de indefensión frente a la especulación financiera y sus profecías autorrealizadas de los países más débiles de la zona euro, el comienzo de la nueva legislatura con mayoría del PP no va a resultar menos difícil que el calvario de los últimos meses del gobierno de Zapatero o del políticamente también difunto Georgos Papandreu...

Es comprensible que mucha gente siga apoyando al PP y que, incluso haya visto aumentar su apoyo en las últimas elecciones. Ante una situación de crisis de un sistema social, es frecuente que quienes viven en él regresen a sus principios básicos como si fueran los artículos de un credo religioso y culpen de la crisis a quienes no fueron suficientemente ortodoxos. Como nos explicaba Walter Benjamin, el capitalismo es una religión basada en la deuda hacia un Dios implacable: el capital financiero. Intentamos por todos los medios serle gratos, pero siempre descubrimos que nuestro sacrificio es insuficiente. Ante el pánico que produce la intensificación de la deuda y la culpabilidad que la acompaña sólo vemos una perspectiva de salvación en una cada vez más estricta ortodoxia. Hoy los votantes del PP han buscado la salvación en el fervor religioso y en el vituperio hacia los supuestamente menos ortodoxos. Esto no ha saciado a su Dios: serán necesarios mayores sacrificios. La evidencia de la zozobra del capitalismo financiero -y del capitalismo en general- produce reacciones defensivas desesperadas: los viajeros del Titánic, viendo que el buque se hundía, se agarraban a sus estructuras más sólidas, cuando lo racional hubiera sido buscar botes salvavidas o incluso echarse al agua en busca de una tabla de salvación. Hoy, una mayoría importante de los votantes españoles ha hecho lo mismo.