Desde El País traigo aquí un conjunto de mapas temáticos de Ucrania. Espero que un mínimo análisis confirme lo que vengo diciendo en este blog sobre los nacionalismos.
Cuando las poblaciones están mezcladas, que es siempre, pretender unificarlas por la lengua, la cultura (entendida como una panoplia de usos y costumbres) o la religión, por una historia común de filias y fobias, etc, es sólo una fuente de conflictos.
Estos conflictos son azuzados por grupos de interés, externos e internos. No cuesta nada hacerlo a quien tiene medios para ello. Estoy absolutamente convencido de que nuestro país, cuando pueda representar un problema para nuestros soberanos (que no somos nosotros), será lanzado (si no nos damos cuenta a tiempo de ello y reaccionamos) a enfrentamientos muy serios.
Ejemplos no faltan en la historia, lejana o cercanísima, tanto en el tiempo como en el espacio. Dejo el recuento al que leyere.
El problema son los desequilibrios y las desigualdades, empezando por las económicas. Mientras haya clases poseedoras, habrá luchas entre ellas por la posesión. Y luchas entre los poseedores y los desposeídos. Todo entremezclado, enredado.
Por eso es necesario desenredar la madeja. Entender que la lucha necesaria es la lucha por la igualdad. De derechos, empezando por el derecho a una vida digna. Y de libertades, nunca para coartar la de los otros.
Lo demás me recuerda aquellas películas de Charlot en que el pequeñín daba un sopapo por detrás al grandote y se escabullía, dejándolo enzarzado con el guardia. Ni el gordo ni el de la porra son capaces de ver la jugada y se culpan mutuamente. Claro que Chaplin era pequeñín y los que lanzan ahora sopapos no tan subrepticios son Bien Grandes.
Patrias y naciones a la carta, dentro de estados multinacionales. Tendré la nacionalidad que me dé la gana. Cada uno tendrá los derechos de los demás, sin prohibiciones homogeneizadoras. Los estados actuales de ciudadanos y no ciudadanos, de imposiciones para serlo o no, son un reflejo de la desigualdad fundamental. La batalla por la igualdad es la única que merece la pena.
Mirad bien estos mapas. Tratad de encontrar otra solución...
No es un bello producto, no es un fruto perfecto... pero alguna vez esto tenía que empezar. Todo corre prisa, el tiempo se encoge como la piel de zapa. Por eso lo importante se hace urgente y lo urgente cobra importancia. Ahí va eso. Irá cambiando, se desarrollará, pero no se puede esperar más. Época rara ésta. ¿Lo habrán sido todas? Posiblemente, pero no en tan alto grado. Ahora todo es apariencia. Intentemos descubrir juntos qué hay detrás del decorado.
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