viernes, 25 de febrero de 2022

Individualismo, intereses comunes e intereses generales

¿Existen los intereses generales de toda la humanidad? O al contrario ¿hay solamente intereses individuales? Como ocurre con todas las dicotomías tan radicalmente planteadas, no se debe contestar sin analizar cuidadosamente ambas preguntas.

Parece claro, a poco que se piense, que a la primera pregunta habría que contestar y a la segunda No, pero conviene detenerse en el entronque entre el interés particular de cada uno y el de todos en conjunto.

Entre el interés individual y el general, entendiendo por tal el que no excluye a nadie, hay un paso intermedio. El interés compartido por un grupo de individuos es claramente interés común para todos ellos, pero probablemente dejará fuera a los que no pertenezcan a él. Los partícipes de ese interés compartido tratarán de expresarlo, ideologizándolo, como interés general. De ello se encargarán especialmente los dirigentes de ese conjunto.

Los intereses generales son más amplios que esos intereses comunes, pero menos abordables, porque muchas veces chocarán con los del grupo, y como la ideología dominante es la de la clase dominante, tales intereses podrán ser aceptados ideológicamente como generales por muchos que están fuera. Esto se cumplirá sobre todo cuando el grupo en cuestión está bien asentado en la sociedad, como el clero y la nobleza en la Edad Media o en la actualidad los dueños de los medios de comunicación.

Hay una escala de prioridades en la defensa de los intereses. La búsqueda del interés particular no excluye ni el conflicto interno dentro del grupo ni la defensa del mismo frente a intereses externos. Los establecimientos de una calle comercial compiten entre sí, pero defienden también su éxito colectivo.

Los grupos con intereses comunes son variopintos. Desde las comunidades de vecinos y clubes deportivos o recreativos, hasta los Estados y organizaciones supranacionales, pasando por las empresas y organizaciones empresariales, sindicatos, partidos políticos... en todos ellos hay tanto intereses comunes como individuales, y según circunstancias internas o externas puede predominar la cohesión grupal o la lucha por la preeminencia. Desde fuera, especialmente desde organizaciones rivales, puede extenderse en su seno la ideología destructiva del desprestigio de los dirigentes, mejor o peor motivada.

Pero el individualismo no debe entenderse solo como pura ideología, sino también como práctica social, porque la ideología forma parte de la práctica o se transforma en conciencia práctica. 

Nadie escapa a los conflictos entre el interés general, el comunitario y el particular, pues todos tenemos simultáneamente intereses individuales y sociales. El predominio de unos u otros depende de los factores que fomentan la cohesión y los que favorecen la disgregación.

La cohesión interna depende tanto de consideraciones ideológicas como de realidades objetivas. Entre estas es importante la relación más o menos fácil, directa y continua entre los miembros del grupo en cuestión. Lo expone claramente Francisco Umpiérrez en el texto que dejo al final de esta entrada:

Los grandes y medianos capitalistas han estatuido de manera poderosa sus intereses comunes, mientras que los intereses de los trabajadores se presentan como intereses individuales totalmente diseminados, porque la industria como lugar de concentración de grandes masas de trabajadores con intereses comunes ha dejado de ser predominante. Un trabajador puede estar empleado en una empresa con 250.000 trabajadores, pero en la práctica solo mantiene un contacto relativamente estrecho con no más de 100 trabajadores. ¿Qué implica esto? Pues un debilitamiento de los intereses comunes y una dificultad enorme, por no decir imposible, para que esos 250.000 trabajadores repartidos por todo el mundo constituyan y representen un interés común.

La realidad social está hoy más que nunca enmascarada por las apariencias. Lo virtual suplanta a lo real, como el capital ficticio supera en varios órdenes de magnitud al realmente existente. El espejo (speculum!) de la especulación refleja un mundo falso y confuso. Para quienes se consideran, con cierta razón, "clases medias", es difícil en muchos casos distinguir con claridad si sus intereses particulares (no hablemos ya de los generales) están con una u otra de las organizaciones en que conviven.

Dice Umpiérrez:

El mundo global es un mundo dominado fundamentalmente por los monopolios, esto es, un mundo donde la ley del valor es infringida una y otra vez y los precios distan mucho de expresar en términos cuantitativos el verdadero valor creado. Esto trastoca la ley del valor. cada vez más representado por lo aparente. 
La forma económica constituida por las redes sociales desarrolla de forma masiva el individualismo de sus usuarios, pero con un escaso desarrollo; puesto que cuando los intereses individuales no se desarrollan hasta constituirse en intereses comunes, los intereses individuales apenas experimentan desarrollo. 
Este es el mundo más aparente y, por tanto, el que mayor influencia tiene en la conformación de la ideología. 
La apariencia forma parte de la realidad o la apariencia no es más que la manifestación de la esencia o la esencia en otra determinación. Pero los marxistas, en su inmensa mayoría, siguen ignorando el mundo aparente y solo se concentran en las esencias despojadas de su manifestación aparente. 
Quienes ignoran la apariencia, en verdad no conocen de un modo relativamente completo la esencia. Si utilizáramos El Capital de Marx, diríamos: quien no conoce la ganancia, la apariencia, con sus diversas sustantivaciones y manifestaciones, no conoce por completo la plusvalía, la esencia.

Mientras tanto, se ignoran la mayor parte del tiempo los intereses humanos generales, que son más generales aún que únicamente humanos, para vivir más o menos felices en el mundo de la apariencia. Mientras tanto, aguardamos a que la realidad nos propine un buen sopapo.



Francisco Umpiérrez

Durante los últimos 20 años, periodo ascendente e imparable de la globalización, el individualismo no ha cesado de prodigarse, desarrollarse y afianzarse. El individualismo no debe entenderse solo como pura ideología, sino también como práctica social. Además, la ideología como sistema de creencias, de valores e ideales conforma la conciencia, y esta a su vez repercute en los modos de actuación. La ideología forma parte de la práctica o se transforma en conciencia práctica.  De todos modos, habría que analizar los cambios de forma que se han producido en las relaciones económicas entre los seres humanos, y que han dado como resultado este efervescente y todopoderoso desarrollo del individualismo.

Expongamos primero la concepción de Marx al respecto con leves modificaciones. Marx plantea que las personas desarrollan los intereses individuales hasta constituirse en intereses comunes. Estos intereses comunes se institucionalizan en forma de organizaciones empresariales, sindicales y partidistas. Y después los dirigentes de estas instituciones expresan estos intereses comunes en forma de intereses generales. Y desde que llegamos a los intereses generales, llegamos a las idealizaciones. Esta idealización debe entenderse en dos vertientes: por un lado, como la diferencia entre el interés general que representan los líderes de la institución y los intereses individuales de sus miembros, y, por otro lado, como el intento continuado de los representantes de las instituciones de expresar los intereses particulares de la clase o grupo social que representan como interés general de toda la sociedad. En la primera vertiente la historia de cualquier institución está plagada de conflictos entre el interés general y el interés individual. Cabe mencionar que la contradicción entre los intereses individuales que pertenecen al grupo social que representa determinada institución y los intereses generales que expresan de forma ideal los líderes de dicha institución, se presenta también como contradicción entre teoría y práctica, entre concepto y percepción. También la contradicción entre los intereses comunes de ciertos grupos y clases sociales y los intereses idealizados de los representantes de las clases dominantes puede llegar a puntos críticos que generan revueltas, produciéndose crisis en los modos de representación y en los contenidos representados.  Después sobrevienen cambios, que pueden ser más profundos o más superficiales.

Hay otro aspecto a tener en cuenta en la dialéctica de los intereses generales y los intereses individuales. La mayor parte de las instituciones tienen muchos años de existencia y por consiguiente los intereses comunes están muy bien estatuidos, y su expresión como intereses generales son considerados casi como sagrados. Sucede que cuando a esas instituciones se incorporan personas jóvenes muy dinámicas e independientes, el conflicto entre el interés general y el interés individual se aviva hasta el punto de que en muchas ocasiones se producen rupturas, que puede traducirse en cambios sustanciales en los liderazgos o en creaciones de nuevas instituciones. En la historia de la extrema izquierda, en la del PCUS y en la del PCCh, cuando predominaba en el socialismo real la economía planificada y la ausencia casi total de un Estado de derecho, los intereses individuales eran continuamente sacrificados en aras de los intereses generales. Produciéndose la anómala situación sociológica de que las personas recién incorporadas a dichas instituciones no podían desarrollar sus intereses individuales y, por tanto, su individualidad. Ha sido una deficiencia histórica en los partidos comunistas, marxistas leninistas y maoístas el poco desarrollo de la individualidad de sus militantes, no así el de sus dirigentes. Es conveniente saber que hay que tener paciencia y permitir a las jóvenes incorporaciones que de forma natural desarrollen sus intereses individuales hasta que adopten la forma del interés común de su clase o grupo social. Es un error imponer el interés general a las personas jóvenes con escaso desarrollo de sus intereses individuales. Esta práctica acaba por completo con la iniciativa y autonomía personales.

Ahora hablemos de la concepción burguesa del individuo. He advertido en varias ocasiones que hay una forma errónea de plantear la contradicción entre la concepción liberal del individuo y la concepción socialista. No se trata de que los liberales defienden los intereses individuales y los socialistas los intereses sociales, puesto que en todo sistema social siempre habrá intereses individuales e intereses sociales. Dicho de otro modo: toda persona además de intereses individuales también tiene intereses sociales. Un ejemplo: Hayek, que defiende el mercado capitalista, esto es, el mercado dominado por la propiedad privada, como el mejor mecanismo para defender los intereses individuales, está defendiendo los intereses sociales de todos los capitalistas. Recurriré al libro La tiranía del mérito de Sandel para exponer la concepción burguesa sobre el individuo. Sandel concibe los sistemas sociales como un conjunto de individuos que tienen intereses comunes. La crítica que realiza Sandel a las actuales sociedades dominadas por la meritocracia estriba en lo fundamental en la idea de que el bien común ha sido descuidado, y que, por consiguiente, es necesario tomar más conciencia del interés común y llevar a cabo una defensa férrea del mismo.

Esta tesis de Sandel tiene un error de fondo. Nos da a entender que en las sociedades actuales se han desatado los intereses individuales y se han socavado los intereses comunes. Pero la realidad lo desmiente. Pensemos en las grandes compañías que dominan hoy en el mercado mundial y que disfrutan de la mayor cotización bursátil. Todas esas instituciones han desarrollado y fortalecido de manera notable los intereses comunes de sus accionistas y de sus directivos. Y el poder de sus grandes personalidades dirigentes, el poder de sus individuales, es posible por el gran poder de los intereses comunes institucionalizados en esas empresas. Ahí no puede hablarse de debilitamiento o pérdida de atención de los intereses comunes frente al afán desmedido de   los intereses individuales de los dirigentes. Todo lo contrario: el desarrollo y fortalecimiento de los intereses individuales de los dirigentes es directamente proporcional al desarrollo y fortalecimiento de los intereses comunes de los directivos y principales propietarios de las empresas mencionadas. Pero hay más. Esos dirigentes no solo se presentan como los defensores de los intereses comunes de las instituciones que representan, sino que también se dedican a expresar los intereses particulares de las empresas que representan como intereses generales de la sociedad. Por lo tanto, dichos dirigentes no se limitan a administrar y gestionar sus negocios, sino que también hacen ideología. Y todo aquello que quieren para sus empresas, estricta planificación de sus recursos e inversiones y buenos sueldos para sus directivos, no lo quieren para la sociedad, donde reclaman la más libre y espontánea acción de los individuos en el mercado. En sus empresas exigen la más estricta regulación, pero en el mercado no quieren que aparezca ni por asomo el Estado.

Otra cosa diferente es que se hayan debilitado los intereses comunes de los ciudadanos en tanto miembros del Estado. Pero en este caso el interés común de todos los ciudadanos siempre se presenta bajo el dominio y hegemonía de una clase social determinada. El error de Sandel y de la mayoría de los reformistas consiste en pensar que hay un interés común a todos los ciudadanos y que por medio del Estado este interés común puede asegurarse. No niego que haya intereses comunes a todos los ciudadanos de un mismo Estado, lo que niego es que los intereses comunes existan solamente como intereses de Estado. Puesto que como argumenté antes los intereses comunes también existen como los intereses de las grandes empresas que dominan el mercado mundial. Al igual que existen los intereses comunes de un sinfín de otras organizaciones, como son las religiosas, las deportivas, las altruistas y algunas más. Así que en todo caso lo que vivimos hoy día en el mundo globalizado es la contradicción entre los intereses comunes representados por el Estado y los intereses comunes de las grandes corporaciones que dominan el mercado global, entre las que cabe destacar las tecnológicas y los fondos de inversión.

¿Qué cambios se han producido en las formas económicas que ha llevado aparejado el desarrollo del individualismo? Muchos marxistas siguen planteando la contradicción entre capital y trabajo con las representaciones del siglo XIX. En un lado están los que viven de un salario y en otro lado los que viven de las rentas de capital. Pero ese mundo ya no existe o solo existe para el mundo de la pequeña empresa. Hoy día muchos trabajadores tienen acciones, y cobran dividendos, y tienen pisos en alquiler, y cobran rentas del suelo. Hoy día en la mayoría de las grandes empresas hay más accionistas que trabajadores y la industria como lugar de concentración de grandes masas de trabajadores con intereses comunes ha dejado de ser predominante. Un trabajador puede estar empleado en una empresa con 250.000 trabajadores, pero en la práctica solo mantiene un contacto relativamente estrecho con no más de 100 trabajadores. ¿Qué implica esto? Pues un debilitamiento de los intereses comunes y una dificultad enorme, por no decir imposible, para que esos 250.000 trabajadores repartidos por todo el mundo constituyan y representen un interés común. La clave aquí, en el mundo de hoy, estriba en que son los grandes y medianos capitalistas quienes han estatuido de manera poderosa sus intereses comunes, mientras que los intereses de los trabajadores se presentan como intereses individuales totalmente diseminados.

Los marxistas siguen sin prestarle atención a las redes sociales y cómo sus formas económicas representan cambios sociales más profundos de lo que a primera vista parece. Facebook en 2021 tenía 2.740 millones de usuarios y sus ingresos por publicidad ascendieron a 21.684 millones de euros. ¿Qué vende Facebook a las empresas que hacen publicidad en sus espacios virtuales? La percepción visual y auditiva de sus usuarios sin que haya un contrato de por medio. Mientras que los intereses de Facebook se presentan como firmes intereses comunes de sus directivos y accionistas, los intereses de sus usuarios de presentan como intereses individuales dispersos. Los usuarios de Facebook carecen de intereses comunes. Mejor: es casi imposible que los intereses individuales de los usuarios de Facebook se desarrollen hasta constituirse en intereses comunes. Luego la forma económica constituida por las redes sociales desarrolla de forma masiva el individualismo de sus usuarios, pero con un escaso desarrollo; puesto que cuando los intereses individuales no se desarrollan hasta constituirse en intereses comunes, los intereses individuales apenas experimentan desarrollo.

En la actualidad Netflix está emitiendo una serie sobre la vida de Georgina Rodríguez. Por este concepto la pareja de Cristiano Ronaldo ingresará 100 millones de euros. Georgina Rodríguez tiene 29 millones de seguidores en Instagram, -yo tengo 102 seguidores en mi blog- e ingresa anualmente más de 4 millones de euros. Se habla de que las marcas se la rifan y que ha creado un imperio. Pero su imperio son sus seguidores. Y sus seguidores carecen de derechos. Y sucede lo mismo que cuando hablábamos de Facebook. ¿Qué vende Georgina para que las marcas se la rifen? La percepción visual y auditiva de sus seguidores. Y lo hace sin el permiso de sus seguidores y sin que estos sean conscientes de que Georgina vende una parte de sus fuerzas esenciales subjetivas. Y con respecto al individualismo se produce lo siguiente: por un lado, se desarrolla el individualismo de Georgina hasta el extremo de la idolatría, y por el otro lado, sus seguidores se presentan como individuos diseminados con un debilitado y escaso desarrollo individual en el marco de esta experiencia. ¿Y por qué es importante prestarle atención a este mundo? Porque es el mundo más aparente y, por tanto, el que mayor influencia tiene en la conformación de la ideología. Y mientras tanto muchos marxistas, alejados como están del mundo aparente, reflexionan sobre esencias, donde una de las predilectas es hasta qué grado tenía razón Marx sobre su manoseada ley de la tendencia decreciente de la ganancia. Cuando resulta que el mundo global es un mundo dominado fundamentalmente por los monopolios, esto es, un mundo donde la ley del valor es infringida una y otra vez y los precios distan mucho de expresar en términos cuantitativos el verdadero valor creado.

Recordemos a Hegel o pensemos como Hegel: la apariencia forma parte de la realidad o la apariencia no es más que la manifestación de la esencia o la esencia en otra determinación. Pero los marxistas, en su inmensa mayoría, siguen ignorando el mundo aparente y solo se concentran en las esencias despojadas de su manifestación aparente. En vez de descubrir mediante el análisis la esencia en la apariencia, ignoran o apartan la apariencia y van directamente a la esencia. Y cuando solo pensamos en esencias, da lo mismo vivir en el siglo XIX que en el mundo actual. De proceder así, dejando de lado la apariencia, las particularidades de la época actual terminan por desaparecer de la mente. Y si como dice Hegel la apariencia es solo la esencia en otra determinación, entonces quienes ignoran la apariencia, en verdad no conocen de un modo relativamente completo la esencia. Si utilizáramos El Capital de Marx, diríamos: quien no conoce la ganancia, la apariencia, con sus diversas sustantivaciones y manifestaciones, no conoce por completo la plusvalía, la esencia.

sábado, 19 de febrero de 2022

Póntelo, pónselo, (el cordón)

Recibo la comunicación de un querido corresponsal que, al tiempo que alerta sobre el auge de la extrema derecha, plantea sus dudas sobre la eficacia de un pacto que aísle a Vox para impedir que "toque poder", apelando a la unidad defensiva de todos los "partidos democráticos". También hemos oído de Pablo Iglesias razones parecidas en La Base, su nuevo espacio en Público.

Adjunto ambas argumentaciones, anteriores al inaudito estallido del Partido Popular, que plantea nuevas incógnitas y nada ayuda a diseñar una barrera frente al fascismo (llamemos a las cosas por su nombre de una vez por todas) que podría convertirse pronto en mayoritario, y quién sabe si, de nuevo, totalitario y excluyente.

La extrema derecha avanza a través de la apropiación indebida de la indignación, para la que no faltan motivos, pero que canalizan hacia fórmulas identitarias que se cuidan muy mucho de definir con claridad. No es totalmente homogénea en lo ideológico. En ella caben nazis puros, racistas de corte decimonónico, nacional-patriotas de diferentes escalas y desde luego grupos de intereses. Y matones "de gimnasio y discoteca".

Avanza en todos los países occidentales con características particulares según la memoria histórica de cada uno, apelando siempre a mirar hacia abajo, porque para ellos la amenaza viene de quienes están peor: aceptada la inutilidad de luchar contra el explotador, hagámoslo contra el competidor.

En la Europa en la que el fascismo fue derrotado por las armas se ha intentado conjurarlo, con relativo éxito, mediante un pacto más o menos tácito que une a partidos de la izquierda con una derecha, hasta ahora mayoritaria, que se considera a sí misma "centro derecha", para evitar que los ultras lleguen al poder. Este es el llamado "cordón sanitario".

El caso de España es diferente. Aquí la extrema derecha, nunca abiertamente derrotada, ha permanecido siempre en el seno de la derecha. No hay fronteras claras en este amplio abanico, y la brecha entre Vox y el PP es tan ajena a cuestiones ideológicas de fondo como la que, antes de puertas adentro (pero de público y notorio conocimiento) y ahora por sorpresa, de golpe y porrazo, divide a facciones un tanto mafiosas dentro del gran partido de la derecha que, habrá que recordarlo, crearon los "reformistas" del último franquismo, comenzando por Manuel Fraga Iribarne, aquel al que según Felipe González "le  cabía el Estado en la cabeza".

Por eso trasladar el caso europeo a nuestra situación parte de una suposición falsa, la de que existe una frontera nítida entre los partidos democráticos y la ultraderecha. El ala más a la derecha del Partido Popular no se diferencia en absoluto de algo nacido en su seno. Tampoco es nítida la distinción entre sus elementos más "centristas" y los cercanos a ellos que habitan en el PSOE, Ambos grupos estaban muy cómodos con un turnismo como el de la (¡anterior!) restauración borbónica.

Que Vox sea parte de los gobiernos no es tan decisivo cuando al condicionar su apoyo a la otra derecha impone su visión y sus políticas en temas fundamentales. De hecho, desde fuera tiene menos desgaste, puede enfrentarse retóricamente a "los políticos corruptos" desde una imaginaria pureza y acumula fuerzas hasta un asalto decisivo al poder.

Un PP despedazado añade incertidumbre a la gobernabilidad de Castilla y León. Vox se fortalece y podría superarlo en breve. Ceder ahora en sus pretensiones sería una muestra de debilidad. Tampoco el PSOE puede ahora ayudar absteniéndose a que forme un gobierno en solitario el partido más desprestigiado. Eso sí que sería debilidad, pero no olvidemos que la división interna izquierda-derecha lleva mucho tiempo instalada en el Partido Socialista. No podemos jugar a profetas porque el futuro está ahora menos escrito que nunca.

Fronteras políticas tan artificiales no pueden funcionar, cuando hay tantas fronteras socioeconómicas reales. El "cordón sanitario" hay que ponerlo en otro lugar.

De hecho, en los medios mejor financiados y más influyentes funciona, más o menos abiertamente o sutilmente disimulado, otro "cordón sanitario" que en el mejor de los casos pasa por una falsa objetividad, una "equidistancia" que equipara a la izquierda menos equívoca con la extrema derecha fascista.

Así se manipula el debate político, que pasa de centrar la atención en las cuestiones de peso a valorar habilidades, tacticismos, maniobras y zancadillas, al más puro estilo de la crónica futbolística.

Póntelo, pónselo, (el cordón)

Se viene suscitando desde las pasadas elecciones en Castilla y León la necesidad de poner un cordón democrático a Vox, y se genera en mí una profunda dualidad. Desde mi punto de vista, y posiblemente también desde mi propia situación geográfica, (vivo en Madrid), no termino de entender el beneficio de hacerlo ahora. Como bien es sabido por los que vivimos en este país, no se ha planteado hacerlo en otros comicios, o al menos con tanta difusión y énfasis, ya sea Andalucía, Murcia o la propia CAM, ¿por qué ahora sería necesario hacerlo?

Habrá quien ya se haya hecho una idea sobre mi, solo con lo que acaba de leer. Para dejar clara mi opinión y que no haya dudas, yo me opongo frontalmente a un gobierno en el que vicepresidencias, o consejería tan importantes como educación, sanidad interior o vivienda puedan estar en manos de la extrema derecha neoliberal-católica, ¿pero es que acaso no lo está ya, allá dónde gobierna en solitario el PP? ¿No está marcando ya su agenda, o mejor dicho, no son prácticamente indiferenciables?

Para ello dos ejemplos:

Un parlamentario de Vox, no recuerdo quien, asegura que estamos ante el peor gobierno en ochenta años, obviando cuarenta de dictadura militar y represión.

El alcalde de Madrid en un mitin y completamente exaltado dijo "seremos fascistas, pero sabemos gobernar".

Lo que quiero decir, ya no existe diferencia ninguna en su discurso, y tampoco en sus políticas. Por eso se me ha generado un debate interno, ¿es posible que no aplicar ese cordón sea beneficioso a nivel estratégico para obligar al PSOE a virar más a la izquierda, con la presión y la presencia de otras fuerzas políticas que sean realmente de izquierdas? Tal vez sea adecuado para la consolidación de un verdadero frente de izquierdas, (no progresista, sino de IZQUIERDAS) un acuerdo claro de las derechas.

Quizás esto implicaría mayor movilización en los diversos movimientos sociales, desde asociaciones vecinales hasta agrupaciones estudiantiles, desde colectivos en riesgo de exclusión hasta el funcionariado. Dejo abierto mi propio debate para los que leéis aquí asiduamente.

Rodrigo Alonso Martín





Cordón democrático en los medios

Ultraderecha es VOX pero ultraderecha también es Carlos Herrera escupiendo basura cada mañana desde la radio de los obispos. Ultraderecha es VOX pero ultraderecha son también los jusapoles defendiendo la ley mordaza y rodeando el Congreso. Ultraderecha es VOX pero ultraderecha son también la legión de tertulianos de OK diario en todas las televisiones. Ultraderecha es VOX pero ultraderecha son también todas las grandes empresas que financian el golpismo en las redes sociales. Ultraderecha es VOX pero ultraderecha también es José Luis Concepción, alias conchito, juez y presidente del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León, diciendo que un gobierno con ministros comunistas es un gobierno ilegítimo. Ultraderecha es VOX pero Ferreras sienta a María Claver en su tertulia y a Marhuenda y a Inda en la Sexta noche. Ultraderecha es VOX pero Securitas Direct te dice que te pongas una alarma para que no te ocupen la casa. Ultraderecha es VOX pero Vicente Vallés cada noche milita en su telediario con manipulaciones y argumentario ultra.

¿A quién hay que hacerle el cordón democrático? Algunos periodistas de izquierdas que siempre dicen a los partidos de izquierdas lo que deberían hacer, hoy hablan del movimiento táctico de Sánchez ofreciendo al PP el cordón sanitario. Unos dicen que está bien, otros que llega tarde pero ninguno quiere hablar de la necesidad de un cordón democrático mediático. Quizá estos compañeros periodistas deberían preguntarse lo siguiente: ¿Legitimar a Ferreras o a Risto Mejide no es quizá una forma de legitimar la normalización de los discursos de la ultraderecha? Ojo yo no lo tengo claro, solo hago la pregunta. En 2013 y 2014 yo me sentaba en las teles a debatir con cualquiera. A lo mejor también en 2022 hay que sentarse frente a Inda y Marhuenda o frente a Celia Villalobos y, entre ruidos y mentiras, hacer que la gente escuche algo de izquierdas.

O a lo mejor en 2022 el cordón democrático hay que hacérselo a los hipócritas que abrieron de par el par las puertas de sus medios a los corruptos, a los ultras y a los mentirosos profesionales. ¿Puede haber cordón democrático político sin que haya cordón democrático mediático? Hoy hablamos de ello.

PABLO IGLESIAS

domingo, 6 de febrero de 2022

La Sexta Secta

Recibo hoy un acalorado comentario sobre algo que ocurría anoche en una importante cadena de televisión.

El papel de las tertulias televisivas merece una doble reflexión, sobre su papel y sobre sus métodos. El papel, a su vez, es doble, como doble es el interés de los dueños de las cadenas.

Por una parte es un negocio cuyo éxito depende de la audiencia, pues los ingresos los proporciona la publicidad. Pero también, dado que sus propietarios son grandes corporaciones, tienen un interés político en reconducir el pensamiento de los espectadores hacia posiciones ideológicas afines.

Dos formas hay de lograr las dos cosas con una sola jugada, pero ambas funcionan. La más burda y distractiva es atraer público a través del morbo psicosexual, personalizado en figuras del mundo del espectáculo. Se logra así atraer a las mentes más simples a los conflictos amorosos del famoseo, alejándolos de sus problemas reales y con ello de la discusión política. Este sería el caso de los programas "del corazón", cuyo paradigma es el que en horas de máxima audiencia ofrece Tele 5.

Para públicos más politizados, la Sexta ofrece, a las mismas horas, otro tipo de debates.

El método, que ambas cadenas, y muchas otras, comparten, es la trifulca permanente. Si en las tertulias del primer tipo el barullo es bastante heterogéneo y para ellas lo mejor es que cada uno de los opinantes salga por peteneras, en los segundos hay dos grupos perfectamente alineados que se colocan a izquierda y derecha del espectador, haciendo coincidir, para mayor claridad, la situación física con la más o menos definida posición ideológica.

El truco funciona perfectamente, y el espectador se engancha y apasiona. Pero la supuesta neutralidad deja mucho que desear. En primer lugar, los contertulios "del lado izquierdo" saben muy bien cuáles son los límites de su discurso: hay temas que no se pueden tocar, porque afectan directamente a la empresa o a sus anunciantes. Si acaso, alusiones lo suficientemente veladas. Quien traspase esa línea roja sabe que no vuelve al programa,

Pablo Iglesias sabía, por ejemplo, cuando aún lo llamaban a la tertulia (porque así calculaban que Podemos restaba protagonismo y votos a Izquierda Unida), que no podía enhebrar una clara defensa de Venezuela. Mantuvo así su presencia hasta que, tiempo después, dejó de ser un tertuliano fiable y ya no es habitual. Desde luego, los asistentes críticos expresan sus ideas, y a menudo con un buen discurso, pero saben que juegan con una mano atada a la espalda. En cambio, la bancada derecha lo hace con mucha más comodidad.

Mencionando de pasada la capacidad de la cadena para reconducir los temas, y la hábil modulación de las asistencias, hay que decir que este tipo de debate, aunque sea sesgado, tiene una apariencia de neutralidad muy conveniente. El espectador más politizado, a derecha o a izquierda, se siente confirmado en sus ideas y se apunta a uno u otro bando. El más ingenuo pasará por alto la manipulación, y de buena fe se deslizará hacia "la gente de orden". Y un tercer tipo acaba apuntándose al bando descreído que se aleja de la política porque "todos mienten, todos son iguales, todos van a lo suyo".

El caso de la Sexta es paradigmático. Cualquiera puede ver que hay dos tertulianos fijos, sempiternos asistentes, anclados en la derecha más extrema, mientras del otro lado la variedad es mucho mayor. A veces, en cuestiones menores, parecen discrepar. Jamás en el fondo de la discusión. La apariencia de variedad engaña a los menos avisados.

Para dirigir a las audiencias estos métodos son mucho más eficaces que la diáfana postura de otras cadenas, como la ultraderechista El Toro TV o la episcopal Trece TV - COPE.

Tanto la derecha vociferante de estas televisiones cono la más hábil de las antes citadas, con sus matices, coinciden en la defensa de los valores, sobre todo bancarios, del capitalismo.

La cultura televisiva de la bronca, más o menos explícita, está presente en todas ellas. No hablemos de las películas que emiten prácticamente todas las televisiones. En pocas de ellas no se cultiva la violencia. Y el espíritu violento que cala conduce a asaltos al Capitolio; o al "Lorcapitolito" que podemos ver en este enlace.

A continuación el comentario que ha dado origen al mío.

Más periodismo, ese es el mantra que repite cierto comunicador de la televisión más progresista de España.

¿Cómo es posible que esa cadena se atribuya ser adalid del periodismo?

Con solo dos ejemplos del mismo día y en una franja de apenas media hora se puede desmentir perfectamente su argumento. No hace falta remontarse a los tiempos en los que invitaban al director de Periodista Digital únicamente para generar ruido y polémica y así aumentar su cuota de pantalla. Aquellos tiempos en los que acusaba a un futuro candidato a la presidencia del gobierno de chorizo o mangante, o a meterse con el aspecto físico de la en aquel momento portavoz de la PAH y más adelante alcaldesa de Barcelona. Todo eso entre las risotadas de sus compañeros de bancada, y lo que siempre me ha resultado más alarmante, entre los aplausos de un sector del público, desconozco si azuzados por el regidor del programa o por voluntad propia. El mismo personaje que decía que el valor de las matrículas universitarias era equivalente a cuatro cañas.

La situación vivida la noche del 5 de febrero forma parte de las campañas de desinformación que se vienen sucediendo en este país y en horario de máxima audiencia con el beneplácito de los dueños de las cadenas y la aceptación del público en general, que en su estado aletargado no es capaz de rebelarse. 

Se debate sobre el ataque de los ganaderos al ayuntamiento de Lorca, interviene una tertuliano y comenta que la situación en la región de Murcia es bastante grave y da además dos argumentos, el año pasado se asesina a dos migrantes y además en Cartagena se lanzan artefactos incendiarios en la sede de Podemos. Hasta ahí todo normal, lo que no lo es tanto son los comentarios que se escuchan del otro lado realizados por un señor navarro con grandes patillas (me da asco hasta escribir su nombre), "eso suena a montaje", "montajito" repitió varias veces ante el silencio cómplice del director/presentador del programa. Un hombre, si es que se le puede llamar así, que explicaba la posverdad reconociendo que cuando a alguien lo tienes sometido emocionalmente le puedes introducir todo tipo de mentiras. El mismo que acudió acompañado del líder de la oposición al bar Koxka de Altsasu, sin permiso, para inventarse que los dejaron encerrados y que a la salida les estaban esperando a modo de emboscada los vecinos del pueblo, cuando la imagen que se pudo ver era la de varios jóvenes, no más de cuatro jóvenes hablando entre ellos y un jubilado. El mismo que con un burdo montaje de photoshop crea un papel en el que dice que Podemos estaba financiado por Venezuela. Pues bien, hagamos un ejercicio de ficción, ¿alguien puede imaginarse lo que habría pasado si a finales del siglo pasado o a principios de este, cuando allá por el norte ardía la sede de algún partido, periodistas como Antonio Maestre, Miquel Ramos o Jonathan Martínez hubieran dicho algo parecido? Yo me lo imagino, y me atrevo a pensar que hoy no podrían estar trabajando ni como freelance.

El otro caso que se vivió esa misma noche apenas veinte minutos más tarde lo hizo la compañera del señor de las patillas, poniendo como ejemplo las manifestaciones del 25 S de 2012 en lo que se llamó "rodea el congreso". Lo primero que hace es equiparar una manifestación a la que no se permitió el acercamiento a varios centenares de metros del parlamento con un asalto que impidió una votación, y por si fuera poco dice con toda la caradura que tiene que fue instigada por Podemos, partido que por aquel entonces ni siquiera estaba constituido, solo una persona de todos los asistentes fue capaz de alzar la voz y decir claramente que lo que allí se estaba diciendo era mentira, el presentador en un acto de cobardía le permitió seguir repitiendo su mentira. Si una supuesta periodista, licenciada en una carrera de letras, que se supone que debe saber emplear las palabras, no es capaz de diferenciar entre rodear y asaltar, o si como muchos pensamos retuercen el lenguaje a su antojo para generar opinión y crispar tenemos el caldo de cultivo perfecto para que ocurran acciones como la de Lorca.

Tampoco quiero olvidarme de los que consumen este tipo de programas como un puro entretenimiento. Dejemos por nuestro propio beneficio de regalarles nuestro tiempo a propagadores de odio profesionales.

Rodrigo Alonso Martín

sábado, 5 de febrero de 2022

Vergüenza en el Congreso de los Diputados

Tomo el titular de un artículo de Ignacio Escolar en elDiario.es para encabezar un escrito de Antonio Alonso Guirado que acabo de recibir desde Madrid, con parecidas consideraciones, compartidas por muchos millones de espectadores atónitos en este país.

La indignación sube de tono al recordar, a quienes todos sabemos, que, ominosamente, faltó el nunca tan valioso voto de Alberto Rodríguez.

Acompaño el escrito de mi querido corresponsal con una explicación irrefutable de los contenidos de la reforma; 

Cuca Gamarra y Teodoro García Egea protestan tras la aprobación de la reforma laboral
Fotografía de Eugenia Morago

Después de lo sucedido este jueves con la votación en el congreso de la reforma laboral y tras escuchar una cantidad enorme de barrabasadas querría exponer mi punto de vista.

Se está diciendo que se ha atacado la democracia, que se ha subvertido, que se ha vulnerado el poder popular, que se ha actuado de mala fe al no permitir el cambio de sentido de la votación al diputado que se había "equivocado", se ha llegado a decir que no se le ha permitido la entrada en el hemiciclo aún cuando las imágenes demuestran que se sentó en su escaño. Y así muchas más infamias que podría seguir exponiendo pero que desisto de hacerlo porque no cabrían en este escrito.

La realidad, o al menos según la veo yo, tiene varios puntos sobre los que hay que hacer hincapié.

Primero, el susodicho diputado se equivocó en la votación, cosa por otra parte que parece ser más habitual de lo que los ciudadanos de a pie nos imaginamos. Desde ese primer momento empieza a funcionar la máquina de las mentiras, primero que ha sido un error informático, después que se ha votado NO y el justificante indica que habría sido un SI, más tarde y esta es posiblemente la única verdad, que se llamó a la presidenta de la cámara para informar del error, a lo que se contesta que si ya ha emitido el voto este no se puede cambiar, más tarde que el diputado va al congreso desde su casa de Cáceres hasta la puerta del congreso en apenas una hora (eso ha sido nuestro querido alcalde el que lo ha dicho hasta 3 veces en una declaración ante los medios, es que los trenes extremeños destacan por su gran velocidad como todos sabemos, o bien ha cogido el coche un señor que se encontraba en su casa por indisposición y ha conducido en tiempo récord más de 250 km), más tarde que no se le ha permitido el paso al congreso, más tarde que no le han llamado desde la cámara para cerciorarse de que el voto haya sido el adecuado, más tarde que tras indicar que ha habido un fallo informático desea cambiar el sentido de su voto, y así se podría continuar estirando el chicle de la mentira hasta que al final se rompa. Voy a exponer varios símiles para que se entienda lo que quiero decir y por qué no se puede permitir lo que pretenden hacer que no es otra cosa que repetir la votación o en el caso de alguna mente brillante que ahora mismo no recuerdo quien ha sido, que el voto sea anulado y así el resultado sea empate. Ahí van los ejemplos:

Este es futbolístico, cuando un equipo saca un córner, y en un error el jugador que defiende se marca un gol en su propia portería de ninguna manera se anula o se manda repetir el lanzamiento.

El segundo es, y quien ha hecho exámenes de organismos oficiales lo sabrá, estos se hacen sobre una plantilla y debajo de la respuesta marcada dispones de una casilla que sirve para anular la contestación, se permite la anulación de esa respuesta pero te impide volver a contestar la respuesta original, cuando eso sucede no se puede ir al tribunal que te examina y pedir la repetición del examen. Tampoco está permitida la salida ni la entrada en el aula una vez haya comenzado, salvo que se indique antes del inicio que se pueda hacer en una franja de tiempo predeterminada. Aquí quien pretende cambiar las reglas a su antojo no es precisamente quien ha ganado la votación, más bien quien no asume los errores propios y esparce las dudas y las mentiras sobre la forma de operar del reglamento del congreso.

También se hace hincapié en que no se ha llamado telefónicamente al diputado que vota telemáticamente, cuando este punto parece descartado claramente desde hace dos años por la dificultad que supone tras la aparición de la pandemia realizar tantas llamadas a los distintos diputados.

El segundo punto, que si es de mucha más gravedad y sobre el que muchos medios pasan de puntillas y otros lo justifican aludiendo a la responsabilidad del político para con sus votantes y no con su grupo parlamentario. En este caso después de mentir descaradamente y justificar la mentira diciendo que haber dicho lo que realmente iban a votar hubiera sido una presión enorme para ellos, estos no sólo se escudan en sus propios principios sino que además no entregan sus actas y además presumen de ser un referente para sus votantes. ¿Referentes de qué? Quien ha militado en organizaciones del tipo que sean, sabe que esto no se puede hacer sin que haya consecuencias. Donde habría que poner el foco, es en cuánto sabían los que se vieron beneficiados con su mentira y qué recompensa han recibido por ella.

Por otro lado el denominado gobierno más progresista de la democracia actual debería recapacitar sobre lo mal que lo han hecho al estar a expensas de sacar una votación tan importante como para depender de grupos claramente conservadores y reaccionarios como son C's o UPN o en su defecto PNV. Basta ya con la cobardía y con el ponerse de perfil. Hay que asumir quiénes son tus socios de gobierno y hacerlo sin tapujos, al final asumimos y nos avergonzamos de tener que pactar con los que quieran romper España (CUP, BNG), con los que han dado un golpe de estado que sólo existe en su imaginación(ERC), o con los asesinos filoetarras (EH BILDU) por el complejo que tenemos y lo que hacemos es contribuir y aceptar el discurso que nos venden los medios. Ellos no tienen ese remordimiento a la hora de pactar con un grupo que alberga en su interior lo más diverso del fascismo patrio (reconocidos falangistas, franquistas o antiguos miembros de partidos nacionalsocialistas) abanderando un falso patriotismo, pero no asumiendo que esa patria no la compone únicamente el territorio marcado por unas fronteras artificiales.

Tenemos que estar preparados para lo que se puede avecinar, y no quiero ser agorero, pero en estos momentos recuerdo lo que un profesor me decía.

"No me gustan las películas bélicas, puedo admirar su belleza y la forma en que están hechas, pero me producen un miedo atroz, porque vivimos en un país donde no ha habido un siglo en el que no hayamos estado metidos en una guerra, yo no la he vivido pero es posible que me toque hacerlo dentro de unos años".

Espero que no sean premonitorias aquellas palabras, pero hay una realidad que no se nos puede olvidar, y es que ellos nunca han sabido aceptar una derrota, y que cuando han sufrido varias al final han hecho uso de la fuerza. Se está allanando el camino para que una tragedia ocurra, ESTEMOS PREPARADOS.

Antonio Alonso Guirado

"El futuro es privado"

Mark Zuckerberg, fundador y presidente de Facebook, afirmó en 2010 que la privacidad ya no era una “norma social”. Tiempo después, en abril de 2019, el mismo hombre declaraba en una conferencia de desarrolladores de la empresa que el futuro es privado. La plataforma se alejaba así del muro de noticias para ir hacia chats privados, grupos privados e historias privadas.

Tiene razón. En efecto, hoy que todo se expone nada puede considerarse privado. Salvo la propiedad privada.

La aparente contradicción no es tal: la comunicación es libre y universal, pero la propiedad de sus canales es privada. Y debe serlo, según la lógica y el interés de los propietarios.

La información es poder, y en consecuencia es dinero. En sentido inverso, el dinero es información, porque el poder de compra de cada moneda depende del conocimiento en que el público basa el crédito que le concede. Además de esto, el dinero físico hace tiempo que dejó de ser determinante, porque la mayoría de las transacciones se hacen en dinero digital.

¿Qué impide el empleo universal de una moneda digital aceptada globalmente? Es precisamente la propiedad privada (privante) de los actuales emisores.

Sobre esto dialoga Yanis Varoufakis con Evgeny Morozov en El SaltoEl economista griego brinda una visión panorámica y crítica de lo que sucede en la intersección entre el dinero, la macroeconomía y el mundo digital. Las criptomonedas no dejan de estar inmersas en un sistema altamente especulativo de intercambios desiguales. Afirma este economista, el mismo cuyas fundadas razones no fueron suficientes para sacar de Grecia las garras de la Troika:

“Cuando el Bitcoin se integra en un sistema oligárquico e inhumano de explotación este orden se convierte en feudal”
Estas son algunas de sus reflexiones de ahora mismo:
«La ambición de Zuckerberg es insertar sus miles de millones de usuarios de Facebook en una economía social digital, añadiendo una moneda virtual a una plataforma que funciona de arriba hacia abajo y que él controla» 
«Los NFT no ofrecen nada nuevo dentro de los mundos digitales, excepto quizás que potencian la ideología del capitalismo» 
«El capitalismo casi muere en 1929, y decenas de millones de personas murieron en la guerra posterior, en parte debido a la falacia tóxica que sustentaba el patrón oro en ese momento y del Bitcoin ahora»
«El Bitcoin nunca tomará el relevo al dinero fiduciario o, si lo hace, causará un enorme dolor innecesario, antes de ser abandonado»
«Pensar que el Bitcoin puede resolver el problema del dinero, o el problema del Estado, es no entender qué es el dinero o qué hacen los Estados» 
«Bajo el discurso de liberarnos de los magnates, los Estados e incluso el cambio climático, los fanáticos de las criptomonedas están impulsando la ideología de la mercantilización, es decir, el neoliberalismo» 
«El hecho de que las stablescoins o el propio Bitcoin adquieran el aura de salvadores en países golpeados por la inflación, como Turquía, no es más que una vara para medir la desesperación de la gente» 
«La mayoría de dólares, libras, euros y yenes ya son digitales. La digitalización del dinero no es el problema. El tema es el monopolio del sistema de pagos» 
«Dentro de nuestro actual sistema mundial oligárquico, explotador, irracional e inhumano, el aumento de las aplicaciones criptográficas solo hará que nuestra sociedad sea más oligárquica, más explotadora, más irracional y más inhumana» 
«Sobre los Volcano Bonds de El Salvador, es un desarrollo peligroso. Un gobierno está invitando a los especuladores a comprar criptomonedas respaldadas por un Estado empobrecido» 
«El Bitcoin no es feudal ni capitalista per se. Es simplemente oligárquico» 
«La FED sospecha que, al mantener la liquidez de los barones corporativos, está precipitando la inflación, pero también sabe que poner fin a la impresión de dinero hará que la casa se derrumbe» 
«Las ganancias capitalistas están desapareciendo, mientras que nuevas formas de renta se acumulan en las cuentas de los nuevos tecno-señores que controlan tanto el Estado como los feudos digitales» 
«El tecnofeudalismo es un nuevo sistema en el que los tecno-señores están extrayendo un nuevo poder para hacer que el resto de nosotros hagamos cosas en su nombre»

Una vez más comprobamos que el control de la economía por los Estados es una condición indispensable para conjurar el parasitismo de los bancos, pero precisamente los Estados están defendiendo el control de la economía por lo bancos. Los bancos centrales son más dependientes de la banca privada que de la institución pública que los ampara. Sólo un poder estatal fuerte que invierta la relación puede reconducir la economía.

En la búsqueda de una moneda digital de emisión no privada, miraremos, una vez más, hacia China:



Transcribo para ello el final de la entrevista.

(...)

¿Qué opina de los esfuerzos crecientes de China tanto para controlar su mercado FinTech como la industria de la criptografía, así como para acelerar el desarrollo del e-yuan? ¿Son un ejemplo a seguir para Europa y EE UU? Y si es así, ¿cuáles son los elementos que vale la pena tomar prestados?

Estoy inmensamente impresionado por estos movimientos, especialmente cuando se ven como un paquete y de manera conjunta. Las autoridades chinas están, a la vez: 

(1) desinflando la burbuja inmobiliaria (desmantelando Evergrande, paso a paso); 

(2) aspirando a reducir la inversión agregada [véase mi nota aclaratoria] del 50% al 30% del PIB como condición previa para aumentar la participación de los salarios en el PIB

(3) poniendo fin al sistema de tutoría opresivo para los alumnos que aplasta las almas jóvenes sin ayudar a nutrir el pensamiento creativo; 

(4) patrocinando la escritura de ciencia ficción y el diseño de juegos; 

(5) restringiendo el poder de las Big Tech; y, por último, pero no menos importante, 

(6) poniendo el yuan digital online.

Ese último movimiento, el del yuan digital, constituye una revolución en toda regla: cuando esté completamente desarrollado, equipará a todos los residentes en China, pero también a cualquier persona de todo el mundo que quiera comerciar con China, con una billetera digital, una cuenta bancaria digital básica. En un movimiento, por lo tanto, los bancos comerciales habrán sido 'desintermediados'; o, en lenguaje sencillo, habrán perdido su monopolio sobre el sistema de pagos. Esto es realmente una ruptura radical con las finanzas tal como las hemos conocido. Y, sí, es un movimiento que deberíamos emular en Europa y en los Estados Unidos, razón por la cual, por supuesto, Wall Street y el resto de los capitalistas financieros de Occidente harán todo lo posible para detenerlo, prefiriendo hacer estallar el mundo en lugar de dejarse des-intermediar.

¿Está familiarizado con los planes para un 'dólar digital' presentados por personas como Robert Hockett y Saule Omarova, que, esencialmente, insisten en la necesidad de construir una CBDC democráticamente responsable? ¿Cuán probable cree que es que la Reserva Federal implemente algo como esto, especialmente dada la gran oposición, incluso de la industria de las criptomonedas, que hubo para la nominación de Omarova dentro de la administración de Biden? También hemos escuchado recientemente al congresista Tom Emmer, proclamar que Washington debería estar construyendo criptomonedas con “características estadounidenses”, al tiempo que propone prohibir a la Fed cualquier experimento con una CBDC. Una de las razones declaradas por Emmer para tal acción fue “mantener el dominio del dólar”. ¿Qué cree que hay detrás de tales proclamas? ¿Significan que es probable que veamos los esfuerzos anteriores de Facebook para lanzar su propia moneda estable, ahora llamada (irónicamente) DIEM, con un sello oficial de aprobación?

La situación suena compleja pero es muy, muy simple. La mayoría de dólares, libras, euros y yenes ya son digitales. La digitalización del dinero no es el problema. El tema es el monopolio del sistema de pagos. Hoy en día, cada persona usa dinero digital (aplicaciones telefónicas o tarjetas de plástico) para comprar una taza de café en su Starbucks local. Pero, para hacerlo, primero necesita una cuenta en un banco comercial. En otras palabras, para otorgarle acceso a dinero fiduciario digital, el Estado lo obliga a caer en los brazos de los bancos comerciales.

A día de hoy, el Estado garantiza que el monopolio sobre los pagos esté en manos de los bancos comerciales. Y eso es solo uno de los regalos que le hace a la oligarquía. Un segundo regalo, aún mayor, es que solo los bancos comerciales pueden tener una cuenta en el banco central. Por lo tanto, cuando llega una recesión y el banco central decide estimular la economía, el banco central reduce la tasa de interés del sobregiro que otorga a los bancos comerciales, quienes luego explotan esta reducción para beneficiarse del arbitraje con el usuario (prestando el dinero a los clientes a un tasa de interés más alta). Y cuando la recesión empeora aún más (como ha sido el caso desde 2008 y ahora con la pandemia), el banco central imprime dólares o euros digitales y los acredita directamente en las cuentas que los bancos comerciales tienen con el banco central. ¡Esta es la definición de tener un privilegio exorbitante!

Tal es la razón por la que Wall Street prefiere ver explotar el mundo, asistir al fin del tiempo o la llegada del Armagedón, en lugar de permitir que la FED proceda con el dólar digital: porque un dólar digital significa que todos los residentes de los Estados Unidos y cualquiera que resida fuera pero lleve a cabo un comercio fronterizo con estadounidenses, reciba una billetera digital. Eso sería increíblemente perjudicial para el poder de los bancos comerciales. Primero, porque la gente ya no estaría obligada a abrir una cuenta bancaria con ellos (¡piense en todas las tarifas perdidas!). En segundo lugar, porque ya no existirá una justificación de por qué la Fed o el BCE, etc., no pueden, cuando creen que deben estimular la economía, lanzar dinero de helicóptero para todos. ¿Por qué acreditar dólares solo a las cuentas que los bancos comerciales mantienen en la Reserva Federal y no acreditar las billeteras digitales de las personas directamente? De hecho, ¿existe alguna razón para dar dinero a los bancos comerciales?

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[nota aclaratoria]

¿Por qué reducir la inversión puede aumentar el gasto público y el consumo en el reparto del PIB? Una explicación elemental, aquí:

Demanda Agregada: ¿Qué es y por qué es importante calcularla?

Es fundamental resaltar que, en lo que respecta a magnitud, siempre será igual al del PIB (Producto Interno Bruto), con la diferencia de que se cambia la perspectiva en este cálculo. Esto se debe a que el PIB se mide desde la producción de los bienes y servicios, mientras que la demanda agregada se calcula desde la adquisición de los mismos. Cuando hablamos de que su cálculo se realiza desde los productos que adquieren los componentes de la economía, nos referimos a todos los agentes que intervienen en la economía de un país (Hogares, empresas, entre otros)

Ahora que conoces qué es, es momento de hablar sobre cómo se calcula la misma. Como mencionamos con anterioridad, la demanda agregada es reconocida y empleada como un indicador macroeconómico. Por lo tanto, se cuenta con una fórmula general que permite efectuar el cálculo y conocer con exactitud el monto de la demanda agregada de un país. La fórmula a emplear siempre que se desee calcular es la siguiente: DA = C + I + G + (X – M).

Ahora bien, es importante conocer a qué se refieren cada uno de los componentes de la fórmula. DA, por supuesto, significa Demanda Agregada, la misma es igual a la suma de los siguientes factores: C representa al Consumo, I representa la Inversión, G representa al Gasto Público y los dos últimos componentes representan a las exportaciones netas, ya que las mismas se calcula restándole a X que significa Exportaciones el monto de M que significa Importaciones. Al tener todos estos datos y seguir la fórmula obtendrás el monto.

De manera que en el reparto del PIB, la disminución de esa inversión agregada repercutirá positivamente en el gasto público y el consumo.

jueves, 3 de febrero de 2022

Tras los síntomas se ocultan las causas

Si en un edificio aparecen grietas y nos limitamos a sellarlas sin pensar que puede haber problemas en la cimentación; si mientras se ensanchan y multiplican seguimos empeñados en taparlas una a una, es probable que colapse la estructura.

Eso está ocurriendo con la policrisis que solo los peores ciegos se empeñan en no ver. Claro que como los hechos son tozudos a pocos se les oculta ya que estamos en una crisis sistémica. La miopía, una visión desenfocada, no es tan voluntaria como el ciego negacionismo, pero también impide localizar la razón de fondo.

La crisis ambiental se manifiesta en el cambio climático, contra el que se propone una descarbonización a marchas forzadas, pero que no arranca por la dificultad de sustituir las energías fósiles por renovables. Muchas de estas se muestran realmente, no como verdaderas fuentes, sino como auténticos sumideros de energías no renovables. Estas son absolutamente necesarias para poner a punto las renovables. Por eso la Comisión Europea define ahora como energías verdes la nuclear y el gas natural, cuyas reservas, por otra parte, son ya claramente deficitarias.

Otro aspecto de esa crisis ambiental es la dramática degradación de los ecosistemas, con una irreversible pérdida de biodiversidad, lo que se conoce ya como "sexta extinción".

En el intento de tapar unas grietas se ensanchan otras. La procura de unos recursos agota otros recursos, y las salidas tecnológicas aparecen como un maquillaje más, camuflando tras quiméricos remedios la causa principal.

Esta es algo tan evidente como que no se puede crecer indefinidamente. En algún momento habrá que frenar ese crecimiento. Pero el sistema capitalista no puede hacerlo, porque si no crece muere. Su único motor posible es obtener un beneficio en todos los procesos. Y fluye siempre hacia donde lo optimiza, a costa de lo que sea.

Luchar contra los síntomas, aunque sea en frentes separados y altamente contradictorios, siempre les es posible, y ofrece nuevos campos a explotar, nuevas oportunidades de negocio. Luchar contra la causa, en cambio, siempre chocará de frente con el interés de los causantes.

Artículo revelador (otro más) de Antonio Turiel:



Nuestra casa, nuestras grietas

Queridos lectores:

(Lo que sigue es una versión de la conferencia que el pasado 15 de enero di en La Vall d'en Bas para la Fundació Josep Irla).

Imaginen Vds. un bloque de pisos en el que, un día, uno de los vecinos descubre una grieta. Es una grieta fea, profunda, que se extiende por una de las paredes principales de la escalera. Al principio algunos vecinos se desentienden de ella, pero a medida que se hace mayor y más profunda llega un momento en que todos los vecinos se ponen de acuerdo en que hace falta hacer algo. Después de muchas discusiones, durante las cuales la grieta no hace más que crecer y crecer, deciden llamar a un albañil para que la rellene y afiance el muro. Pero por más veces que el albañil viene a tapar la grieta, y por más cemento que va poniendo en ella, la grieta sigue abriéndose y cada vez es más y más grande. La grieta se convierte en el tema obsesivo y recurrente de casi todas las conversaciones, y a pesar de su total ineficacia se sigue apostando por echar más cemento en la grieta, y en vez de cambiar de estrategia lo que se hace es ir cambiando de albañil. Un día, el mismo vecino que descubrió la grieta se da cuenta de que no hay solo una grieta, LA grieta, sino que toda la casa está llena de ellas; y que seguramente han estado ahí desde el principio, solo que nadie las miraba porque nadie quería mirarlas. Intenta alertar a los demás vecinos, pero no le hacen caso, y pronto es demasiado tarde: herida por sus graves defectos estructurales, la casa se viene abajo, pero no por donde todos los vecinos se esperaban, allá donde estaba LA grieta, sino por multitud de otros sitios. Demasiado tarde descubren que el vecino tenía razón, pero ya no hay casa donde vivir.

Nuestra sociedad se parece a esta comunidad de vecinos, en el que todo el mundo está obsesionado con una de las muchas grietas que hay, con tal nivel de ofuscación que se olvidan de todas las demás. Peor aún, muchas de las acciones que se emprenden para tapar esa única grieta visualizada hacen más profundas y peligrosas las otras grietas omitidas.

Sabemos que tenemos una grave crisis ambiental. La acción del ser humano ha alterado el medio ambiente de nuestro planeta, y eso pone en peligro el bienestar de la Humanidad y hasta la continuidad misma de nuestra especie. Pero la crisis ambiental es solo una grieta, una más de las múltiples crisis de sostenibilidad de nuestra sociedad.

Dentro de la crisis ambiental, tenemos una grave crisis asociada al Cambio Climático. La continua emisión de gases de efecto invernadero, fruto principalmente de la quema de combustibles fósiles y también de otras actividades humanas, está cambiando las proporciones de la composición química de nuestra atmósfera y de ese modo el balance radiativo del sistema terrestre. Pero, grave como es, el Cambio Climático es solo uno más de los múltiples problemas ambientales que tenemos. Es solo una grieta más.

Y dentro del problema del Cambio Climático, una de las necesidades que tenemos para luchar contra él es emprender un profundo proceso de descarbonización. Tenemos que dejar que emitir gases de efectos invernadero, y muy especialmente el dióxido de carbono. Tenemos que emitir menos dióxido de carbono, y para eso debemos usar fuentes de energía menos intensas en carbono. Pero eso es solo una pequeña parte de las cosas que tenemos que hacer. Es solamente el cemento que ponemos en una grieta concreta, en una pared concreta.

Teniendo como tenemos una grave crisis de sostenibilidad y múltiples problemas que merecen nuestra atención urgente, el debate público está mayoritariamente centrado exclusivamente en el problema del Cambio Climático. Y dentro de la multitud de actuaciones que tendríamos que emprender para combatir el Cambio Climático, nos hemos fijado en solo una en concreto: la descarbonización de la producción de energía, que además solo nos planteamos hacer mediante un modelo de transición probablemente imposible basado en los sistemas de generación renovable eléctrica.

Comencemos por el principio: tenemos muchos problemas de sostenibilidad. No es solo la crisis ambiental. Está también la crisis de los recursos, a la que está dedicada principalmente este blog. Estamos en los primeros compases de una grave crisis energética: escasea el gas, escasea el carbón, escasea el uranio y escasea el petróleo, sobre todo en forma de diésel. Pero es que también comienza a escasear un poco de todo, por las dependencias mutuas entre las fuentes de energía y los costes crecientes de extracción de algunos minerales. Volviendo a las crisis de sostenibilidad, tenemos una grave crisis de pérdida de biodiversidad. La biodiversidad garantiza tener ecosistemas sanos, que son capaces de adaptarse y responder a los distintos problemas y evita que se produzca un colapso ecológico. Sin biodiversidad, algunas zonas del planeta se pueden acabar convirtiendo en verdaderas zonas muertas, sin vida o con ecosistemas muy pobres; y son esos ecosistemas, aunque a veces no lo entendemos, los que nos mantienen con vida, proporcionando toda una serie de servicios ecosistémicos: polinización, eliminación de residuos, moderación local de las temperaturas, mantenimiento del ciclo del agua, captura del CO2 en los océanos, etc, aparte del aporte alimentario por ejemplo de la pesca. Pero es que la lista de problemas de sostenibilidad sigue: alteración de ciclos biogeoquímicos y físicos vitales, como el del nitrógeno, del fósforo, del agua; también, la escasez de agua potable; también, el crecimiento de las desigualdades económicas, sociales, de salud...

Pasemos ya a los problemas ambientales. Tenemos el Cambio Climático, claro está; pero también el avance de la desertificación, la pérdida de agua potable, la contaminación de los acuíferos, la contaminación del aire, la contaminación por metales pesados, por plásticos, por sustancias orgánicas tóxicas... La lista de problemas es larguísima y abrumadora.

Veamos ahora el cemento. Para luchar contra el Cambio Climático se nos dice que tenemos centrarnos en la descarbonización, principalmente de las fuentes de energía. Y no de cualquier manera: tiene que ser con una instalación masiva de sistemas de generación eléctrica renovable, acompañados de una implantación no menos masiva de motores eléctricos con baterías y de sistemas de generación y aprovechamiento de hidrógeno verde. De las otras maneras de luchar contra el Cambio Climático, ninguna mención. Es especialmente llamativo que, por ejemplo, el informe del Grupo III del AR6 del IPCC filtrado hace unos meses decía, textualmente, que la preservación de los ecosistemas es el mejor mecanismo para luchar contra los efectos del Cambio Climático, ya que un ecosistema fuerte proporciona los mecanismos de mitigación más eficaces, e incluso que se debe considerar la preservación de los ecosistemas como la estrategia prioritaria. Eso implica, necesariamente, la preservación de la biodiversidad de los espacios naturales protegidos. Sin embargo, la implementación masiva de parques eólicos y fotovoltaicos que se está planteando ahora mismo en España y en otros países amenaza a alguno de esos espacios naturales que podrían hacer más para mitigar el Cambio Climático que los parques que se desean instalar. No solo eso: como ya mostramos en el análisis de escenarios del modelo Medeas, una transición masiva y rápida al modelo renovable propuesto (si es que fuera posible) implicaría pasarse del umbral de 1,5ºC de calentamiento debido a la quema masiva de combustibles fósiles requerido. Pero es que además hay muchas dudas de si hay suficientes materiales críticos para hacer esa transición, al menos a escala global. No solo si los hay: si con el descenso de la producción de los combustibles fósiles se van a poder extraer y procesar todos ellos. Encima, la gran cantidad de minerales que se requieren para estos sistemas agravan los problemas de contaminación del aire, del agua y del suelo en múltiples territorios, dejándolos más indefenso para luchar contra el Cambio Climático y agravando los otros problemas ambientales y de sostenibilidad. La realidad de que apostarlo todo a este único modelo de transición va en detrimento de otras medidas más eficaces y agrava otros problemas ambientales y de sostenibilidad muestran que cuanto más de este cemento renovable eléctrico echemos en este grieta, más grande se hará ella y todas las demás grietas de la casa.

Mirar el conjunto de grietas de nuestra casa, y no una sola en la que caprichosamente hemos preferido fijar nuestra mirada por no ver el resto, significa aceptar que el problema de nuestra casa son sus cimientos, sus fundamentos. Hemos basado toda la construcción en unas premisas erróneas e intrínsecamente insostenibles: nuestro modelo económico y social se basa en el crecimiento infinito en un planeta finito. Las grietas son solo la manifestación de que los problemas que tenemos tienen que ser abordados conjuntamente y yendo a la raíz, so pena de agravar unos cuando estamos intentando solucionar otros. La obcecación en la descarbonización mediante el modelo de renovable eléctrica solo pretende distraer la atención de que nuestro modelo económico y social es inviable; es un intento desesperado de mantener el modelo de crecimiento ignorando el resto de problemas gravísimos que nos acosan, imaginando con una ingenuidad solo al alcance de los economistas liberales que de alguna manera serán resueltos por un milagro técnico que llegará algún día.

Hay que parar de decir tonterías, hay que dejar de engañarse y de engañar a los demás. Éste no es el modelo, ésta no es la solución sino, al contrario, el camino que nos lleva inexorablemente a nuestra perdición. Hay que abordar todos los problemas conjuntamente y comenzar por aceptar que el crecentismo, esa doctrina ecocida, ha muerto.

Salu2.

AMT