-Ya se oyen palabras viejas
-Pues aguzad las orejas
Bueno es recordar
aquellas palabras viejas
que han de volver a sonar
Tras años de atronadora ofensiva ideológica liberal, tuvo que llegar una crisis formidable (y perdurable) para que vuelvan a sonar viejas palabras.
De mentes trasnochadas y sectarias era hablar de capitalismo, pues no había razón para nombrar así al curso natural de las cosas, al único modo de sociedad viable. Pero resulta que finalmente ese único modo parece crecientemente inviable.
Muchas orejas, y las mentes alojadas entre ellas, se cerraban si se hablaba de "capitalismo". Más dogmático aún era mentar sus contradicciones. Ciertamente las contradicciones y desequilibrios alteran cualquier sistema dinámico, máxime si es complejo. Pueden acabar por destruirlo.
Hora es de volver a analizar estas contradicciones. David Harvey desarrolla el tema en un importante libro. Merece la pena detenerse en ellas. Además de recoger las que ya señaló Marx como fundamentales, se detiene luego en aquellas, aceleradamente cambiantes, que el despliegue del capital ha agudizado. Finalmente considera las más peligrosas, que pueden destruir las bases mismas de la existencia humana.
Si la deriva del capitalismo nos puede destruir, habremos de ser decididamente anticapitalistas.
El libro, editado por el Instituto de Altos Estudios Nacionales del Ecuador, puede descargarse en archivo PDF. Recomiendo encarecidamente su lectura.
Dejo aquí, además del enlace, el índice, y un epílogo con diecisiete propuestas, muy razonables a mi entender. Para comprobar si lo son, dadles la vuelta y ponedlas en negativo: ¿qué clase de sociedad y de futuro se estaría proponiendo?
ÍNDICE
Prólogo. La crisis del capitalismo que toca ahora
Introducción. Sobre la contradicción
Primera parte. Las contradicciones fundamentales
Contradicción 1. Valor
de uso y valor de cambio
Contradicción 2. El
valor social del trabajo y su representación mediante el dinero
Contradicción 3. La
propiedad privada y el Estado capitalista
Contradicción 4. Apropiación
privada y riqueza común
Contradicción 5. Capital
y trabajo
Contradicción 6. ¿El
capital es una cosa o un proceso?
Contradicción 7. La
contradictoria unidad entre producción y realización
Segunda parte. Las contradicciones cambiantes
Contradicción
8.Tecnología, trabajo y disponibilidad humana
Contradicción 9.
Divisiones del trabajo
Contradicción 10.
Monopolio y competencia: centralización y descentralización
Contradicción 11.
Desarrollos geográficos desiguales y producción de espacio
Contradicción 12. Disparidades
de renta y riqueza
Contradicción 13.
Reproducción social
Contradicción 14.
Libertad y sometimiento
Tercera parte. Las contradicciones peligrosas
Contradicción 15. El
crecimiento exponencial y acumulativo sin fin
Contradicción 16. La
relación del capital con la naturaleza
Contradicción 17. La
rebelión de la naturaleza humana: la alienación universal
Conclusión. Perspectivas de un futuro feliz pero disputado: la promesa del humanismo
revolucionario
Epílogo. Ideas para la acción política
Bibliografía y otras lecturas
(...)
EPÍLOGO
IDEAS PARA LA ACCIÓN POLÍTICA
¿QUÉ NOS SUGIERE este análisis exhaustivo de las contradicciones del
capital para la acción política anticapitalista? Por supuesto, no puede
revelarnos exactamente qué hacer en medio de luchas enconadas y siempre
complicadas sobre tal o cual cuestión existentes sobre el terreno, pero sí nos
ayuda a señalar una dirección general para la lucha anticapitalista incluso simplemente por
que plantea y fortalece la opción de la política anticapitalista. Cuando los
encuestadores hacen su pregunta favorita, «¿Cree usted que el país avanza en la
dirección adecuada?», se presupone que la gente tiene alguna noción de cuál
debe ser la dirección adecuada. Entonces, los que creemos que el capital avanza
en la dirección equivocada ¿cuál es la dirección que consideramos correcta, y cómo
podríamos evaluar el progreso hacia la consecución de esos objetivos? ¿Y cómo
podríamos presentarlos como propuestas modestas y sensatas (que es lo que en
realidad son) en comparación con las formulaciones absurdas que se proponen
para aumentar los poderes del capital como respuesta a las necesidades
apremiantes de la humanidad? Aquí se representan algunas directrices (derivadas de las
diecisiete contradicciones) para encuadrar y, esperemos que también, animar a
la acción política. Deberíamos luchar por conseguir un mundo en el que:
1. La provisión directa para todas las personas de valores de uso
apropiados (vivienda, educación, seguridad alimentaria, etc.) tiene prioridad a su
provisión por medio de un sistema de mercado que maximiza las ganancias,
concentra los valores de cambio en unas pocas manos privadas y adjudica los bienes
sobre la base de la capacidad de pago.
2. Es preciso crear un medio de cambio que facilite la circulación de los
bienes y servicios, pero limite o excluya la posibilidad de que individuos privados acumulen dinero
como forma de poder social.
3. La oposición entre propiedad privada y poder del Estado se desplaza
tanto como sea posible por medio de regímenes de derechos sobre lo común
–haciendo especial hincapié en el conocimiento humano y la tierra como los
bienes comunes más cruciales que poseemos– cuya creación, gestión y protección queda en
manos de asambleas y asociaciones populares.
4. La apropiación de poder social por parte de personas privadas no solo se
inhibe por medio de barreras económicas y sociales, sino que se convierte en
algo muy mal visto universalmente y considerado una desviación patológica.
5. La oposición de clase entre capital y trabajo se disuelve por medio de
productores asociados que deciden libremente qué, cómo y cuándo producirán en
colaboración con otras asociaciones y con el objetivo de la satisfacción de las
necesidades sociales comunes.
6. La vida cotidiana se ralentiza –la locomoción será placentera y lenta–
para maximizar el tiempo dedicado a las actividades libres llevadas a cabo en
un entorno estable y bien cuidado, protegido de episodios espectaculares de
destrucción creativa.
7. Las poblaciones asociadas evalúan y se comunican sus necesidades
sociales mutuas para proporcionar el criterio de sus decisiones de producción (a corto plazo, las
consideraciones relativas a la realización dominan las decisiones relativas a
la producción).
8. Se crean nuevas tecnologías y formas organizativas que aligeran la carga
de todas las formas de trabajo social, eliminan distinciones innecesarias en
las divisiones técnicas del trabajo, liberan tiempo para actividades libres
individuales y colectivas y disminuyen la huella ecológica de las actividades humanas.
9. Las divisiones técnicas del trabajo se reducen por medio del uso de la
automatización, la robotización y la inteligencia artificial. Las divisiones
técnicas del trabajo residuales que se consideren esenciales se disocian lo máximo
posible de las divisiones sociales del trabajo. Las funciones de administrar,
liderar y dictar estrategias deben ser rotativas entre los individuos de toda
la población. Nos liberamos del gobierno de los expertos.
10. El monopolio y el poder centralizado sobre el uso de los medios de
producción es conferido a las asociaciones populares por medio de las cuales
las capacidades competitivas descentralizadas de los individuos y grupos
sociales se movilizan para producir diferenciaciones en las innovaciones
técnicas, sociales, culturales y de estilo de vida.
11. Existe la mayor diversificación posible en cuanto a las formas de vida
y de ser, las relaciones sociales y relaciones con la naturaleza, los hábitos
culturales y las creencias dentro de las asociaciones territoriales, comunas y
colectivos. Se haya garantizado el movimiento geográfico libre y sin restricciones pero
ordenado de los individuos dentro de los territorios y entre las comunas. Los
representantes de las asociaciones se reúnen con regularidad para evaluar,
planificar y llevar a cabo tareas comunes y para tratar los problemas comunes a
distintas escalas: biorregional, continental y global.
12. Son abolidas todas las desigualdades en la provisión material, excepto las
implícitas en el principio de «a cada uno de acuerdo con sus necesidades y de cada uno de acuerdo
con sus capacidades».
13. La distinción entre el trabajo necesario hecho para personas distantes
y el trabajo llevado a cabo para la reproducción de uno mismo, el entorno
doméstico y la comuna se desdibuja gradualmente, de forma que el trabajo social
se integra en el trabajo doméstico y comunal, y ambos se convierten en la forma
principal de trabajo social no alienante y no monetizado.
14. Todas las personas deberán tener el mismo derecho a la educación, la
atención sanitaria, la vivienda, la seguridad alimentaria, los bienes básicos y
al acceso abierto al transporte con el fin de asegurar la base material para no
encontrarse en situación de necesidad y gozar de libertad de acción y
movimiento.
15. La economía converge hacia el crecimiento cero (aunque con margen para
desarrollos geográficos desiguales) en un mundo en el que el desarrollo mayor posible de las
capacidades y las potencialidades humanas individuales y colectivas y la
búsqueda continua de la novedad prevalecen como normas sociales que desplazan la
manía del crecimiento exponencial sin fin.
16. La apropiación y la producción de las energías naturales para las
necesidades humanas debe acelerarse, pero con la máxima consideración hacia la
protección de los ecosistemas, prestando la máxima atención al reciclaje de los
nutrientes, la energía y la materia física en sus lugares de procedencia y con
un grandioso sentido de reencantamiento con la belleza del mundo natural, del
que somos parte y al que podemos contribuir, y contribuimos con nuestros
trabajos.
17. Los seres humanos no alienados y las personas creativas no alienadas
emergen equipadas con un sentido nuevo y con plena confianza en sí mismos y en
la colectividad. Como resultado de la experiencia de las relaciones sociales
íntimas y contraídas libremente y de la empatía con las diferentes formas de
vida y producción, emergerá un mundo donde todos estén considerados igualmente
merecedores de dignidad y respeto, incluso si surgen conflictos sobre la
definición apropiada del buen vivir. Este mundo social evolucionará
continuamente por medio de las revoluciones permanentes y en marcha de las capacidades y potencialidades humanas. La búsqueda perpetua de la novedad continua.
Ninguna de estas directrices, huelga decirlo, trasciende o sustituye la
importancia de librar la guerra contra el resto de formas de discriminación,
opresión y represión violenta presentes sistémicamente en el capitalismo. Por
la misma razón, ninguna de estas otras luchas debería trascender o sustituir a
la guerra contra el capital y sus contradicciones. Evidentemente, se necesitan
alianzas de intereses.
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