sábado, 5 de julio de 2025

Por si aún hay remedio...

...habra que seguir avisando de lo importante, oculto detrás de intereses inmediatos de individuos con poca calota y menos escrúpulos.

Porque tampoco da lo mismo aguantar temperaturas de 40º que morir asado a lo San Lorenzo.

Como dicen en mi tierra, "uhtede veréi".

Riechmann-Turiel, Turiel-Riechmann...


Gracias a datos obtenidos mediante satélites, un equipo científico internacional (con papel destacado del Institut de Ciències del Mar (ICM-CSIC) de Barcelona) ha detectado por primera vez un fenómeno sin precedentes: una reversión en la circulación oceánica del Océano Austral. El estudio, liderado por el National Oceanographic Center (NOC, Reino Unido), ha sido publicado recientemente en la revista PNAS.[1] Y el asunto es bastante espeluznante:

“Desde 2016, en la región situada entre el giro polar y el subpolar del océano Antártico, se ha detectado un aumento sostenido de la salinidad superficial. Este cambio en la composición del agua sugiere que la circulación oceánica profunda del hemisferio sur —conocida como SMOC, por sus siglas en inglés— no solo se está alterando, sino que está funcionando a la inversa. Esto es, en lugar de hundirse hacia el fondo, el agua superficial está siendo reemplazada por masas profundas que ascienden, trayendo consigo calor y dióxido de carbono (CO₂) que habían permanecido atrapados durante siglos.[2]

“Estamos ante una auténtica inversión de la circulación oceánica en el Hemisferio Sur, algo que nunca habíamos observado”, explica Antonio Turiel, investigador del ICM-CSIC y coautor del estudio. “Mientras todo el mundo debate el posible colapso de la AMOC en el Atlántico Norte, aquí vemos que la SMOC no sólo se debilita, sino que se ha invertido. Esto puede tener un impacto climático global sin precedentes”.

Según el equipo científico, las consecuencias de esta reversión ya son visibles. La resurgencia de aguas profundas cálidas y ricas en CO₂ estaría alimentando la fusión acelerada del hielo marino en el Océano Austral. A largo plazo, este proceso podría duplicar las concentraciones actuales de CO₂ atmosférico al liberar carbono almacenado en el océano profundo desde hace siglos, con un impacto potencialmente catastrófico sobre el clima global.

“El planeta nos está enviando señales cada vez más claras de que estamos cruzando umbrales críticos”, concluye Estrella Olmedo. “Y en este caso, lo ha hecho desde un rincón remoto del mundo que es muy complicado de monitorizar: el océano Austral. Gracias a los satélites y al desarrollo de herramientas de observación punteras, hoy podemos ver lo que antes era invisible”.

***

Antonio Turiel, uno de los coautores del artículo recién mencionado, publica un tremendo "Yo acuso” 

Yo acuso

*en vísperas de la tormenta que destruirá la ciudad de Barcelona:

Acuso a las administraciones, pasadas y actuales, que en medio del caos climático creciente decidieron que no era un tema lo suficientemente importante como para tomar medidas adecuadas para prepararnos.

Pero acuso principalmente al actual Govern de la Generalitat y al actual consistorio de l’Ajuntament de Barcelona de vivir de espaldas a los crecientes signos del peligro. Los acuso por ser los que conozco mejor, pero también acuso con ellos a todos los gobiernos municipales, autonómicos y del estado español, por la misma temeridad e imprudencia.

Cuando tenemos, ahora mismo, un mar Mediterráneo con una temperatura superficial tres grados superior a la que tenía en 1980, y en algunas zonas llegando a cinco grados. Cuando estamos sufriendo una de las peores olas de calor marina, en extensión, duración y amplitud, en el Mediterráneo Occidental.

Cuando sufrimos una terrible DANA en la ciudad de Valencia hace ocho meses, lo cual pudo ser tan destructiva, entre otros motivos, por un mar anómalamente cálido, que proporcionó más energía y más agua precipitable a las tempestades.

Cuando los estudios recientes nos muestran que la tasa de calentamiento global se ha multiplicado por cuatro durante la última década y que se está alterando completamente la circulación del océano y la atmósfera, con consecuencias que aún no somos capaces de anticipar.

Cuando se están ignorando todos los avisos de la comunidad científica, de los grupos ecologistas, de la payesía y de la ciudadanía en general, que dicen que así no, que por aquí no.

Por todo eso, yo les acuso.

Yo les acuso de promover obras que sólo sirven para acrecentar el desastre, como la ampliación del aeropuerto de Barcelona o el desbroce de amplias zonas para el paso de nuevas líneas de alta tensión para la evacuación de una hipotética energía eléctrica renovable que no tiene demanda. Simplemente porque sólo son capaces de pensar en hacer negocios como siempre, cuando nuestro mundo ha cambiado para siempre y es algo completamente diferente ahora mismo.

Yo les acuso de, a pesar de tener, en este mismo momento, avisos meteorológicos muy claros, como la actual ola de calor y los nada alentadores pronósticos para las próximas semanas, de no haberse lanzado a una campaña de protección de la población, sobre todo la más vulnerable.

Yo les acuso de no haberse preparado para una necesidad masiva de refugios bioclimáticos, y máxime en una situación de interrupción del servicio eléctrico después de una catástrofe. Y de no haber previsto cómo ofrecer agua, alimentos, cobijo y asistencia médica oportuna en medio de la catástrofe prevista.

Yo les acuso de no haber previsto, ni para Barcelona ni para ninguna otra parte, medidas para disminuir las pérdidas humanas en caso de grandes avenidas, de no haber estudiado qué zonas serían más vulnerables, qué edificios o calles se hundirían.

Yo les acuso de no haber gobernado para la mayoría, para la gente que les ha escogido para representarles.

Pero, por encima de todo, yo les acuso de todas y cada una de las muertes que podían haber evitado y no quisieron evitar por primar una visión miope centrada en el beneficio económico de unos pocos.

Y mi rencor será eterno por el dolor de todas esas personas a las que conozco y que quiero, y que perderán la vida porque ustedes estaban más pendientes de complacer al rico que de servir a los ciudadanos.

Antonio Turiel
2 de julio de 2025

_____________________

Notas

[1] Alessandro Silvano y otros: “Rising surface salinity and declining sea ice: A new Southern Ocean state revealed by satellites”, PNAS, 30 de junio de 2025;

https://www.pnas.org/doi/10.1073/pnas.2500440122

[2] “Detectan una reversión importante de la circulación oceánica en el océano Austral, con implicaciones climáticas clave”, 1 de julio de 2025;

https://www.icm.csic.es/es/noticia/detectan-una-reversion-importante-de-la-circulacion-oceanica-en-el-oceano-austral-con

viernes, 4 de julio de 2025

De togas y puñetas

Algunas noticias de estos últimos días muestran comportamientos abiertamente sesgados por parte de algunos jueces estratégicamente situados en puestos clave:

Pedraz rechaza investigar el montaje de la cocaína contra Miguel Urbán dentro del caso de la guerra sucia a Podemos

El Supremo confirma la sanción a la fiscal anticorrupción que investigó el despacho fundado por Cristóbal Montoro

Un error del juez Peinado compromete la investigación contra un alto cargo del Ayuntamiento de Madrid

La curiosa coincidencia de la regularización del chalet del juez Peinado y el inicio de su causa contra Begoña Gómez

Nada nuevo. "El que pueda hacer, que haga" (y si hace falta, que deshaga).

Hace año y medio que el periodista y sociólogo Rafael Fraguas, hermano del inolvidable Forges, denunciaba el muy evidente sesgo reaccionario en el comportamiento de algunos jueces:


Un juez no puede inventarse un delito. Es una aberración

RAFAEL FRAGUAS
30/01/2024

Impartir justicia es una tarea llena de responsabilidad. Tanta, que puede transformarse en irresponsabilidad, sobre todo, si los jueces olvidan que su poder sancionador procede de la sociedad, no de ellos mismos. Y si, además, el togado no refrena sus pulsiones personales, ideológicas o políticas, el daño que puede causar resulta ser inconmensurable. La imparcialidad es la condición esencial de su cometido. Birrete, toga y puñetas, los tres atavíos de la vestimenta judicial, definen la tríada que habrá de observar quien se eleva a la tarea de enjuiciar: inteligencia, corazón y decisión; instrucción, ponderación y sentencia; escucha, análisis y resolución. Tres trilemas necesarios y suficientes. Y todo ello desprovisto de pasión para garantizar la objetividad del fallo.

Lo malo es que este esquema triádico, rara vez se da en algunos casos significativos. Los jueces, en España, se configuran al modo de un colectivo con rasgos percibidos socialmente como endogámicos, que rara vez escucha el sonido que procede de la sociedad al que el artículo tercero del Código Civil remite y les obliga a tener siempre en cuenta. Claro que el Código Civil fue promulgado por el Poder Legislativo depositario, en sus representantes electos, de la soberanía nacional, cualidad que algún togado hoy en escena parece olvidar.

Cada vez es más fuerte la tendencia a lo que los anglosajones llaman el catch all, que viene a ser una irresistible pulsión para atraparlo todo. En el caso de algunos jueces atrapalotodo, pareciera que quisieran ellos solos definir delitos, cuando no inventarlos, esto es, legislar, así como asumir funciones políticas ejecutivas, suplantando a los otros dos poderes sobre los que teorizara, desde una concepción también triádica y separadora, el ilustrado jurista Señor de la Brède y barón de Montesquieu, Charles Louis de Secondat (1689-1755).

No. No puede ser. El juez no legisla sino que aplica las leyes. Y las leyes no las crea él. Las crean los legisladores, los representantes electos del pueblo. El poder judicial ha de cohonestarse con el de los legisladores y el de los políticos, estos igualmente electos en las urnas, condición de la que los jueces carecen, si bien reciben un mandato de la sociedad para desplegar su importante función neutral. La armonía de esos tres poderes ha de ser la meta de toda democracia ya que, precisamente, la democracia es la savia que irriga a los tres y el lenguaje común que los engarza y que les permite entenderse entre sí.

Delitos inventados

Un juez no puede inventarse un delito. Es una aberración. Me recuerda aquel caso de un colegial de mi época que, apurado por la urgencia de la confesión y la necesidad de mostrar al confesor pecados de los que en verdad carecía, inventó el pecado olfativo porque decía haber olfateado una prenda femenina. Otra aberración, gramaticalmente sutil pero rotundamente tajante, es aquella en la que un juez determinado transita entre los verbos acusar y acosar. La distinción es enorme, pero en su expresión terminológica, apenas se percibe la diferencia entre la u y la o. Acoso precisamente se daba por parte de los fiscales del infausto Tribunal de Orden Público, engendro judicial típicamente fascista que duró 13 años en activo: 50.714 personas afectadas, 9.146 procesados, el 70% de ellos obreros, el resto estudiantes; 3.890 sentencias, las tres cuartas partes de ellas condenatorias, con un total de 11.958 años de prisión, según ha documentado el juez Juan José del Águila.

Desde la endiablada jerga pseudojudicial, los fiscales preguntaban a los obreros y estudiantes encausados arbitrariamente por la Policía franquista frases del estilo de: “¿No es más menos, menos más, más menos cierto que, en la noche de autos, Usted arrojó cientos de panfletos desde la boca del Metro de Callao…”. El acusado respondía, no. Entonces, el fiscal resumía: “más menos, menos más, más menos cierto” significa sí. Y al revés.

También en la misma etapa, era causa de celebrado cachondeo un caso muy especial: anualmente, pastores vascos y navarros convocaban en Pamplona un concurso de irrintzis. Eran los gritos de enorme agudeza con los que los zagales congregaban sus rebaños. Bien, pues por orden de las autoridades y bajo amenaza de juicio, antes de los concursos anuales se exigía a los irrintzis presentar por escrito la letra de lo emitido por el grito, habida cuenta del peligro que podría implicar, entonces, el habla pública en lengua vasca. Los pastores presentaban pues una decena de folios con una sola letra: “i,i,i,i,i…indefinidamente”.

Igualmente, causaba no ya sarcasmo, sino indignación, aquella acusación, a la sazón frecuente, de la que hablaba el recientemente fallecido Profesor e Historiador del Pensamiento filosófico español, José Luis Abellán, sobre su detención bajo la dictadura y su comparecencia ante el juez, al haber sido hallado en su domicilio un ejemplar del periódico comunista Mundo Obrero. “Fui acusado de no haberme denunciado a mí mismo, ante la Policía y ante los jueces, de que obraba en mi poder un periódico ilegal”, comentaba con perplejidad y cierta sorna. La acusación le acarreó una condena a dos años de prisión, si bien la muerte de un Papa impidió que la cumpliese, al decretarse un indulto.

Anomalías

Hoy, afortunadamente, las conductas judiciales digamos anómalas, son de diferente naturaleza. Por ejemplo, estamos asistiendo a la invención de un delito de terrorismo donde no aparece arma alguna o explosivo, ni, sobre todo, lesionados, heridos o muertos. Sin tales requisitos probatorios, algunos jueces se lanzaron en su día a esgrimir que se había producido un golpe de Estado e invocaron delitos de sedición y otras ingeniosas imaginaciones. Ahora se invoca terrorismo. Como cada cual sabe, si no hay cadáver, no hay homicidio y mucho menos, asesinato. Y si no hay armas, ni explosivos, ni daños físicos, no puede existir terrorismo, ni sedición, ni golpe de Estado. Quizá otro tipo de delito pueda darse, más nunca el del crimen por terror. Pero la imaginación de algunos jueces es tan libre como peligrosa, en casos como éste. Tanto como para aproximarles a las pantanosas y movedizas tierras de la prevaricación, la mayor de las faltas en las que puede incurrir un juez, ya que consiste en emitir sentencia a sabiendas de que es injusta.

Tales son algunos de los efectos del olvido de aquellos trilemas enunciados al comienzo de este escrito. Si prospera la pasión, la ideología propia o las pulsiones políticas personales del fiscal que instruye o del juez que juzga, la aberración jurídica y la injusticia de sus sentencias están aseguradas.

Desde luego, lo hasta ahora descrito concierne a casos limitados, circunscritos a hechos concretos. Hay muchos, muchísimos jueces que mantienen en su puesto el birrete de la cordura, la toga de la sociabilidad y las puñetas de la valentía a la hora de decidir una sentencia. Afrontan con aplomo la ardua tarea de decidir, siempre en busca del equilibrio entre la justicia y la equidad, Pero, como sucede casi siempre en todos los colectivos, unos pocos titulares dañan el prestigio profesional de sus pares y proyectan la sospecha de la parcialidad y la injusticia, cuando estos pocos parecen proponerse hundir a un partido político determinado que no les gusta, una ley que se niegan a aplicar, un Gobierno al que abiertamente desdeñan o una persona que discrepa de la falta de imparcialidad que exhiben esto es, contra lo que toda persona sensata les exige.

Tretas irresponsables

Nadie niega que existan tretas políticas, incluso leguleyas, así como argumentos falaces utilizados por algunos políticos aviesos para impedir que de sus actos puedan deducirse conductas tipificadas como ilegales. Hay mucho pseudo-político sobrado y suelto, que disfruta jugando al ratón y el gato con fiscales y jueces, poniendo en peligro la convivencia de todos mediante la gestión irresponsable e impolítica de sentimientos tan nobles y respetables como el del amor a la patria chica o a la patria grande. Legítimo es, igualmente, aspirar a dotarse de mejores condiciones de vida política en clave federal o estatal. Pero, para impedir y atajar la jactancia de los que tan irresponsablemente aventan estas aspiraciones, serán precisas la astucia, la prudencia y la ética, a veces, incluso la magnanimidad del perdón o la amnistía, coordenadas todas que aseguran siempre la victoria de la sensatez y la eficacia de la política por sobre toda otra dimensión de la actividad pública.

Legisladores, legislen; jueces, apliquen imparcialmente las leyes; y políticos electos, decidan. Entiéndanse entre Ustedes a base del respeto y del diálogo. A los opositores hay que exigirles que dejen de insultar, porque cada insulto que profieren es una ofensa contra todos nosotros. A los decisores, es preciso pedirles que nos expliquen el alcance y el porqué de las medidas que adoptan. Y a todos los que estamos inmersos en la vida social, hemos de demandarnos participar políticamente no solo con el voto sino con la atención incesante a lo que se hace en nuestro nombre, mediante la información contrastada y probada de los medios fiables, aquellos que distinguen claramente entre información y opinión.

Fuente: elobrero.es

jueves, 3 de julio de 2025

14ª Universidad Socioambiental de la Sierra de Guadarrama

Se celebró del 21 al 28 de junio en el Ateneo Popular de Collado Villalba. Este año se habló de los recientes terremotos geopolíticos y de las causas tectónicas que los producen, de un capitalismo «verde» que ahora se presenta como verde oliva con la estrategia de rearme europea, de los apagones recientes y los desafíos energéticos y climáticos mundiales, del nuevo ciclo inmobiliario y de la degradación de los servicios públicos y la forma de enfrentarlos...

Olga Rodríguez, Miguel Urbán y Antonio Turiel fueron algunos de los ponentes.

Este fue el cierre, a cargo de Jorge Riechmann:


Conferencia de clausura

Jorge Riechmann
28 de junio de 2025

viernes, 27 de junio de 2025

Sucio pelota

El desprecio de este anómalo presidente (bueno, ya no tanto) hacia sus sirvientes es notorio. Su inconmensurable EGO lo ha llevado a decir que "le besan el culo". Y ellos, obedientes, se lo siguen besando.

En vez de ser discreto y ocultar pudorosamente por su tono vergonzoso los sonrojantes mensajes privados de Rutte, se vanagloria de la miserable adulación de su vasallo, el cual Secretario de Paropillo, humilde con los soberbios y arrogante con los humildes, se ve obligado a aceptar su publicación, y no tiene más remedio que aprobarla.

Pues que se zurza, como el también humillado Zelensky. En cuanto a su incoherente rapapolvo a Netanyahu se le debió escapar alguna risilla mientras lo pronunciaba.

En La oficina siniestra del dibujante Pablo en La Codorniz, los pelotas tenían un número. Rutte, probablemente, se ganará el título honorífico de Pelota Primero.

Javier Krahe no llegó a conocer este caso, pero sí la adulación servil que alegraba las orejillas a Franco. Dejo aquí su juicio sumarísimo.

La oficina siniestra

 

"Europa pagará a lo grande"

Irene Castro / Andrés Gil
La Haya, 24 de junio de 2025

El secretario general de la OTAN, Mark Rutte, se ha plegado a los intereses de Donald Trump desde que volvió a la Casa Blanca y su nivel de adulación ha quedado patente en los mensajes que le ha enviado unas horas antes de comenzar la cumbre de La Haya y que el presidente de EEUU ha publicado a través de pantallazos en su red social. “Has conseguido lo que ningún otro presidente de EEUU habría podido en décadas”, le ha dicho en los mensajes que fuentes de la organización han dado por buenos y en los que le felicita por su “acción decisiva” en Irán, así como por el acuerdo para disparar el gasto militar hasta el 5% del PIB de los aliados.

Rutte, posteriormente, ha afirmado que el “tono de los mensajes era el apropiado”, y ha añadido que no le supone “ningún problema” que Trump haya difundido un mensaje privado. SMS de Rutte a Donald Trump que este ha publicado en su red social.

“Felicidades y gracias por tu decisiva acción en Irán, fue verdaderamente extraordinaria y algo que nadie se habría atrevido a hacer”, comienza Rutte. “Nos da seguridad a todos”, le dice sobre el ataque a instalaciones nucleares de la República Islámica. Ha sido Trump quien ha anunciado un alto el fuego entre Israel e Irán, después de la respuesta de este país a bases militares de EEUU en Qatar, que fueron repelidas por ese país. Antes de subirse al Air Force One, ha criticado a Benjamín Netanyahu por romper el acuerdo.

Rutte ha enviado esos mensajes poco antes mientras Trump viaja a La Haya a la cumbre de la OTAN en la que los aliados darán el visto bueno al nuevo objetivo de gasto militar. Y es un “éxito” que el holandés atribuye en exclusiva al presidente estadounidense.

Donald, nos has conducido a un momento muy, muy importante para Europa y para América, y el mundo. Has conseguido algo que ningún otro presidente habría conseguido en décadas habría podido”, le dice al presidente.

“Europa va a pagar A LO GRANDE, como deberían, y eso será tu victoria”, agrega el holandés, sobre la decisión de los aliados de disparar el gasto militar hasta el 5% como colofón a la que será su primera cumbre como secretario general de la OTAN. “Buen viaje y nos vemos en la cena con sus majestades”, terminan los mensajes que le ha enviado antes de que atraviese el Atlántico con destino a La Haya, donde se encontrará con los líderes de los 32 estados miembros de la alianza y también con Volodímir Zelenski, con quien recondujo la relación en el funeral del Papa tras haberle humillado en la Casa Blanca.


Tiralevitas

Suave felpudo para el pie dorado
Raudo cepillo a plateada mota
Tú, lameculos de nariz broncínea
Mustio pelota

A cuatro patas bajo el vil magnate
El lomo ofrendas al restriegue rudo
Del zapatón que tú ponderas suave
Suave felpudo

Atento siempre a que la inmunda caspa
Del superior no agravie el veludillo
De su chaqueta, a ella vuelas raudo
Raudo cepillo

El bronce toma la color por fuerza
Rastrera napia que al crisol se arrima
Y has de arrimarte por lamer la nalga
No hay quien te exima

Suave felpudo para el pie dorado
Raudo cepillo a plateada mota
Oh, lameculos de nariz broncínea
Mustio pelota

Aquí, la canción:

Hagamos caer la última careta

Cuando el verbo es de acción, sus formas activas, personales, son inseparables de los actores. De ahí las tres personas (yo, tú, él) y su importante pluralización (nosotros, vosotros, ellos) que indica la pertenencia del hablante o la de cualquier otro a un grupo más o menos amplio. La amplitud define la prioridad de intereses, cada vez que el comportamiento beneficia o perjudica al grupo o a lo que queda fuera de él.

Partiendo del sujeto hay una serie de círculos de búsqueda del "bien", que muchas veces provoca "males" en su exterior. Familia, amigos, tribu, lengua, cultura, religión o etnia constituyen factores de cohesión que construyen un "nosotros" que importa más frente a un "ellos" que importa menos, o no importa nada, o que en la dinámica del choque de intereses importa dañar. La moral del grupo es pues una construcción social, aplicada a los comportamientos internos y externos, que puede coincidir o chocar con la de otros grupos.

La prosperidad se identifica con la abundancia, la riqueza, y habrá que recordar con Marx cuales son las fuentes de toda riqueza: la naturaleza y el trabajo humano en su seno. De la explotación de ambos depende la acumulación, y es la tendencia a acumular la que continuamente encuentra límites. La primera en el territorio de búsqueda, tendiendo a extenderlo idealmente al planeta entero. El segundo en la duración de la jornada laboral, cuyo límite natural, inalcanzable, es la duración del día.

El grupo, o el grupo de grupos que cooperan, prospera y se expande sin interferencias hasta que lo limitan otros grupos. Entonces entre sus intereses encontrados decide la fuerza, pero siempre se procura revestirla con la defensa de "valores" para justificar la agresión. Religión, patria, cultura, civilización, de cara al exterior; en lo interno, además, el orden social frente a los insurrectos.

El colonialismo, la rapiña ejercida sobre los que no son capaces de resistirla, se ha revestido de defensa de valores, sean la religión verdadera frente a los infieles, la civilización frente a los salvajes, la cultura superior frente a los bárbaros...

Y siempre La Patria como último refugio de los canallas.

La búsqueda de valores universales por encima de estos que va desnudando la crítica mueve a construir una moral universal, una ética que diferencie el "Bien" del "Mal", aplicable en todas las situaciones. La idea resurge tras los desastres de cada guerra, y así se ha construido toda la legislación sobre los Derechos Humanos después de la Segunda Guerra Mundial.

Entonces, incluso la defensa de estos derechos se constituye en argumento para hacer guerras antes justificadas por la defensa de la Patria, la religión o la "civilización".

Pero como "si no os gustan mis principios tengo otros", si desenmascaramos todas estas argumentaciones queda el crudo "lo hago porque puedo y creo que me conviene", aunque siempre está disponible el resto de falsos argumentos para engañar a los bobos.

Este argumento último es contraproducente hasta para el que lo utiliza, porque aboca a una catástrofe previsible y casi inminente a los mismos que lo utilizan. La humanidad y la naturaleza entera sufrirán daños irreparables si prevalece el último argumento egoísta frente a los problemas reales.

De ahí que el verdadero "gasto en defensa" debería centrarse en la defensa del equilibrio planetario.

El momento Jabotinsky

20/06/2025

Los palestinos llevan paquetes de alimentos distribuidos por la Fundación de Ayuda Humanitaria de Gaza, a 16 de junio de 2025. DPA vía Europa Press









El padre intelectual de Likud, el gran partido de la derecha israelí al que pertenece Benjamín Netanyahu, se llamaba Ze’ev Jabotinsky, murió en 1940 —no vivió, pues, para ver el nacimiento del Estado de Israel—, había sido admirador de Benito Mussolini y tenía ideas sobre la relación entre los judíos y los árabes en Palestina que chocaban con las de la izquierda sionista. Esta predicaba la posibilidad de una convivencia interétnica armoniosa; de que los dos pueblos laborasen juntos por "hacer florecer el desierto" y en pos de un bienestar común bajo el liderazgo de los hebreos, más avanzados, más ambiciosos. Jabotinsky era crudo al respecto: eso no era posible. También era honesto: era lógico que los árabes se opusieran a la emigración de judíos a Tierra Santa y a la fundación de un Estado bajo el signo de la estrella de David, por más beneficios y progresos que se les quisiesen prometer. Tan lógico como que esos judíos los expulsasen y masacrasen. Era otro tiempo, aquel, y hay que ponerse en esos zapatos: una época darwinista en la que la vitola anhelada no era, como hoy, la condición de víctima, sino la de guerrero, civilizador, constructor de imperios. Theodor Herzl, el padre del sionismo, llegó a escribir a Cecil Rhodes en 1902 solicitándole apoyo para su causa, que describía como un proyecto colonial a fin de ganarse las simpatías del archimperialista de África del sur. Siglo y cuarto después, nosotros estamos demasiado acostumbrados a la desfachatez con que la hasbará, la propaganda israelí, llega a identificar —como Michael Oren, exembajador de Israel en Estados Unidos, en una entrevista de 2019— a los israelíes con los indios siux, maltratados indígenas de una tierra de la que se les expulsó y que bregan por recuperar. Y por eso nos choca leer la claridad con la que Jabotinsky identificaba, no a los judíos, sino a los palestinos con los siux, y consideraba natural su rebelión contra los sionistas, a los que tampoco tenía problema alguno en calificar de "colonos":

Las poblaciones autóctonas, civilizadas o incivilizadas, siempre se han opuesto obstinadamente a los inmigrantes, independientemente de que fueran civilizados o salvajes. […] Cada población autóctona, civilizada o no, mira a sus tierras como su hogar nacional, del cual es el único dueño, y desean conservar ese dominio para siempre; no solo rechazarán nuevos dueños, sino que tampoco admitirán a nuevos socios o colaboradores. […A los árabes] podemos decirles tanto como queramos acerca de nuestras buenas intenciones; pero ellos saben como nosotros lo que no es bueno para ellos. Sienten hacia Palestina el mismo amor instintivo y el fervor que un azteca sentía respecto de su México o un siux hacia su pradera. 

Leído con ojos actuales y sin saber nada más, el pasaje parece antisionista, pero era todo lo contrario. Jabotinsky quería que los judíos fueran Hernán Cortés y los Padres Peregrinos. Y que les importara un rábano el bienestar de otros colectivos; que no mostraran preocupación por él ni tan siquiera como un acto de prudente hipocresía (que eso era muchas veces lo de los laboristas). Estar a lo suyo y a nada más que a lo suyo, a costa de lo que fuera, y no molestarse en disimularlo. «Mi relación emocional con los árabes es la misma que con los otros pueblos: una educada indiferencia», escribía. Si los palestinos aceptaban la construcción nacional sionista, convertirse en minoría en su propia tierra y dejarse acaudillar por otros, bien. Pero si no lo aceptaban —y algo le decía a Jabotinsky que no lo aceptarían— había que encogerse de hombros y hacérselo aceptar a tiros.

Las ideas de Jabotinsky fueron minoritarias, en un Israel en el que el laborismo detentó décadas de rocosa hegemonía, hasta que dejaron de serlo, porque así es la historia: un ir y venir de modas políticas, culturales, antropológicas, que se suceden y se derrotan alternativamente unas a otras. A veces cotiza al alza lo cooperativo, lo generoso, y hasta los nacionalismos —egoístas por definición— tienen que, al menos, simular que se preocupan por algo más que el clan; convencer al mundo de que no solo el clan, sino el mundo entero, gana algo con el despliegue de su causa. Pero otras veces se vuelve a hacer popular la desabrida sinceridad de la ley del más fuerte. Hoy, lo mayoritario en Israel, donde la izquierda prácticamente ha desaparecido, es el tribalismo de Jabotinsky. Y ello tiene que ver con claves internas del país, pero también con que el mundo entero se ha ido volviendo un poco jabotinskiano; con el regreso universal de la moda darwinista como un monzón que lo moja todo. Empapa incluso a la izquierda, en cada una de cuyas familias hemos ido viendo crecer como un tumor una versión egoísta, clánica, gremial de sí misma. Preocuparse solo de la clase trabajadora canónica, y eso es el obrerismo burdo de los enemigos de la "trampa de la diversidad"; preocuparse solo de las hembras biológicas, y eso es el feminismo TERF; preocuparse solo de "la naturaleza", y eso es el ecologismo colapsista, etcétera. Una epidemia de corazones endurecidos, un momento Jabotinsky global que las personas de bien tenemos el deber de combatir. En Israel y en nuestro interior.

lunes, 23 de junio de 2025

¿No quieres caldo? Toma tres tazas: un martillo que asegura los clavos del ataúd.

Esta pincelada es anterior a los últimos acontecimientos. No teníamos bastante con la guerra de Ucrania o los bombardeos de Gaza cuando el Loco de la Colina (el loco de la colina del Capitolio, no el muy apreciado Jesús Quintero) se lanza a bombardear Irán a petición de un ser detestable por muchos motivos, a cual peor..

Esto pinta muy mal. Vuelven las mentiras sobre armas de destrucción masiva, ahora nucleares. Ya ni siquiera se trata de armas actuales sino hipotéticamente futuras. Todo para que nadie haga sombra al dominio de Israel, la sucursal predilecta del imperialismo norteamericano.

Se despilfarran recursos casi agotados, se destruye y contamina brutalmente un mundo físicamente muy enfermo. Les importa poco recalentar aún más la atmósfera... ¿Qué más se puede añadir? Martillo de Medianoche remachando certero los clavos del ataúd planetario. 

¿Dónde se ha quedado "la huella de carbono"?


¿Descarbonización, en un mundo de geopolítica militarizada?

Jorge Riechmann
21 junio, 2025

Lo que nos ofrecen los poderes dominantes en Europa es “competir en el brutal mundo del siglo XXI”.[1] Cuando los think tanks alineados con estos poderes, como el Real Instituto Elcano, abordan las transiciones energéticas, lo hacen también en estos términos de conflicto y dominación geopolítica.[2] Quizá nada retrate mejor el momento presente que reparar en cómo empieza un dossier sobre Energía y desorden global en el último número de Revista de Occidente: nada de considerar los peligros existenciales (para el conjunto de la humanidad… y billones de otros seres vivos) que representan el caos climático y el resto de los nueve límites planetarios, siete de los cuales han sido ya sobrepasados. No, el dossier se abre con el artículo de un coronel de Artillería que ya en las primeras páginas se desplaza desde la “seguridad energética” a la geopolítica militarizada.[3] La “descarbonización acelerada” que se invoca no tiene que ver con el ecocidio en curso, sino con la necesidad de que Europa gane “autonomía estratégica”. Los partidarios del Green New Deal dirán que no hay problema: hágase el milagro y hágalo el Diablo; hágase lo correcto, aunque sea por razones equivocadas. Pero la cosa no funciona así: un capitalismo en huida desesperada hacia adelante, cada vez más entregado a la geopolítica militarizada, no va a descarbonizarse, por más megaproyectos de REI (Renovable Eléctrica Industrial) que añada a su mix energético. El mantra de los poderes de este mundo sigue siendo, hoy por hoy, la maldita competitividad (económica y militar) en un mundo de Imperios Combatientes.
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Notas

[1] Andrea Rizzi, “El auge ultra amenaza el plan de autonomía estratégica de la UE”, El País, 8 de junio de 2025.

[2] Véase por ejemplo Gonzalo Escribano, “Europa ante sus rivales energéticos”, Revista de Occidente 529, junio de 2025.

[3] Ignacio Fuente Cobo, “Energía, seguridad y Fuerzas Armadas”, Revista de Occidente 529, junio de 2025.

lunes, 16 de junio de 2025

Atando cabos sueltos de viejos tiempos

Hace pocos días me hice eco de un informe demoledor sobre el hiperimperialismo estadounidense que mantiene a gran parte del mundo bajo su ocupación militar, de manera directa o bajo el paraguas de la OTAN.

Estaba buscando un mapa que mostrara su enorme red de bases militares a escala global cuando encontré uno de las instalaciones militares que establecieron en España, una vez que la dictadura pactó su sometimiento al imperio a cambio de ser aceptada en el club. Aceptación vergonzante hasta que mucho después fuera oficializada por Calvo Sotelo. La jugada la completó aquella finta ("de entrada no pero sí") de un tal Felipe González.

El mapa aparecía en un ejercicio propuesto el curso pasado en Navarra, en las pruebas de acceso a la universidad. Se pedía un análisis histórico de las bases militares norteamericanas establecidas en España a partir de 1953. El documento resume las fases del acuerdo que al fin blanqueaba al sepulcral régimen franquista como aliado estratégico de "Occidente".

El oleoducto que aparece en el mapa pasa por Écija. Se estaba construyendo cuando emigramos a Madrid, como hicieron tantas otras familias.

El 26 de septiembre de 1953 se firmaba el "Tratado de Cooperación" por el que Estados Unidos instalaría en España seis bases aéreas (Rota, Morón, San Pablo, Torrejón de Ardoz, Sanjurjo y Valenzuela) y dos arsenales y depósitos de combustibles en los puertos de El Ferrol y Cartagena.

Como parte del acuerdo llegó la "ayuda americana", más barata que la del Plan Marshall, porque Franco no era Adenauer. Recuerdo la leche en polvo y el queso Cheddar que se nos empezó a dar en la escuela, y pude comprobar que una parte de esa ayuda se quedaba por el camino en el proceso de distribución. La corrupción que ahora nos escandaliza (¡y menos mal!) viene de lejos: el Nescafé se compraba de contrabando... en el estanco.

Para abastecer de combustible a las bases americanas se construyó el oleoducto Rota-Zaragoza entre octubre de 1955 y diciembre de 1956. Recuerdo las obras y a los americanos que hasta entonces solo veíamos en el cine. No pasaron tan de largo como en la película de Berlanga. Yo tenía entonces nueve años.

Junto a los desvencijados camiones rusos procedentes de la guerra, (por cuya marca 3HC (ZIS) se los conocía como los "Tres Hermanos Comunistas"), empezamos a ver flamantes camionetas Chevrolet como centauros mecánicos: la parte humana iba delante en un "haiga" partido por la mitad, la carga bruta en el cajón trasero.

1955 3124 Series Cameo Carrier











Años después, en 1998, el oleoducto reventó. Se derramaron 400.000 litros de combustible, hubo que remover entre 10.000 y 12.000 metros cúbicos de tierra contaminada y se extrajeron más de 100.000 litros de agua del Genil.

Como en Bienvenido Mr. Marshall, el paso de los americanos no cambió la vida del pueblo, pero a partir de entonces la cultura anglosajona dejaría su huella, lejos ya aquellos tiempos de autarquía fascista en que hasta hubo que traducir los nombres extranjeros de bares y hoteles.

Hablando de cambios políticos de nombres viene a cuento una canción que se hizo muy popular y que los niños cantábamos en un inglés inventado: Estambul no es Constantinopla.