Agresión a Siria
Quiero dejar aquí los doce propósitos y las ocho consecuencias:
Los 12
propósitos reales del ataque
La
operación castigo a Asad tiene detrás otros objetivos:
1. Dominar Eurasia. Con más o menos fortuna, EEUU ha intentado hacerse
con el control de Oriente Próximo, Asia central, Europa central y norte de
África, mediante las guerras contra Irak, Afganistán, Yugoslavia y Libia.
Ahora, siguiendo los consejos del estratega británico Sir Mackinder sobre la
importancia de esta región –a la que llamó Heartland, o Corazón del
Mundo– intenta contener el avance de China y de Rusia. Siria es el país que une
a ambos continentes.
2. Controlar la totalidad del levante mediterráneo –también uno de los
motivos para derrocar a Gadafi.
3. Impedir la construcción del mega-gaseoducto Irán-Irak-Siria (llamado
“la tubería chiíta”), que cuenta con inversión ruso-iraní e iba a exportar el
gas a Europa, ahora que ha fracasado el proyecto del otro gaseoducto (Naubucco: Europa esclava).
Perjudicaba a Turquía, que dejaría de ser la ruta del tránsito de hidrocarburo
y a Arabia Saudí, que ha invertido en el Arab Gas Pipeline, tubería que
recorrería Egipto, Jordania, Siria, Líbano e Israel. Es tan primordial para
Riad apoderarse de Siria que según el diario libanés As-Safir el jeque
Bandar en su reciente encuentro con Putin le había insinuado que si retiraba su
apoyo a Asad le garantizaría la seguridad de los Juegos Olímpicos de Invierno
de Sochi (Rusia) del 2014, calmando a los chechenos. ¡En árabe y en ruso, esto
suena a chantaje! Además, a los jeques les preocupa mucho el acercamiento de
los “gigantes petroleros” Rusia y Venezuela. Una es la mayor productora y
exportadora de petróleo del planeta y la otra, la primera reserva probada de
crudo mundial. Está en peligro el poder de la Organización de Países
Exportadores de Petróleo (OPEP), que llena el mercado de petróleo, además
barato. No menosprecien a Arabia. Las principales instituciones financieras
dependen de sus petrodólares.
4. Humillar a Rusia en su zona de influencia y mostrar al mundo su
incapacidad de influir sobre los acontecimientos internacionales, en este que
es el primer choque entre ambas potencias tras la Guerra Fría. Sergei Lavrov ya
ha dicho que su país no va a pelear en Siria con EEUU, a pesar de que las
empresas rusas han invertido unos 20.000 millones en este país y cerca de
100.000 rusos viven allí. Una cosa es acoger a Snowden y otra meterse en una
guerra. Moscú intentará recuperar la influencia, tras perder a Siria, en otro
lugar como Irán.
5. Destruir el ejército sirio, por sus vínculos con Rusia. EEUU hizo lo
mismo con las fuerzas armadas de Irak y Libia. Así, reduce la influencia
militar de los eslavos en el planeta.
6. Triunfar en el terreno bélico y controlar militarmente al mundo para
recompensar el fracaso en lo económico. A grandes crisis económicas, grandes
guerras. El capitalismo venderá más armas, tendrá nuevos mercados y creará
oportunidades para las empresas constructoras hábiles en levantar lo derruido.
Es otro asalto a las conquistas de los trabajadores de medio mundo, que pagarán
con su vida o sus impuestos la aventura de cuatro cowboys. El aumento del pecio
del petróleo, que afectará a todos los productos, dañará también la economía
china.
7. Anular aún más a la ONU y echar abajo lo que queda de los sistemas
legales que hacían de freno en las pretensiones belicistas.
8. Acorralar a Irán. La Agencia Atómica de la ONU acaba de informar de
la instalación de 1.000 nuevas centrifugadoras en las plantas nucleares de éste
país. China y Rusia creen que el objetivo del asalto a Siria es Irán. Teherán,
muy prudente, sopesa los acontecimientos y desliga su suerte de la de su
aliado. Le ayudará a través de Hizbolá y Yihad islámica. Su línea roja es la
ocupación de Siria. Para la alegría de Tel Aviv y Riad, este ataque complica
sus encuentros iniciados con EEUU.
9. Dar la imagen de seguir siendo la potencia hegemónica mundial, a
través del “esquema Ponzi”, nombre de un estafador italiano que recaudaba
grandes cantidades de dinero y, sin hacer nada, pagaba intereses a los
inversores con el dinero de ellos mismos o de nuevas víctimas. Si su montaje
duró varios años fue porque el número de ilusionados estafados no paraba de
crecer. Decía Madeleine Albright que la existencia misma de la mayor maquinaria
militar de la historia humana exige que se haga uso de ella. Misión convertida
en el objetivo cuando, en realidad, EEUU no tiene ningún interés sustancial en
este conflicto. Pero que nadie subestime el papel de la estupidez en la
historia.
10. Inclinar la balanza en el conflicto sirio en favor de los rebeldes y
conseguir ventajas en la mesa de negociaciones. De paso, y como una guerra
dentro de una guerra que es, los wahabitas saudíes apartan a la Hermandad
Musulmana (apoyada por Turquía y Qatar) y también a los al qaedistas del Jabhat
al-Nusra. Lo cual desune aún más a la oposición y agrieta la alianza entre EEUU
y Qatar, una de las sedes del Pentágono.
11. Francia, tras la exitosa experiencia de reconquistar Libia, sueña con
restaurar su dominio sobre otra de sus excolonias.
12. Israel debilita al aliado de Irán, de Hamás y de Hezbolá, mientras se
queda con los recursos hídricos sirios de los Altos del Golán e intenta hacerse
con la parte correspondiente a Siria en el campo de gas descubierto en el
Mediterráneo. (El “factor gas” en la crisis siria y “Is the US Playing With Gas in Syria?”) En su primer desafío de su segundo mandato, Obama aterroriza el mundo
¡por los intereses de Arabia Saudí e Israel!
Ninguno de
esos objetivos tiene que ver con los derechos humanos de los sirios.
Las 8 consecuencias
La
agresión militar de EEUU y sus socios…
1. Provocará la represalia de Siria contra Israel, Jordania, Turquía y
las tropas de la OTAN en Irak y en el Líbano. Este no es el diminuto Kosovo.
Aquí además existen armas químicas, terroristas caníbales, el germen de un
sangriento conflicto sectario y… un Putin que no hará de Yeltsin.
2. Debilitará a los propios aliados de Washington, como Jordania y
Turquía.
3. Cambiará el balance de las fuerzas en Siria sin resolver el
conflicto; agudizará la tensión étnica- religiosa del país, incluso después de
Asad.
4. Fortalecerá al salafismo y al wahabismo en todo el mundo, en
perjuicio de las fuerzas progresistas.
5. Dañará las relaciones de Occidente con Rusia y China y cambiará el
clima político internacional.
6. Rusia podrá aumentar los costes de esta agresión interrumpiendo los
suministros de la OTAN a sus tropas en Afganistán, desde la Red de Distribución
del Norte (Rusia-Kazajistán-Afganistán), lo mismo que hace Pakistán desde la
ruta del Sur. O saltarse las sanciones impuestas contra Irán y estrechar sus
lazos con éste país. Hassan Rowhani se reunirá con Putin y el presidente de
China, Xi Jinping, en Kirguistán el mes que viene.
7. Empujará a los países de la región a una desenfrenada carrera
armamentística.
8.
Sentará otro precedente de cómo burlar la soberanía nacional de los países
pequeños siendo potencias armadas hasta los dientes.
En el marco neo-imperial actual, las pretensiones de EEUU son sueños de un loco llevados a cabo por un borracho.
¡Alto, socavones!
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