lunes, 28 de mayo de 2012

El consenso de Washington

En "La década de los cambios en América Latina", Luciano Wexell Severo señala cuatro medidas que explican el origen de la situación actual:


Según el Consenso, el problema de los países periféricos y dependientes sería solucionado a través de la realización de por lo menos cuatro medidas, resumidas por el economista canadiense Michel Chossudovsky, crítico de ese modelo, así:

1) apertura económica, con significativa reducción de las barreras arancelarias;

2) desestatización de industrias y empresas de servicios públicos;

3) desreglamentación y reducción de los controles del movimiento de capital;

4) flexibilización de las relaciones de trabajo y reducción de los derechos sindicales y de seguridad social.

Dichos planteamientos estaban fundados en dos consideraciones acerca de la “globalización”, a saber:
  • que se trataba de un fenómeno natural e irremediable; 

  • y que se caracterizaría por un proceso de homogenización de la riqueza. 
Es decir, se rescataron las ideas del liberalismo estricto, que habían sido desmitificadas por la carrera imperialista y la dominación del capital monopolista financiero a partir de 1850. En el campo teórico, dichas tesis fueron superadas antes de la crisis de los años 1930. Por eso, se afirma que en los años 1990 el pensamiento económico latinoamericano alcanzó el fondo del pozo, con un retroceso tremendo.

Perplejo, el historiador Eric Hobsbawm afirmó: “para los que vivimos la Gran Depresión, todavía nos parece imposible comprender como las ortodoxias del libre mercado, en aquel entonces tan plenamente desacreditadas, una vez más llegaron a presidir un periodo global de depresión a fines de la década de 1980 y 1990, una vez más sin entenderla ni poder solucionarla”. Se trataba exactamente de una agresiva restauración liberal-conservadora.

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