domingo, 21 de abril de 2019

¿Quién quiso la guerra civil? (II)

La marcha sobre Roma de 1922 inauguró en Italia el régimen fascista. El golpe de estado de Primo de Rivera se produjo al año siguiente. Las circunstancias fueron distintas, pero el resultado semejante: una monarquía hasta entonces constitucional amparaba a una dictadura. O visto de otra forma, una dictadura mantenía el aspecto formal de una monarquía.

En España, esta cohabitación propició que a la caída de la dictadura siguiera casi inmediatamente la de la monarquía. Y ya al comienzo de la república los monárquicos volvieron la mirada hacia la Italia de Mussolini. Desde el primer día conspiraron para volver a una monarquía que nunca podría volver por la vía democrática. Si el modelo de Primo de Rivera había fracasado era por carecer de la energía represiva que mostraba el fascismo.

La sublevación militar era el camino, con un dictador que entronizara de nuevo al rey depuesto. Otra vez la dualidad monarquía-dictadura. La primera como fachada, la segunda como estructura de poder.

No estaba previsto que el dictador fuera un militar. El papel podría haberlo desempeñado Calvo Sotelo, pero su asesinato y las muertes de los generales más activos en la conspiración, junto a la transformación de lo que parecía que iba a ser un golpe rápido en una guerra larga acabaron favoreciendo a Franco. Muerto José Antonio, Franco se hizo además cabeza del partido único. Ya era Jefe del Estado, del Partido y de los Ejércitos. El Reino prometido se convirtió en un nombre para un país, pero la monarquía borbónica, rediseñada además por él, tuvo que aguardar cuarenta años.

El historiador Ángel Viñas demostró, documentos en mano, cómo los monárquicos habían decidido ya en 1935 sublevarse si las izquierdas regresaban al poder y, además, lo harían con el apoyo del régimen fascista. 

En entrevistas con El País y Público, afirma:
“La conspiración no fue soviética, sino monárquica. Los que querían la guerra eran los monárquicos. Emilio Mola no tenía previsto en su plan la actuación de las fuerzas aéreas, solo de la infantería. En su mente solo había un golpe, que fraguaría sin problemas. Pero no en la de los monárquicos, que compraron aviones de guerra, ¿por qué? Los monárquicos sabían que el golpe podría fracasar y España iría a la guerra”.
"El golpe lo predicaron los monárquicos sobre la base de una sustancial connivencia con la potencia más próxima a las derechas radicalizadas de la época (Italia). No se trató de lanzarse a un movimiento nacional, sino a un movimiento apoyado operativamente por el fascismo italiano".
Titulares destacados en la entrevista de Público:

"Mussolini se comprometió con los monárquicos a entregar aviones a los conspiradores. Aviones de guerra"

"Los conspiradores  monárquicos querían volver a una dictadura militar como la de Primo de Rivera, pero con toques fascistas"

"Franco no desempeña un papel activo en la conspiración"















Sigue la entrevista de Alejandro Torrús:

Usted pone mucho énfasis en destacar que el golpe de Estado del 18 de julio no fue solo militar, que tuvo una trama civil muy importante. En la obra que acaba de publicar se pregunta en el mismo título que quién quiso la Guerra Civil. ¿Podemos decir, sin miedo a equivocarnos, que quienes más hicieron por el golpe y la posterior guerra fueron los monárquicos?

¡Sin lugar a dudas! Fueron los monárquicos. Pero esto no es nuevo. Los monárquicos alfonsinos no quisieron la República y lucharon contra ella desde su primer día. Sin embargo, muchos historiadores han reducido el papel de los monárquicos a meros agitadores poniendo como ejemplos los discursos de Calvo Sotelo o de Acción Española. Se les ha descrito como los creadores de un estado de opinión contrario a la II República. Y esta era la idea que yo tenía en un inicio. Pero no es así.

En 2013 ya descubrí, y así lo publiqué, los contratos por lo que los monárquicos compraban aviones de guerra a la Italia fascista, por lo que eran más que simples agitadores. En esta obra doy muchos más detalles de cómo los monárquicos estuvieron en contacto con los fascistas y ya es evidente que el golpe de Estado del 18 de julio fue debido a una conspiración militar, pero también a una conspiración civil. Desde el año 1933 y 1934 los monárquicos empiezan a agitar al Ejército y a contactar con los italianos. Hasta ahora se mantenían dudas sobre hasta qué punto Calvo Sotelo había estado implicado en el golpe o no. Pero ahora ya no hay dudas del papel tan importante que jugaron. El golpe fue instigado por los monárquicos en connivencia con la Italia fascista.

Usted afirma que en 1935 los monárquicos ya tenían claro que si las izquierdas regresaban al poder [tal y como se produjo en las elecciones de febrero de 1936] protagonizarían una sublevación.

Lo tenían claro desde antes. Pero en esa fecha, Goicoechea, jefe nominal de Renovación Española [partido monárquico de la época liderado por Calvo Sotelo], se lo transmitió a Mussolini, dictador fascista de Italia. Eso es un salto cualitativo muy importante. Ya se habían visto en marzo del 34 y en febrero del 35, pero yo no he podido encontrar rastro de lo que hablaron en esas entrevistas. Es evidente que en los archivos de Roma han desaparecido papeles. Por ejemplo, el 31 de marzo de 1934 hubo un acuerdo entre monárquicos y la Italia fascista. ¿Sabes dónde estaba el documento italiano que lo prueba? No estaba ni en los archivos romanos ni en la secretaría del Duce. Estaba en la caja fuerte de un banco italiano. Es decir, supongo que Mussolini no estaba dispuesto a que mucha gente conociera lo que estaba haciendo ya que era una agresión a estado soberano, como España. Ni siquiera sus propios funcionarios.

Lo que sí se conserva es la documentación que hicieron los funcionarios italianos para preparar la entrevista entre Goicoechea y Mussolini. En esa documentación aparecen los antecedentes. Ese dossier se conserva y es fundamental.

Entonces se acaba el mito de que la Guerra Civil se explica únicamente por factores o vericuetos de la política interna de España. El apoyo de Italia es decisivo para el inicio de la misma.

Esa posición está completamente desacreditado y, además, lo hemos desacreditado con documentos de la época. Mussolini se comprometió con los monárquicos a entregar aviones a los conspiradores. Aviones de guerra. Esto es importante para la historia de España, pero también para la de Italia. Se ha escrito mucho sobre si Mussolini tenía interés o no en participar de un golpe en España. Pues bien, Mussolini está dispuesto a intervenir en España desde, al menos, 1934. Este descubrimiento sitúa a España dentro de la línea de agresiones de la Italia de Mussolini. Empezó por Abisinia (Etiopía) y continuó por España, Albania y Grecia. El objetivo de Mussolini era dominar el Mediterráneo occidental y su gran pieza en su política internacional, por tanto, no es Abisinia. Es España.

¿Y el motivo? ¿Eran las reformas de la República o como dice usted para los monárquicos la proclamación de la República ya era en sí mismo un motivo para el golpe?

La proclamación de la República era suficiente. Los monárquicos equipararon República a Revolución. Desde el principio, declaran la guerra a la República. Aunque una cosa es declarar la guerra retóricamente y otra cosa es hacer la guerra. Eso necesita preparación y esta es la conspiración que ponen en marcha. En 1934 ya hay un acuerdo con Italia para actuar en contra de la República. Ese acuerdo ha sido despreciado. Stanley G. Payne ni lo cita. El hagiógrafo de Calvo Sotelo solo le dedica un párrafo. Para mí, es el elemento clave.

Honestamente, yo creo que, y advierto de que lo que voy a decir es una machada, los monárquicos hubiesen estado en contra de la República incluso aunque esta no hubiese emprendido las reformas que emprendió, como la reforma agraria, la militar o las reformas sociales. No obstante, eso solo lo pueden aclarar los papeles de la Corona.

¿Qué planes tienen para España estos monárquicos?

Tenían un plan muy claro y nadie lo había conseguido demostrar con documentación de la época. Yo sí. Los conspiradores querían volver a una dictadura militar como la de Primo de Rivera, pero con toques fascistas. El plan pasaba, en caso de triunfar, por poner a Sanjurjo como jefe del Estado de manera temporal y a Calvo Sotelo como jefe de un directorio cívico-militar que dirigiría el gobierno. ¿Para qué? Para una restauración monárquica en el momento dado. ¿Qué significa esto en las condiciones de los años 30? Que los monárquicos buscaban la ayuda fascista porque aspiraban a un tipo de sistema parecido al italiano, donde estaba el rey, Victor Manuel II, y el Duce, que era un civil, aunque hubiese luchado en la I Guerra Mundial. Recuerda que el Duce era un periodista. Esto explica por qué los monárquicos se volcaron con Italia y no con Alemania.

Tras esta supuesta restauración monárquica, ¿quién hubiese sido el rey?

No se llegó a decidir. Había gente que pensaba que Alfonso XIII, otros en su hijo Juan, pero no se había llegado a decir abiertamente. Sí se sabe que se llegó a plantear a Alfonso XIII que depositara sus derechos a la Corona en manos de su hijo Juan, y que esta propuesta fue rechazada.

¿Qué papel jugó Alfonso XIII en esta conspiración?

¡Ah! Esa es una de las grandes cuestiones. Yo no he encontrado un papel de evidencia directa primaria que demuestre que Alfonso XIII estaba al corriente de los planes de sublevación. En 1932 sí que da el visto bueno a recaudar fondos para este propósito. Pero, después, ¿estaba al corriente de los avatares de la sublevación? Yo, personalmente, creo que es imposible que no supiera nada. Hay un informe de la Policía política italiana que se hace eco de una reunión que Alfonso XIII mantiene con Sanjurjo en Montecarlo en la primavera de 1936. ¿Para qué diablos se reúnen los monárquicos con su majestad en Montecarlo? Este informe es de la Policía política del Duce, que puede estar equivocado, pero es lo que tenemos.

Sí que sabemos que poco después del golpe de Estado, creo que el mismo 19 de julio, Alfonso XIII escribió a Mussolini. Durante un tiempo creí que los monárquicos le habrían mantenido alejado de los detalles, pero no hay razón o evidencia para pensar que eso fuera así. Por eso digo al final que solo los archivos de la Corona, si es que existen, pueden explicar esto. Hay lagunas.

Sin embargo, el plan de los monárquicos se viene abajo a las primeras de cambio...

Sí. A Calvo Sotelo le pegan dos tiros y a Sanjurjo lo estrellan en un avión. El plan podría haber sobrevivido si hubiese triunfado. A Calvo Sotelo se le podía sustituir. Pero Sanjurjo era insustituible. Era la pieza fundamental.

En estos planes no aparece por ningún lado la figura del general Franco.

Exacto. El general Franco tenía una misión específica. Que era sublevar a la guarnición de Canarias, ponerse al frente del ejército de África y seguir las pautas que había escrito Mola en sus instrucciones en el mes de junio.

De hecho, Franco no desempeña un papel activo en la conspiración. El monárquico Pedro Sainz Rodríguez dijo en sus memorias que Sanjurjo hizo una  especie de encuesta entre los generales del Ejército para ver qué querían después del golpe. Y decía que Franco quería ser nombrado Alto Comisario de España en Marruecos. ¿Es verosímil? Sí. ¿Es verdad? No lo sabemos.

Sí sabemos, por contra, que Franco reescribió la historia completamente una vez llegó al poder. La dictadura franquista tuvo desde sus primeros momentos la idea de mantener una determinada versión de lo ocurrido. Esa versión, prácticamente, se mantiene hasta hoy con los cambios que han sido necesarios para su permanencia. Pero es todo falso. Los mitos del franquismo son falsos. Están montados sobre una base falsa.

¿Traicionó Franco a los monárquicos?

Por supuesto. Y Pedro Sainz Rodríguez es consciente de la traición. Hay papeles carlistas y monárquicos que demuestran que había sectores de ambos lados que se sentían profundamente decepcionados y traicionados. No se habían sublevado para poner a Franco en el poder. Pero todo ese malestar no lleva a nada. Ya en el 40, los monárquicos hacen un balance de la situación a los ingleses y ponen a parir a Franco. Incluían errores de bulto para destruir la imagen de Franco. Ese documento permite ver el cabreo que tienen. Se sienten traicionados.

También escribe que Falange, que después sería el partido único, en los planes iniciales de los monárquicos solo tenía un papel reservado: el de pistoleros. No había lugar para ellos.

Pistoleros. Eso es. Ese era su papel para los monárquicos. Nada más. Nadie pensaba, en los círculos monárquicos, que Falange tendría la influencia que poco después tuvo. Eso sí, en ausencia de Sanjurjo.

Hay una frase que me llama la atención. Usted dice, al final de su obra, que la primera causa del golpe de Estado es que los monárquicos consideraban que España era suya, que aquí mandaban ellos, y que no iban a compartir el poder con nadie más.

Por supuesto. Así es. Algunos historiadores califican a los monárquicos como contrarrevolucionarios. Pero no es cierto. Eran reaccionarios. Gente que quería volver a la situación anterior. Volver a la dictadura primorriverista con los retoques fascistas necesarios. El informe que los monárquicos elevan a los ingleses, del que hemos hablado antes, se nota que son reaccionarios en estado puro. Que España era suya y lo había sido siempre. La República era como una arruga en la historia de España.

1 comentario:

  1. Efectivamente, los monárquicos querían acabar con la República y restaurar la monarquía. Frustradas sus expectativas, no tardaron en darse cuenta que el general Franco, lejos de propiciar una rápida transición, había venido para quedarse. Con el tiempo, la mayoría de ellos aceptaron y defendieron la dictadura, otros se adaptaron a ella a regañadientes, pero guardando un pragmático y lucrativo silencio.

    ResponderEliminar