miércoles, 26 de marzo de 2025

¿Quién manipula a estos peleles para que se den un tiro en el pie?

Una vez más hallo en arrezafe lo que echo de menos en los medios hegemónicos de desinformación.

Michael von der Schulenburg es un miembro alemán del Parlamento Europeo que trabajó como diplomático de la ONU durante 34 años, ocupando cargos como el de Secretario General Adjunto del Departamento de Asuntos Políticos y de Consolidación de la Paz de la ONU.

Entrevistado sobre la guerra en Ucrania por el politólogo noruego Glenn Diesen, su argumentación derriba lugares comunes que quieren hacer pasar por realidades indudables.

Porque ya hubo un principio de acuerdo para terminar la guerra, frustrado por las potencias anglosajonas, bastante desligadas del interés por Europa.

Porque es muy poco probable que Rusia quiera meterse en otro berenjenal, atacando a países occidentales, y con ellos a la OTAN. No es "espacio vital" lo que Rusia necesita por el Oeste, cuando tiene hacia el Este un inmenso territorio. Lo que necesita es la seguridad de que la priva tener a su capital a un tiro de piedra de misiles con carga nuclear.

Cuando encima está muy claro que el gasto militar de nuestra Europa supera con mucho el de esas potencias consideradas "agresivas".

Los que pretenden alargar la agonía del pueblo ucraniano no la sufren ni ellos ni sus hijos. Pero su concepción de la economía coincide sospechosamente con la de los fondos especulativos que ven en el armamento su bálsamo de Fierabrás, tirando de la industria militar cuando la demanda saturada de bienes de consumo no puede estirar la oferta.

Europa no puede confiar más (nunca debió hacerlo) en el "amigo americano", que pasa a ser su tercer enemigo real, después de los oficiales, Rusia y China, a los que seguirán probablemente los demás países BRICS.

Un acuerdo multipolar para la distensión en las fronteras sería mucho más provechoso para todos, aunque no para el lobby militar-industrial.

Ahora nos inoculan miedo: hay que acaparar comida y bienes de primera necesidad como para una situación de guerra; guerra más bien dirigida a la propia población, a la que hay que meter en cintura por si acaso.

El gobierno de España pasa por el aro, temiendo que quedemos desamparados ante un enemigo potencial, el único objetivamente real en un horizonte temporal previsible, que no está precisamente lejos en el Este, sino cerca y al Sur, y que es un aliado objetivo de los EEUU e Israel...

"Tú no piensas como yo, pero tus hijos me pertenecen". Adolf Hitler
























La caída de la UE

Guerra por delegación

Declive económico

Michael von der Schulenburg

Te diré que estar en el Parlamento Europeo me resulta muy difícil, más difícil que en algunos países en guerra. Por el lenguaje que se utiliza en él, el odio, las incesantes resoluciones que se aprueban... Hay gente que, en efecto, está muy bien pagada y que votan resoluciones para que la guerra continúe, porque no tienen hijos en ella, ni una hija violada, ni pierden sus casas, ni tienen que convertirse en refugiados. Siguen recibiendo sus sueldos, incluso aumentados para no padecer la inflación causada por la guerra.

Y aquí, en el parlamento europeo, seguimos insistiendo en que la guerra debe seguir, sabiendo muy bien que el precio de la misma lo pagan otras personas, principalmente los ucranianos, especialmente ahora que la guerra toca a su fin. Porque, como sabes, es en los últimos meses de la contienda cuando el país vencido pierde la mitad de todos los soldados, en los últimos cuatro o cinco meses, porque debido a la desintegración tienen que abandonar las posiciones defensivas y demás. Hay diversas razones para ello, pero las matanzas, las verdaderas matanzas de soldados, tienen lugar al final. Y es lo que está ocurriendo en Ucrania, en una guerra que ya no puede ganar. Y aún así, seguimos enviando armas y afirmando que pueden ganar. Es realmente espantoso. Así pues, creo que estamos haciendo algo extremadamente inmoral al apoyar, lo que llamamos “apoyar”, a Ucrania.

Esta idea de no hablar con los rusos, ni tan siquiera sentarnos con ellos, cuando cientos de miles de jóvenes están siendo masacrados en el campo de batalla y, de alguna manera, pensar que esta es una postura ética... Incluso con el argumento de que hay que enviar armas a Ucrania para que se defienda, estás obligado por la Carta de la ONU a negociar al mismo tiempo. Eso es lo que todos acordamos en la Carta de la ONU, 193 países estuvieron de acuerdo con esto. Pero los europeos piensan que eso no va con ellos, así que no hay negociaciones. Acabo de leer, no sé... algo así como 10 resoluciones sobre Ucrania, sobre el rearme y todo lo demás. Pues bien, la palabra diplomacia no figura en ninguna, y algunas de las resoluciones tienen 18 páginas, todas llenas de odio, eso sí. ¿Negociaciones, diálogo? No, ni siquiera en la última cumbre. ¿Sabes lo que decidieron allí? Lo llaman la no declaración. Y sabes, hacen muchas peticiones, pero ni siquiera dicen a quién están dirigidas. Es decir, ¿a quién? ¿A los americanos? ¿A los rusos? ¿A los ucranianos?... ¿A quién? Simplemente formulan estas peticiones, pero ni una palabra sobre ningún plan de paz, sobre ninguna negociación, ningún intento de apertura, nada en absoluto.

¿Y sabes?, al mismo tiempo somos los perdedores. Hay algo más que también me llama la atención. Las guerras son inmorales, pero no están basadas en la moral, sino siempre en ciertos intereses. Y yo pregunto una y otra vez: ¿Cuáles son nuestros intereses en esta guerra? ¿Por qué nos implicamos en ella? Quiero decir, ¿qué interés tenemos en las sanciones? ¿Qué interés en entrar en guerra con Rusia? ¿Qué interés en cortar nuestra comunicación con Asia, las vías marítimas y las terrestres? ¡No, nos interesa! Nuestra economía colapsará por ello, de hecho ya ha colapsado. No nos interesa. Entonces ¿por qué no procuramos encontrar una solución? Y esto es particularmente importante respecto a la guerra de Ucrania, porque la Unión Europea nunca jugó un papel de peso en dicho conflicto. Durante todo el período previo a la guerra decidió que no se debía negociar con Rusia, obviando su preocupación por la seguridad que finalmente la llevó a la guerra. La UE no dijo nada cuando el Reino Unido y Estados Unidos decidieron sabotear el acuerdo de paz que rusos y ucranianos negociaron en Estambul, decisión sobre la que a la UE nunca se le consultó. Todo lo que hacemos es pagar la factura. De modo que, no lo comprendo. Quiero decir, no comprendo este comportamiento, es completamente irracional, completamente irracional. Se dice que en las guerras el que rechaza la realidad siempre será atrapado por ella. Y eso es lo que nos pasará a nosotros. Por supuesto, después de Ucrania, Europa será el gran perdedor. Internacionalmente, porque si te fijas, fruto de las últimas tres resoluciones, tenemos que: el enemigo número uno es Rusia, el enemigo número dos es China, y el enemigo número tres es ahora Estados Unidos, a los que hay que añadir otro enemigo, que es el conjunto de los países BRICS.

Estamos completamente locos, somos enemigos del mundo entero y creemos estar moralmente por encima de todos. Creo que es el suicidio de Europa, estamos suicidándonos lentamente. Piensa que una familia ucraniana normalmente tiene un hijo. Este hijo va a la guerra y no regresa, o vuelve sin piernas, o ciego, o está tan traumatizado que ya no puede llevar una vida normal. O gente que no recibe un salario todos los meses, que carecen de electricidad, que no tienen calefacción... Sus vidas están completamente quebradas. O sea, esta gente quiere la paz más que nadie. Y ahí tenemos a Zelenski, que probablemente nunca está en Ucrania, ya que siempre está en algún lugar de Europa, creyendo que puede continuar la guerra.

lunes, 24 de marzo de 2025

El cante de Jerez

Hace hoy un mes, el 24 de febrero, el programa Nuestro Flamenco estuvo dedicado a un disco digno de mención, Nueva frontera del cante de Jerez 2008. En él se pudo oír a jóvenes cantaores jerezanos en el más puro estilo de los barrios gitanos de San Miguel y Santiago.

Cuando escucho grabaciones flamencas muy antiguas tengo la sensación de que las restauraciones que las actualizan tienen algún fallo. Las voces me suenan demasiado agudas y rápidas, y suelo preferir recreaciones más recientes que dicen respetar los viejos estilos. Aunque ciertamente nunca evitaremos ver (también oír) el pasado con nuestros ojos del presente.

Cambian los gustos. Recordemos cómo Lorca evocaba que "Juan Breva tenía / cuerpo de gigante / y voz de niña". Chacón o Pepe Marchena suenan ahora demasiado agudos (no descarto que me influya la pérdida de calidad auditiva). Prefiero voces más recias que sonaron después, como las de Mairena, Menese, Morente o El Cabrero. Por la misma razón, entre las femeninas citaría a La Paquera.

No quiero ser categórico: no todo el flamenco es meditación profunda y paso lento, hay mucho espacio para la alegría y la informalidad. Pasa con las bulerías, como las que cerraron la sesión.

Esta fue la programación; facilito el minutado:

-54:17, Ezequiel Benítez, soleá por bulerías.

-47:24, Antonio Peña Carpio "El Tolo", seguiriyas.

-40:57, Manuel Carpio Heredia "Juanillorro", tangos al modo de Tío Borrico.

-35:50, José Carpio Fernández "Mijita", soleares.

-27:38, David Carpio, taranto.

-22:25, Jesús Méndez, fandangos.

-18:40, Ezequiel Benítez, malagueña de Chacón.

-15:14, Fiesta por Bulerías, con la intervención de Juanillorro, El Quini, Manuel de la Fragua, Jesús Méndez, Moneíto, El Tolo, David Carpio, Ezequiel Benítez, José Carpio "Mijita" y Luis el de Pacote.

En el remate festivo de la bulería cabe todo, desde el cuplé a la frase ocurrente o con intención. Aquí encuentro dos detalles graciosos que anoto:

En el cielo manda Dios
y en la Plazuela los gitanos
y en el (...) y en Rota
mandan los americanos

Viva la media naranja
viva la naranja entera
viva mi padre (...)
viva mi madre Manuela

(En la versión que yo recuerdo terminaba: "vivan los guardias civiles / que van por la carretera"...)

Pero eso sería pedir demasiado.

 

sábado, 22 de marzo de 2025

Un muerto muy vivo

El catorce de marzo se cumplieron 142 años de la muerte de Marx. Los medios habituales no lo recordaron, pero Fernando Verduzco hizo un breve resumen de sus aportaciones, más actuales hoy si cabe que cuando fueron formuladas.

Aunque hayan querido sepultarlas en el olvido (para que las ignoren los perjudicados por el sistema), han penetrado como evidencias en la mente de sus mayores enemigos. "Hay una guerra de clases y la estamos ganando los ricos", ha dicho sin cortarse un pelo Warren Buffet.

Por lo menos desde Aristóteles somos animales sociales, y desde Cicerón la Historia es maestra de la vida, pero es obra de Marx poner ambas cosas en relación directa con los sucesivos modos de producción y todo ello con las formas de pensamiento y las prácticas correspondientes de cada época y lugar.

Sobre todo dejó claro que, aunque el ser determina la conciencia, en los seres pensantes es inseparable de ella, que modifica a su vez el ser, manifestándose a través de la praxis como acción consciente.

"Histórico" y "dialéctico" son los adjetivos que se utilizan corrientemente para caracterizar el materialismo de Marx. Ambos ponen de relieve dos características que lo separan de lo que vulgarmente se conoce como "materialismo", contrapuesto a lo que de modo igualmente tosco se considera "idealismo".

Para entender el origen de esta interpretación habría que remontarse, por lo menos, a Platón y la forma en que se ha contado, por razones históricas, el mito de la caverna.

En ningún momento de la Historia ha sido tan fácil como hoy dar a ese pasaje otra interpretación. Lo que nos dejan ver, atados a una falsificada interpretación del mundo, no son ya las sombras proyectadas de la realidad, sino las luces de las pantallas. A mi modo de ver, que es inseparable de mi tiempo y de mi experiencia, lo que quiso mostrar Platón no fue la realidad suprema de un fantasmagórico "mundo de las ideas", sino al contrario, iluminar con ellas las sombras de la manipulación.

Fueron las religiones las que separaron materia y espíritu, y el cristianismo triunfante hizo su interpretación de la filosofía griega a través del neoplatonismo, consolidando la idea del ser humano como un compuesto de cuerpo mortal y alma inmortal. Incluso el racionalista Descartes tuvo que buscar, no sabemos si de grado o por un lúcido temor a ser considerado hereje, un punto de apoyo físico en la silla turca para sentar en ella el alma de la que carecían los demás animales. Era la forma de trascender su concepción mecanicista de la naturaleza, haciéndola compatible con una religión a la que no pudo enfrentarse.

Fue Spinoza quien con su famosa frase "Deus sive Natura" realizó la primera fusión de los campos material e ideal. Y lo que hizo en realidad era mostrar las dos caras de la misma moneda: la materia inerte como algo inseparable de la actividad, el pensamiento como motor y al tiempo resultado de la acción, el alma como manifestación del cuerpo vivo.

Al carácter histórico de las interpretaciones del mundo añade Marx esta dialéctica, que antes incluso de Hegel barruntaba el filósofo sefardí. La dialéctica marxista se aplica al ser individual, pero de modo importantísimo al ser social, porque el individuo es conformado por el conjunto de relaciones que establece con los demás y con la naturaleza, a la par que influye en la transformación de esta y en la conformación de las sociedades. 

El materialismo filosófico se opone a la concepción dual de la filosofía idealista de raíz religiosa y emerge como un monismo abarcador, muy diferente de la concepción peyorativa que se adjudica vulgarmente a la palabra "materialista".

La sentencia "el ser determina la conciencia", interpretada en un sentido absoluto, está lejos de su interpretación dialéctica. Sería un determinismo negador de cualquier intento de que la conciencia pudiera cambiar la realidad. Los propios autores de la frase se encargaron de refutar esta interpretación, tanto puntualizándola como desde su propia conducta práctica.

A partir de su concepción del mundo material, del papel transformador de la conducta y del carácter social de las relaciones humanas se abría la posibilidad de concebir otra sociedad y luchar por ella. La lucha de clases, motor permanente en la historia de las relaciones humanas, era desenmascarada y solo quedaba ser consecuente y tomar partido.

Tal es la Filosofía de la Praxis que muestra un camino, difícil pero posible, para superar el capitalismo, la posible fase final preocupante de la Historia, y no precisamente como la entendió Francis Fukuyama. Aunque este autor, vistas las consecuencias, haya modificado después sus precipitadas afirmaciones, como declaró en 2018 en una entrevista para New Statesman:

«Este período extendido, que comenzó con Reagan y Thatcher, en el que se estableció un cierto conjunto de ideas sobre los beneficios de los mercados no regulados, en muchos sentidos tuvo un efecto desastroso».

Fukuyama también expuso que aunque la democracia representativa moderna «proporciona paz y prosperidad», él aseguró que «la gente quiere más que eso». Asimismo, señaló que las distintas variedades de este sistema político «ni siquiera tratan de definir lo que es una buena vida, sino que la dejan en manos de individuos que se sienten alienados». De igual manera, afirmó que «ciertas cosas que dijo Karl Marx están resultando ser ciertas».


FILOSOFÍA MARXISTA: UN MUERTO QUE NO PARA DE NACER

En el aniversario de su fallecimiento, comparto una síntesis de las cinco principales ideas de antropología filosófica que son base de toda la producción teórica de Karl Marx:

1. Ser social: Marx consideraba que los seres humanos son fundamentalmente seres sociales, es decir, que nuestra existencia y desarrollo están inseparablemente ligados a la sociedad y las relaciones con los demás: la cooperación es uno de los signos distintivos de nuestra especie.

2. Ser histórico: Marx sostenía que los seres humanos somos seres históricos, es decir, que nuestra existencia y conciencia están condicionadas por la historia y las circunstancias sociales y económicas en las que vivimos, que configuran relaciones de poder en las que estamos inmersos y de las que somos producto.

3. Ser productivo: Marx consideraba que la producción y el trabajo son esenciales para la existencia humana. Los seres humanos producimos y transformamos la naturaleza para satisfacer nuestras necesidades y deseos, con la capacidad distintiva de poder proyectarnos en ella.

4. Conciencia y praxis: Marx sostenía que la conciencia humana no es solo una reflexión de la realidad, sino que también es una fuerza activa que puede transformarla. La praxis, o la acción consciente, es esencial para el desarrollo humano autónomo.

5. Alienación y emancipación: Marx consideraba que, bajo el capitalismo, los seres humanos estamos alienados/enajenados, es decir, estamos separados de nuestra verdadera naturaleza y potencial. La emancipación, o la liberación de la alienación, es posible a través de la revolución y la creación de una sociedad comunista.

Si actualizamos su pensamiento integrándolo a los avances actuales en los distintos campos de las ciencias, se comprueba la vigencia de sus tesis principales que, en general y con obvios matices históricos, continúan vigentes.

Su método dialéctico basado en el análisis concreto de la situación concreta permitió, como decía Engels, que Marx haya logrado aquello que tanto admiraba en su maestro Hegel: "ser la mente más universal de su tiempo". Ese, es también nuestro desafío.

miércoles, 19 de marzo de 2025

¡Todo patas arriba! Y esto explica por qué (4)

“Si quieres paz, prepárate para la paz, no para la guerra”. Este consejo de Federico Mayor Zaragoza que nos recordaba no hace mucho Enrique Santiago se contraponía a las falsas soluciones bélicas que una vez más resurgen con fuerza. La verdadera seguridad debe consistir en garantizar para todos alimentación, educación y atención sanitaria, y con más urgencia aún proteger la vida en el planeta.

La esperanza era que los avances tecnológicos posibilitaban esa seguridad, pero ahora vemos que la tecnología no nos salvará si no tomamos otras medidas, y no parece que los dueños del mundo vayan en esa dirección. Antonio Turiel desvela el fracaso de la "sostenibilidad verde" y explica la actual respuesta militar a los problemas, que solo se propone la rapiña de bienes cada vez más escasos:

Llegarán a decir, estoy seguro, de que todo esto es culpa nuestraPorque, por desgracia, es más que previsible que, en una Europa dominada por el discurso del populismo, se aprovechará el fracaso de las políticas verdes (en realidad, industrialistas) para decir que el Cambio Climático y el resto de problemas ambientales son falsos, y fruto de una conspiración de izquierdosos camuflados. Cuando, por desgracia, la crisis ambiental no solo es real, sino que está llegando a un estado crítico.

Vendrá entonces el llanto y el rechinar de dientes. Y nos tocará a todos los que estamos intentando concienciar de los problemas ambientales hacer nuestro descenso al infierno social. Malos tiempos para la lucha contra el Cambio Climático, algo que sinceramente me desazona, viendo la gravedad de la situación actual, viendo cómo podemos descender a un infierno literal por culpa de la codicia y el ego de unos pocos"Abandonad toda esperanza, los que entréis aquí".

Se cierra el paréntesis de la energía barata que facilitaba la actual civilización industrial y el capitalismo expansivo. En la contracción que se echa encima los que pueden hacerlo se reservan para sí el futuro.








Abandonad toda esperanza

Antonio Turiel
10 de marzo de 2025

Queridos lectores:

Durante los últimas semanas, se han producido cambios de gran calado en el mundo, sobre todo a raíz de la llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos. Desde su toma de posesión, el Sr. Trump se ha lanzado a una frenética actividad de firma de decretos que ponen patas arriba todo el estado norteamericano y por ende el mundo entero. Las medidas más impactantes han sido el despido masivo de trabajadores públicos en numerosas agencias estatales dando igual la importancia de la tarea que estuvieran desarrollando, la salida de los EE.UU. de organizaciones como la OMS o tratados internacionales como el Tratado de París, la fuerte disminución de la ayuda internacional americana y la aplicación de aranceles a la práctica mayoría de las naciones con las que los EE.UU. tienen actividad comercial.

Entre las múltiples áreas afectadas, están todas las relacionadas con la transición renovable. Particularmente, el Sr. Trump no tiene absolutamente ninguna fe en la capacidad de la Renovable Eléctrica Industrial (REI) para mantener la competitividad de la economía americana, y por el contrario se ha decidido a extraer todo el combustible fósil extraíble, y quemar todo lo quemable. En paralelo, la fuerte reducción de personal decidida para la NASA y la NOAA garantizan una pérdida de la capacidad de los EE.UU. no solo para seguir estudiando e intentar disminuir el impacto del Cambio Climático, sino que hasta su capacidad para hacer previsión meteorológica a corto plazo se va a ver afectada.

Hay una cierta tendencia a decir que el Sr. Trump es un loco o un extremista, y que no entiende lo que está haciendo; más aún, que todo lo que está haciendo acabará volviéndosele en contra. Por el contrario, yo creo que Donald Trump entiende bastante bien lo que hace y, peor aún, aunque sea inmoral sus acciones tienen una lógica que pueden proporcionarle un beneficio a corto plazo (aunque a largo plazo nos condene a todos).

Ya hemos hablado aquí con frecuencia de por qué el modelo REI no funciona, al menos no a la escala que se pretende implantar. Yo no creo que Donald Trump haya hecho un análisis tan detallado, pero seguro que sabe --porque es muy evidente-- que la producción de energía renovable no es económicamente competitiva, ni probablemente lo será nunca, con respecto a los combustibles fósiles. Pero los miembros de la administración Trump no son unos ceporros que no sean conscientes de lo que implica la quema de combustibles fósiles; por ejemplo, el propio Elon Musk afirmaba en 2016 que "el Cambio Climático es el mayor riesgo que afronta la Humanidad en este siglo". Entonces, ¿cómo puede ser que Musk esté ahora aceptando que se recorten los subsidios a la instalación de nuevos puntos de carga, lo que va en contra de los intereses de su empresa Tesla? La clave es simple: a estas alturas, ya saben que no hay futuro en el REI. El REI fue una apuesta por una revolución tecnológica pero ha resultado fallida. Y el nuevo gobierno de los EE.UU. está pasando página. El propio Musk está pasando página: sabe que Tesla será una compañía de vehículos para ricos con una producción limitada. Del mismo modo que saben que en un futuro nada lejano la mayoría de la población no poseerá coche propio...

Pero eso no quiere decir que el gobierno de los EE.UU. no se dé cuenta de que el Cambio Climático es un riesgo existencial. Su apuesta, al final, es muy sencilla. Los EE.UU. tienen una cantidad considerable de recursos en su propio territorio, y una población seriamente amenazada por la pobreza: aunque la estadística oficial dice que solo el 11% de los estadounidenses viven por debajo de la línea de la pobreza, alrededor del 40% no pueden hacer frente a un gasto imprevisto. El gran problema para una gran parte de la población con poca o nula cualificación es la deslocalización de las fábricas que se viene verificando en las últimas décadas. Ergo, lo que interesa es relocalizar la producción. Para ello, EE.UU. se ha embarcado en un proceso de poco disimulado de desmantelamiento del sistema de comercio mundial, imponiendo aranceles de manera masiva. De esa manera, consigue que las fábricas vuelvan a los EE.UU. y consigue un empobrecimiento generalizado de todo el mundo (también en su país al principio), con lo que las emisiones globales de CO2 disminuyen. EE.UU. contaminará más, pero los demás contaminarán menos, y al final compensarán por los excesos del país del dólar. Hasta los recortes masivos del gasto estatal tienen perfecto sentido en este plan: al fin y al cabo, la apuesta energética de los EE.UU. implica explotar fuentes con baja Tasa de Retorno Energético (TRE), y por tanto en la situación de la tercera de mis famosas tres preguntas. Solo sacrificando partes del Estado del Bienestar se pueden explotar estas fuentes, cosa que en Argentina están experimentando con intensidad (lo cual será tema de un próximo post).

Hay, por supuesto, numerosas objeciones no solo morales sino también técnicas a este plan, y es dudoso que pueda funcionar en el largo plazo por las cuestiones que se han discutido a lo largo y ancho de esta bitácora --mayormente, la creciente escasez de recursos y particularmente de los combustibles fósiles--. Pero no se puede negar que el plan tiene su lógica, e inclusive es probable que en el corto plazo pueda surtir los resultados deseados por sus promotores. El mensaje del "Make America Great Again" vendría por tanto a ser: "Dado que no se va a poder implantar el REI, que al menos nosotros podamos prosperar (por un tiempo) mientras vosotros os sumís en la miseria".

Quien ha quedado muy mal colocada en este nuevo escenario es la UE. Sin recursos, con una población avejentada y con una desindustrialización galopante, Europa se enfrenta a una nueva situación en la que el "amigo americano" nos ha dicho que nos apañemos por nuestra cuenta y que cada palo aguante su vela (de paso, que si queremos defender Ucrania, que nos encarguemos nosotros solitos). Da toda la impresión de que EE.UU. está soltando lastre con Europa. A fin de cuentas, es lógico: Europa no tiene recursos que aportar, y sí que tiene un gran nivel de consumo que a los EE.UU. no le reporta ningún beneficio. Así que para los EE.UU., de una manera cínica, lo mejor es dejar que Europa se vaya empobreciendo.

Delante de este panorama, y con la crítica situación industrial de Alemania (caída del 20% de la industria de 2020 a 2024, después de haber caído un 20% desde principios de siglo hasta 2020), a la UE no le ha quedado más remedio que reaccionar a la desesperada para intentar recuperar competitividad. En enero se aprobó la denominada "Brújula de la Competitividad", que teóricamente mantiene la descarbonización en el centro de las políticas, pero que al tiempo apuesta por la "simplificación administrativa" para facilitar la competitividad económica. Ya después de las elecciones de Alemania (con el miedo de ayudar a la ultraderecha si la reculada en el frente renovable se evidenciaba antes de tiempo), la nueva regulación Ómnibus --en particular la simplificación administrativa-- conlleva una reducción de la exigencia en materia ambiental y de respeto a los derechos humanos. Se anuncian también moratorias para el destierro final de los coches con motor de combustión interna, mientras las compañías europeas siguen manteniendo el coche eléctrico en el congelador y algunas, como Stellantis, apuestan para simplificarse (eliminando marcas) para sobrevivir.

Europa está desubicada, hace ya tiempo que lo está, pero el mundo no va a esperar a que la UE reevalúe su posición en el mundo y decida la nueva dirección que quiera tomar. Los grandes fondos de inversión se están retirando aceleradamente de la inversión verde, y hasta el fondo Kanou Capital LLP, que hace un año promovía inversiones 100% verdes, considera que el mercado está muerto "por ahora". Éstos y otros indicios indican que estamos llegando al final de la primera burbuja renovable, es decir, al final de la apuesta por el REI. Mientras se mantengan los fondos NextGeneration seguirán tirando adelante algunos proyectos, y de tanto en tanto veremos planes de rescate encubiertos (como los 1.200 millones de euros anunciados por el presidente Pedro Sánchez para el cada vez más arrinconado hidrógeno verde), pero cada vez habrá menos fuelle. Ciertamente nunca se reconocerá que el REI fue un fracaso, pero progresivamente se irá hablando menos de él, poniendo de vez en cuando excusas de acuerdo con la coyuntura para justificar por qué no acaba de tomar impulso, hasta que por fin dentro de 5 ó 10 años se reconocerá por primera vez que no era viable --no a la escala que se pretendía.

No espero que los (no tan numerosos pero sí bastante ruidosos) adalides del industrialismo reconozcan jamás que se equivocaron. No espero que aquellos que defendieron y promovieron desde instancias públicas la falacia del Green New Deal asuman la responsabilidad por los dineros públicos malgastados y, sobre todo, por el coste de oportunidad de poner tanto empeño en un camino errado, destructivo y colonizador. Sé que durante un tiempo negarán que esto está pasando, que el Green New Deal se va por el desagüe de la historia, que los macroparques renovables no valen para nada, que el REI ha muerto, que no habrá ni coches eléctricos a mansalva ni hidrógeno verde hasta en la sopa; y cuanto más evidente sea el final de esta burbuja, más lo negarán. En su crispada exasperación, espero que más que nunca nos señalen a aquéllos que alertamos de todas las contradicciones técnicas de estos proyectos, que nos acusen a los que pusimos sobre la mesa su inviabilidad energética, económica y ecológica. Llegarán a decir, estoy seguro, de que todo esto es culpa nuestra. Cualquier cosa antes de aceptar que en realidad ha sido ellos y solo ellos la causa de este fracaso estrepitoso, cuya onda expansiva va a perjudicar al ambientalismo durante muchos años. Porque, por desgracia, es más que previsible que, en una Europa dominada por el discurso del populismo, se aprovechará el fracaso de estas políticas verdes (en realidad, industrialistas) para decir que el Cambio Climático y el resto de problemas ambientales son falsos, y fruto de una conspiración de izquierdosos camuflados. Cuando, por desgracia, la crisis ambiental no solo es real, sino que está llegando a un estado crítico.

Vendrá entonces el llanto y el rechinar de dientes. Y nos tocará a todos los que estamos intentando concienciar de los problemas ambientales hacer nuestro descenso al infierno social. Malos tiempos para la lucha contra el Cambio Climático, algo que sinceramente me desazona, viendo la gravedad de la situación actual, viendo cómo podemos descender a un infierno literal por culpa de la codicia y el ego de unos pocos. "Abandonad toda esperanza, los que entréis aquí".

Mientras tanto, la rueda de la Historia sigue dando vueltas, ajena a nuestras pequeñas y mezquinas disputas. La reunión entre Trump y Putin para discutir el final de la guerra en Ucrania (sin contar con la propia Ucrania, no digamos ya con la UE) ha dejado claro que entramos en una nueva fase del declive de nuestra civilización, que estamos ya en los primeros compases de la partida final del descenso energético. Mientras que en América Latina y partes de África se empieza a hacer evidente que falta diésel (espero sacar pronto la última edición de nuestra serie "El pico del diésel") y los apagones se multiplican, EE.UU. y Rusia se están repartiendo sus áreas de influencia en un mundo donde habrá menos recursos y solo unos pocos actores tendrán acceso a ellos.

¿Dónde deja eso a Europa? En realidad, en una exclusión que muchos otros países llevan décadas sufriendo pero que la engreída Europa cree no merecer. Delante de estos retos, la respuesta de la UE es una absurda y autodestructiva militarización, blandiendo la amenaza fantasma de una posible invasión rusa. Pero es éste un tema demasiado extenso y por eso lo discutiremos en el próximo post.

Salu2.

AMT 

martes, 18 de marzo de 2025

¡Todo patas arriba! La peor solución (3)

El presidente finlandés, Alexander Stubb, recibe al presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, antes de su reunión en el Palacio Presidencial. DPA vía Europa Press

Falacia armamentista: La UE dice temer el peligro ruso, pero su presupuesto militar triplica al de esta potencia venida a menos. Es sorprendente (o quizá no tanto) que tanta gente haya podido ser engañada y siga creyendo en "el peligro que viene del este", cuando en las últimas centurias las invasiones siempre han sido al revés y la Rusia actual tampoco está ya para aventuras imperialistas, carísimas y problemáticas.

Nadie con visión a medio plazo emprendería tales aventuras, en un mundo menguante, si no fuera para apoderarse de lo ajeno. La guerra es con mucho la mayor fuerza destructiva. Despilfarra recursos ya escasos y agrava el cambio climático que ya está aquí.

Cuando hay que repartir lo que no abunda hay dos posibilidades: racionarlo para que todos reciban algo o excluir del reparto a los más débiles. Si se resisten los eliminas y punto, porque los muertos no muerdenMientras el crecimiento es posible algo puede llegar a los más pobres sin que los más ricos dejen de ganar, pero hay claros límites. Aunque ya son innegables, la voracidad capitalista no los puede soportar.

El militarismo tiene entonces dos razones para imponerse. Por una parte, asegurar por la fuerza el acceso a recursos que poseen otros; por otra, invertir en una industria que no obedece a las leyes del mercado, porque no necesita, como otras, de una demanda sostenida para alimentar la oferta.

Incoherencia argumental:

Rusia, como dijo Churchill, sigue siendo “un acertijo envuelto en un misterio dentro de un enigma”. Tan misterioso que en 2022 Ursula von der Leyen aseguraba que el ejército ruso estaba tan hecho polvo que sacaba chips de los lavaplatos, y ahora, después de tres años de combates, dice que se ha convertido en un peligro tan grande para el continente que necesitamos 800.000 millones de euros para hacerle frente.

Militarización de los espíritus: verde, que te quiero verde...

...ningún grupo ha cambiado tanto en tan poco tiempo como los Verdes. Fundado como un partido contra la guerra, en los últimos años se han convertido en fervientes defensores del rearme y la militarización europea. De hecho, ante la propuesta de rearme de Von der Leyen, los Verdes argumentaron la "necesidad de inversiones urgentes en defensa" y aplaudieron que "por fin haya propuestas concretas". Unas declaraciones que son como la noche y el día si las comparamos con su manifiesto fundacional.

El relato y el negocio:

El pacifismo hoy se ve atrapado por una supuesta realpolitik incuestionable, que arrastra a gran parte de la izquierda al marco belicista, haciéndola tragar con todo lo que implica aceptar este relato. Pensar que el refuerzo de esta doctrina, de todo lo militar y securitario, no va a repercutir en otras esferas de la vida sí que es ser inocente. También lo es no cuestionar este negocio, cada vez más útil para los autoritarismos, que, en esta Europa, ni siquiera están ya fuera de sus fronteras. Tampoco es pecado preguntar quién sacará tajada, de qué exactamente y por qué siempre hay tanto dinero para armas y tan poco para reforzar servicios públicos y mejorar la vida de las personas.

Optimismo inversor y gasto militar:

La valoración prevista a futuro de una cesta de acciones de empresas de defensa en Europa ha subido mucho en las últimas semanas y ha igualado el PER medio de los fabricantes europeos de lujo, escribe Bloomberg citando datos de Goldman Sachs. Las acciones del fabricante alemán de tanques y municiones Rheinmetall AG casi han duplicado su precio desde principios de 2025. Esto ha provocado un aumento récord de la valoración prevista de las acciones de la empresa, que por poner un ejemplo, ahora se sitúa entre el líder del mercado de lujo LVMH y la histórica firma francesa Hermès, según informa Bloomberg.

El señuelo del empleo:

En este sentido, la comunidad andaluza constituye uno de los polos más importante de esta rama en España, con una industria que, en términos de impacto económico, contribuye con 2.566 millones de euros al PIB autonómico y genera 25.174 puestos de trabajo, teniendo en cuenta tres áreas de actividad: aeronáutica, espacio y defensa-seguridad. Concretamente en este último campo, las cifras alcanzan los 1.672 millones de euros y 15.928 empleos.

Enrique Santiago, secretario general del PCE y portavoz de Izquierda Unida en el Grupo Parlamentario Plurinacional de SUMAR, contrapone la verdadera seguridad que necesitamos a la falsa seguridad que nos quieren colar; al parecer con éxito, dado que según una encuesta reciente tres de cada cuatro españoles han sido abducidos por la propaganda belicista.

Seguridad alimentaria, educación, atención sanitaria, protección de los ecosistemas y una ya incierta seguridad climática, componen la seguridad humana que desprecian los apóstoles de la guerra, como este otro trío de la bencinaque con ella pretende apagar el fuego.

Volodímir Zelenski, Emmanuel Macron y Donald Trump después de una reunión en el Palacio del Elíseo el pasado mes de diciembre de 2024. Julien De Rosa / DPA vía Europa Press











Si Europa quiere paz, no debe preparar la guerra

Enrique Santiago
10/03/2025

“Si quieres paz, prepárate para la paz, no para la guerra” decía don Federico Mayor Zaragoza, recordando que los avances tecnológicos nos permiten vivir con seguridad alimentaria, educación y atención sanitaria, además de proteger los ecosistemas y reforzar la seguridad climática. Esta es la seguridad que necesitamos. Una “seguridad humana” que destine los recursos a desarrollo social y ambiental, además de garantizar la paz. Esto es incompatible con un modelo de (in)seguridad basada en la carrera armamentística, en la guerra como forma de resolución de conflictos y en la aplicación asimétrica del derecho internacional, con trágicas consecuencias como las que sufre el pueblo palestino.

El fin de la guerra fría trajo la oportunidad de construir ese nuevo modelo de seguridad humana, pero la potencia vencedora, Estados Unidos, opta a menudo por la unilateralidad e ignora el derecho internacional cada vez que considera que su respeto no le favorece. En consecuencia, se han debilitado las instituciones multilaterales como Naciones Unidas o la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE), ambas ausentes en las recientes crisis internacionales de Ucrania o Palestina.

La permanente expansión de la OTAN hacia el este, en contra de lo acordado entre EE.UU. y la Unión Soviética con ocasión de la unificación alemana, ha sido un factor de desestabilización estratégica, una amenaza a la paz y a la seguridad en Europa. La decisión de la OTAN de incorporar a Ucrania ya hace más de quince años, fue vista por Rusia como un paso más en la vieja aspiración europea de bloquear su salida al Mar Negro y al Mediterráneo oriental. Recordemos que franceses, británicos, estadounidenses y alemanes han invadido Rusia en algún momento en los últimos 200 años. Actualmente no existe un sistema de tratados sobre control de armas nucleares en vigor. EE.UU. abandonó unilateralmente el Tratado de Misiles Antibalísticos (ABM) en 2002, mientras aceleraba la ampliación de la OTAN en el este. A partir de 2010 comenzó a instalar sistemas de misiles Aegis en Polonia y más tarde en Rumanía. En 2019 se retiró del Tratado de Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio (INF), procediendo a continuación Rusia de la misma forma. El nacionalismo ruso arguye así motivos para sentirse acosado por la permanente expansión de una alianza militar que le negó la entrada cuando ya había perdido su razón de ser tras desaparecer la Unión Soviética. Añadamos a esta suma de riesgos que la calidad democrática es cada vez más baja en los Estados Unidos, en Rusia o en muchos países de la Unión Europea (UE).

(continúa)

lunes, 17 de marzo de 2025

¡Todo patas arriba! Un poco de Historia (2)

Pocas personas como Nazanín Armanian pueden ofrecernos puntos de vista diferentes a los habituales en nuestros medios tan mal mediatizados. Esta analista política, como traductora del persa y el darí, accede a fuentes inalcanzables para nosotros, y como miembro del Grupo de Pensamiento Laico puede analizar sin prejuicios este mundo en que las guerras de religión encubren tantas luchas de intereses.

De ahí el interés de su análisis del pasado para explicar el presente cuando un elefantástico presidente lo pone todo patas arriba.


El presidente estadounidense Donald Trump se reúne con el presidente de Ucrania, Volodmir Zelenski, en la Oficina Oval de la Casa Blanca, a 28 de febrero de 2025. DPA vía Europa Press


¿Qué es lo que quiere Trump de Putin jugando a la ruleta rusa con Ucrania?

Mientras unos acusan a Donald Trump de sentir simpatía por Rusia y la hemeroteca revela que en su primer mandato adoptó unas 50 medidas políticas contra este país, otros hablan de una “nueva Yalta” (de cuando EEUU y la URSS se repartieron Europa en esferas de influencia en 1945), sin tener en cuenta que Washington hoy haría tal acuerdo con China, que no con Rusia. Pocos recuerdan que en junio de 2024, Italia, Alemania y Reino Unido impidieron que Kiev aceptara las dos condiciones de Moscú para poner fin a al guerra: que Ucrania no ingresara en la OTAN y que sus tropas se retirasen de las cuatro regiones anexionadas por el Kremlin. Ahora pide más porque ha derrotado a Ucrania a pesar de las ingentes ayudas militares y financieras recibidas de EEUU y la UE.

Los debates superficiales sobre la actitud chulesca de Trump hacia Zelenski, preparada y televisada a propósito, impiden justo lo que el presidente de EEUU quiere que se sepa, y que ha puesto nervioso a más de uno, haciendo cábalas.

¿Ucrania para Rusia, Irán para EEUU?

“A cambio de Ucrania, Rusia dejará las manos libres a EEUU en Irán”, advierte el editorial del diario República Islámica, portavoz del Caudillo Ali Jamenei, después de cargar duramente contra los que llama rusófilos del régimen por arrastrar a Irán a la guerra de Ucrania al vender drones a Rusia, y acusa a su vecino del norte de traicionar a Bashar al Asad, Hezbolá, Hamas y al propio Irán (por no impedir los bombardeos de Israel sobre los sitios militares en Irán y sus posiciones en Siria). La facción pro-occidental de la teocracia propone negociaciones directas con EEUU (¡como si no lo hubiera hecho hasta hoy a espaldas del pueblo e incluso de su propio parlamento!), eliminando no sólo a Rusia y China de las negociaciones nucleares, sino también a la Troika europea (por inútil) con el fin de salvarse de un ataque definitivo de Israel

Por lo que deben estar intranquilos es por una nueva ronda de masivas protestas populares que se está gestando contra el capitalismo totalitario-religioso, y no por un canje Irán-Ucrania entre Trump y Putin. Los tiros no van por allí, ni siquiera se trata de Ucrania, ni tampoco de “abandonar Europa”.

Trump hace de Nixon, pero Putin no es Mao

“EEUU está dando prioridad a la disuasión de una guerra con China en el Pacífico”, anuncia el secretario de Defensa de Trump, Pete Hegseth, que añade que su país “no puede centrarse principalmente en la seguridad en Europa cuando debe priorizar la disuasión de la guerra con China”.

Entonces, ¿pretende Trump una alianza con Rusia contra China? En 1972, Henry Kissinger y Richard Nixon, a cambio de ventajas económicas, consiguieron una alianza con la República Popular de China (RPC) contra la Unión Soviética, cambiando el equilibrio de fuerzas en favor del capitalismo global liderado por EEUU. La tesis anticientífica maoísta, de que la URSS era un “imperialismo ascendente” y por ende era más peligrosa para la clase trabajadora mundial que un EEUU decadente y “tigre de papel”, justificó tal despropósito. Entonces, los objetivos de Nixon eran tres: debilitar a la URSS, introducirse en el mercado chino, e influir a través del líder carismático de RPC sobre los grupos maoístas del mundo. Los consiguió debido a que las relaciones sino-soviéticas estaban rotas, mientras hoy Rusia y China comparten amplios intereses tácticos y estratégicos.

La URSS fue desmantelada, y EEUU perdió su apuesta por China: el país de Confucio, Sun Tzu y Mao desafía en solitario el dominio global de EEUU, convirtiéndose en la principal preocupación del establishment de EEUU. Las medidas tomadas por diferentes inquilinos de la Casa Blanca para revertir la situación, han fracasado. Barak Obama, por ejemplo, lanzó la doctrina de Regreso a Asia, al darse cuenta de cómo Moscú y Pekín habían aprovechado las guerras “inútiles” de los Bush en Oriente Próximo, y uniendo fuerzas habían puesto fin a una década de hegemonía absoluta de EEUU. Sin embargo, cometió un error: pretendió lanzar una ofensiva simultánea contra China y Rusia (montando el Maydan en 2014 en Kiev, bajo la supervisión de Victoria Nuland), y además, se topó con un tal Benjamín Netanyahu que se rió de su plan de retirar las tropas de Oriente Próximo para ir a cercar a China: “tu te quedas y aquí mando yo", le dijo a la cara. Luego, Joe Biden pensó que era una genial idea desmantelar la Federación Rusa para dejar solos a los chinos y rodear militarmente su tierra. Tampoco funcionó.

Ahora viene un magnate que fracasó en los negocios a aplicar su falta de inteligencia al mundo de la política, enfrentándose a nada menos que el Partido Comunista de China, que en pocos años ha convertido un país tercermundista de 1.300 millones de almas no sólo en la principal potencia comercial mundial, sino en un modelo de desarrollo social y económico funcional y único, capaz de hacer milagros como reconoce el Banco Mundial: sacar de la pobreza a 800 millones de personas, desde los años 80, en vez de ir sepultando a millones de civiles bajos sus bombas.

Putin, que dirige una economía de mercado nacionalista y con la venia de Dios, lleva doce años construyendo una alineación estratégica “sin límites” con China, que ha aportado enormes beneficios para ambas ¿sacrificará esta alianza por cuatro años de promesas de un timador profesional como Trump?

¿Qué pide Putin y qué le ofrece Trump?

Las demandas de Rusia para "normalizar las relaciones" con EEUU podrán ser:

--La renuncia a la membresía de Ucrania en la OTAN, desmilitarizarla, declarar su neutralidad, y dejar de utilizar su suelo como plataforma para atacar a Rusia.

--El reconocimiento de las nuevas “realidades geopolíticas”, de que las cuatro provincias ucranianas anexionadas a Rusia ya son territorio ruso.

--La retirada de la OTAN de las líneas de 1997, antes de que Washington traicionara su promesa de no sembrar de bases militares los países del antiguo pacto de Varsovia, afirma el Financial Times.

--La prohibición del despliegue de armas ofensivas en las fronteras de Rusia.

--La desnazificación de Ucrania; apartar al régimen de Zelensky, y convocar elecciones presidenciales con garantías.

Si la exigencia de EEUU como superpotencia en apuros a Rusia es que rompa su alianza estratégica con China, el ruego de Trump a la persona de Putin es que ponga fin a la guerra, para darle el glorioso momento de recibir le Premio Nobel de la Paz, el mismo que se otorgó a Obama, el presidente con siete brutales guerras a sus espaldas, y cientos de miles de cadáveres en su armario.

A cambio, el jefe de la Casa Blanca le ofrecería a su homólogo ruso:

--La soberanía sobre la Ucrania Oriental. Dominar Ucrania ha sido uno de los principales objetivos de EEUU. Ya en 1989, Zbigniew Brzezinski, asesor de Seguridad Nacional de Jimmy Carter, elaboró unos estatutos para una Ucrania independiente de la URSS. Años después, Washington tenía tres planes para este estado:

Plan A: Instalar un gobierno anti-ruso en Kiev.

Plan B: Si el futuro régimen no fuese amigo, convertiría a Ucrania en un país débil, inestable y subordinado para que hiciera de Estado tapón entre Rusia y Occidente; y 

Plan C: La “Yugoslavizacion” de Ucrania, con imaginarias líneas divisorias étnico-lingüísticas (ruso/ucraniana) y religiosa (ortodoxa-católica), como apuntó en 1996 Samuel Huntington, basándose en el supuesto “choque de civilización entre los ucranianos orientales y los occidentales”.

--Levantar las sanciones impuestas por atacar Ucrania.

--Visitar Rusia (incluso antes que a China), como si los rusos estuvieran ansiosos por verle en persona. El último presidente de EEUU que pisó el suelo ruso fue George W. Bush en 2008.

A por China y a toda máquina

Que los almacenes del Pentágono se hayan quedado vacíos de armas, en el negocio de las guerras de Ucrania e Israel, es buena noticia para China, aunque no puede dormirse en los laureles. Trump acaba de recuperar la base North Field, en la isla de Tinian, utilizada por los B-29 en el Pacífico Occidental para bombardear Hiroshima y Nagasaki.

Otra novedad es que, EEUU de Trump ha impuesto un reparto de tareas a sus aliados. Los socios de la OTAN se encargarán de África y de Europa (el gobierno alemán, según The Wall Street Journal, conocía la implicación de Zelenski en la voladura de los gaseoductos North Stream, que perjudicó gravemente a Alemania, y sólo beneficio a EEUU), Israel de Oriente Próximo (acaba de enviarle a Netanyahu la bomba no nuclear más grande y pesado del mundo, para desmantelar las instalaciones militares de Irán), mientras EEUU se volcará con el gigante asiático.

En un callejón sin salida

A Rusia no le sale a cuenta perder las amplias y profundas relaciones estratégicas con una China fiable y seria, para agarrarse a las palabras de un régimen de extremaderecha, de personajes sacados de tenebrosos sótanos y o de los dibujos animados, que además y en el mejor de los casos, estarían en el gobierno sólo cuatro años. China ha ocupado el lugar de Europa (que se encuentra en la recesión económica), como socio comercial de Rusia, potencia que a pesar de la guerra y las sanciones tuvo un crecimiento de 4,1 en 2024. 

Tampoco EEUU desotanizará la Europa Oriental, desde donde sus misiles apuntan precisamente a Rusia.

Parece que, las condiciones de ambas partes son irrealizables, en estos momentos. La pregunta es ¿y ahora, qué pasará?

(continúa)

jueves, 13 de marzo de 2025

¡Todo patas arriba! La gran patraña (1)

El elefante Trump entra en la cacharrería y rompe de una trumpada el "orden mundial". Sus formas groseras y sus desfachatadas contradicciones no deben despistarnos: se trata de un "capitalista práctico" que se pasa por el forrillo las formas ideologizantes de los "capitalistas teóricos". No tiene que justificar nada, salvo los que considera sus intereses como comerciante, pues su único deber moral es el deber de enriquecerse.

Por eso no tiene que engañar a casi nadie (salvo a su pueblo, para que confunda sus intereses con los de su oligarquía).

Seguramente ha llegado a la conclusión de que la OTAN es un apéndice demasiado costoso, que únicamente compartirá si la pagan otros. La sed de recursos menguantes le demuestra que poco tiene que extraer de Europa (si no lo puede negociar leoninamente con algún desesperado como Zelenski), mientras en otros continentes puede obtener lo que necesite, de grado o por la fuerza.

El famoso "vínculo transatlántico" se desata rápidamente, y solo necesita a la Unión Europea si le sale barata.

Entonces, Europa debe "asumir su propia defensa", y en eso está.

Al capital europeo le da lo mismo invertir en cañones que en lechugas, pero a los ideologizados representantes políticos que creen en la "amenaza rusa" les cuesta desprenderse de los mitos de la Guerra Fría.

¿Pero es real el peligro que viene del Este? ¿Los peligrosos herederos del viejo imperio y de la desaparecida URSS tienen interés en someter al resto de Europa? Veamos.

Rusia es grande en extensión, pero no en población, que es menos de la tercera parte de la de Europa Occidental. Tiene más recursos por desarrollar en su parte asiática que lo que podría obtener aquí, luego en este caso no funciona la doctrina del "espacio vital", que sí tuvo algún sentido para la Alemania nazi.

¿Estaría dispuesta, por lo tanto, a emprender otra guerra agotadora, como lo está siendo la de Ucrania, por el simple deseo de expansión territorial? ¿No tendría muchísimos más problemas intentando controlar a poblaciones hostiles? No hay que olvidar el origen real de la guerra: tratan de evitar que una Ucrania aliada de Estados Unidos y sus satélites ponga sus misiles a cinco minutos de Moscú. Y de hecho ya están bombardeando esta capital.

Lo mejor sería llevarse bien con los vecinos orientales, bien para ellos y para nosotros, y no malgastar recursos cada vez más escasos y necesarios en carreras de armamentos.

Pero es que, además, no hay tal carrera lanzada, salvo por los magnates de la industria bélica, porque bastará una simple mirada a las inversiones mundiales en defensa para desbaratar la patraña.

Una ojeada a las estadísticas de gasto militar mundial nos debe abrir los ojos.

Distribución porcentual del gasto militar en 2023, por países












Como se ve, el mayor gasto militar, con mucha diferencia, es el norteamericano, ocho veces superior al ruso, tres veces superior al chino, más del doble que el de ambas potencias juntas. Y si consideramos la Alianza Atlántica en su conjunto, con una parte europea comparable en gasto a China, teniendo además en cuenta que a diferencia de todos los demás países, que no tienen alianzas militares comparables, resulta que el bloque militarmente compacto que dirigen los Estados Unidos gasta tanto en armas como el disperso resto del mundo.

Incluso una alianza europea occidental podría enfrentarse a China en términos de inversión en armamento, aunque a nadie se le escapa lo absurdo e irreal que sería este enfrentamiento militar. Por supuesto que, salvo en bombas atómicas, esta desvalida Europa iguala el gasto de China, que la triplica en población, y triplica el de Rusia, a la que triplica en demografía.

La suma del gasto en defensa de los países de la UE es igual al de China

















En términos relativos, el esfuerzo económico es enorme en Rusia, lo que se explica por su situación, una potencia económicamente menor rodeada de bases de la gran potencia declaradamente enemiga. Siguen Israel y Grecia, por razones parecidas, y muy de cerca los económicamente fuertes Estados Unidos. China, en cambio, dedica a armarse un porcentaje de su PIB comparable al de España.

El belicismo y el armamentismo tienen a mi modo de ver mucha más relación con un autoritarismo creciente, de cara al interior de los países, y una agresividad mayor hacia los que tienen esas riquezas agrícolas y minerales de las que apoderarse.

En este mundo multipolar, Europa se arma para recuperar en el plano militar ese papel imperialista de gran potencia cuando el "amigo americano" se dé el piro. Y coloca a los países miembros en un terrible dilema: armarse conjuntamente, a costa de cualquier programa de bienestar popular y si es necesario usando ese poder para aplastar a quien se oponga en el interior, o zafarse de ese ejército común europeo, para ser posible víctima de su poder.

Ahí está atrapada la cobarde socialdemocracia europea, que prefiere un fascismo único y cohesionado a varios fascismos de taifas. ¿Es ese el proyecto de los diversos fascismos particularistas que proliferan por doquier?

Basta por hoy, dejo aquí un artículo que deshace el equívoco ideológico con el que se nos quiere engatusar.

Afirmar, por ejemplo, que la guerra entre Ucrania y Rusia es la contradicción entre democracia y autocracia es pura ideología. Es un error seguir concibiendo y dividiendo el mundo en autocracias y democracias. En todas las democracias de los países más avanzados se ha instaurado la plutocracia. Rusia no es el enemigo principal de la Unión Europea. El mundo bipolar ha acabado. Celebremos la llegada plena del mundo multipolar.


El mundo multipolar ha llegado por fin a su plena realización

Francisco Umpiérrez 

La llegada de Trump al gobierno de EEUU ha logrado que el mundo multipolar haya llegado por fin a su plena realización. Debemos defender la concepción materialista de la historia según la cual Trump es un producto de la época y tendencias históricas actuales, y no al revés, como si el mundo de hoy con su colosal explosión de contradicciones fuera obra de Trump. Es un error monumental caricaturizar a Trump. La concepción geopolítica antigua, dominante cuando Biden era presidente de EEUU y dominante igualmente en los actuales dirigentes de la Unión Europea, de hacer de Rusia el enemigo principal, como si todavía estuviéramos en un mundo bipolar, ha pasado a mejor vida. Ese mundo ha llegado a su fin, aunque, como siempre, en lo nuevo quedan huellas de lo viejo. Europa, en sus viejas contradicciones con Rusia, ya no es el centro del mundo, ahora lo es Asia: China, India, Japón, Corea, Singapur, Taiwán, y algunos países más. El mundo, o grandes áreas del mundo, se ha vuelto más feudal y, por consiguiente, más religioso, hasta el punto que muchas naciones expresan sus intereses políticos como intereses religiosos. No hay que olvidar que la sociedad civil estadounidense también es muy religiosa. Es el consuelo de una sociedad donde la violencia, fruto en parte por la libertad que tienen los ciudadanos de portar armas, forma parte intrínseca de su vida civil. La historia no siempre, al menos en algunos ámbitos, marcha hacia adelante, en ocasiones se producen periodos de franco retroceso. Y actualmente, junto al enorme progreso tecnológico, vivimos un claro proceso de retroceso civilizatorio. En el ámbito de las ciencias naturales vamos muy bien, sin embargo, en el ámbito de las ciencias sociales, políticas e históricas vamos bastante mal.

De Marx aprendí que hay que distinguir a los burgueses prácticos, que no se cubren de ideología o expresan sus intereses de modo ideológico, de los representantes teóricos de los capitalistas, que tienden a idealizar los hechos económicos políticos y a expresar los intereses de las clases dominantes por medios ideológicos. Y esta es la diferencia fundamental entre Trump, un capitalista práctico, y los actuales mandatarios de la Unión Europea, que tienden a la ideologización o expresan las contradicciones del mundo en términos ideológicos. Afirmar, por ejemplo, que la guerra entre Ucrania y Rusia es la contradicción entre democracia y autocracia es pura ideología. Convertir uno de los muchos puntos de polarización del mundo, la existente entre Ucrania y Rusia, en la contracción fundamental del mundo es un error. EEUU no quiere ser ya el guardián del mundo, es muy costoso; y las guerras, si contamos las guerras de Irak, de Siria, de Palestina e Israel y la de Ucrania y Rusia no las gana nadie. Todas se han convertido en fuentes de destrucción y de desestabilización. Aunque así lo pretendía la ideologizada Occidente, a esos países no ha llegado la democracia occidental ni se han implantado sus valores.

Albares, ministro de asuntos exteriores de España, decía recientemente que Europa no puede seguir eternamente teorizando; yo diría ideologizando. Hay un error cuando Albares habla de Europa, debería decir la Unión Europea, puesto que hay una parte de Rusia que también es Europa. Zelenski no puede convertirse en el representante de Europa ni hablar en nombre de Europa. No forma parte de la Unión Europea ni de la OTAN. Rusia debe ser más respetada, no se puede atentar contra su dignidad, es una de las grandes potencias nucleares y ha desempeñado un papel destacado en la historia universal, en especial en la segunda guerra mundial, además de ser la nación donde se inició la historia del socialismo real. Tampoco la Unión Europea puede presentarse a la opinión pública como si solo buscara la paz y fortalecer la democracia y la libertad. En los últimos treinta años se han incorporado a la OTAN más de 15 países que antes estaban bajo la influencia de Rusia y a la UE también se han incorporado muchos de esos países. Europa no ha buscado con estas medidas la democracia y la libertad, sino debilitar económicamente a Rusia y arrinconarle militarmente. Y esta es la base, la causa principal, de la invasión de Rusia a Ucrania, no atentar contra la democracia y la libertad europeas.

En el conocimiento hay que partir siempre de lo que existe y no de las ideas, por muy bonitas y aparentemente prometedoras que sean. Debemos celebrar la paz frente a la guerra. Y la llegada de la paz a Ucrania es una buena noticia para Europa y para el mundo. La Unión Europea está pensando en un rearme nuclear, pero la promoción de ese pensamiento se debe a que hacen de Rusia el enemigo principal. Rusia no está interesada en invadir Europa, en eso se equivoca Macron, sino en salir de sus dificultades económicas y de su relativo aislamiento. La batalla del futuro, ya lo es en el presente, es la batalla tecnológica. Rusia ha sacado una lección en Ucrania: invadir un solo país es muy costoso y lograr una victoria rápida y plena es imposible. Lo que en verdad debería hacer la Unión Europea es mejorar sus relaciones económicas y de seguridad con Rusia. Para que la Unión Europea se sienta segura es necesario que Rusia se sienta segura. La Unión Europea se está viendo obligada a buscar su propia seguridad porque EEUU irá progresivamente abandonándola. Pero la búsqueda de esa seguridad no la debe hacer convirtiendo a Rusia en el enemigo principal. Tampoco podemos convertir a China en un enemigo. Vivimos en un momento álgido de crisis en todos los sentidos, incluido la aplicación tecnológica y el hecho de que el desarrollo tecnológico esté en manos privada, pero también puede ser un momento para cambiar la historia en el sentido del progreso y de la justicia social.

No debemos tampoco asustarnos con la guerra comercial que ha iniciado EEUU. Todos los países tienen derecho a proteger su industria y su futuro económico. Y los aranceles es un medio. En el periodo de la globalización se deben llegar a acuerdos entre todos los países, pero también se debe fortalecer la soberanía nacional. Es un error seguir concibiendo y dividiendo el mundo en autocracias y democracias. En todas las democracias de los países más avanzados se ha instaurado la plutocracia, en mayor o menor medida. Los monopolios son los dueños de la globalización y han producido muchos supermillonarios, que actúan como si fueran los dueños del mundo. Sin duda que en Rusia predomina en el terreno de la economía política una oligarquía. Pero eso sucede también en los países más avanzados. Una de las contradicciones principales en el mundo actual es la existente entre el reducido 1,1 % por ciento de la población, que durante los últimos dos años se ha apropiado del 40 por ciento de las rentas producida en ese periodo, y los Estados. Así que es obvio que necesitamos Estados fuertes. También en Europa. Pero para ello es necesario abandonar la concepción de que todavía vivimos en un mundo bipolar, donde Rusia es el enemigo principal, y entrar definitivamente en el mundo que hoy acepta EEUU de la mano de Trump: el mundo de la multipolaridad, el mundo de la globalidad, el mundo de la gigantesca complejidad. Se acabaron los pensamientos geopolíticos simples. Necesitamos nuevos líderes. Celebremos en suma la llegada de la paz a Europa, aunque haya sido de la mano de Trump. Y busquemos mejorar nuestras relaciones de seguridad y nuestro desarrollo económico con Rusia. Repito: Rusia no es el enemigo principal de la Unión Europea. El mundo bipolar ha acabado. Celebremos la llegada plena del mundo multipolar.

(continúa)