viernes, 24 de junio de 2011

Ocurrió hace un año...

...y, bajo la impresión por lo ocurido, escribí esto:

Sobre el accidente de Castelldefels


Espeluznante. He dudado si repetir lo que oí. El ruido del impacto del tren contra los cuerpos sonó como la descarga de un camión de piedras. Seguramente los que murieron no tuvieron tiempo de darse cuenta. Los heridos (no sé de mutilados entre ellos) parecen recuperarse. Su sufrimiento habrá sido tan grande y tan poco compartible (quizá lo imaginemos un instante, rechazando instintivamente la idea con un escalofrío) como el de tantas víctimas de accidentes, de carretera o laborales; o bombardeos, atentados...

Me viene a la cabeza el peligro constante que supone la convivencia con la máquina. Su fuerza, su velocidad, sus ritmos, se acoplan mal a las capacidades y sentidos humanos. Adaptativamente cada especie animal, y no somos una excepción,  ha evolucionado para enfrentarse a los peligros de su medio ambiente, a sus enemigos naturales. Tanto el cazador como la presa en movimiento procesan la información sobre la distancia que los separa y pueden reaccionar. Su cerebro calcula el tiempo para contactar, no siempre con éxito. Desde luego nunca con éxito para ambos. Pero sus velocidades son comparables.

Al conducir un automóvil, el aumento brusco del tamaño aparente del que nos precede, y una cierta experiencia, nos hacen frenar bruscamente: ambas velocidades son comparables. Pero impactaremos seguramente en el caso, poco previsible, de otro vehículo parado en mitad del carril de una autopista. Cuántos gatos son atropellados al atravesar la carretera, confiados en su propia velocidad. La del coche no puede entrar en su cálculo.

Cruzar las vías del ferrocarril es siempre arriesgado. Pero hay todavía pasos sin guarda. Para trenes de velocidad media, en el campo silencioso en que se oía su traqueteo, se cruzaba la vía con mucha prudencia y poco riesgo. La velocidad de los trenes actuales lo hace mucho más peligroso. Por eso se vallan las autopistas y los trenes de alta velocidad. El paso de trenes a toda velocidad sin parada en las estaciones, es un tributo a la prisa y al ahorro de medios. Es intolerable que en ese caso no tomen una ruta independiente, separada de la estación.

Para muchas personas, entre las que me incluyo, es razonable cruzar una calle con carril estrecho y único, con semáforo en rojo, con visibilidad de 500 metros, si no se ve un vehículo en ese trayecto y la espera es de varios minutos. No lo es cruzar las vías de una estación. Pero si no hay algún signo de llegada inminente de un tren son muchos los que lo hacen. El riesgo procede de la enorme velocidad de esos trenes que no tienen parada en la estación. No se puede permitir que un tren atraviese así una vía en la que la experiencia habitual es ver los trenes parados, o llegando lentamente.

¿Hubo imprudencia? ¡Claro que sí! pero, ¿y la imprudencia de los que permiten que esta situación de riesgo previsible se dé? Los responsables de las infraestructuras ferroviarias no deben permitir que confluyan en un mismo lugar velocidades tan distintas como las del peatón y la de un tren de velocidad muy alta. Los trenes que no se detienen no deben pasar por donde otros paran. Abaratar costes aumentando riesgos es una imprudencia criminal.

Vivimos peligrosamente en una sociedad peligrosa. En unas sociedades que teóricamente rechazan la violencia, que teóricamente han eliminado los castigos corporales y la pena de muerte (no siempre la tortura), pasamos por alto numerosas carnicerías. Nadie muere aquí en la hoguera, ni en la horca, ni descuartizado... por orden de la justicia. Pero sí se dan estas muertes atroces en accidentes de distinto tipo: de carretera, laborales, generalmente por un cálculo de costes externalizados todo lo posible, porque no responde de ellos el que origina los daños (a veces responde con su cabeza el turco de menor cuantía al que le toca cargar con la culpa, otras se le echa la culpa al muerto, que es lo más fácil).

La eficiencia a toda costa, la competitividad, el economicismo, ignoran costes sociales, costes ecológicos y medioambientales, incluso costes materiales cuando los paga otro. Sólo una economía ecológica, integradora en el capítulo del debe de los desastres que muy previsiblemente causará una actividad; que incluya en los costes, junto a la defensa de la naturaleza, la defensa de los seres humanos, costes en vida y salud, en tiempo libre (¿cuánto vale?), en la que cada empresa, cada país, no sea un sistema cerrado, que aumente sus ventajas, su orden interno, a costa de desordenar impunemente su entorno; sólo esa economía totalizadora (ésta es totalitaria) podrá considerarse humana.

El capitalismo, ningún capitalismo, puede lograrlo. En el PIB se contabilizan como producción actividades nocivas o perfectamente superfluas, como la publicidad, la fabricación de armas,  envases sin vuelta, cachivaches superfluos u objetos de lujo para los asquerosamente ricos, con tal de que sean vendibles (se llama a eso demanda solvente) y paguen el IVA u otros impuestos, que generen ingresos contables. Como gasto figuran el gasto sanitario, las pensiones, los cuidados a dependientes...

Y no figura ni como gasto ni como ingreso, sencillamente no existe para la economía, el trabajo del hogar, que permite la reproducción diaria de la fuerza de trabajo. Fuerza de trabajo que sí cuenta en cuanto productora, junto a la naturaleza, de toda la riqueza.

Y para el capital, con su perverso tente mientras cobro, no existe el principio de precaución, aunque de boquilla sus representantes, si ocurre un desastre suficientemente grande, prometan que no volverá a repetirse.

Juan José Guirado

Imagen de tren que protagonizó el atropello ferroviario. Renfe ha anunciado una investigación sobre lo ocurrido.

miércoles, 22 de junio de 2011

"el decrecimiento económico es nuestro destino inexorable"

El martes 17 mayo apareció esta nota en crisisenergetica.org. La entrevista completa en el enlace de Sociología Crítica.


El sitio web Sociología Crítica publica una larga e interesante entrevista a Joaquim Sempere, filósofo, sociólogo y editor del libro El final de la era del petróleo barato.

¿Se puede vivir mejor con menos energía? Si es así, ¿cómo? ¿Estás a favor del decrecimiento económico?

Acabo de decir que se puede vivir “satisfactoriamente” con menos energía. Tal vez se puede vivir, como tú dices, incluso “mejor” que ahora. ¿Cómo? La pregunta me supera. La clave probablemente es reducir las expectativas materiales. Algunos filósofos de la contención –como los antiguos cínicos, estoicos y epicúreos- han dicho que la riqueza consiste no en tener mucho sino en desear poco. Pero no bastan generalidades como ésta. Si disponemos de menos energía, tendremos que trabajar más con las manos, como antes. Viajaremos menos. Tendremos que obtener el alimento de una agricultura de proximidad: será inviable el “lujo” de comer en Madrid calabacines o tomates cultivados en Murcia o en Marruecos. Los artefactos serán más caros y deberemos renunciar a muchos de ellos, o tendremos que aprender a compartirlos (por ejemplo con el alquiler de coches o bicicletas, o el uso compartido de lavadoras). Habrá que echar mucho ingenio en nuevos estilos de vida, que tal vez nos aporten más contacto social, más tiempo libre, menos stress. De todos modos, cuidado con lo del tiempo libre, porque seguramente tendremos que renunciar a muchas máquinas y, por tanto, dedicar más horas al trabajo manual, incluido el trabajo manual doméstico. 

Creo que el decrecimiento económico es nuestro destino inexorable. Hemos crecido demasiado. Según los cálculos de la huella ecológica (con todas las incertidumbres y posibles errores que suponen), ya vivimos por encima de nuestros recursos, o sea, ya estamos deteriorando la base de recursos naturales, y así vamos a dejar un mundo menos productivo que el actual a nuestros descendientes. Si no refrenamos voluntariamente nuestras punciones sobre la biosfera, será la biosfera misma la que nos pondrá coto. La alternativa no es: crecimiento o decrecimiento, sino decrecimiento calculado y voluntario o decrecimiento forzoso. En este segundo caso, no hace falta decir que puede suponer un futuro de pesadilla, de colapso de la civilización, de lucha de todos contra todos. Creo que seguir hablando de que el crecimiento es bueno, indispensable para nuestro bienestar, necesario para conservar los puestos de trabajo existentes y aumentarlos, etc. es una irresponsabilidad increíble. Y sin embargo, no hay más que leer o escuchar lo que dicen nuestros líderes políticos y económicos (y también sindicales), que no sólo no luchan contra el dogma del crecimiento, sino que lo alimentan sin cesar. Vamos muy mal.

En tu aportación al volumen sostienes que si no prevalecen principios democrático-igualitarios podemos vernos abocados a ecofascismos o ecoautoritarismos asociados a formas de imperialismo que “exporten“ al Sur, que sí existe para estas “externalidades”, los efectos más destructivos de la crisis ecológica. ¿Este es el futuro que vislumbras? ¿Qué hacer entonces?

¿Qué hacer? Explicar la verdad de lo que nos amenaza y predicar una moral de la frugalidad y la contención. Tratar de lograr una masa crítica de ciudadanos y ciudadanas dispuestos a adaptarse a escenarios de escasez defendiendo lo esencial: la dignidad del ser humano, las libertades políticas, las conquistas democráticas y la equidad. Y dispuestos a construir una organización productiva ecológicamente sostenible, aunque tengan que renunciar a muchas comodidades que hoy damos por supuestas, como si fueran lo más natural del mundo. La equidad es muy importante, pues en un mundo con más escasez las desigualdades serán más intolerables: por eso ahí surgirá una oportunidad nueva para el socialismo. Por de pronto creo importantísimo defender con uñas y dientes lo que nos queda de “Estado del bienestar”, y tratar de ampliar sus prestaciones en la medida de lo posible y razonable. El Estado del bienestar se basa en una filosofía colectivista, no individualista. Es una de las herencias institucionales del siglo XX a defender.

El problema del Sur es aun más complicado de abordar, porque las desigualdades entre Norte y Sur han llegado a ser abismales. No me atrevo a decir gran cosa al respecto. Sólo una: seguramente los países del Sur ganarían si no se interfiriera en sus propios procesos autónomos desde fuera, desde Occidente. El mercado mundial nos destroza a todos, a ellos sobre todo, pero también a nosotros. Lo malo es que cuando toman las riendas de su destino, imitan lo peor de Occidente, como está ocurriendo en China. Hay excepciones, pero afectan a comunidades numéricamente poco significativas.

Lo que nos traerá el pacto del euro. Attac TV

Un reportaje de Attac TV sobre el pacto del Euro y las medidas neoliberales que nos esperan. Revelador. Son veinte minutos.

También en el blog de Paco Álvarez "noledigasamimadrequetrabajoenbolsa.com"

martes, 21 de junio de 2011

A propósito de IU y Extremadura

Las decisiones de IU y los goles en propia puerta

Salvador López Arnal, en Rebelión, publica un artículo con este título. Extraigo la pincelada final, en la que retrata tal cual a Fernández Vara según lo hemos podido ver y oír (no subrayo nada). Me temo que es capaz de acabar montando con el PP un "gobierno de (campo de) concentración". Ya hemos visto casos. Y hasta había una vez un pentapartito...

¿Ese dedo señala como San Juan, como Botín o como Zapatero?
 
Rectificación: he escrito este artículo en la mañana del lunes 20. En el telenoticias de las 21 he escuchado las declaraciones de un hooligang de la política, de un representante en estado (im)puro de esa clase política a la que tanto se hace referencia últimamente. Con razón. Zafio, descortés, chulo donde los haya, gritón, una especie de responsable de seguridad de boxeadores categoría peso pesado, ha hablado, ha escupido más bien, que IU no cuente con él para ninguna moción de censura y que su partido piensa hacer oposición no sólo al PP sino a IU. Como no logro imaginar que un fanático profesional de ese calibre sea aspirante a nada y menos a presidente de la comunidad extremeña, pasamos del tema y ya está. Si estuviera errado, si fuera el caso, entonces habría que indicar que los compañeros de IU se han equivocado pero no por abstenerse pudiendo votar sí, sino por haberse abstenido teniendo que haber votado NO. ¡Pero como es posible llegar a acuerdos políticos con un chuleta de playa tan poco presentable como ese tal Guillermo Fernández Vara! ¿Representante de la ciudadanía de izquierdas? Por favor. Para llorar y no parar.  
 

Otro urbanismo (y IV)


Los municipios, que siguen siendo válidos como unidades administrativas, no siempre son ya unidades orgánicas, y su futuro no puede confiarse sólo a planes autosuficientes. Las complejas relaciones económicas que van tejiendo estructuras sobre el territorio saltan sus fronteras. Por eso, un planeamiento válido se debe iniciar a una escala mayor que la del municipio, la escala regional. 

Sólo como idea, existieron una vez los Planes Directores Territoriales. Hasta se pensó en un non nato Plan Nacional de Urbanismo. Posteriormente, la Constitución Española, que necesitaba el consenso para ser aprobada, tomó de la izquierda la idea de planificación económica, aún inscrita en ella como figura retórica. Pero la planificación pública desapareció del horizonte. Ha sido sustituida, en apariencia, por un mecanismo automático y ciego, el mercado, la mano invisible que, en el imaginario liberal, vela como providencia universal de la economía.

Pero no hay que dejarse engañar por esa apariencia. Ahora se planifica más que nunca. Lo que pasa es que son otros los autores. Ahora, sin participación ciudadana, los que planifican son grandes bancos y holdings transnacionales de empresas, grandes defensores de un libre mercado que internamente nunca practican. Ellos sí elaboran planes, pero dirigidos únicamente a aumentar sus beneficios.

La planificación de la economía, y en consecuencia la del territorio, han existido siempre. La primera condiciona la segunda, porque establece las redes de transporte y comunicaciones a desarrollar, los usos que interesa potenciar, las regiones, localidades y zonas que serán objeto de preferente atención. Pero cuando esos planes no los traza una autoridad democrática, en nombre y beneficio del pueblo y con su participación, son, necesariamente, decididos, al margen del control público, por quien detente el poder económico, en su propio nombre y provecho.

A la escala de la Unión Europea, es ya tópico hablar de su déficit democrático. Vemos cómo las grandes decisiones las toma una reducida comisión, más en función de los mandatos del Banco Central que de un Parlamento sin auténtica función legislativa. Y los gobiernos se escudan en esas decisiones de Bruselas para no ejercer su menguada soberanía, tomando alguna vez decisiones ajenas al interés del gran capital.

¿Y cuánto menos poder real tendrá un municipio? Únicamente le queda ofrecer suelo y dar ventajas a los capitales que se instalen en él. Lograr que le pase el AVE (y que pare), conseguir aeropuertos, superpuertos. Pero de esto no hay para todos, sólo para el que le toque. O para el que mejor repique el instrumento de las ofertas. 

Los ciudadanos son ganados para este juego por un patriotismo local, y aunque siguen compitiendo entre ellos por un puesto de trabajo, la rivalidad con el pueblo vecino los hace sentirse municipalmente solidarios. Todo interés superior está ausente. El capital al que se hace la corte, mientras tanto, se deja querer, porque le sobran novias.

Habrá que desandar el largo camino que nos ha alejado de la planificación. Pero hay que exigir que sea pública y gestionada democráticamente. Es necesaria en todos los marcos: comunitario, estatal, autonómico, comarcal, municipal. Debe basarse lo más posible en los recursos propios, con la puesta en marcha de la riqueza potencial de la zona y de la localidad, pero sin olvidar el importantísimo principio de solidaridad que pueda acabar con los desequilibrios de todo tipo. El libre mercado nunca hace eso.

¿Cómo deben financiarse entonces las entidades locales? Pues en función de la riqueza, siempre entendida como socialmente necesaria, que se genere. De la actividad económica real, basada en la cobertura de necesidades, no en el falso crecimiento especulativo. Confiar la ejecución del urbanismo y la financiación básica de los ayuntamientos a licencias de obra, a la creación de falsas plusvalías cuya mayor parte va a otras manos, es obligarse a repetir incesantemente un ciclo expansivo imposible de sostener.
Juan José Guirado
Diario de Ferrol
ant. 2007

Para lo que hacen en Libia, que vayan a Gaza

Isaac Rosa en Público, el 20 de junio de 2011

¡Protejamos de estos a nuestra buena gente!


“Ningún barco entrará en Gaza. Haremos todo lo que tengamos que hacer para detener los barcos que rompan el bloqueo.” -Fuente militar israelí que pidió no ser identificada-
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Desde hace tres meses tenemos desplegados frente a las costas de Libia siete aviones, una fragata y un submarino, además de 500 soldados. No sabemos bien para qué están allí, pues tienen orden de no participar en los ataques, y tampoco hay ya mucho espacio aéreo que vigilar toda vez que a Gadafi no puede levantar un avión del suelo. Bueno, sí sabemos lo que hacen allí: legitimar la intervención militar.

Para que no se aburran, y para que hagan algo útil, propongo que les den una misión para los próximos días: escoltar y proteger a la veintena de barcos que saldrán rumbo a Gaza en la segunda ‘Flotilla de la Libertad’, entre ellos el ‘Gernika’, con varias decenas de españoles a bordo y un cargamento de ayuda humanitaria para los palestinos.

A los activistas que pretenden romper el bloqueo ilegal de Israel sobre Gaza y aliviar la situación crítica en que viven desde hace años los palestinos, les vendría bien la escolta, pues es previsible que en esa zona del Mediterráneo se encuentren con piratas, y de los más peligrosos: los mismos piratas que hace un año asaltaron el ‘Mavi Marmara’ y asesinaron a nueve voluntarios, además de herir a otros treinta y detener ilegalmente a medio millar de ciudadanos de varias nacionalidades.

Por ahora Exteriores se ha limitado a desaconsejar a los españoles que se suban a ese barco, por lo que pueda pasarles. Y para meter más miedo, el ejército israelí se ha dedicado en los últimos días a entrenar maniobras de asalto naval, y a dejar hueco en sus cárceles.

Y sin embargo, los voluntarios no tienen miedo, siguen adelante con su plan y en los próximos días zarparán rumbo a Gaza. Si Israel pensaba que con su criminal acción de castigo del año pasado disuadiría a futuras expediciones, ya ven que no.

En cuanto a nuestros buques, aviones y soldados en Libia, como no cabe esperar que en efecto cambien de misión y se dediquen a proteger a la Flotilla de la Libertad, exijamos que regresen a España cuanto antes: esta tarde, en el Teatro Lara de Madrid, se celebrará un acto contra la guerra en Libia.

Y el pueblo volvió a tomar las calles

Noticia de Televisión Española sobre la manifestación de Madrid del movimiento 15M contra el pacto del euro



"La gran manifa"

Los flujos de Internet del 15 M

Vídeo en el que se muestran los flujos de mensajes que se cruzaron en esas fechas



Instituto Universitario de Investigación
Biocomputación y Física de Sistemas Complejos
Universidad de Zaragoza

viernes, 17 de junio de 2011

Infiltración policial, una práctica mafiosa conocida

El vídeo muestra manifestantes con apariencias "juveniles", con palestinas, etc, que cuentan con cascos y micrófonos para comunicarse. Ante las denuncias del resto de los manifestantes un grupo de antidisturbios se llevan a sus compañeros disfrazados. 

Los minoritarios altercados de la concentración del movimiento 15M ante el Parlament de Cataluña, están sirviendo para que los medios de comunicación másivos inicien una campaña de criminalización del movimiento ciudadano.

Los medios no mostrarán los vídeos grabados por los manifestantes, en los que se revela una práctica habitual de las fuerzas de seguridad de todo el Estado, infiltrar agentes en las manifestaciones para provocar altercados. 

Una práctica conocida por por los movimientos sociales, pues en el año 2001 Un total de 72 organizaciones se querellaron contra la Delegada del Gobierno de Cataluña y la policía, por los incidentes ocurridos en la manifestación del movimiento antiglobalización del 24 de junio.

Fueron denunciados los agentes antidisturbios que cargaron contra los manifestantes y la veintena de policías de paisano infiltrados que, según los querellantes, provocaron los incidentes armados con palos y barras de hierro, y a los que atribuyen daños en cinco establecimientos comerciales del Paseo de Gracia.

La denuncia, que constaba de más de 40 páginas, estuvo apoyada, entre otras entidades, por la Federación de Asociaciones de Vecinos de Barcelona (FAVB), IC-Verds, ERC, el Sindicat de Periodistes de Catalunya, EUiA, PSUC-Viu, CCOO, UGT, SOS Racismo, la Campaña contra el Banco Mundial Barcelona-2001 y el Consejo de la Juventud de Barcelona.

Según el texto de la querella, diversos ciudadanos que presenciaron los hechos declararon que vieron a individuos con estética "skin" y armados con palos y hierros "que participaron en las agresiones y luego los vieron practicando detenciones y entrando y saliendo de los furgones policiales".



(la nota es de Rebelión)

¡Horror! ¡La pinza!

Anguita y la pinza. 24 horas, RNE. Lunes, 13 de junio de 2011
  
Archivo de audio en un canal de vídeo. Palabras viejas para aguzar las orejas.

Y ahora, otro vídeo de hace un tiempo:


Ayudas a la banca y toma de decisiones

José Manuel Naredo. Público

Malabarismo: el dinero, imaginario, se mantiene mientras circula en el aire



































El presidente Zapatero respondió a las críticas a las ayudas a la banca del movimiento social del 15-M afirmando que “lo que se ha hecho es avalarla a cambio de intereses”. Se sugiere que el Estado, más que benefactor, es beneficiario de las ayudas a la banca, al cobrarle pingües intereses. Aclaremos el tema revisando las decisiones, siempre urgentes, tomadas en este campo hurtando la reflexión y el debate públicos.

Todo empezó a finales de 2008 cuando, a raíz de que el presidente Zapatero alardeara en Nueva York de que la banca española era la más saneada del mundo, los banqueros lo llamaron para pedirle ayuda. Sus argumentos debieron de ser tan convincentes que de inmediato el Gobierno se comprometió a destinar 50.000 millones de euros para compra de activos y 100.000 millones para avales. Pero estas ayudas cayeron en desuso porque el Banco Central Europeo empezó a facilitar liquidez ilimitada y casi gratuita (al 1%) a la banca. Sólo más adelante, cuando la crisis desinfló el valor de los activos de las entidades más expuestas al riesgo inmobiliario, arrastrándolas a la bancarrota –ilustrada por el colapso de Caja Castilla-La Mancha– se decidió por fin hacer, en junio de 2009, no un plan de reconversión y salvamento, sino un fondo (el famoso Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria –FROB–) para inyectar dinero público en las entidades en apuros: las inyecciones alcanzan ya 11.559 millones de euros. Dado que los intereses derivados de las ayudas pueden sufragarse con el dinero de las propias ayudas, el problema estriba en saber si alguna vez el negocio bancario permitirá devolverlas. Este tema se complica al haber autorizado recientemente, en el maratón de improvisaciones en curso, que las entidades ayudadas se escindan creando “bancos malos” que concentren sus pufos. El problema también estriba en que sean las mismas personas que exprimieron las cajas las que exploten ahora sus despojos con la ayuda del FROB. Las recientes demandas de democracia participativa exigirían, no sólo poner luz y taquígrafos en este oscuro proceso, sino también y sobre todo diseñar un plan de reconversión del sistema financiero que contemple todas las opciones y permita calibrar, con conocimiento de causa, tanto la toma de decisiones como las propias ayudas.

jueves, 16 de junio de 2011

"Las revoluciones de Túnez y Egipto han inspirado al mundo"

Entrevista a Michael Moore del pasado mes de marzo, en el contexto de luchas sindicales en Wisconsin. 

Democracy Now


La doble legitimidad

La legitimidad de la ley, la legitimidad de lo justo

Juanjo Gallardo. Rebelión



Urna de cisnes


      ...es evidente que esta clase política ha sido elegida por la ciudadanía mediante el sufragio universal en elecciones generales realizadas en condiciones aparentes de libertad de expresión y de información. Esta clase política contrapone a estos jóvenes del 15M su legitimidad legal: han sido elegidos y además por millones de ciudadanos que fueron a votar libremente. En democracia esta legitimidad legal es la única válida, sobre todo, frente a una amalgama de ciudadanos reunidos en plazas que sólo se representan a ellos y que sólo alcanzan la participación de unos cuantos miles de personas en sus asambleas. ¿Qué es eso frente a los millones que les han votado a ellos? ¿Cómo se atreven a proponerse como una representación alternativa frente al Parlamento, sede de la soberanía nacional?

Esta crítica podría parecer cierta desde la lógica del propio sistema democrático-liberal. Pero ni siquiera desde esta lógica es cierta.

  1. ¿Todos los ciudadanos partimos de condiciones de igualdad a la hora de participar en las elecciones? No. Una campaña necesita de grandes sumas de dinero que permitan hacer llegar tus propuestas a toda la ciudadanía. Esto no está al alcance de cualquiera y ya vemos cómo una de las hipotecas de los partidos del sistema es su endeudamiento con los bancos que les prestan millones de euros para las campañas electorales cada vez más costosas, o la dependencia de donaciones anónimas de grupos de presion empresariales. Estas donanciones o préstamos no se realizan sin contrapartidas y terminan determinando las políticas de los partidos de gobierno al margen de sus propios programas electorales.

  2. Otra condición de la democracia es la información. No existe democracia sin una ciudadanía bien informada. Esta información llega a través de los grandes medios de prensa, radio o televisión. Estos medios son propiedad de grandes grupos empresariales y la libertad de los periodistas queda enmarcada en la aceptación de los elementos básicos del sistema de mercado. Cualquier grupo de ciudadanos con una visión diferente de la sociedad ve cercenado su acceso constante a estos medios, e intentar crear uno propio es imposible por el enorme capital que es necesario para ponerlos en marcha, condición alejada del común de los mortales.

  3. Otro elemento de déficit de las democracias occidentales reside en los mecanismos de ingeniería electoral que permite consensuar sistemas electorales en función de las necesidades de la oligarquía política dominante. Ya sea a través de listas cerradas, de sistemas electorales no proporcionales a la población, la fijación de un número de diputados por territorios que tiende a favorecer a las fuerzas conservadoras, etc. se condiciona la voluntad de la ciudadanía, se fomenta la docilidad de los diputados a la jerarquía del partido, deja de tener sentido la relación entre el diputado y sus electores, etc. 

  4. La democracia se entiende por la casta política cómo una mera formalidad en la que con la introducción del voto ya se ha cumplido. Hemos elegido a los “entendidos” y todo debe dejarse en sus manos. Sólo tenemos derecho a elegir a nuestros pastores, nosostros, durante cuatro años, sólo debemos observar y si no nos gusta lo que vemos, dentro de cuatro años optamos por otro grupo de pastores. Entienden la democracia de una manera tan reduccionista que no dejan campo al necesario control de la ciudadanía sobre las decisiones de los políticos. 

  5. Tampoco se sostiene este sistema desde la propia formalidad democrática liberal cuando los gobiernos elegidos no pueden cumplir sus programas, o elaboran sus programas ya directamente, por la presión de grupos financieros que, en un mundo globalizado y sin controles políticos, imponen condiciones a esos mismos gobiernos si no quieren verse amenzados de un “sabotaje económico” que puede conducir al país a la bancarrota y la quiebra. El sistema vive bajo el chantaje constante de estas minorías que son las que en realidad tienen el poder.

    Urna de patos

Violencia en el Parlament (en el exterior)

Isacc Rosa. Público

















“Es posible que se ejerza hoy un uso legítimo de la fuerza, pues en democracia las instituciones tienen el monopolio de la fuerza.” -Artur Mas, presidente de la Generalitat-.


Estoy sobrecogido por la violencia vivida ayer en el Parlament: fue tremendo ver cómo varias decenas de diputados violentos se mostraban violentamente partidarios de aprobar unos violentos recortes que afectarán de manera violenta a todas las partidas, incluidas sanidad y educación. 

Un momento, un momento. Borren el párrafo anterior, que olvidé los gritos de rigor. Empiezo otra vez, ésta es la buena: mi más rotunda condena a la actitud violenta de quienes intentaron impedir a los representantes del pueblo ejercer su función, algo inadmisible en democracia.

Vale, seguimos: la primera lección que ya han aprendido los indignados –aunque muchos ya lo sabían, pues llevan años indignados- es que el monopolio de la violencia que define al Estado significa también que es el Estado el que decide lo que es violencia y lo que no, o dicho de otra manera: qué violencia es legítima, y cuál es delito.

Así, aplicar recortes y reformas drásticas es violento, pero es violencia legítima, como lo son los violentos rescates a Grecia o Portugal, o el violento ataque al Estado de Bienestar. Da igual que el daño sobre los ciudadanos sea infinitamente mayor y más duradero que el que causan unos cuantos manchurrones de pintura a la puerta de la Ciutadella: esto último sí es delito, lo otro no.

Podemos discrepar con algunas formas de protesta, pero hay que verlas como lo que son: expresión de un malestar que no se resuelve con acampadas y twitter. Para violencia, la crisis y las medidas anticrisis. Para violento, el desprecio de los gobernantes a los gobernados cuando manifiestan con claridad su descontento. Ya comprobamos cuando la movilización contra la guerra de Irak que daba igual el rechazo de una mayoría social, pues para los gobernantes la única expresión de voluntad popular es el voto. Pero tampoco el voto cuenta, pues ni PSOE ni CiU ganaron elecciones proponiendo recortes y reformas. 

De modo que ya lo saben los indignados. A seguir con las asambleas del buen rollito, y sin mear fuera del tiesto. ¿O es que acaso esperan ser escuchados de verdad?

martes, 14 de junio de 2011

Señoras y señores: ¡La Banca Guatifó!

En el blog de Paco Álvarez "No le digas a mi madre que trabajo en bolsa" localicé algunos vídeos bastante sabrosos.

Ahí va uno:




¿Os ha gustado?

La huída hacia adelante

Miguel Guaglianone, Barómetro Internacional. 

En Rebelión y aquí, el artículo completo. En él se hacen notar (aunque eso no es novedad) las huídas hacia adelante del (¿de qué otra forma deberíamos llamarlo?) "sistema" en economía, ecología...

El encabezamiento del artículo:
















En el mes de mayo beatificamos a un papa, casamos a un príncipe, hicimos una cruzada y matamos a un moro.  Bienvenidos a la Edad Media
Autor desconocido–recibido por Internet

El párrafo anterior describe en forma magistral la esencia de lo que intentamos mostrar en un trabajo anterior sobre el auge de la barbarie hoy suelta por el mundo. La situación geopolítica mundial atraviesa un período coyuntural marcado por el empleo indiscriminado de la fuerza militar, el abandono de todas las formas institucionales, el pragmatismo (la realpolitikl) como único móvil y justificación de las acciones, y en definitiva, el fin de la vigencia de algunas instituciones sociales inspiradas en las ideas “civilizatorias” hijas del Iluminismo y de la burguesía que triunfaran en la Revolución Francesa. 

Inmersa en el entorno de la crisis global económica y financiera, toda la estructura del sistema establecido chirría y se estremece. El “capitalismo bueno”, la sociedad de consumo, el welfare state (el estado de bienestar), la promesa de una tecnología capaz de “llevarnos a la felicidad”, todo el “establishment” impuesto por el poder económico y político y refrendado día a día a través de la red global de medios masivos de comunicación, están hoy en total entredicho frente a una realidad que lo contradice. Los países centrales están produciendo en forma acelerada, pobres y excluidos en su propio seno. Ya nuestra periferia no es en forma exclusiva el centro del hambre, la falta de esperanza y el dolor de las multitudes. 

Todo parece indicar que estamos ante el fin de ese estado de bienestar: el desempleo creciente no da marcha atrás, la reducción de la producción se acelera, se mantiene inexorable la caída del consumo y los estados nacionales más “desarrollados” acumulan diariamente su déficit crónico. La Unión Europea se debilita y tiende a desintegrarse (amenazando con abandonar hasta su moneda común, ya que cuando las cosas aprietan cada uno busca su propia salvación), el Japón se hunde en una situación que terremotos, tsunamis y catástrofe nuclear terminaron por convertir en desesperada, los Estados Unidos siguen acumulando la mayor deuda externa y el mayor déficit mundial mientras las grandes masas de su población no tienen trabajo y reducen inexorablemente su condición de vida. 

La huída hacia delante

¿Y, cuáles son las respuestas a toda esta situación? Más y más de lo mismo. Los poderes establecidos, sin excepción, responden a la situación de crisis general huyendo hacia delante, exasperando al máximo todas las acciones y conductas que produjeron la crisis y que prosiguen agravándola. 
 
El despliegue y la institucionalización de la fuerza

La fuerza es el derecho de las bestias”
Marco Tulio Cicerón

"El 15-M puede ser el hervor que le falta a la izquierda"

Julio Anguita, excoordinador general de IU, ntrevistado por Angel Munárriz en Público.


Anguita aconseja concreción y sentido táctico a los indignados.



















 
Voz de prestigio de la izquierda española, Julio Anguita (Fuengirola, Málaga, 1941) mantiene encendido el piloto rojo de militante de IU. Acaba de pedir la dimisión de las direcciones local y provincial de la coalición en Córdoba, donde fue alcalde, tras el batacazo del 22-M; participa en el crítico debate sobre el posible pacto postelectoral en Extremadura, inclinándose por facilitar el Gobierno, a cambio de medidas concretas sobre programa, a quien a su juicio 'está' en la derecha (PSOE) y no a quien 'es' la derecha (PP); se reúne con interlocutores del 15-M en su ciudad para aportar ideas... 'El Califa' es un político jubilado que jamás dejará la política. Esta entrevista fue realizada antes de la constitución de los ayuntamientos.

¿Cómo explica el hundimiento de Izquierda Unida en Córdoba?

Viene de la época anterior [con Rosa Aguilar, exalcaldesa con IU, hoy ministra con el PSOE], de un populismo buenista, de sumarse a eventos patrióticos, de decir que sí a todo el mundo, de cordobesismo fácil... Las listas se pensaban para captar votos, no para el proyecto. Todo ese buenismo quiebra cuando ella se va. El buenismo químicamente puro de Rafael Gómez [alias Sandokán, imputado en el caso Malaya, cuyo partido es segunda fuerza política tras el PP] se encuentra el campo abonado. No vale culpar al tsunami del PP o al castigo al PSOE.


¿Hay margen para recuperarse? 

Todo. Pero maticemos. Hemos perdido la guerra, no una batalla. Empieza otra y necesitamos otra estrategia, otros objetivos, otras direcciones.

¿Por qué sube tan poco IU el 22-M en toda España?

Lo lógico habría sido que el desastre del PSOE nos beneficiara. Pero no ha sido así. Lo que no podemos es ir diciendo que PP y PSOE están en la misma orilla y ahora pactar con el argumento de que, si no se pacta, viene la derecha. La diferencia entre discurso y práctica es tremenda. Confiar la estrategia a que pierda otro la mayoría para vender caro mi apoyo es un error.

¿Esa es la estrategia de IU?

Lo parece. Y no hablo de España, sino de determinados territorios.
¿Andalucía?

Determinados territorios.

¿Comparte la línea actual de IU?

Conozco la honradez de Cayo Lara, su voluntad de asumir su papel. El problema es que en la organización no hay un discurso, sino varios. Y múltiples prácticas contrapuestas, contradictorias y opuestas por el vértice.


¿No hay rumbo?

Diríamos que es el multirrumbo. Hay claras inconsecuencias. ¿Cómo podemos seguir formando alianzas con Iniciativa Per Catalunya cuando una y otra vez los diputados que salen elegidos con nuestro apoyo se van a otros grupos? Es algo insólito.

¿Es buena idea consultar a las bases en Extremadura?

Extraordinaria, pero todo referéndum tiene que ser vinculante. Lo han hecho así por miedo a las presiones.

¿Pedro Escobar, de Extremadura, le ha pedido su opinión?

Y yo se la he dado. Mi opinión es que hay que preguntar: "A cambio de nuestro apoyo, ¿qué medidas?". ¡No qué puestos! A mis compañeros de Extremadura no les importa un puñetero puesto. Luego le doy a usted [Guillermo Fernández Vara] mi apoyo en la investidura e inmediatamente paso a la oposición. Y ahora negociamos cada ley, cada medida. Y si hay un caso de corrupción apoyo con los otros una moción de censura.

¿Exige alguna responsabilidad en la dirección federal por el 22-M?

Ya hace tres años presenté un documento, La refundación de IU, que planteaba la renovación escalonada de la dirección. Fue aceptado. Y ahí se ha quedado. Yo he hecho mis aportaciones a la refundación. Luego se nombró un responsable [Enrique Santiago] que elaboró un documento interesante. El problema es que se ha quedado en el papel. No se ha hecho.

¿Esperaba el derrumbe del PSOE?

Se veía venir. El drama es a quién han utilizado para castigar al PSOE [al PP]. Pero como decía Espartero: "Hágase la voluntad nacional". Aunque vaya voluntad nacional (se ríe).

La gente ha castigado los recortes y el Gobierno los justifica en que no había alternativa. ¿Qué opina?

Si un partido que se llama socialista dice eso, que cierre el chiringuito. Lo increíble es que [los de IU] somos los únicos que torpemente aún decimos que son de izquierdas.

¿Falta un proyecto europeo para que la alternativa económica de izquierdas sea creíble?

Hay que empezar por algún sitio, no podemos esperar a eso. Es cierto que eso hace falta, pero no podemos quedarnos esperando el milagro de Pentecostés. Lo primero es movilizar a la gente por causas inmediatas: salario mínimo de mil euros netos al mes, el 72% de la media de los seis países europeos que lo tienen más alto; ninguna pensión por debajo de este salario; progresividad en la reforma fiscal; persecución a muerte del fraude fiscal y de la economía sumergida; banca pública; lucha contra los paraísos fiscales... Dirá que son duras. Pero son totalmente constitucionales, no estoy pidiendo echarse al monte. Sé que no es fácil, que es arriesgado, pero así es la lucha. Lo que planteo es romper la baraja, romper el modelo. Eso sí, con la gente en la calle. Si no, imposible.


¿Cómo debe IU acercarse al 15-M?

Sin imponer, pero sin disfrazarnos. No somos apolíticos, somos comunistas. Respetamos el movimiento, pero tenemos derecho a que se debatan nuestras propuestas. Debemos decir: ‘Algunos de los puntos que ustedes defienden no son nuevos, los defendió IU en el Congreso hace trece años". No para dar lecciones, sino para aportar. Como militantes tenemos la obligación de estar en esa movida. El autor de la frase "somos apartidistas, no apolíticos" es un genio. Dio en la tecla. Hay un error en la Constitución al plantear que los canales de participación son los partidos. El ciudadano ha sido apartado y se ha caído en la partitocracia.

Y los partidos funcionan con escasa democracia interna...

Pero cuidado. Se suele acusar a los aparatos de imponer cuando a ningún militante se lo manipula si no está dispuesto a decir "beeeee". No se puede presionar a quien no se deja.

A su juicio, ¿Carme Chacón en el PSOE se ha dejado presionar?

Da la impresión. Pero ha sido la militancia asustada la que ha dicho: "Yo no quiero líos, resolvedlo por arriba". Eso es dejación de su libertad.

¿Falta liderazgo en el 15-M?

Habría que distinguir entre los indignados, Democracia Real Ya y otros movimientos. Lo que yo creo es que si el proyecto es estar permanentemente en las plazas, sucumbirá. ¿Cuáles son las salidas? Los programas. Sentadas, manifestaciones, visitas a fuerzas políticas con reclamaciones concretas. Deben ser menos genéricos. La izquierda ahora mismo está bullendo en muchos sitios, pero falta el gran hervor. Este 15-M, si va a lo concreto, puede ser el gran hervor.

¿Erró IU al presentar a Antonio Rodrigo Torrijos, imputado en el ‘caso Mercasevilla'?

Desde mi convicción de su inocencia, IU no puede hacer documentos para incumplirlos. Hay una cosa en política que se llama seriedad.

¿A qué reflexión le mueve el ‘Diccionario Biográfico Español'?

Hay historiadores de estampilla, que lo son porque alguien les pone un sello, nada más. Don Luis Suárez [autor de la hagiográfica entrada de Franco] es uno de ellos, y no el único. Hay falsificaciones que son una indignidad, una felonía.

Otro urbanismo (III)

Panorámica de Segovia
El urbanismo actual se propone ordenar un crecimiento sin final. Hace cincuenta años que se hizo la primera Ley del Suelo, pensada sobre todo para organizar nuevos desarrollos. Sus sucesoras no han variado en este aspecto de forma sustancial.
Se tiende a que los planes, aún los menos expansivos (los de reforma interior) se autofinancien; lo habitual es lograrlo creando nuevo tejido urbano. En la programación y estudio económico-financiero hay siempre un modelo basado en que el municipio crezca.
A poco que uno lo piense entiende que el crecimiento indefinido es inviable. En condiciones, que serían las deseables, de equilibrio demográfico, un municipio crece si los otros decrecen. Las entidades locales, estados en miniatura que hacen los planes, se obligan a competir, como los estados auténticos, en la subasta por atraer inversores: pueden dar facilidades a las industrias que se instalen en su territorio, servir de ciudad dormitorio a entidades mayores, pugnar con otras para convertirse en centros turísticos, o en ciudades con atractivo comercial...
En ocasiones están dispuestas a acoger industrias nocivas o peligrosas. Aunque una comunidad autónoma o el estado pueden obligarlas a soportar instalaciones poco atractivas en aras al interés general, son a veces las autoridades locales o un sector de la población quienes las buscan, como forma de revitalizar una localidad declinante. Se ha visto a algún alcalde ofrecerse para instalar en su término un cementerio nuclear.
¿Hay alguna alternativa de desarrollo urbano sin crecer a toda costa? La idea, ya tópica, de un desarrollo sostenible sólo se puede defender si se entiende por desarrollo algo distinto del crecimiento vegetativo: desarrollo humano.
El término humanización se emplea ya para referirse a la reforma en los espacios públicos que da prioridad a las personas frente a las facilidades al tráfico. Casi siempre el cambio se limita a peatonalizar calles, ensanchar aceras... y exportar la incomodidad a otras zonas. Pero si se quiere humanizar de verdad, hay que plantearse en serio limitar el uso privado de vehículos.
Esto pide simultanear la humanización con alternativas de transporte eficaces y a la vez atractivas. Para recorridos largos, transporte público con una red suficiente y jerarquizada (trenes, metros ligeros, autobuses, taxis, por este orden). Para los cortos, fomento de la bicicleta. Pero ante todo hay que hacer agradable andar. En esto plazas, parques y jardines jugarán un papel primordial.
Así sería la ciudad deseable. Habría una red de transporte jerarquizada, basada en vehículos no privados. Otra red peatonal, bien diferenciada de la anterior, incluiría no sólo vías de circulación, sino también plazas, parques, jardines. Los edificios públicos (sanitarios, asistenciales, educativos, recreativos...) se repartirían con racionalidad, esto es, cerca de sus usuarios, jerarquizados en función del número de habitantes a los que sirviesen (dotaciones de toda la ciudad, de distrito, de barrio...). Así no habría población desatendida.
Las viviendas se construirían en función de las verdaderas necesidades de la población, nunca de la capacidad de compra especulativa. Son bienes de uso, no una forma de invertir. Se limitaría su número y tasaría su precio, con preferencia para la vivienda  pública, en venta o renta limitada, castigándose ejemplarmente los abusos.
La planificación urbana ha de contar con suelo industrial, pero siempre en función de necesidades reales, no de expectativas exageradas. En un futuro no remoto se ha de racionalizar la producción, adaptándola al consumo cercano. La falta de energía encarecerá el transporte e irá eliminado el de larga distancia. Industrias y cultivos producirán para un entorno. La planificación regional cobrará nueva vida, recortando esta mala globalización, capaz hasta de traer fruta desde las antípodas.
El urbanismo utópico de otras épocas previó modelos semejantes. No hay por qué inventarlos. Sólo falta auténtico realismo. Y voluntad política.
Juan José Guirado
Diario de Ferrol
ant. 2007

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