Rarefacción de los metales: mañana, el “Peak
Everything”
Matthieu Auzanneau en The Oil Crash
Destaco algunos párrafos de este artículo, reseña a su vez de esta obra francesa de referencia sobre el tema:
Quel futur pour les métaux? (¿qué futuro para los metales?), EDP Sciences, 2010, 39E) de Philippe Bihouix y Benoit de Guillebon.
Destaco algunos párrafos de este artículo, reseña a su vez de esta obra francesa de referencia sobre el tema:
Quel futur pour les métaux? (¿qué futuro para los metales?), EDP Sciences, 2010, 39E) de Philippe Bihouix y Benoit de Guillebon.
¿Cuánta energía se empleó en hacer este socavón? kalipedia.com |
(...)
¿En qué están ligados el pico del petróleo y los picos de los metales?
Simplemente porque para cavar, las minas necesitan energía. Mucha
energía. Hoy, entre el 8 y el 10% de la energía primaria es consagrada a
la extracción y refinamiento de los recursos metálicos, especialmente
para el acero y el aluminio, indican Philippe Bihouix y Benoit de
Guillebon, los dos antiguos alumnos de la Escuela Central. Habéis
comprendido ya la ligera preocupación: como los minerales son cada vez
menos concentrados en metales, hará falta cada vez más energía para
extraerlos, ahora bien, las extracciones de las principales fuentes de
energía parecen también al borde del declive… Por supuesto, al contrario
que el petróleo, los metales pueden ser reciclados. Pero Bihouix y de
Guillebon subrayan que las soluciones están frecuentemente limitadas,
especialmente, una vez más, a causa de su coste energético.
Las energías renovables, en particular la eólica y la solar, son muy dependientes de metales raros para los cuales, el acceso podría convertirse en cada vez más incierto, con mayor razón si estas formas de energía deben ser desarrolladas masivamente. Por ejemplo: el disprosio y el neodimio, dos tierras raras producidas casi exclusivamente en China, la cual ha hecho saber que a partir de ahora sus yacimientos actuales están en declive. ¡Un coche híbrido contiene un kilogramo de neodimio, un aerogenerador casi una tonelada!
Las energías renovables, en particular la eólica y la solar, son muy dependientes de metales raros para los cuales, el acceso podría convertirse en cada vez más incierto, con mayor razón si estas formas de energía deben ser desarrolladas masivamente. Por ejemplo: el disprosio y el neodimio, dos tierras raras producidas casi exclusivamente en China, la cual ha hecho saber que a partir de ahora sus yacimientos actuales están en declive. ¡Un coche híbrido contiene un kilogramo de neodimio, un aerogenerador casi una tonelada!
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Hay más de un susto en este análisis. Podemos percibir una cierta cólera
con respecto de las promesas y de los efectos de anuncio de los
industriales y de los políticos en el transcurso de los últimos años: “No,
un vehículo, incluso eléctrico, nunca será limpio. No, un teléfono
móvil no es ecológico, incluso si su carcasa esté hecha de fibra de
bambú! Y quién puede creer que una eco-tasa de algunos euros sobre los
productos electrónicos compensa los daños medioambientales de su
fabricación!!”
La conclusión llama a un cambio de paradigma: “Ciertamente, uno puede esperar aún mucho de los avances técnicos y de las innovaciones. Pero para volver nuestras sociedades realmente sostenibles, al menos desde el punto de vista de nuestro consumo metálico, hará falta orientarlas seriamante hacia la economía de recursos a medio plazo, en lugar de buscar beneficios a corto plazo. Estamos todavía muy lejos de conseguirlo.
Para terminar, Bihouix y de Guillebon han colocado la siguiente cita, que señalan el pecado original de la ciencia económica, aquel es aún practicado y enseñado hoy en día: “Las reservas naturales son inagotables, porque si no nosotros no las obtendríamos gratuitamente. No pueden ser ni multiplicadas, ni agotadas, no son el objeto de las ciencias económicas.”- Jean-Baptiste Say , Cours d'économie politique practique , 1815.
La conclusión llama a un cambio de paradigma: “Ciertamente, uno puede esperar aún mucho de los avances técnicos y de las innovaciones. Pero para volver nuestras sociedades realmente sostenibles, al menos desde el punto de vista de nuestro consumo metálico, hará falta orientarlas seriamante hacia la economía de recursos a medio plazo, en lugar de buscar beneficios a corto plazo. Estamos todavía muy lejos de conseguirlo.
Para terminar, Bihouix y de Guillebon han colocado la siguiente cita, que señalan el pecado original de la ciencia económica, aquel es aún practicado y enseñado hoy en día: “Las reservas naturales son inagotables, porque si no nosotros no las obtendríamos gratuitamente. No pueden ser ni multiplicadas, ni agotadas, no son el objeto de las ciencias económicas.”- Jean-Baptiste Say , Cours d'économie politique practique , 1815.
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