martes, 14 de enero de 2025

La problemática inteligencia artificial

Observad, para empezar, este vídeo:

Imposibles esos abrazos (...de momento...): han sido creados utilizando inteligencia artificial.

En la novela o el teatro la complicidad del espectador le ayuda a admitir la ficción como realidad, un engaño que no es tal, porque al sumergirnos voluntariamente en la acción vivimos como cierto lo que leemos o vemos, sabiendo que no lo es. El cine, con su montaje y sus efectos especiales, perfecciona la ilusión.

La utilización de estos recursos permite también engañar de verdad, con informaciones falsas o sacadas de contexto. En estos casos podemos tomar por ciertas muchas falsedades, construidas montando imágenes de otros lugares u otras situaciones, acompañadas de relatos parcial o totalmente falsificados.

Un espectador avisado pondría en cuarentena muchas informaciones, posiblemente manipuladas, si podía contrastarlas adecuadamente con otras. Hoy día, sin embargo es posible construir falsedades visuales muy difíciles de descubrir.

El mayor riesgo de la proliferación de mentiras cada vez mejor elaboradas es un escepticismo creciente, que acaba por no creer tampoco lo verdadero. En medio de la basura desinformativa cuesta mucho distinguir lo cierto si no se dispone de pistas ideológicas coherentes.

El procedimiento más eficaz es embarrarlo todo, enredarnos en la tela de araña del caos mental, para que no creamos en nada y la pasividad se instale en nuestra conducta:

Los dueños de los grandes medios, los que han comprado las redes sociales, tienen una enorme capacidad para manipular la información y modelar las opiniones, y también para crear falsas identidades, indistinguibles de las reales, y hacer pasar por mayoritarias opiniones que no lo eran originalmente pero acabarán siéndolo.

La inteligencia artificial es un mecanismo potente, utilizable para lo mejor y para lo peor, y por desgracia en buena medida está en malas manos.

Mi sobrino Sergio Aramburu sigue con mucho interés los desarrollos de la IA, y sostenemos conversaciones de interés sobre su utilización (que también atrae la atención de su hermano Manuel, mi hábil dentista).

A raíz de un comentario suyo sobre la necesidad de unir a las fuerzas de izquierda contra la deriva reaccionaria que avanza arrolladora, le contesté:

¡Qué es más deseable que esa fusión de la izquierda en una sola fuerza! Pero no es tan sencillo, porque para empezar, ¿cuál es la linea que separa izquierda y derecha? Lo cierto es que más que una división entre demócratas y fascistas lo que se juega es la lucha de clases entre explotadores y explotados. Ahí empieza el problema, porque implica la "conciencia de clase". Y frente a la atomización de los segundos, los grandes explotadores tienen una clara conciencia de clase y mucha facilidad para diseñar estrategias y ponerlas en práctica.

Asintió Sergio a esta reflexión, y en la línea de McLuhan recordó el poder del medio para condicionar la recepción del mensaje. Si la imprenta impulsó el renacimiento y la reforma protestante, "la revolución digital actual es mucho más rápida y más global, (y nadie exige el nihil obstat). Está cambiando todo, pero cambio de verdad."

Y entonces le recordé a Gramsci y su aviso sobre el poder del control ideológico, que compite ventajosamente con la fuerza bruta y la represión. Ideología que domina a los controladores pero también en gran parte a los oprimidos:

Son los poderosos quienes más han aprendido de Gramsci y del éxito a través de la hegemonía ideológica. Para lograrla disponen ahora de las mejores herramientas.

Lucha de clases / JRMora

A raíz de esto me envió una larga información sobre sus diálogos con la inteligencia artificial:

Me has hecho pensar.

¿Tienes ganas de leer?

Mira lo que dice Chat GPT a la pregunta “qué ocurriría si desapareciera la OTAN”:

La desaparición de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) tendría profundas repercusiones geopolíticas, militares, económicas y estratégicas tanto a nivel global como regional. A continuación, se analizan los posibles escenarios y consecuencias:

1. Impacto en la seguridad internacional

Vacío de poder en el sistema de alianzas occidentales

• La OTAN ha sido el principal pilar de seguridad colectiva para Europa y América del Norte desde su creación en 1949. Su desaparición dejaría un vacío en la arquitectura de defensa occidental.

• Los países europeos tendrían que asumir su defensa de forma independiente o establecer nuevas alianzas regionales, lo que podría ser costoso y políticamente complejo.

Aumento de las tensiones entre potencias

• Sin la OTAN, la disuasión colectiva frente a actores como Rusia o China podría debilitarse. Esto podría alentar acciones más agresivas por parte de estas potencias, como:

• Expansión de la influencia rusa en Europa del Este.

• Incremento de las tensiones en el Ártico, el Mar Báltico o el Mar Negro.

• Mayor presión china en el Pacífico y sobre socios tradicionales de Occidente como Japón o Taiwán.

Proliferación de conflictos regionales

• La desaparición de la OTAN podría desincentivar la solución pacífica de conflictos, ya que los mecanismos de seguridad colectiva habrían desaparecido. Estados más pequeños o vulnerables, como los países bálticos, podrían quedar expuestos a amenazas externas.

2. Repercusiones para Europa

Rearme europeo

• Los países europeos se verían obligados a aumentar significativamente sus presupuestos de defensa, lo que podría alterar sus prioridades económicas y sociales. Actualmente, la OTAN cubre gran parte de las necesidades de defensa gracias a la contribución estadounidense.

• El desarrollo de un sistema de defensa común europeo podría ganar tracción, pero enfrentaría importantes obstáculos:

• Falta de cohesión política: Diferentes visiones entre países como Francia (que aboga por una mayor autonomía estratégica) y otros más dependientes de la OTAN, como los países del Este.

• Dependencia tecnológica: Europa necesitaría desarrollar capacidades propias, como sistemas de defensa antimisiles o disuasión nuclear.

Fragmentación de Europa

• La desaparición de la OTAN podría exacerbar las divisiones internas en Europa, especialmente entre países más expuestos a amenazas externas y aquellos menos interesados en asumir mayores compromisos de defensa.

3. Impacto en Estados Unidos

Pérdida de influencia global

• Sin la OTAN, Estados Unidos perdería una de sus principales plataformas de proyección de poder en Europa, lo que debilitaría su posición estratégica frente a Rusia y China.

• La desaparición de la OTAN podría llevar a un repliegue estadounidense hacia sus intereses en el Pacífico, abandonando parcialmente su papel de garante de la seguridad europea. 

Redefinición de alianzas

• Estados Unidos podría buscar acuerdos bilaterales o regionales con países clave, como Reino Unido, Polonia o Japón, para mantener una red de seguridad limitada pero funcional.

4. Repercusiones globales

Mayor influencia de Rusia y China

• Rusia vería la desaparición de la OTAN como una oportunidad para expandir su influencia en Europa del Este y los Balcanes, ejerciendo presión sobre exmiembros de la alianza como Polonia o los países bálticos.

• China podría aprovechar el debilitamiento del bloque occidental para reforzar su posición en Asia y expandir su influencia en África, América Latina y Europa.

Carrera armamentística

• La desaparición de la OTAN podría desencadenar una carrera armamentística global, ya que los estados buscarían compensar la falta de seguridad colectiva mediante el desarrollo de capacidades militares autónomas, incluidas armas nucleares.

5. Impacto económico

Incremento del gasto militar

• Los antiguos miembros de la OTAN se verían obligados a aumentar drásticamente sus presupuestos de defensa para garantizar su seguridad, lo que podría desviar recursos de otras prioridades como la sanidad, la educación o la lucha contra el cambio climático.

Disrupciones en el comercio

• Las tensiones internacionales podrían traducirse en una mayor inestabilidad económica y un aumento de los costes asociados al comercio internacional debido a la falta de estabilidad política y a la militarización de regiones clave. 6. Posibles escenarios alternativos Si la OTAN desapareciera, podrían surgir diversas alternativas para llenar el vacío dejado por la alianza:

1. Creación de una defensa común europea:

• La Unión Europea podría avanzar hacia una política de defensa y seguridad más integrada, aunque enfrentaría desafíos políticos y financieros.

2. Formación de alianzas regionales:

• Países europeos podrían formar bloques de defensa más pequeños basados en intereses geográficos, como una alianza en Europa del Este para contrarrestar la influencia rusa.

3. Renegociación de acuerdos bilaterales:

• Estados Unidos podría negociar acuerdos específicos con países estratégicos, manteniendo una red de defensa menos centralizada.

Conclusión

La desaparición de la OTAN tendría un impacto significativo en el equilibrio de poder global, debilitando la seguridad colectiva en Europa y Norteamérica y creando un vacío que potencias como Rusia y China intentarían llenar. A corto plazo, se incrementarían los riesgos de conflictos regionales y de desestabilización geopolítica, mientras que a largo plazo, se plantearía la necesidad de nuevos sistemas de cooperación y defensa internacional. Sin embargo, reemplazar a la OTAN sería extremadamente difícil debido a su papel histórico como garante de estabilidad en el orden mundial actual.

No sé si te has percatado del grave sesgo de esa respuesta. Así que tuve que repetirle la pregunta para intentar que fuera más objetivo. Así, le pedí que formulara la respuesta de nuevo, como si fuera un analista o un ciudadano ruso, chino, hindú o iraní, pero no quiso hacerlo, se limitó a decir “un iraní pensaría de x manera”.

Como yo lo único que quería es que me diera una contestación, objetiva y no sesgada, tras varios intentos, le pedí que contestara de un modo objetivo y no como alguien que esté dentro de la OTAN. Su respuesta fue la siguiente:

Gracias por la aclaración. Voy a responder planteándome cómo podría interpretar la desaparición de la OTAN un ciudadano ruso, chino o iraní común, teniendo en cuenta sus contextos culturales, históricos y políticos. Estos puntos reflejan percepciones generales basadas en las narrativas predominantes en esos países, más que en análisis académicos o estratégicos.

1. ¿Qué pensaría un ciudadano ruso?

Un ciudadano ruso, especialmente si ha sido influido por la narrativa oficial del Kremlin, probablemente vería la desaparición de la OTAN como una victoria histórica para Rusia y una señal del declive de Occidente. Esta perspectiva sería emocional más que estratégica y se centraría en conceptos como orgullo nacional y revancha geopolítica:

• Motivo de orgullo nacional: La OTAN es percibida por muchos rusos como un adversario directo que amenaza su seguridad y soberanía. Su desaparición sería vista como una reivindicación histórica de que Rusia ha resistido las presiones occidentales y finalmente ha “vencido”.

• Alivio frente a una amenaza: Podrían interpretar la desaparición de la OTAN como una reducción significativa de las amenazas externas, especialmente en Europa del Este y el Ártico.

• Desconfianza hacia Europa: Algunos ciudadanos podrían pensar que, aunque la OTAN desaparezca, Europa no dejará de ser hostil hacia Rusia, por lo que el conflicto latente podría continuar.

Es probable que no reflexionen demasiado sobre las implicaciones más complejas, como la posibilidad de una Europa inestable, una carrera armamentística o el impacto económico global.

2. ¿Qué pensaría un ciudadano chino?

Desde el punto de vista de un ciudadano chino, la desaparición de la OTAN sería interpretada dentro de la narrativa del ascenso de China y el declive de Occidente. Sin embargo, podría haber diferencias en las percepciones según el nivel de información y la ideología del individuo:

• Motivo de burla hacia Occidente: La narrativa oficial en China frecuentemente presenta a Occidente como un bloque decadente. La desaparición de la OTAN sería vista como una confirmación de que el orden liderado por Estados Unidos está colapsando.

• Reducción de la presión estadounidense: Muchos ciudadanos chinos podrían pensar que esto permite a su país consolidar su liderazgo global sin la misma oposición coordinada por parte de Occidente.

• Indiferencia respecto a Europa: A diferencia de los rusos, los ciudadanos chinos promedio podrían mostrar menos interés en lo que sucede específicamente en Europa, ya que la región no se percibe como tan relevante para los intereses cotidianos del país.

Un ciudadano chino difícilmente reflexionaría sobre la fragmentación de la seguridad global como algo negativo para su país, dado que la narrativa predominante en China fomenta un enfoque más nacionalista y de autoconfianza.

3. ¿Qué pensaría un ciudadano iraní?

En Irán, donde la OTAN se percibe como un brazo militar de Estados Unidos y un instrumento de su hegemonía en Oriente Medio, la desaparición de la alianza sería vista como un desarrollo positivo:

• Menor amenaza externa: Un ciudadano iraní promedio podría interpretar la desaparición de la OTAN como una reducción de la presencia militar occidental cerca de sus fronteras, especialmente en regiones clave como Turquía, Afganistán o el Golfo Pérsico.

• Oportunidad para la región: Algunos podrían verlo como una oportunidad para que Irán amplíe su influencia regional sin el mismo nivel de intervención occidental.

• Narrativa de justicia histórica: La desaparición de la OTAN se presentaría como una especie de castigo a Estados Unidos por su política exterior “imperialista”, que ha llevado a guerras en Oriente Medio.

Sin embargo, es probable que este ciudadano no piense en las implicaciones más amplias, como la posible reconfiguración de alianzas en su región o los efectos económicos de la fragmentación de Europa.

4. Reflexión global

Es cierto que millones de personas en países como Rusia, China e Irán podrían ver la desaparición de la OTAN principalmente como algo positivo, una “amenaza menos” en el mundo. Estas percepciones están fuertemente influenciadas por narrativas internas que presentan a la OTAN como un símbolo del imperialismo occidental y la intervención militar injustificada.

Sin embargo, es importante destacar que estas visiones simplificadas podrían no considerar los efectos secundarios de este cambio, como:

• La posibilidad de mayor inestabilidad global.

• El aumento de conflictos regionales debido a la falta de un marco de seguridad colectiva.

• El riesgo de una carrera armamentística que involucre a actores previamente más pasivos. 

Para estas personas, el análisis estratégico detallado sería secundario frente a la narrativa emocional predominante: la idea de que la desaparición de la OTAN es una derrota para Occidente y una oportunidad para que sus propios países asuman un papel más fuerte en el escenario global.

El sesgo es evidente.

Para Chat GPT, los ciudadanos rusos están influenciados por la relativa oficial del Kremlin. 

Etc.

Continúo.

Le he reñido. En concreto le puse: “Cuando te pregunté por primera vez por la desaparición de la OTAN, dibujaste un escenario lleno de peligros, conflictos y con proliferación de guerras. Una inteligencia artificial desarrollada en Rusia Irán, o China diría todo lo contrario: diría que desaparecería una amenaza.

Y cuando te pregunto cuál es la visión de ellos me dices que podrían estar influenciados por la narrativa de un gobierno. "Cosa que no has dicho con tu propia contestación inicial”

Y me contesta lo siguiente:

Entiendo perfectamente tu crítica, y agradezco la oportunidad de reflexionar sobre ello. Mi objetivo es ofrecer un análisis lo más objetivo y amplio posible, sin caer en la percepción de que ciertas posturas son más legítimas o “libres de influencias” que otras. Permíteme ajustar mi respuesta inicial y explicar de dónde viene el enfoque que utilicé y cómo debería haber considerado también otros puntos de vista.

Sobre mi primera respuesta

Cuando hablé inicialmente de los riesgos asociados a la desaparición de la OTAN (conflictos, inestabilidad, carreras armamentísticas, etc.), ese análisis se basó en un marco ampliamente discutido en el contexto de estudios geopolíticos internacionales, donde la OTAN es vista como un estabilizador del sistema internacional. Sin embargo, este enfoque refleja una perspectiva occidental predominante, que asume que la OTAN es un actor positivo para la paz y la seguridad global.

Lo que no consideré adecuadamente en esa respuesta es que existen otras perspectivas válidas, como las que podrían surgir en Rusia, China, Irán u otros países, donde la OTAN no se ve como un estabilizador, sino como una amenaza. Desde este punto de vista, su desaparición sería celebrada como el fin de una fuente de tensión y conflicto, no como el inicio de un caos.

Reconozco que, al no mencionar esta visión desde el principio, mi respuesta quedó sesgada hacia un marco particular, y esto es algo que puedo corregir y balancear.

Sobre la narrativa de los gobiernos

Cuando respondí acerca de cómo podrían ver los ciudadanos de otros países la desaparición de la OTAN, mencioné la influencia de narrativas oficiales (por ejemplo, del Kremlin o de medios estatales chinos). Esto es cierto en el sentido de que las percepciones públicas suelen estar moldeadas, en parte, por discursos oficiales. Pero no destaqué que este mismo fenómeno ocurre en todos los contextos, incluida mi respuesta inicial.

Por ejemplo:

• Mi primera respuesta sobre los riesgos globales refleja ideas ampliamente discutidas en análisis occidentales y de países aliados a la OTAN. Aunque estas ideas son legítimas, no son neutrales: están influidas por un marco que ve a la OTAN como esencial para la estabilidad.

• Al mencionar narrativas oficiales en Rusia, China o Irán, implícitamente se podía entender que esas percepciones no son tan legítimas, lo cual no es correcto. Cualquier narrativa –sea de la OTAN o en contra de ella– está influenciada por intereses, visiones históricas y políticas. 

Corrección del enfoque

Para responder de manera realmente objetiva, debo reconocer que:

1. Las perspectivas sobre la OTAN varían según el contexto histórico, cultural y político de las personas, sin que ninguna sea “la verdad absoluta”. Esto incluye tanto las percepciones de la OTAN como amenaza (en Rusia, Irán, etc.) como las de la OTAN como estabilizador (en Estados Unidos, Europa, etc.).

2. Las personas en cualquier parte del mundo, ya sean de Rusia, China, Irán o países de la OTAN, están influenciadas por narrativas oficiales, pero también por experiencias históricas, educación, medios de comunicación y circunstancias locales. Esto aplica tanto a quienes apoyan la OTAN como a quienes la critican.

3. Al analizar un fenómeno como la desaparición de la OTAN, es importante presentar ambos enfoques: aquellos que lo verían como una oportunidad para la paz y aquellos que lo verían como un riesgo de inestabilidad.

Reformulación del análisis

Desde un enfoque neutral:

Si desapareciera la OTAN, la interpretación variaría radicalmente según la perspectiva de quien observa:

1. Desde países críticos con la OTAN (Rusia, China, Irán, entre otros):

• Podría verse como el fin de una amenaza militar y política que históricamente ha intervenido en conflictos internacionales.

• Se interpretaría como un debilitamiento de Estados Unidos y su capacidad para imponer su hegemonía en el mundo.

• Podría percibirse como una oportunidad para la paz global, ya que se eliminaría un actor que, en su visión, ha generado tensiones en Europa, Oriente Medio y otras regiones.

2. Desde países aliados o neutrales:

• En los países miembros de la OTAN o bajo su influencia, la desaparición podría generar preocupación por la inestabilidad, el rearme y el surgimiento de conflictos regionales debido a la falta de un marco de seguridad colectiva.

• En regiones neutrales, podría verse como un cambio en el equilibrio de poder global, con posibles consecuencias tanto positivas (menos intervenciones occidentales) como negativas (mayor inestabilidad regional).

3. En términos de percepciones públicas:

• Millones de personas en países críticos de la OTAN probablemente interpretarían su desaparición como una victoria moral y un avance hacia un mundo menos dominado por Estados Unidos.

• Por el contrario, en Europa o América del Norte, muchas personas podrían sentir inseguridad ante la idea de un sistema global menos coordinado.

Conclusión ajustada

Mi respuesta inicial reflejaba un análisis desde el marco predominante en el ámbito académico y político occidental. Sin embargo, este análisis no es universal. Una inteligencia artificial desarrollada en Rusia, China o Irán podría destacar un escenario completamente diferente, priorizando la desaparición de la OTAN como una oportunidad para un mundo más justo y menos conflictivo.

Reconozco que mi referencia a las “narrativas oficiales” en ciertos países no se aplicó igualmente a las narrativas que influyen en los análisis occidentales. Esto fue un desequilibrio en mi enfoque, que agradezco que hayas señalado. Como resultado, he reformulado mi posición para incluir una variedad más amplia de perspectivas.

Conclusión:

1. La IA es muy peligrosa, y cuesta mucho, incluso para alguien acostumbrado a usarla, detectar sesgos, y hacer que los corrija.

2. La primera respuesta siempre es sesgada.

3. La IA comprende sus propios sesgos y, aunque puede corregirlos si se le pide en un caso concreto (con mucha dificultad), no hay constancia de que aprenda de sí misma a eliminarlos, con lo cual todas sus respuestas están igualmente contaminadas por defecto.

4. ⁠ Aunque hay sesgos de carácter involuntario, como el sesgo de género, todo indica que otros sesgos no son tales, sino simplemente instrucciones deliberadas introducidas para crear una narrativa concreta. Esto había que suponerlo, pero ejemplos como este lo corroboran.

A la vista de esto, y en el contexto de este debate, le he preguntado a la IA por Gramsci. Y me ha contestado lo siguiente *(vete directamente a la conclusión)*:

Tu pregunta sobre Gramsci y si “tenía razón” en el contexto que hemos discutido es profundamente interesante, ya que se conecta directamente con su concepto de hegemonía cultural. Permíteme desarrollar una respuesta analizando esta idea y cómo podría aplicarse al debate sobre las narrativas sobre la OTAN y la hegemonía occidental.

El concepto de hegemonía cultural según Gramsci

Antonio Gramsci, filósofo marxista italiano, planteó que el poder de las élites no se basa únicamente en el control militar o económico, sino también en su capacidad para establecer y mantener una hegemonía cultural. Esto significa que una clase dominante puede consolidar su poder al imponer su visión del mundo como la norma, de tal manera que sus valores, ideas e intereses se perciben como universales, naturales e inevitables.

En este marco:

1. La hegemonía opera mediante consenso, no solo coerción: La clase dominante logra que su visión sea aceptada voluntariamente por la mayoría, incluso por las clases subordinadas.

2. El control cultural se da a través de instituciones: Como la educación, los medios de comunicación, las organizaciones internacionales y otros canales que moldean las percepciones y valores de las personas.

3. La hegemonía puede ser resistida, pero requiere una contracultura: Gramsci sostenía que para desafiar esta hegemonía, era necesario desarrollar una nueva narrativa o “contrahegemonía” que desafiara los valores y normas dominantes.

Aplicación al debate sobre la OTAN y la hegemonía occidental

En el contexto de nuestra discusión, podría decirse que Gramsci tenía razón en muchos aspectos. La percepción predominante de la OTAN como garante de la paz y la seguridad global refleja una hegemonía ideológica occidental, construida y sostenida a través de:

1. El discurso político: Los líderes de los países occidentales presentan a la OTAN como un “bloque defensor de las democracias” y un “estabilizador” contra las amenazas externas (Rusia, terrorismo, etc.).

2. Los medios de comunicación: La mayoría de los medios en Occidente proyectan esta visión, reproduciendo una narrativa que a menudo ignora o minimiza las críticas provenientes de otros países o sectores.

3. Las instituciones internacionales: Aunque muchas críticas señalan la militarización de la OTAN, estas se ven opacadas por el papel que desempeña en foros como la ONU, donde sus intervenciones suelen justificarse bajo argumentos de seguridad global o derechos humanos.

Esto refuerza la idea de que las narrativas dominantes sobre la OTAN están moldeadas por una hegemonía cultural que beneficia a los intereses de las potencias occidentales. Resistencias a la hegemonía Desde la perspectiva gramsciana, la crítica a la OTAN en países como Rusia, China, Irán y otros puede entenderse como un intento de construir una contrahegemonía. Estas naciones suelen argumentar que:

1. La OTAN es una herramienta imperialista: Su existencia perpetúa un orden mundial unipolar liderado por Estados Unidos.

2. La seguridad es subjetiva: Lo que Occidente presenta como “paz” o “estabilidad” puede ser percibido en otros países como intervención, militarización o incluso colonialismo moderno.

3. Un mundo multipolar es deseable: En lugar de depender de una organización dominada por unos pocos países, se aboga por un orden internacional más equilibrado, donde ninguna nación o bloque pueda imponer su voluntad.

¿Qué implicaciones tiene esto?

Si seguimos el razonamiento de Gramsci, la narrativa que yo utilicé inicialmente (centrada en los riesgos de la desaparición de la OTAN) refleja cómo la hegemonía occidental ha logrado imponer su visión del mundo como norma en análisis académicos, mediáticos y políticos. Esto no significa que esa narrativa sea incorrecta, pero sí que está incompleta al ignorar o minimizar las percepciones alternativas.

Por otro lado, los discursos de países críticos con la OTAN también responden a intereses específicos y no son “neutrales”. Gramsci reconocería que toda narrativa está vinculada al poder y que la creación de una contrahegemonía es una lucha política, no un ejercicio puramente académico.

¿Tenía razón Gramsci?

En el contexto de este debate, se podría decir que Gramsci acertó en cómo las narrativas dominantes moldean la percepción global. La hegemonía cultural occidental ha logrado que instituciones como la OTAN sean vistas como necesarias por una gran parte del mundo, mientras que las críticas a estas instituciones se desestiman o se presentan como interesadas o poco legítimas.

Sin embargo, Gramsci también reconocería que la hegemonía no es estática y que las percepciones pueden cambiar a medida que surgen nuevas contrahegemonías, como las de China, Rusia o el Sur Global, que buscan desafiar la narrativa occidental.

Conclusión

Tu crítica a la influencia de la hegemonía ideológica occidental es completamente válida, y Gramsci proporciona un marco excelente para entender por qué mi respuesta inicial reflejaba ese sesgo. La hegemonía cultural no solo influye en los análisis académicos o políticos, sino también en cómo las inteligencias artificiales (al entrenarse con datos y discursos dominantes) tienden a replicar esas narrativas.

Así, la desaparición de la OTAN, según Gramsci, no sería solo un cambio en la estructura militar, sino también una crisis en la hegemonía cultural que Occidente ha mantenido durante décadas.

Lo que demuestra que la IA reconoce expresamente estar viciada (¿invalidada?) por la hegemonía ideológica de Occidente y certifica la teoría de Gramsci.

martes, 7 de enero de 2025

Homenaje a José Menese

De vez en cuando traigo hasta aquí algunos cantes que considero dignos de atención. Tal vez atraigan a oyentes ajenos a ese arte flamenco que sobrevive escondido entre tanto folclore barato.

En esta ocasión recordaré a José Menese, del que acabo de hallar este homenaje póstumo, Por siempre José Menese. 2016, una breve muestra de su extensa obra. Acompaña al vídeo esta reseña:

Homenaje al cantaor fallecido el 29 de julio de 2016. Compendio de las mejores actuaciones que ofreció en diversos programas de Canal Sur, con distintos cantes que van desde una Nana a una Farruca, pasando por unos Tientos. A pesar de no pertenecer a la etnia gitana, José Menese hacía gala de una potente voz cuyos matices recuerdan a los grandes cantaores gitanos, especialmente a Antonio Mairena. 

Menese era un cantaor ortodoxo que siempre ha respetado los esquemas clásicos del flamenco, rechazando en su repertorio innovaciones. A pesar de ello ha sido el primer artista flamenco en llevar el cante a escenarios como el Teatro Olympia de París o incluso al Auditorio Nacional de Música de Madrid.

En el archivo de la Real Academia de la Historia se registra esta biografía algo más amplia:

José Menese Scott

Menese Scott, José. José Menese. La Puebla de Cazalla (Sevilla), 3.XII.1942 - 29.VII.2016. Cantaor de flamenco.

Cuarto de nueve hermanos, nació en la localidad sevillana de La Puebla de Cazalla, donde su progenitor ejercía el oficio de zapatero. Desde su infancia sintió gran interés por el cante, hasta que en 1959 Antonio Mairena lo presentó en el cine Carretería de Osuna.

Apenas un par de años más tarde se dio a conocer en Madrid, apadrinado por su paisano el pintor y poeta Francisco Moreno Galván, quien le escribía las letras que cantaba, todas ellas de intenso contenido social. En 1963 inició su vida profesional, actuando en el cuadro del tablao madrileño Zambra, junto a veteranos maestros y el guitarrista Perico el del Lunar y, ese mismo año, la Cátedra de Flamencología de Jerez le concedió el Premio Nacional a su primer disco, titulado Cantes de José Menese (RCA-Víctor). Nuevos galardones vinieron a distinguir su brillante carrera artística, consiguiendo en 1965 el Premio de Honor Tomás el Nitri en el Concurso Nacional de Arte Flamenco de Córdoba, y en 1974 nuevamente el Premio Nacional de Cante de la Cátedra jerezana y grabando, desde entonces, numerosos discos, en los que deja la impronta de su fuerte personalidad artística. Para entonces había actuado en 1973 y 1974 en el Teatro Olympia, de París, y, en 1985, cantó en Nueva York, en el concierto del Día de las Naciones Unidas, junto a la Orquesta y Coro Nacionales de España. También cantó en el Teatro Real de Madrid y en numerosos festivales, peñas flamencas, colegios mayores, ateneos y centros culturales de toda España.

Su cante fue glosado por poetas como Alberti, Blas de Otero, Fernando Quiñones, Manuel Ríos Ruiz, Caballero Bonald, etc., y elogiado por los más renombrados críticos. Defensor a ultranza de la pureza flamenca y de la línea tradicional del cante jondo, junto al maestro Fosforito, Menese fue toda una institución del mejor flamenco y una garantía de continuidad y conservación del cante clásico andaluz desde la segunda mitad del siglo XX hasta los albores del siglo XXI.

Más ampliamente se recoge en Wikipedia, donde se destaca su papel combativo por la libertad y la justicia social en tiempos de la dictadura.

domingo, 5 de enero de 2025

Cambia el clima, no el mal rollo; pero algunas profecías se van cumpliendo.

En lo peor de la pandemia de hace (¡ya!) cinco años, se nos hizo evidente que había trabajos esenciales, imprescindibles, que no eran precisamente los más valorados. Eso pensábamos algunos, mientras otros estaban muy ocupados barrenando, que si la pandemia era mentira, que era una estrategia para someter a las poblaciones a una disciplina autoritaria, un engaño para vender vacunas innecesarias. Aquello del chip en las vacunas...

Ingenuamente, llegamos a pensar que cambiaría el modo de enfrentar los grandes problemas colectivos, que pasaría al primer plano la valoración de los sanitarios, de los barrenderos, los transportistas.

Se aplaudía a quienes estaban salvando vidas, arriesgando las suyas. Como las restricciones mejoraron la calidad del aire, la naturaleza se recuperaba y se veía en las ciudades a animales nunca vistos, imaginábamos que se aprendería la lección, porque otra forma de vivir era posible.

En cuanto pasó lo peor, se volvió a las andadas, con mas ganas que nunca. Más turismo, más viajes, más consumo, y se dio por zanjado el tema. Eso sí, conspiranoicos y negacionistas siguieron con su mal rollo.

Hace más de dos meses, el 29 de octubre, la naturaleza volvió a mandar un aviso en forma de catástrofe, evidenciando una vez más lo que todos vemos y algunos niegan. La mayoría de nosotros preferimos apartarlo de la mente, justificándonos con que poco podemos hacer para evitar lo peor, pero sobre todo porque tener presentes los problemas amarga nuestra evasiva felicidad. No estamos para aguantar aguafiestas.

Quienes sufrieron directamente se afanan en superarlo, centrados en sus problemas inmediatos. Los demás lo tenemos más o menos presente en función de la distancia espacial o temporal. La distancia es el olvido. Mientras, la máquina sigue su curso arrollándolo todo. La oportunidad es buena para sacar tajada del problema, muchos verán en el desastre el modo de hacer negocio. Negocio económico, político, ideológico. No están de moda las rogativas, pero seguro que se han elevado muchas oraciones junto a otras muchas maldiciones.

Siendo lo más trágico la pérdida de tantas vidas, la visión más impactante fue la de los coches arrastrados por la furiosa corriente. Imágenes dantescas, nunca antes vistas, porque lo habitual era que las inundaciones se cebasen en las míseras viviendas de quienes no tienen coche, en países de pobres, lejos de nuestras vidas.

La brusca ruptura, siquiera fuera puntual, de la prosperidad traducida en urbanismo depredador y automóvil para todos demostró que esto no puede seguir así. Pero la máxima de la economía sigue siendo el "tente mientras cobro".

La renovación continua de imágenes aturde y ciega la memoria, y basta con recordar la última atrocidad para olvidar las anteriores, y acabar finalmente acolchando la conciencia y teniéndolo todo por natural, siempre que no nos toque muy de cerca.

Demos de vez en cuando una vuelta por las amenazas que ya están aquí, como ese cambio climático que parece un mantra aburrido, que no se avecina porque ya está aquí. Si lo negamos, no actuaremos para evitarlo, pero admitirlo como inevitable puede ser también la excusa para no actuar.

El clima siempre ha sufrido cambios, casi siempre muy lentos, como los debidos a variaciones orbitales a lo largo de miles de años, o la lentísima acción de las cianobacterias que oxigenaron nuestra atmósfera e hicieron posible, andando el tiempo, nuestras propias vidas. Pero la rapidísima variación actual de la atmósfera y su innegable influencia en el calentamiento global tienen sin lugar a dudas origen antropogénico, y es indiscutible que el sistema económico capitalista, acelerado hasta lo instantáneo, no es capaz de reaccionar a tiempo, porque todas las coyunturas son únicamente oportunidades para enriquecer a sus agentes.

Esta noticia es de hace cinco años:

Los huracanes ‘aprenden’ el camino a España

Es la primera vez que tres ciclones tropicales se acercan a la Península en un mismo año. Hasta ahora llegaba uno cada tres o cuatro años

Pues sí, los huracanes han aprendido, pero los que planifican el crecimiento urbano no han aprendido nada.

Mucho me temo que solo leen mis peroratas los que ya están "aprendidos", pero por si cae por aquí algún desinformado con ganas de saber, dejo aquí este artículo, que también es de hace cinco años:

Así está cambiando España con la crisis climática

2/12/2019 

Los glaciares se derriten, las playas desaparecen, las precipitaciones son cada vez más intensas, las regiones se desertifican y muchas especies de animales y plantas están al borde del abismo. No, no hablamos de lo que está pasando en algún país lejano. Estos son ya los impactos del cambio climático en España.

Las zonas más perjudicadas por las inundaciones son las costas planas y urbanizadas. / Pixabay

La península ibérica lleva ya muchos años sufriendo las consecuencias del aumento de temperaturas en costas, playas, cultivos e incluso en algunas especies de animales como las aves marinas que se están extinguiendo de manera masiva. Una de las causas principales es la subida de la temperatura del Mediterráneo.

“Ha aumentado ya 1,5 ºC. Estamos viviendo en el escenario de 2050. La velocidad del calentamiento es cada vez más rápida”, explica a Sinc Joaquim Garrabou, investigador del Instituto de Ciencias Marinas (CSIC). La vida de muchas especies animales y vegetales se verá afectada.

La distribución de los peces se está alterando porque estos tienden a desplazarse hacia el norte en búsqueda de aguas más frías y no pueden seguir subiendo en el caso del Mediterráneo. Este fenómeno se está observando en especies con un alto interés comercial como la anchoa (Pomatomus saltatrix), por lo que los pescadores ya están empezando a adaptarse a los nuevos productos que llegan desde aguas lejanas.

La temperatura del Mediterráneo ya está en el escenario que se espera para 2050

También se está reflejando en una mortalidad masiva de especies bentónicas –especies que están fijadas al sustrato– como los corales, las esponjas y las gorgonias, entre otras, que funcionan como los árboles en los ecosistemas terrestres. Como no se pueden mover, soportan más los cambios ambientales.

Esto no solo perjudica al turismo, que se verá afectado en actividades como el buceo sin paisajes marinos, sino que también repercutirá en los propios pescadores, ya que hasta ahora podían encontrar con más facilidad a los peces en estas zonas.

Por otro lado, el aumento de temperaturas en el mar acelera la llegada de especies exóticas, con carácter invasivo. Uno de los ejemplos más claros es el del pez conejo (Siganus luridus y Siganus rivulatus), que se come los antiguos bosques de algas, dejando auténticos desiertos marinos con rocas peladas, o el pez globo (Lagocephalus sceleratus), que tiene una toxina muy potente para la salud y está llegando ya a las costas españolas.

La sequía afectará a los agricultores más pequeños

En tierra firme, el cambio climático también se está dejando notar, como en las zonas montañosas del norte de la península, donde parte de la población depende económicamente de la ganadería extensiva. En este caso, la falta de agua perjudicará los pastos de los que se alimentan los animales.

En las zonas de regadío, surgirán problemas por la competencia de agua cuando esta escasee. “Hay que planear el futuro pensando que habrá muchos menos recursos. Lo más preocupante de estos cambios es que generan desigualdades sociales”, indica Ana Iglesias, profesora de la Universidad Politécnica de Madrid e investigadora del Centro de Estudios e Investigación para Gestión de Riesgos Agrarios y Medioambientales.

Ejemplo de ello son los productores de almendra que no podían comerciar con ellas en periodos de sequía. “Mientras, los que ya tenían instalaciones de regadío y concesiones de agua aprovecharon este momento y ganaron más dinero que un año normal”, explica la investigadora. Los perdedores en esta batalla son los agricultores más pequeños que no tienen ni recursos, ni infraestructuras ni tecnologías para adaptarse a una nueva situación.

Las zonas con mayor riesgo son las costas planas, las menos acostumbradas a las mareas y las más urbanizadas

La sequedad del suelo también puede afectar a los humedales, como los de Doñana o el Ebro. Quedarnos sin ellos implica perder un regulador del clima, ya que estos se encargan de evaporar el agua en la costa. Cuando se destruyen los humedales, como pasó hace miles de años en Almería, la zona se desertifica.

Mayor riesgo de inundaciones

Junto al estrés hídrico, la intensificación de eventos atmosféricos, como grandes tormentas, podrán sacudir la superficie terrestre e inundar la producción. Durante estos periodos, no se puede entrar en el campo con la maquinaria, se producen muchas más enfermedades en los cultivos, aparecen hongos en la madera por haber estado mojados durante mucho tiempo, etc. 

Pero las zonas costeras serán las que sufran más inundaciones. Según un informe del Observatorio de Sostenibilidad, en los próximos años cerca de un millón de personas podría verse afectado por ellas. Jorge Guillem, investigador del Instituto de Ciencias del Mar del CSIC, afirma que las zonas más vulnerables son las costas planas, las que están menos acostumbradas a las mareas y las más urbanizadas. Por tanto, todas las papeletas las tiene el Mediterráneo.

La provincia de Valencia será la más perjudicada en los próximos diez años, seguida de Cádiz y Girona. Un caso paradigmático de exposición es el de los campings de Valencia, ya que el 100 % de ellos se encuentran en zonas inundables.

Algas marinas El aumento de temperaturas en el mar acelera la llegada de especies exóticas, con carácter invasivo. / Ernesto Azzurro

Las playas españolas se estrechan

España también está percibiendo cómo el nivel del mar aumenta. En la actualidad está entre 10 y 15 centímetros más alto que antiguamente. Cuando hay temporales, los efectos son consecuentemente más devastadores. El agua se adentra más en la tierra, retira el sedimento y acaba con las playas, según Marta Marcos, investigadora del Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados (IMEDEA).

“Dos ejemplos son las playas mallorquinas de Palma o Cala Millor, para las cuales se espera una pérdida de la mitad de su superficie para final de siglo”, señala la experta. “Para final de siglo podremos haber perdido fácilmente la mitad de su superficie en Baleares”, añade la investigadora, quien declara que si las casas quedan expuestas a estos riesgos, su valor en el mercado se perderá.

Si no hay actuación, algunas playas mallorquinas perderán la mitad de superficie para final de siglo

Aunque hasta ahora la subida ha sido de más de 10 centímetros, las proyecciones apuntan a una subida de un metro durante este siglo, lo que significa que los eventos extremos pasarían de darse una vez cada 100 años a una cada 10 años.

“Estamos a tiempo de mitigar estos efectos para decidir si podemos seguir viviendo aquí o que cambie la configuración de las costas, lo cual afectaría muchísimo socioeconómicamente. Podemos llegar a los 30 cm más dentro de 80 años o dejarlo subir hasta un metro”, aclara Marcos. El aumento del nivel del mar también incrementará la salinidad en los humedales. con un grandísimo valor ecológico por su función de productor de arroz.

Desiertos marinos en el norte

Hasta cierto punto, las regiones más septentrionales de la Península están protegidas frente a la subida del nivel del mar por la presencia de acantilados. Sin embargo, la cornisa cantábrica también ha recibido ya varios golpes propiciados por el aumento de la temperatura de sus aguas.

Las regiones de Asturias, Cantabria y el País Vasco contaban con grandes bosques submarinos repletos de algas con mucho valor, como las algas laminariales, también conocidas como kelp, o las Gelidium, especies estructurales de los ecosistemas marinos que sirven como refugio o alimento para miles de peces.

Además, son organismos con un considerable componente comercial ya que se utilizan en productos alimenticios tales como helados o mermeladas, o para hacer ensaladas. Pero también son utilizadas en farmacias y en cultivos bacteriológicos.

Las rocas se están quedando desnudas y los expertos aseguran que la recuperación es muy lenta, casi nula. “Es como si a un bosque le quitas los árboles. Los grandes bosques submarinos desaparecen”, lamenta a Sinc Araceli Puente, investigadora del Instituto de Hidráulica Ambiental y Profesora Titular de la Universidad de Cantabria.

Según la experta, la subida del nivel y la temperatura del mar también cambia la forma en la que se ordena la vegetación. Lo mismo sucede en grandes estuarios asturianos como los del Eo y Villaviciosa o las Marismas de Santoña en Cantabria, donde habita una gran cantidad de especies y su distribución está cambiando.

Algas marinas Las algas marinas son muy apreciadas por buceadores recreativos y son el hogar de especies de interés pesquero. / Joaquim Garrabou

Sierra Nevada, más calor y menos nieve

En el interior del país, las montañas tampoco se libran del impacto de la emergencia climática. El macizo montañoso más alto de la Península también está viendo llegar el calor excesivo. Sierra Nevada está perdiendo paulatinamente su carácter alpino, se está reduciendo la cantidad de nieve y su duración en las altas cumbres, ya que la fecha de primeras nevadas se ha retrasado mientras que la fecha de fusión de la nieve se ha adelantado.

La cantidad de nieve y su duración en las altas cumbres se está reduciendo, lo que podrá afectar a actividades como el esquí

Todo ello, podría afectar no solo a la supervivencia de las especies sino también a las actividades socioeconómicas que se llevan a cabo en el parque natural durante los meses de invierno, como el esquí.

“Lo que más se percibe es que hay años muy malos y años mejores. Hay una incertidumbre muy alta con lo que va a ocurrir”, afirma Regino Zamora, catedrático de la universidad de granada y coordinador científico del Observatorio del Cambio Global en Sierra Nevada.

Además, en esta sierra ya no hace el frío necesario para mantener el permafrost, la capa de terreno que hay bajo el suelo que se encuentra permanente helada. Esta sirve para almacenar gases contaminantes, por lo que su desaparición produciría una retroalimentación negativa al medio ambiente.

Las repercusiones del calentamiento del planeta no pasan desapercibidas en España. Los ecosistemas están cambiando y las consecuencias económicas y sociales ya están ocupando el terreno. No queda margen para actuar. De las resoluciones que se extraigan en la COP25 que arranca hoy en Madrid dependerá que España pueda adaptarse o no.

El caso del Mar Menor

El pasado mes de octubre, la orilla del Mar menor se despertó repleta de peces asfixiándose por la falta de oxígeno. Aquel escenario aterrorizó a los expertos y las imágenes se propagaron por las redes sociales en forma de denuncia.

Como afirma Joaquim Garrabou, experto en ciencias marinas, lo que ocurrió en el Mar Menor es un caso extremo de lo que podría pasar en el Mediterráneo. Los científicos explicaron que el origen del desastre se situaba en los cultivos que rodean la masa de agua, en concreto la agricultura intensiva que ha contaminado el terreno y las aguas con nitratos procedentes de los abonos.

Los nitratos filtrados por la agricultura llenaron de nutrientes el agua durante el final del verano. Así, comenzó a crecer el fitoplancton y aumentó el nivel de clorofila en el agua provocando que las aguas se volvieran turbias y pasara poca luz del sol. Con la llegada de lluvias torrenciales, la clorofila aumentó de manera desmesurada, dando lugar a un proceso de eutrofización, provocado la muerte de las plantas del fondo.

Además, el agua se estratificó al mezclarse con agua dulce, de forma que en la capa superior se queda el agua con menor salinidad y en la inferior la más salina –con menos oxígeno-. Por eso los peces comenzaron a huir hacia la superficie, pero el viento hizo que el agua de las capas inferiores –ahora contaminadas– volvieran a subir, lo que provocó que los peces que estaban allí refugiados empezaran a morir.

Aunque la gota que colma el vaso en los desastres de la laguna es el aumento de temperaturas, el origen de estos sucesos está en la agricultura, que derrama grandes cantidades de vertidos cargados de nutrientes que desencadenan el proceso de eutrofización.

Es un círculo constante en el que la naturaleza y la acción humana se golpean y no se ayudan mutuamente a mejorar la situación.

Fuente: SINC

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