jueves, 30 de julio de 2020

Paco Frutos

Este domingo ha muerto Paco Frutos. Secretario general del PCE en tiempos difíciles, recordamos su trabajo duro que, como los de otros que antes y después ocuparon el cargo, ha servido ante todo para mantener ese hilo conductor que otros partidos, como el italiano, no supieron o no quisieron mantener.

Después de tantas controversias (eurocomunismo sí o no, leninismo si o no...) lo que parecía condenado por la "modernidad" muestra hoy su trágica vigencia. De "ideología trasnochada" la idea comunista pasa a ser posibilidad de salvación. En estos tiempos inciertos el partido es, o debe ser, un núcleo de pensamiento y de acción. Todavía hay mucho que debatir sobre lo que es un movimiento y un partido. Ni movimientos sin cabeza ni partidos sin extensión. Aunque tendremos, una vez más, la clásica discusión sobre "correas de transmisión", etc. etc.

Se tiende a considerar que existe una "línea correcta" y desde una imaginaria ortodoxia, construida a posteriori, se juzgan y condenan los desviacionismos de izquierda y derecha. Si pensamos dialécticamente no existe esa línea fija, sino un conjunto de oposiciones, más abiertas unas, más cautelosas otras. Aparecen en la visión corta como bandazos, pero a la larga dan experiencia y sabiduría. La Historia no es la coyuntura, pero la coyuntura es también importante.

Paco sufrió mucho estas controversias. Recordamos con cariño a este payés, esta persona sensible y llena de franca humanidad.

El comunismo contado con sencillez es para mí su mejor legado. Porque demuestra que la fuerza de la idea, aunque debe estar sólidamente unida a la razón y el conocimiento, es inseparable del sentimiento. La inteligencia abstracta sin emociones no existe, por eso la entelequia llamada inteligencia artificial jamás superará a la volición del que sabe para lo que trabaja.

Cultivemos sentimientos nobles.

Además de su prosa pedagógica Paco escribió poesía. Tal vez la última se la inspiró la insólita visión de las calles vacías durante el confinamiento, presintiendo el ocaso de una civilización mientras quizás sentía próximo el suyo.

En la foto que dejo aquí, lo acompaña el que también ha sido secretario general, del PCG, mi amigo y camarada Carlos Portomeñe, otro cultivador del sentimiento como motor de la acción.







Partido Comunista de España



26 de Julio de 2020

Francesc Frutos Gras, Paco Frutos, honesto, austero y de sólidas convicciones. La sencillez que dio título a su libro era la esencia de su vida personal, social y militante. Su semblante serio escondía a un hombre afable y divertido, acompañado siempre de su deje catalán, que gustaba de relacionarse con sus camaradas de la sede los viernes para despedir la semana con un pequeño aperitivo que instauró como costumbre durante su mandato como Secretario General del PCE.

Nacido en Calella (1939) en el seno de una familia campesina comenzó su vida laboral en el campo. Después desempeñó diversos trabajos entre ellos obrero del textil donde colaboró, junto a los hermanos Antequera y otr@s camaradas, con la organización de la entonces clandestina Comisiones Obreras – CCOO. Hacía un año que se había afiliado al Partit Socialista Unificat de Catalunya – PSUC. La lucha clandestina y la cárcel forjarían su militancia y su carácter.

Siendo ya dirigente de CCOO de Catalunya y del PSUC es elegido diputado del Parlament en la primera legislatura. El PSUC obtuvo un 18% que se tradujo en 25 escaños.

Le tocó vivir momentos convulsos, a caballo entre dos épocas, tiempos de confusión y a veces de derrota que afrontó siempre de frente, con honestidad y energía, sosteniendo siempre lo que consideraba correcto.

En el IX Congreso del PCE (1978), Paco defendió la vigencia del leninismo frente a las tesis mayoritarias seguidoras de la corriente eurocomunista. Poco después, en el V Congreso del PSUC, (1981) en medio de un agrio debate, fruto de la división del movimiento comunista internacional, fue elegido Secretario General del PSUC. Su breve mandato concluyó 14 meses después tras la celebración de un Congreso extraordinario y el retorno a la Presidencia y a la Secretaría General de Gregorio López Raimundo y Antonio Gutiérrez Díaz.

Paco se traslada a Madrid para trabajar primero en el equipo de Gerardo Iglesias y después en el de Julio Anguita. Con Julio atendió las responsabilidades de Mundo del Trabajo, Frente de Partido y, tras el XIV Congreso del PCE, ejerció como Secretario del Comité Central.

Fueron los años duros del final de las ilusiones con el derrumbe del socialismo real y la ofensiva neoliberal, crisis económica, reconversión industrial, pérdida de derechos sociales y laborales, OTAN, Maastricht. También los años de la construcción de IU y la lenta pero firme recuperación electoral. Paco, siempre incansable no dejaría de insistir aquellos años en que: “Hay un espacio amplísimo a conquistar y una nueva sociedad a construir, continuemos”.

Otra característica que define su pensamiento es su incesante lucha por la paz y la denuncia del imperialismo. Así lo demostró como diputado (1996) desde la tribuna del Congreso y en la calle denunciando las agresiones a Yugoslavia por parte de la OTAN con la complicidad del gobierno español. También tiene que bregar con la ofensiva interna contra el carácter transformador y alternativo del PCE e IU. A principios de la década, el intento de disolución del PCE con el retorno a la “casa común” del PCE e IU así como la pretensión de acabar con el carácter combativo y sociopolítico de CCOO para convertirlo en un sindicato de servicios. En la segunda mitad, con la ruptura de la relación con ICV, y la escisión en Galicia y con los renovadores agrupados en torno a la llamada nueva izquierda. Ante estos dos envites supo estar a la altura y en primera línea.

El XV Congreso del PCE (1998) le elige Secretario General, responsabilidad que revalidó en los dos siguientes. Cuando antes de las generales del 2000 Julio sufre un infarto, Paco asume la candidatura de IU. Las expectativas no son halagüeñas. En los anteriores comicios municipales, autonómicos y europeos los resultados habían sido malos. Hizo una excelente y agotadora campaña que culminó con un grupo de 8 diputados. Aquellas fueron las elecciones del acuerdo con el PSOE.

A finales de año se celebró la VI Asamblea de IU marcada por la división interna. Dirigentes del Partido formaban parte de candidaturas que confrontaban con la encabezada por él. Quedó a un voto de ser elegido Coordinador General. El nuevo Coordinador sería Gaspar Llamazares. Esta situación le llevó a abrir una reflexión en el seno del PCE sobre la cohesión del Partido y la unidad de acción, la toma de decisiones y la recuperación de soberanía, las competencias de un PCE que debía trabajar por recuperar las señas de identidad fundacionales de IU situando nuevamente la preocupación en las condiciones de vida de la clase trabajadora, en la contradicción capital–trabajo como eje de su intervención política. Reconstruir el PCE, refundar IU: esta fue la tarea principal de sus últimos años de mandato junto, una vez más, a la denuncia de las agresiones imperialistas, esta vez contra Irak.

Sus discursos más significativos están publicados en Nuestra Bandera. A partir de 2015, el surgimiento de Podemos y la posición política del PCE e IU provocan su distanciamiento de la vida orgánica, aunque continúa, incansable, defendiendo sus ideas.

Todo este relato se refiere a su vida pública pero Paco tenía una vida privada muy rica: familia, amistades, camaradas y su pasión, el mundo de la cultura del que especialmente disfrutaba y practicaba asiduamente. Uno de sus últimos poemas, quizá el último, es éste con motivo de la pandemia. Hasta siempre, camarada.

UNA IMAGEN INÉDITA NOS ASALTA

Las inmensas ciudades desiertas
parecen selvas taladas a máquina
para sembrar inmensidades de soja
y saturar los mercados de grano
aun dejando a los nativos sin tierras.

Lo de las calles despobladas se parece
mas no es lo mismo y nos es inédito
verlas así intentando elevarse al cielo
trazadas sin línea a un infinito irreal
invisible en el espacio de opaca luz.

Avenidas huérfanas de miradas abrazos
sordas de palabras toses y buses
sin sombreros que tapen los rigores
del sol cuando abrasa e incordia
o cubriendo la cabeza del aire invernal.

Y aunque como siempre disperso va
suben luces y se esparce el viento
nubes tapan el sol y sueltan la lluvia
o barridas por nieblas lo blanquean
hasta que las plantas languidecen.

Y con todo ello rodando y saltando
no ha vuelto otra vez por la ventana
aquel día venturoso que en sigilo se fue
entre senderos y venteros desapacibles
de guijarros óxidos y eternas grietas.

Chirría el estruendo del silencio
ira sol agua refugio ojos llorosos
línea lejana de fría luz en horizonte
donde se esconden todos los azules
que salen cada día a las ocho da la tarde.

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