¿Hay alguien?
Cuando las barbas de Sócrates veas pelar...
España no está mucho mejor, y la cosa se ve venir. A día de hoy, sigue habiendo más paro que en Grecia.
Cuando las barbas de Sócrates veas pelar...
España no está mucho mejor, y la cosa se ve venir. A día de hoy, sigue habiendo más paro que en Grecia.
La espiral siniestra es que cada vez necesitamos dedicar más tiempo y esfuerzo a nuestro "sálvese quien pueda" particular y por lo tanto disponemos de menos tiempo y capacidad para una acción colectiva, que es la única que puede salvarnos. A casi todos. Seguramente, a medio plazo, a todos.
Encima, conservar la salud mental requiere recuperarse de las amarguras, Para ello, distracción, "que no me cuenten penas". Hay que entenderlo. De ahí el disfrute de las Glorias Balompédicas.
Encima, conservar la salud mental requiere recuperarse de las amarguras, Para ello, distracción, "que no me cuenten penas". Hay que entenderlo. De ahí el disfrute de las Glorias Balompédicas.
Este tiempo de
recuperación de energías reduce todavía más el que dedicamos a tareas de
respuesta. Es un cortarse las venas en un baño de agua tibia, y
esperar.
Hay que reaccionar, porque cada vez tenemos menos tiempo. Los hambrientos, contra lo que se dice, carecen de fuerza hasta para rebelarse. Parados y jubilados tienen pocas armas a su alcance.
Repito mi pregunta: ¿Hay alguien ahí?
Hay que reaccionar, porque cada vez tenemos menos tiempo. Los hambrientos, contra lo que se dice, carecen de fuerza hasta para rebelarse. Parados y jubilados tienen pocas armas a su alcance.
Repito mi pregunta: ¿Hay alguien ahí?
para periodismohumano:
Atenas, 2012 |
(...)
Un tercio de los jóvenes sin empleo son titulados universitarios. En Grecia sólo aquellos que tienen cobertura médica pueden acceder a la asistencia social y ya que la mayoría de jóvenes sólo han tenido empleos temporales sin prestaciones, los cheques de asistencia no son más que un sueño. No es de extrañar que muchos estén dejando el país en masa, de forma muy similar a lo que ocurrió durante los años sesenta y setenta bajo la dictadura militar. No hace falta ser un genio para ver el futuro que aguarda a la cuna de la democracia: el 85% de los jóvenes que estudian fuera no planean volver a su país de origen. En Grecia, la fuga de cerebros es una realidad cotidiana, y sólo va a ir a peor.
Incluso las oficinas de empleo están cerrando una a una. Esto no se debe tanto a que, como las instituciones gubernamentales, se hayan quedado sin dinero. Es porque simplemente no tienen nada que ofrecer a los que buscan trabajo, ni siquiera buenos consejos.
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