domingo, 29 de enero de 2017

ENCE, de nuevo

La que fue Empresa Nacional de Celulosa, luego de pasar de completamente pública a totalmente privada, cambió su nombre por Energía y Celulosa, para conservar sus siglas ENCE.

En este blog he dedicado entradas a esta empresa, al calor de las polémicas desatadas, más antes que ahora, sobre su permanencia o no en la Ría de Pontevedra. Nunca ha estado en mi ánimo la defensa a ultranza de esta factoría, y menos aún desde que no es una empresa pública. Que la defiendan sus accionistas y su consejo de administración. Los argumentos que empleé pueden verse en los ya no muy recientes comentarios La pata del mono y Sobre ENCE y sus repercusiones.

Poco puedo añadir a lo que allí dije. Los verdaderos argumentos ecológicos son inseparables de los económicos. A largo plazo (mucho me temo que menos largo de lo que desearíamos) todo el tinglado industrial basado en la energía no será sostenible, pero debo recordar dos axiomas leninistas de la entrada anterior: La imaginativa fórmula, que me es tan cara, "el Tiempo (devenir) es a la Política lo que el Espacio es a la Física", y la necesidad de hacer siempre "el análisis concreto de la situación concreta". Utilizando una frase algo manida que oímos a Aznar (sobre una frustrada visita del rey a Cuba) y que luego han dicho otros habrá que preguntarse ¿Qué toca ahora?

Desde luego una cosa que no tocaba era la delirante prórroga (¡sesenta años, y tal vez setenta y cinco!) que concedió el pasado gobierno en funciones (mucho menos tambaleante de lo que parecía, visto lo visto) para que la empresa permanezca en su ubicación un número de años disparatado, con la más que alta probabilidad de que para esas fechas todo se haya ido al cuerno. Había que oponerse a este ukase y me pareció bien que se opusieran los protagonistas de la "nueva política".

Creo que la empresa está asentada por unos cuantos años (no tantos, claro) con toda la firmeza que puede conceder la oportunista competitividad que abre, cierra y traslada empresas según los intereses instantáneos del capital golondrino.

Hace ya mucho tiempo que los enemigos de su permanencia, como la Asociación Pola Defensa da Ría y el gobierno municipal del BNG (este último con evidentes contradicciones entre el dicho y el hecho, como señalé en su momento) apostaron por el cierre o por el traslado. Oposición frontal, utilizando todos los argumentos contrarios, sin referirse nunca a otras consideraciones.

Sin embargo, esta política produjo efectos beneficiosos, como la eliminación, nunca completa, de los efectos más perniciosos y desagradables del proceso industrial, aunque más que la presión local pudo influir en ello la acción de organizaciones como Greenpeace.

En esta batalla, la empresa siguió otra estrategia. Por una parte, su publicidad en los medios locales era una fuerte baza para poner sordina a lo desfavorable y promover noticias favorables, como sus esfuerzos medioambientales. También su promoción del deporte pontevedrés ayudó a desviar las posibles críticas de los favorecidos por sus ayudas.

Dos noticias de hace pocos meses me traen a la memoria otra estrategia que habría podido utilizar el concello para obtener beneficios tangibles para la ciudad y comarca: si la empresa obtenía grandes beneficios a costa de los daños ocasionados al ambiente y a la población ¿por qué no obligarla a reinvertir buena parte de sus pingües ganancias en acciones compensatorias, además, desde luego de extremar el cuidado al medio ambiente? Eso último siempre es relativo, porque toda intervención sobre el medio natural (y la industria siempre lo es) lo altera y perjudica.

Es la propia empresa la que ahora ofrece compensaciones, mayores o menores, a sus desaguisados, que lo fueron sobre todo de las autoridades de los nefastos años del desarrollo. Porque fue el INI quien creó el problema, con el entusiasmo y las bendiciones del ayuntamiento de la época y de la misma población, que se sumó con bandera y banda de música.

Dos noticias de hace pocos meses van en esta dirección de apoyo a la ciudad, y de paso, al gobierno del Partido Popular.

Pazo de Lourizán


















Rueda desveló que están negociando esta posibilidad con la pastera y que la empresa "estaría en disposición de hacerlo" -Esperan que la Diputación, propietaria del inmueble, se muestre de acuerdo con este proyecto
Segunda parte de la noticia, en forma de órdago ("lo tomas o lo dejas")

La pastera quiere decidir este año la ubicación del centro de investigación comprometido dentro del pacto ambiental
Más madera (y nunca mejor dicho). Con algunas aportaciones, interesadas pero  interesantes:

Una sentencia europea ratifica la deficiente depuración en la zona
(con azúcar está peor: los colorines sobran en la casi siempre digna arquitectura industrial)

















Ence corre con un tercio del coste del Plan de Saneamiento de la Ría de Pontevedra, evaluado por el Gobierno gallego en más de 45 millones de euros, como parte de un plan de inversión de la empresa de 200 millones en la zona durante los próximos cuatro años.
 
A la fábrica de celulosa de Ence en Pontevedra se le achaca buena parte de la mala calidad de las aguas de la Ría, que, entre otros impactos negativos, perjudica su pesca y su marisco. No obstante, el grueso de la contaminación no procede de la fábrica, sino de la insuficiente infraestructura de depuración de las aguas residuales de las poblaciones de la zona. Además, en los frecuentes episodios de lluvia, las alcantarillas son incapaces de canalizar el incremento del caudal y los vertidos directos a la Ría son frecuentes.
 
Una sentencia del pasado 10 de marzo del Tribunal de Justicia de la UE ratificó el escaso tratamiento de las aguas residuales de la Ría. La sentencia respondía a una denuncia de la Comisión Europea de noviembre de 2014 en la que se señalaba el "indudable riesgo para la salud pública" por el incumplimiento de la normativa europea de depuración, aprobada en 1991, es decir, hace 25 años.
 
La Xunta ya trabajaba en la ejecución de un Plan Hidrológico con un presupuesto de 1.000 millones que contempla la mejora del saneamiento de la Ría y la sentencia incrementó la presión para acelerar su ejecución.
 
Pacto ambiental

La Xunta encontró un aliado en Ence, que en enero había conseguido que el Consejo de Ministros prorrogase la licencia de la fábrica de celulosa de Pontevedra durante 60 años, hasta 2073. Pocos meses después, en julio, la empresa presidida por Juan Luis Arregui llegó a un acuerdo con el Ejecutivo de Alberto Núñez Feijoó para invertir unos 200 millones en la zona durante los próximos cuatro años.

Buena parte de ese capital se destinará a la factoría de Pontevedra -allí levantará una planta eléctrica de biomasa por 73 millones-, pero 15 millones acabarán en manos de la Xunta, que los destinará a a la ampliación de la depuradora de Praceres.

La depuradora de Praceres -origen de buena parte de la mala fama de la fábrica de Ence en la zona- está diseñada para cubrir las necesidades de 100.000 habitantes equivalentes, pero tiene la misión imposible de prestar servicio a más de 120.000 habitantes, a los que se suma un polígono industrial en Ponte Caldelas. Si se quiere mejorar la calidad de las aguas de la Ría es básico incrementar su capacidad.

Y así lo ha entendido la Xunta, como ha declarado la conselleira de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, Beatriz Mato, tras mantener el martes una reunión con los ayuntamientos de Poio, Maríni y Pontevedra, y con las cofradías de pescadores y mariscadores de la Ría de Pontevedra.

En la actualidad ya están en marcha los trabajos de topografía, batimetría y modelización de las obras, de modo que la redacción del proyecto de ampliación de la depuradora esté concluido en marzo del año que viene. Contando con otras actuaciones previstas para mejorar la calidad del agua de la Ría, como una nueva planta de depuración en Poio, la Xunta calcula que invertirá más de 45 millones.

Ence, además de destinar los 15 millones a la depuradora de Praceres, es decir, un tercio de todo el Plan, dedicará otros 15 millones a la mejora del tratamiento del agua efluida de la fábrica.

2 comentarios:

  1. on Juanjo Holanda levanto una pastera hace pocos años en Uruguay perjudicando al rió mas importante de Argentina, nada se pudo hacer..prometieron no contaminar pero ya se ha visto el comienzo..dicen ser industrias privadas pero es de la monarquía.. España es la monarquía dueña de la mayor cantidad de empresas.. o pone el capital.. que figura como privado..de allí que las defienden. Buen domingo.

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