viernes, 1 de febrero de 2019

Sobre la lengua

"Aquí se vende lo mejor y lo peor". Y vendían solamente lenguas...

Holístico y totalitario fue una entrada de este blog en que se comentaban algunos usos retorcidos del lenguaje. Un amigo me remitió entonces a los 7 "mejores" eufemismos de los tratados de libre comercio, y le recordé esta cita de Baltasar Gracián en El Criticón. Entran Andrenio y Critilo a la gran feria del mundo:
Comenzaron a discurrir por aquellas ricas tiendas de la mano derecha. Leyeron un letrero que decía: Aquí se vende lo mejor y lo peor. Entraron dentro y hallaron se vendían lenguas para callar, las mejores para mordérselas, y que se pegaban al paladar.
El autor de El arte de la prudencia elogia el silencio, que en aquel tiempo de represión (más cruda entonces, persistente ahora) podía significar "el arte de seguir vivo". Recordemos refranes en este sentido: "la palabra es plata y el silencio es oro", o "en boca cerrada no entran moscas".

Volvamos al letrero de la tienda. La lengua es lo mejor y lo peor porque el lenguaje es el soporte universal del pensamiento que sirve para todo, lo bueno y lo perverso. Es el pensamiento lo que hay que vigilar.

La biblioteca de la sede de la Real Academia Española. rn


El lenguaje es la mejor herramienta que el ser humano ha sido capaz de crear y alimentar
Lola Pons Rodríguez 

La lengua es un árbol, y su fruto, la palabra; lo decía con términos parecidos a estos a final de la Edad Media esa historia caballeresca entre real e inventada que es el Victorial. Siglos después, seguimos sin percibir la profundidad intelectual de las raíces de ese árbol y las posibilidades infinitas de los frutos que nos ofrece. Advertiremos su magnitud cuando entendamos que la lengua es la mejor herramienta que el ser humano ha sido capaz de crear y alimentar; apreciaremos su grandeza cuando comprendamos que narrar puede hacernos revivir la cólera de Aquiles y que la seducción perfecta es la que se sostiene sobre las palabras; cuando seamos conscientes de que la palabra puede ser la que prende y la que apaga el fuego; cuando leamos por placer y cuando no solo escribamos por obligación; cuando nos esforcemos por hablar con la justeza que cada entorno nos exige, sin confundir pedantería con riqueza lingüística ni imprecisión con llaneza.
(…)
Cuando nos demos cuenta de que quien engaña con las palabras va a ser capaz de trampear con las cuentas y las leyes. Cuando dejemos de identificar el cuidado lingüístico con ser políticamente conservador y la creatividad lingüística con ser políticamente progresista. Cuando entendamos que desdoblar el género es una opción personal que no arruina a la lengua y que no desdoblarlo es igualmente una opción personal que no tiene por qué suponer un ataque al feminismo.
Cuando nos olvidemos de la idea de que a un país le ha de corresponder una sola lengua; cuando asimilemos que las comunidades bilingües de España no deben hacerse monolingües, ni de una lengua ni de otra. Cuando respetemos que a esto que escribo unos lo llamen castellano y otros español; cuando comprendamos que, aunque esta lengua nació en Castilla, es mucho más que ese castellano de los orígenes. Cuando conozcamos las variedades del español en el mundo. Cuando hablar con acento del sur no te dé menos posibilidades que hablar con acento del norte, porque seamos conscientes de que ser de un lugar o de otro no garantiza un mejor uso lingüístico. Cuando comprendamos que las lenguas son patrias que cobijan; cuando la lengua no sea ni la jaula ni el ariete.
Entonces, nuestra cultura lingüística corresponderá a las inmensas capacidades de nuestra lengua. Entonces, y solo entonces, estaremos como hablantes a la altura de ese árbol gigante que nosotros mismos hemos creado.
En otro tiempo de silencio parecido al de Gracián, Blas de Otero reivindicaba la palabra como herramienta necesaria para lo mejor, cuando tantas veces se utiliza para lo peor.



Si he perdido la vida, el tiempo, todo
lo que tiré, como un anillo, al agua,
si he perdido la voz en la maleza,
me queda la palabra.

Si he sufrido la sed, el hambre, todo
lo que era mío y resultó ser nada,
si he segado las sombras en silencio,
me queda la palabra.

Si abrí los labios para ver el rostro
puro y terrible de mi patria,
si abrí los labios hasta desgarrármelos,
me queda la palabra.




Escribo
en defensa del reino
del hombre y su justicia. Pido
la paz
y la palabra. He dicho
«silencio»,
«sombra»,
«vacío»

etcétera.

Digo
«del hombre y su justicia»,

«océano pacífico»,

lo que me dejan.

Pido
la paz y la palabra.

5 comentarios:

  1. "Aquí se vende lo mejor y lo peor", es un enunciado cuya proporcionalidad no podrían sostener hoy los medios de (in)comunicación. Nunca insistiremos bastante en la importancia de cuanto aquí has expuesto.

    Por cierto. En la barra superior de tu blog, en la que figura el enlace, me sale un triángulo rojo con un signo de exclamación (!) seguido de un "No es seguro", también en rojo. Creo que Google nos está marcando a cuantos no cumplimos los nuevos parámetros de la censura algorítmica. Por supuesto, seguiré visitando este blog, con más asiduidad aún si cabe.

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  2. Gracias por el aviso. Seguro que para ellos no soy seguro. Espero que eso no ahuyente a quienes me puedan leer...

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    1. Es raro. Ahora no aparece dicho aviso. El caso es que, eso mismo suele ocurrir en muchos blogs, y qué coincidencia, todos sin excepción extremadamente críticos. Hay que tener en cuenta, pienso yo, que todo este tráfico lo administra una mega-máquina a la que sus dueños programan en función de los algoritmos que estos le suministren. En fin, yo no me preocuparía, seguro que quienes te leen seguirán haciéndolo, con o sin "aviso".

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  3. He comprobado que el "No es seguro" sólo aparece cuando se abre la ventana de 'comentarios'. No quisiera abrumarte con el tema, no creo que tenga mayor importancia, pero simplemente creo que debo informarte.

    Pero el motivo de esta visita es otro. He pensado que tal vez te interese echarle una ojeada a esto: "Reloj de sol ecuatorial. Puerto de Vigo". Me ha recordado los complejos trabajos de geometría y perspectiva que durante mucho tiempo has venido publicando.

    https://www.astrovigo.es/2014/01/reloj-de-sol-ecuatorial-puerto-de-vigo.html

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  4. Muchas gracias por recordarme esto. En la Alameda de Vigo hay otro reloj idéntico, de piedra, sin tantos mecanismos de ajuste.

    Es el reloj de sol más sencillo posible, el único que sigue con total regularidad la trayectoria solar. Podrás comprobar que las veinticuatro horas se reparten regularmente en ángulos de quince grados. El gnomon, la varilla, es paralelo al eje terrestre, y el plano en que se proyecta la sombra paralelo al plano del ecuador. Reproduce por lo tanto, a otra escala, el movimiento solar diario.

    Para los demás relojes de sol hay que realizar una "proyección gnomónica que distorsiona los ángulos de las horas.

    Si encuentro tiempo, cosa que dudo, publicaré algunos apuntes sobre esta proyección, que está en la base de la geometría proyectiva y de la perspectiva.

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