Pero esta bajada de las defensas es suficiente para que numerosas infecciones oportunistas ataquen al organismo que no es capaz de reaccionar ante ellas.
Ese es el peor daño que causa el síndrome de inmunodeficiencia adquirida:
El sida es expresión de una inmunosupresión que aumenta las probabilidades de que un portador del VIH desarrolle enfermedades causadas por infecciones que, en personas con sistemas inmunes normales, no se presentarían.
La adaptación a esa enfermedad crónica ha sido convertir en ideología inmovilista la inmovilidad forzosa. Y especialmente convertir la experiencia de vivir en una sociedad corrupta en adaptación a ella. Creemos mayoritariamente que la sociedad está condenada a no llegar a ser nunca mejor de lo que es. Ese es el SIDA social que mantiene bajas nuestras defensas.
Por eso, en vez de grandes proyectos de futuro tenemos pequeñas aspiraciones. Sobre todo personales, rara vez colectivas.
Aunque algunas veces la evidencia de lo inicuo, el malestar compartido y una meta común, generalmente de corto alcance, genera una solidaridad de grupo, y la gente reacciona. Y como la meta es cercana y atacable, a veces gana la partida. Batallas menores, no decisivas, pero que pueden fortalecer el organismo social, si éste es capaz de profundizar en la etiología del mal.
La batalla de Gamonal puede no ser más que una escaramuza, como lo fue Nunca Máis, el 15 M, las mareas de colores y tantas otras batallas. Si persiste el SIDA social. Por eso es tan necesario un rearme moral e ideológico. Y una confluencia de las luchas capilares.
Tres apuntes sobre esa batalla. En algunas de las ideas vertidas en la prensa anida el virus, en los hechos, el antiviral.
Los hechos desencadenantes:
Gamonal, un proyecto urbanístico bajo sospecha
La batalla de Burgos se ha convertido ya en mucho más que protesta vecinal contra un proyecto urbanístico polémico.
Puede llegar a ser el símbolo de un triunfo de la ciudadanía frente a
los poderes públicos. Mientras los vecinos acampaban y se hacían fuertes
en la calle contra la construcción de una zona peatonal y un
aparcamiento subterráneo, el alcalde del PP, Javier Lacalle, había hecho
oídos sordos a la oposición hasta ahora pese a las batallas campales.
El alcalde prefiería mantener contra todos los elementos el proyecto
concedido al empresario Antonio Miguel Méndez Pozo, constructor y
magnate de la comunicación en Castilla y León, dueño del principal
periódico local, 'El Diario de Burgos'. Mayorías contra minorías. Para
aliñar todavía más la polémica y las sospechas, Méndez Pozo fue
condenado por corrupción en 1992 a siete años de prisión por el llamado
'caso de la construcción', aunque cumplió nueve meses ya que se
benefició en tiempo récord del tercer grado.
Indignación y logro
Mientras
los vecinos de Burgos reclaman por todos los medios más plazas de
aparcamiento gratuitas, la concepción de ciudad de Lacalle es
radicalmente distinta y pensaba hacerla valer esgrimiendo el permiso
legal que le dieron los votos. Sin embargo, la ciudadanía se ha
encolerizado a ritmo de indignación y los métodos y tesis del Movimiento
15-M. Por ahora, los ciudadanos movilizados han parado el proyecto.
El que debía ser el gran beneficiado de
la jugada urbanística de Gamonal (Méndez Pozo) es considerado una
persona próxima al expresidente José María Aznar. El auge de Méndez Pozo
se consolidó de la mano del anterior alcalde José María Peña (PP),
condenado a 12 años de inhabilitación por el mismo 'caso de la
construcción' y que recibió el indulto de Aznar.
En los papeles de Bárcenas
Para
liar todavía más el asunto de las relaciones entre el actual alcalde,
Peña y el constructor, resulta que los denominados papeles de Bárcenas
apuntan a que se realizó un presunto pago de una compensación a Peña de
188.000 por la pérdida del cargo tras ser condenado. El paso por la
cárcel de Méndez Pozo tampoco supuso un varapalo a su posición
socioeconómica ni un lastre a la hora de conseguir el concurso para la
construcción del párking de pago de Gamonal.
Las principales críticas
Las
principales críticas al proyecto se basan en que supondrá la venta a
19.000 euros de plazas de garaje en un momento de crisis. El proyecto es
además costoso, ya que el párking subterráneo se hace sobre un rio. En
cualquier caso supone una actuación sobre una vía que transformaría la
calle principal y eje vertebrador de toda la ciudad.
Apoyo del PP al alcalde
Burgos,
con una población de 180.000 habitantes, no está acostumbrada a
muestras de indignación colectiva a las registradas en los últimos días.
El barrio que rodea Gamonal supone el 35% de la población y hasta ahora
la mayoría de los votantes eran del PP. El partido ha mantenido hasta
ahora una posición firme junto a su alcalde. El secretario general del
PP en Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, ha responsabilizado a
un grupo minoritario de extrema izquierda de los violentos incidentes
ocurridos en Burgos desde la madrugada del sábado, en las protestas
vecinales contra el proyecto del bulevar en el barrio de Gamonal.
Protesta y crisis
Fernández
Mañueco, en declaraciones a la Agencia EFE este martes, ha considerado
injustificable e inadmisible este "desafío al Estado de derecho" por
parte de un "grupo minoritario de extrema izquierda" interesado en
radicalizar una protesta vecinal que, en su opinión, "no debe
extrapolarse a la situación de crisis" que atraviesa España. Sobre
Lacalle, Fernández Mañueco ha destacado su "capacidad de gestión,
eficacia, cercanía y diálogo con el ciudadano", y recordado que el
bulevar diseñado, origen del conflicto, "iba en el proyecto de
legislatura del PP y de otras fuerzas políticas". Ahora deberá ser
replanteado.
Aquí se siembran virus:
El alcalde de Burgos paraliza de forma definitiva las obras de Gamonal
El regidor ha asegurado en rueda de prensa que el bulevar "ha sido la excusa y no el problema" y que "las obras han sido aprovechadas por algunos para otros fines".
Esta
decisión se toma después de que esta mañana el PP municipal de Burgos,
con mayoría absoluta en el Pleno del Ayuntamiento de esta ciudad, rechazara las mociones de PSOE, UPyD e IU que pedían la paralización definitiva de las obras, y mantuviera la apuesta del consistorio de paralización temporal mientras que se abría un proceso de negociación.
Las obras para convertir un tramo de la calle Vitoria en un bulevar han provocado protestas desde el pasado viernes -que derivaron en varias jornadas de incidentes- porque los vecinos consideran que estos trabajos no son prioritarios.
En
la rueda de prensa para anunciar su decisión, el alcalde ha argumentado
que esta mañana, en el pleno municipal, ha mantenido la paralización
temporal porque se había comprometido a abrir una mesa de diálogo para
sacar adelante el proyecto que sigue considerando "necesario para la zona". Lacalle
ha precisado además que había mantenido contactos los pasados miércoles
y jueves con grupos políticos y con organizaciones vecinales, incluso
contrarias al proyecto.
Sin embargo, esta mañana en el pleno, el PSOE y UPyD han modificado las propuestas que habían formulado por escrito en las que pedían la paralización temporal y han exigido la paralización definitiva, ha asegurado Lacalle.
El alcalde ha agregado que los tres grupos de la oposición -PSOE UPyD e IU- le habían comunicado que no estaban dispuestos a participar en una mesa negociadora. Ha
añadido que a esto se ha sumado que los representantes de la asamblea
vecinal han subrayado al término del pleno de esta mañana su decisión de
no participar tampoco en ninguna negociación que no partiera de la
paralización total y definitiva de la obra. En este sentido ha insistido
en que la convivencia en la ciudad está por encima de cualquier obra y la única salida en este momento es la paralización total.
El alcalde ha anunciado también que el próximo lunes comenzará el acondicionamiento del espacio donde
se habían iniciado las obras para volver a la normalidad de forma que,
"de producirse algún incidente, nadie podrá achacarlo a decisiones
municipales".
En cuanto a la postura del PP nacional y autonómico
en este asunto, Lacalle ha afirmado que comprende "el silencio de Rajoy"
-quien ha sido preguntado por este asunto esta tarde durante una
conferencia de prensa- porque en el ámbito estatal "hay muchos otros
asuntos" y ha dicho que ha recibido en todo momento el apoyo de la
directiva del Partido Popular de Castilla y León. El alcalde ha
asegurado que no dimitirá por lo ocurrido en los últimos días, porque
"si todos los alcaldes tuvieran que dimitir cada vez que se para una
obra no quedaría ninguno".
Ha añadido que los grupos de la
oposición han venido reiterando peticiones de dimisión prácticamente en
todos los plenos municipales. Mientras, los vecinos se encuentran ahora
reunidos en la calle a la espera de tomar una decisión, aunque el
ambiente es festivo y todo apunta a que se desconvocará la movilización.
Miembros de la asamblea han detallado que el regidor debería dimitir por el error que, a su juicio, ha cometido antes y durante las movilizaciones.
La
asamblea vecinal permanece reunida en la calle para analizar el anuncio
de paralización total de las obras y miembros de la organización han
anunciado que será mañana cuando se decida en asamblea el futuro de las
movilizaciones originadas estos días.
Aquí, la rabia y la viruela:
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