Leo un texto largo y documentado de Ignacio Ramonet en el blog arrezafe. Allí podéis verlo completo. O elegir alguno de estos apartados:
- UN HECHO SOCIAL TOTAL
- EL CORONAVIRUS
- UNA PANDEMIA MUY ANUNCIADA
- CAMBIO CLIMÁTICO
- CIBERVIGILANCIA SANITARIA
- EL JABÓN Y LA MÁQUINA DE COSER
- SACRIFICANDO A LOS «DEMASIADO VIEJOS»
- HÉROES DE NUESTRO TIEMPO
- APOTEOSIS DE LA DESINFORMACIÓN
- ¿HACIA UN CAPITALISMO DIGITAL?
- ECONOMÍA: UN BAÑO DE SANGRE
- ¿DESGLOBALIZAR?
- LIDERAZGOS
- FUTUROS
El hecho es que era de esperar, como es de esperar el cambio climático, o el colapso petrolero. Pero atrincherados en el inmediatismo, en el presentismo propio de esta sociedad de mercado continuo en lo económico y mercado político pautado (cuatro, cinco años), el argumento favorito de los especuladores de ambos mercados es: "por ahora defiendo mi negocio (o mi negociado); el que venga detrás que arree". Y aunque me cojan con las manos en la masa: "pues yo no he sido".
De momento esta trinchera la ha tomado al asalto un enemigo muy, muy pequeñito. Tengo miedo al contraataque. De contraataques así están llenas las Torres Gemelas.
¿Se habrían tomado medidas si como en otros casos la epidemia se cebara solo en países exóticos y en poblaciones pobres?
Ignacio Ramonet
(La Habana, Cuba, 22 de abril de 2020.)
(La Habana, Cuba, 22 de abril de 2020.)
(…)
Se pueden decir muchas cosas para explicar la escasa preparación de las autoridades ante este brutal azote, pero el argumento de la sorpresa no es de recibo.
Primero, porque hay un proverbio famoso en salud pública: «Los brotes son inevitables, las epidemias no.»
Segundo, porque decenas de autores de ficción y de ciencia ficción –desde James Graham Ballard a Stephen King pasando por Cormac McCarthy o el cineasta Steven Soderbergh en su película Contagio (2011)– describieron en detalle la pesadilla sanitaria apocalíptica que amenazaba al mundo.
Tercero, porque personalidades visionarias –Rosa Luxemburgo, Gandhi, Fidel Castro, Hans Jonas, Ivan Illich, Jürgen Habermas– avisaron, desde hace tiempo, que el saqueo y el pillaje del medio ambiente podrían tener consecuencias sanitarias nefastas.
Cuarto, porque epidemias recientes como el SARS de 2002, la gripe aviar de 2005[27], la gripe porcina de 2009[28] y el MERS de 2012 ya habían alcanzado niveles de pandemia incontenible en algunos casos y habían causado miles de muertos en todo el planeta.
Quinto, porque cuando se produjo la primera muerte por el nuevo coronavirus en Estados Unidos, el 10 de marzo de 2020 en Nueva Jersey –como ya hemos dicho–, hacía casi tres meses que la epidemia había estallado en Wuhan y había desbordado rápidamente todo el sistema sanitario tanto en China como en varias naciones europeas; o sea, hubo tiempo para prepararse.
Y sexto, porque decenas de prospectivistas y varios informes recientes habían lanzado advertencias muy serias sobre la inminencia del surgimiento de algún tipo de nuevo virus que podría causar algo así como la madre de todas las epidemias.
(…)
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