sábado, 12 de septiembre de 2015

¿Decrecimiento o resiliencia?

Tienen razón los autores de este llamamiento: los partidos de izquierda, si bien de modo declarativo mencionan los límites del crecimiento y la sostenibilidad en sus programas, son muchas veces poco consecuentes con estos propósitos. Tal vez sea porque, como reza la presentación de este blog, lo urgente no nos deja hacer lo importante, aunque, como también dejo dicho, lo importante se está haciendo urgente.

Son varias las razones de la falta de entusiasmo para aceptar la idea de decrecimiento. Por una parte está la gran inercia física del mamotreto sistémico, que parece imposible de detener. Además, hay una inercia mental, que extrapola el pasado hacia el futuro haciendo caso omiso de las señales admonitorias del presente.

Se añade a estas inercias el efecto Casandra, que elude pensar en lo que no gusta mientras se puedan elegir visiones más halagüeñas que nos hagan más felices. Sobre todo si eso que no gusta nos parece inevitable. Sea  o no cierto, es más fácil imaginar el fin del mundo que el del capitalismo. El reciente caso de la capitulación del gobierno griego ante la Troika consolida, por ejemplo, la idea de que, no ya el capitalismo global es indestructible, sino que también lo es una parte, como esta Unión Europea.

Pero la Unión Europea, el capitalismo y la civilización humana son destructibles. La grave cuestión es si esa destrucción es o no necesariamente simultánea.

Los partidos de izquierda son en parte conscientes de los límites del crecimiento, aunque posiblemente los consideran relativamente lejanos. Por eso, a la apuesta neoliberal oponen cierto keynesianismo que nos permita "volver al crecimiento". Frente a la austeridad, proponen políticas públicas expansivas. En el corto plazo esto puede ser más fácilmente entendido y aprobado por la población que la idea de decrecer.

Pero el decrecimiento es inevitable, y la austeridad que imponen los neoliberales no es más que la fórmula de decrecimiento elegida por la clase que domina la economía. Si ellos imponen su austeridad, la resistencia a esta imposición lleva a pensar en su contrario, la anti-austeridad. Casi inevitablemente, si no se da un cambio muy profundo que no parece hallarse en un horizonte cercano, las primeras medidas que proponen las izquierdas son crecentistas. Esto es lo que los partidos de izquierda plantean de entrada, pasando a segundo plano el problema del inevitable decrecimiento.

Los autores del escrito son conscientes de esta dificultad, y tratan de armonizar la respuesta a la crisis planetaria con la realidad social. Refiriéndose al reciente Manifiesto Última Llamada, señalan la contradicción de algunos firmantes que, tras apoyar un documento de corte decrecentista, abrazan luego fórmulas socialdemócratas keinesianas de estímulo al crecimiento, considerando que lo que apoyan es importante pero no urgente. Y sobre todo que no es popular:
Sin duda alguna, la política más razonable consistiría en implementar un decrecimiento organizado y controlado. Sin embargo, hoy por hoy, sería contraproducente poner en marcha una política decrecentista sin realizar previamente un amplio debate transversal en nuestra sociedad, como el que intenta promover el citado Manifiesto. Son demasiados años de dependencia del consumo como para que el mensaje de que cada vez va a haber menos recursos y que hay que cambiar nuestro modo de vida por otro más austero y menos consumista sea aceptado por la sociedad. Sencillamente no lo entendería la ciudadanía y provocaría su distanciamiento del propio concepto de decrecimiento y de los partidos que lo propusieran. Monedero lo sabe y de ahí que despachara la alternativa del decrecimiento con la expresión: Hablando de decrecimiento no se ganan elecciones
A la espera del gran debate, esa "batalla de ideas" que ha venido proponiendo Fidel Castro, el punto de encuentro buscado entre la izquierda y el ecologismo lo resumen en el concepto de resiliencia, que en sus distintas acepciones se refiere a la resistencia prolongada en el tiempo. El de decrecimiento, en cambio, no supone compromisos sobre cómo éste se distribuirá y qué y quién decrecerá. De hecho muchos creemos que el decrecimiento a su modo está en la agenda de los dueños del capital.

Del artículo he querido destacar los aspectos propositivos: aquellos principios, objetivos, criterios y compromisos que deben permitir un consenso de izquierdas desde el que articular la necesaria (urgente e importante) unidad popular.





Rebelión


Si algo han mostrado las elecciones autonómicas y municipales del pasado 24 de mayo es que las candidaturas unitarias populares han tenido más éxito que las de los partidos en solitario en las principales capitales, aunque no en el conjunto de las circunscripciones. Sería imperdonable que los partidos de la izquierda radical de ámbito estatal (Equo, IU y Podemos) no alcanzaran acuerdos sobre un programa común por dificultades organizativas o mero cálculo electoral que no vamos a valorar aquí. Con ser muy positivos los resultados de estas elecciones al desalojar al PP de algunas Comunidades y Ayuntamientos importantes, son insuficientes para realizar el cambio que se requiere. Como escribe Rosa (1), claro que sí se puede, pero no solos. En la medida en que las fuerzas de la izquierda radical se consoliden y se avance en el desarrollo de un programa común, los pactos futuros con otras fuerzas (PSOE, principalmente) podrán inclinar la balanza en favor de una economía más social frente a otra más neoliberal. Ante la época que nos va a tocar vivir, valores como los de la solidaridad, cooperación y colaboración serán imprescindibles para la defensa de una vida digna. Valores que han de ser transmitidos en las escuelas e institutos y que serían mucho más creíbles si, desde ahora mismo, empezaran a ser percibidos por la ciudadanía.

Pero, si bien los obstáculos para llegar a un programa común en el terreno social y económico parecen superables, las dificultades para alcanzar un programa que a la vez afronte las consecuencias de la crisis ecológica se nos antojan insalvables. La percepción de la situación económica y social es compartida básicamente por los tres partidos a los que hemos hecho referencia, pero la de emergencia ecológica, derivada de la crisis energética y del cambio climático, está lejos de ser valorada por igual por estos partidos. Salvo Equo y muchos ciudadanos no necesariamente adscritos a partido alguno, el resto de la izquierda parece subestimar la irreversibilidad de problema ambiental y sus consecuencias, quizá debido a una concepción de la cuestión ambiental permanentemente postergable o, sencillamente, al efecto Casandra, según el cual la gente hace oídos sordos ante las malas noticias. Y, sin embargo, ignoremos o no la crisis ambiental, ya empezamos a entrar en la era de sus consecuencias: con el petróleo cada vez más escaso y caro no podremos salir de la crisis económica (2) y con el cambio climático acelerando la desertización de nuestro país, más pronto que tarde, se desencadenarán graves problemas en el suministro de agua y de alimentos. El caso de la crisis actual del agua de California -el estado más rico de EE.UU- es paradigmático (3), así que “cuando las barbas de tu vecino veas pelar…”Para muestra el conflicto por el agua desencadenado este verano entre las Comunidades de Castilla La Mancha y de Valencia. Evitar en la medida de lo posible estas consecuencias disminuyendo la vulnerabilidad de la ciudadanía para así garantizar el futuro de nuestro país, debe ser la tarea prioritaria de una política de izquierdas. Sirvan estas líneas para contribuir a este gran objetivo.

(...)

Los partidos de izquierda han recogido en sus programas de las pasadas elecciones del 24 de Mayo, medidas tanto sociales, como económicas y ambientales para mitigar los efectos de la crisis económica, intentar revertir los daños de las políticas del gobierno del PP y así disminuir la vulnerabilidad de la ciudadanía. Muchas de estas medidas coinciden con las que se pueden proponer adoptando el punto de vista de la resiliencia, por lo que nos limitaremos a indicar algunas que nos parecen especialmente relevantes y que, en esencia, se engloban en los siguientes principios:
1. Mayor intervención del Estado: frente a la tendencia actual a la privatización, más nacionalización, frente a la desregulación, mayor control estatal, frente a la mercantilización, imposición de límites y más derechos ciudadanos y obligaciones del Estado. 
2. Las sociedades humanas son ecodependientes. Los ecosistemas poseen límites. Aplicación de principios de sostenibilidad para compatibilizar las actividades humanas con la protección de los recursos renovables y los ecosistemas. Desmaterialización en la medida de lo posible de la economía. 
3. El ser humano vive en sociedad, es interdependiente. Promoción de la vida en comunidad y de la solidaridad y la cooperación frente al individualismo instalado en la sociedad. Profundización de la democracia. La economía social al servicio de la población.
(...)

Aunque limitar el déficit ecológico a cero no es posible todavía, sin embargo, es necesario avanzar en esa línea tanto para hacer frente a las consecuencias del cambio climático, pico del petróleo y pérdida de biodiversidad, como para aumentar nuestra autonomía y resiliencia en caso probable del colapso de la red de comercio mundial.

En este sentido, con la Ordenación del territorio se propone cubrir los siguientes objetivos:
- Uso y protección de nuestros recursos naturales (suelos, aguas, bosques, pesca y biodiversidad…) atendiendo a los principios de sostenibilidad para recursos de Daly.
- Evitar impactos (contaminación, incendios, introducción de especies foráneas, etc.) utilizando los principios de sostenibilidad de Daly para los desechos, además de los de eficiencia y precaución.
- Prevención de riesgos naturales e inducidos (erosión, salinización, incendios, sequías, temporales) aplicando el principio de precaución.
- Regulación de las actividades humanas (agrícola, industrial, construcción de infraestructuras, asentamientos humanos, turismo) a través de la promulgación de leyes: Ley del suelo, Ley de aguas, Ley de costas, etc.
Otra estrategia relevante es la de avanzar en la soberanía alimentaria ya que el colapso, como hemos dicho, puede llegar a suponer la disolución del comercio global y la relocalización de las economías. España importa aproximadamente un 40% de los alimentos que consume (23). Se trata de hacer compatible una producción agrícola nacional suficiente para alimentar a la población con la conservación de los suelos y recursos hídricos, frenando así la desertización y la salinización. Dicho de otra manera, se trata de sustituir paulatinamente el modelo de agricultura industrial imperante por el de la agricultura ecológica, aumentando la diversificación de cultivos (un estudio de Gómez Cantero (24) del IPCC para Grupo Los Verdes del Parlamento Europeo revela que en el plazo de 35 años habrá un incremento de la aridez que, junto a la erosión y las plagas, puede acabar con las grandes extensiones de monocultivos como las viñas, naranjos y olivos), utilizando abonos orgánicos, desechando malas prácticas agrícolas (como el cultivo en pendiente arando a favor de la misma y el riego sin control), etc.

(...)

Creemos que el nuevo modelo productivo ha de basarse en los siguientes criterios:
- El sistema productivo está enclavado en el territorio por lo que ha de ajustarse a la legislación derivada de la nueva Ordenación del Territorio.
- En un contexto de decrecimiento energético y material, el sistema productivo ha de iniciar el camino hacia una relativa desmaterialización de la economía, mediante el ahorro, la eficiencia, el reciclado y el desarrollo de economías con bajos insumos de materiales y energías, como la economía de cuidados.
- Ha de ser más sostenible con predominio de un uso de energías y materiales renovables, adoptando medidas como, por ejemplo, la reforestación de zonas próximas a pueblos y ciudades para el aprovechamiento comunitario dentro de unos años de biomasa para cocina y calefacción elevando así la Tasa de Retorno Energético de esta fuente de energía y preservando la diversidad biológica.
- Ha de ser más adaptable aumentando la diversificación y la localización de la producción, fomentado la empresa cooperativa y la reestructuración de los sectores estratégicos actuales: agroalimentario, transporte y automoción, turismo y construcción. 
- Promover el desarrollo de una tecnología apropiada a la escala de nuestro sistema productivo y que sea coherente con sus objetivos mediante un Plan I+S+i (denominación más apropiada que la de I+D+i en una economía encaminada a la Sostenibilidad).
- El trabajo no es una mercancía, por lo que han de garantizarse los derechos de los trabajadores; en primer lugar, el derecho al trabajo. 
- El Estado se reserva el derecho de planificar democráticamente la economía y la producción y nacionalizar total o parcialmente los distintos sectores productivos para garantizar los objetivos del modelo productivo. Por ejemplo, habría que crear una banca pública no solo para facilitar el crédito a familias y empresas sino para financiar las nacionalizaciones y un Plan I+S+i, así como aminorar las consecuencias de un posible colapso del sistema financiero internacional. Nacionalizar Red Eléctrica Española con la perspectiva a medio plazo de hacer lo propio con las empresas eléctricas. Recuperar la gestión pública del agua.
No obstante, el principal problema de la sociedad y economía españolas es político y viene determinado por la existencia de una oligarquía que domina las finanzas, es dueña de los grandes medios de comunicación privados y que, aliada del poder político, acaba imponiendo la política económica. El crecimiento económico español, que con la crisis nos ha llevado al endeudamiento actual del Estado y a un alto grado de corrupción, es resultado de esta alianza. El movimiento 15M ya denunció este pacto. Con el gobierno del PP se puso de manifiesto la falta de escrúpulos para mentir con tal de conseguir el poder y desmontar el estado de bienestar con la anuencia de la UE, mientras los numerosos escándalos de corrupción distanciaban cada vez más a los ciudadanos de la clase política.

(...)

Sería de desear que la población española apoyara a la izquierda en las próximas elecciones generales. Pero de no ganar, hay tres compromisos que el conjunto de la izquierda radical debería asumir en la próxima legislatura:
- Informar y promover un debate sobre la emergencia de la situación que vivimos a causa del pico del petróleo y del cambio climático.
- Promover sendos debates sobre el contenido y consecuencias del TTIP y del TiSA para España, en general, y la clase trabajadora, en particular.
- Formar una comisión de científicos y técnicos que elabore un Plan de Ordenación del territorio que garantice el uso sostenible de nuestros recursos renovables.
Es la hora de las grandes decisiones y para eso se requieren grandes estadistas. Las autoridades de un pequeño Estado, el archipiélago de Kiribati, pretenden comprar 20 kilómetros cuadrados de tierra en las islas Fiji para poder alojar a 103.000 compatriotas ante la irreversible subida del nivel del mar y la salinización de sus acuíferos. Sin duda se trata de una medida radical (27). ¿Por qué no se percibe en España una situación de emergencia como la que se nos viene encima y comienzan a tomarse medidas para mitigar el sufrimiento de la población actual y asegurar el futuro de las próximas generaciones?
__________

Referencias

(1) Rosa, I (2015). Sí se puede, pero solos no podemos. http://www.eldiario.es/

(2) Turiel, A (2010). Digámoslo alto y claro: esta crisis económica no acabará nunca. http://crashoil.blogspot.com.

(3) Deroeux, I (2015). California se seca y las autoridades imponen severas restricciones al consumo de agua. http://www.infolibre.es/

(4) Crespo, J.I (2015). En los límites de lo desconocido. http://www.elmundo.es/opinion/

(5) Hinton, J (2015). Esta búsqueda incesante del crecimiento es lo que está llevando a Grecia a la autodestrucción. http://www.15-15-15.org/

(6) Luengo, F (2015). Crecimiento y desempleo. Más falacias. http://blogs.publico.es/

(7) Turiel, A (2014). La espiral. http://crashoil.blogspot.com.

(8) Harich, J. Citado por Mediavilla, M (2015). Matar para sobrevivir. https://contadashabas.

(9) Foley J. Límites de un planeta sano. Investigación y Ciencia, Junio 2010.Nº 405

(10) VV. AA. (2014). Manifiesto última llamada https://

(11) Navarro, V y Torres, J (2014). Un proyecto económico para la gente. Podemos.

(12) Monedero, J.C. Citado por Noguero, E (2014). Podemos y el techo de cristal. The oil crash. http://crashoil.blogspot.com.

(13) Heinberg, R (2015). Después del Pico. http://laencrucijadasistemica.

(14) Carpintero, O y Bellver, J (2013). ¿Es posible la sostenibilidad ambiental en la economía española? La situación del mundo en 2013. Worldwatch Institute.

(15) Fenández Durán, R y González Reyes, L (2014). En la espiral de la energía. Libros en Acción, Baladre y Autores (Eds.)

(16) Laval, Ch y Dardot, P. Entrevista realizada por Fernández-Savater, A, Malo, M y Ávila, D (2014). El neoliberalismo es una forma de vida, no solo una ideología o política económica. http://www.eldiario.es/

(17) Laval, Ch y Dardot, P. (Op. Citada)


(19) Garzón, E. (2014). La renta básica estaría muy bien, pero la garantía de empleo estaría mejor. Blog Saque de esquina. http://eduardogarzon.net/la-

(20) Trainer, T (2011). ¿Entienden bien sus defensores las implicaciones políticas radicales de una economía de crecimiento cero? http://www.sinpermiso.info/

(21) Carpintero, O y Bellver, J (2013). Op. Citada.

(22) Jackson, T (2009). Prosperidad sin crecimiento. Eds. Icaria, Intermón Oxfam. Barcelona, 2011.

(23) Agencia Estatal de Administración Tributaria (2012). Información estadística sobre el comercio exterior. Ed. Ministerio de Hacienda.

(24) Gómez Cantero, J. (2014). Cambio climático en Europa: Percepción e impactos 1950-2050. Eds. Los Verdes-ALE / EQUO

(25) Torres, J (2010). Cambio de modelo productivo ¿de qué estamos hablando? Temas para el Debate, nº 194

(26) Vivas, E (2014). TTIP ¡Sacad las manos de la comida! http://blogs.publico.es/

(27) La Voz del Interior (2012). Kiribati, el país que se mudaría a Fiji para evitar desaparecer. http://www.lostiempos.com/

No hay comentarios:

Publicar un comentario