domingo, 7 de agosto de 2022

El Cabrero, siempre

Tras un "prólogo guitarrístico" a cargo de mi paisano Salvador Gutiérrez, José María Velázquez-Gaztelu dedicó el 14 del pasado julio su programa Nuestro Flamenco al cantaor José Domínguez Muñoz, "El Cabrero".

Cabrero y cantaor a un tiempo: a un tiempo completo, porque seguramente aprovecha el aislamiento del oficio para concentrarse y componer sus demoledoras letras. Innovador en ellas, pero conservador cuando toca serlo; lo es tanto en el estilo como en el espíritu rebelde que ha animado siempre al cante popular. Eso no impide que también, cuando le da la gana (republicana, que no real), cante tangos como el mejor Gardel.

Campesino y cosmopolita, ha compartido cartel con Gilberto Gil o Chick Corea, recorriendo los escenarios del mundo, pero siempre vuelve a la tierra y a su tierra. A este singular artista no lo aísla el cuidado de sus cabras ni su urbanofobia («Antes viviría en una choza en medio del monte que en la ciudad»), porque siempre ha estado abierto a otras culturas. Como nos recuerda Pedro Lopeh en ¿Dónde está el Cabrero?:

Fue él quien nos adentró, cuando éramos jóvenes y vivíamos aislados en dehesas remotas, por los caminos de la música latinoamericana. De su mano descubrimos a Horacio Guaraní, Álvaro Carrillo, Atahualpa Yupanqui o Alberto Cortez. Consiguió que se nos abrieran las carnes con sus adaptaciones de boleros y rancheras, que sintiéramos nuestras las milongas de los vaqueros argentinos, que el tango bonaerense sonara como inventado en Sierra Morena. 

Así fue la programación minutada de este memorable encuentro con este cabrero:

56:35; empieza el programa

54:24; Salvador Gutiérrez a la guitarra, tientos

50:00; Salvador Gutiérrez, alegrías

44:30; canta El Cabrero soleá por bulerías, con Paco del Gastor a la guitarra

Fíjate, cómo la planta
que por ver la luz del Sol
hasta la piedra quebranta.

El hombre tiene un camino
y un sitio donde llegar
y por mucho que se empeñe
no puede volver atrás.

El tiempo me dijo a mí:
no pases el tiempo en ver de
que te vas a destruir.

Cuando nuevo la pendiente
mu' ligero me subía
y ahora a la bajá', despacio,
como contando los días.

Me tiro por los atajos
por donde caminan pocos
y pa' no darle trabajo. 

37:19; tientos, con Paco del Gastor

El río por los arroyos
multiplica su caudal.
Se alimenta del obrero
que trabaja eventual.

El pastor y el carnicero
toman copas en el bar
y en un despacho negocian
sindicato y patronal.

En el mataero pagan
el buen cuido del rebaño
y los borregos ignoran
que en el pacto está el engaño.

Es un mundo de rateros
de opresores y oprimíos
y eso lo dice El Cabrero
por el tiempo convencío.

La salud y el Sol
son cosas que no se venden.
Lo demás se vende to

29:44; seguiriyas a la manera de Tomás el Nitri, con Paco del Gastor

Se dan golpes de pecho mirando pa'l cielo.
Más les valiera
luchar por tener más
aquí en la Tierra.

La tierra se alimenta del agua y del Sol.
De lo que me da ella
me alimento yo.

A fe que son mis gritos pegaos a la tierra,
aunque no sean 
los de la semillita, si miento,
ni agua ni yerba.

23:00; fandangos de Alosno; guitarras: Jesús Díaz y Antonio Sousa

El mundo es como un pañuelo.
Alguien dijo por ahí
que el mundo es como un pañuelo
y yo digo desde aquí
que es un corral de borregos
con mucho miedo a morir.

Pa' saber a donde voy
yo no necesito guía,
pa' saber a donde voy
tengo la noche y el día
y los pasos que yo doy
nunca van en contra mía.

Corazón
le pongo yo cuando canto
corazón como ninguno
y se me empeña unos cuantos
en querer dejarme mudo
porque mi vo' es la del campo

De la Sierra.
Me lastimé del sonío
del fandango de la Sierra.
Ahí está su poderío.
Juntos se van a la tierra
sin haberlo conseguío

16:34; tango argentino "Volver"

Yo adivino el parpadeo de las luces que a lo lejos

van marcando mi retorno.

Son las mismas que alumbraron con sus pálidos reflejos

hondas horas de dolor,


y aunque no quise el regreso

siempre se vuelve al primer amor.

La vieja calle donde el eco dijo

tuya es su vida, tuyo es su querer,


bajo el burlón mirar de las estrellas,

que con indiferencia

hoy me ven volver.


Volver

con la frente marchita,

las nieves del tiempo platearon mi sien.

Sentir

que es un soplo la vida,

que veinte años no es nada,

que febril la mirada,

errante en las sombras, te busca y te nombra.


Vivir

con el alma aferrada

a un dulce recuerdo que hoy lloro otra vez.


Tengo miedo del encuentro con el pasado que vuelve

a enfrentarse con mi vida.

Tengo miedo de las noches que pobladas de recuerdos

encadenen mi soñar.


Pero el viajero que huye

tarde o temprano detiene su andar,

y aunque el olvido que todo destruye

haya borrado mi vieja ilusión,

guardo escondida una esperanza humilde

que es toda la fortuna de mi corazón.


Volver

Con la frente marchita

Las nieves del tiempo platearon mi sien.

Sentir

que es un soplo la vida,

que veinte años no es nada,

que febril la mirada,

errante en las sombras, te busca y te nombra.


Vivir

con el alma aferrada

a un dulce recuerdo que hoy lloro otra vez.

11:38; malagueña, con Paco del Gastor

Ni en mi sombra mando yo.
Aunque va siempre conmigo
ni en mi sombra mando yo.
Unas veces se me atrasa
porque se lo manda el Sol
y otras veces se adelanta

A mí me parió mi mare.
En el campo y a la izquierda
a mí me parió mi mare.
Venga el viento 'e donde venga
no consiento que me arrastre
y sigo la misma senda

 5:20; bulería "La lluvia sucede en el pasado", letra de Jorge Luis Borges

Bruscamente la tarde se ha aclarado

porque ya cae la lluvia minuciosa.

Cae o cayó. La lluvia es una cosa

que sin duda sucede en el pasado.


Quien la oye caer ha recobrado

el tiempo en que la suerte venturosa

le reveló una flor llamada rosa

y el curioso color del colorado.


Esta lluvia que ciega los cristales

alegrará en perdidos arrabales

las negras uvas de una parra en cierto


patio que ya no existe. La mojada

tarde me trae la voz, la voz deseada,

de mi padre que vuelve y que no ha muerto.



Ahí va una reseña publicada con motivo de su retirada:


Las verdades del cabrero y su adiós como cantautor


José Domínguez se retira con las mismas convicciones mantenidas a lo largo de su vida: 

 

"Los señoritos siguen siendo los mismos y llevan los mismos collares"

"El mayor escándalo de este país son las tragaeras"

Y dos memorables actuaciones: 

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