lunes, 18 de junio de 2018

¿Qué cosa es el post-marxismo? (VII)

Recordaré que el desglose del artículo de James Petras que estoy comentando empieza aquí, y que esto ha sido lo último publicado.

Petras señala dos puntos flacos del concepto de solidaridad que manejan las ONGs (aunque siempre entre estas las hay mejores y peores; y mucho peores...).

Por una parte, estas organizaciones, como los sindicatos y partidos que reciben beneficios de los Estados y las empresas, están lastrados por esa hipoteca: no pueden denunciar abiertamente a sus donantes, y su discurso es necesariamente incompleto. Deben limitarse a objetivos muy concretos, lo que no es en sí mismo mala cosa, pero son incapaces de enmarcarlos, más allá de vagas abstracciones universalistas, en algo muy real y también muy concreto: la lucha de clases a escala mundial.

Por otro lado, la solidaridad como ayuda a los desfavorecidos no es solución a los problemas de fondo que los ha llevado a la precariedad. En todas las sociedades, hasta en las más injustas, se ha practicado constantemente la caridad, y eso no ha eliminado la injusticia, más bien ha servido como válvula de escape que ha rebajado la presión sin eliminar la opresión.

¿Y qué decir de aquellos casos en que la buena intención del voluntariado se encarga de trabajos socialmente necesarios, sustituyendo a trabajadores a los que se podría emplear para estos menesteres? Entonces el trabajo gratuito sustituye al remunerado.

Voluntarios son quienes están atendiendo ahora mismo a los náufragos recogidos por el barco Aquarius. Denunciar el hecho no es condenar su encomiable actuación.

La duda me asalta, como a Bertolt Brecht. Pero concluyo que no por eso dejaré de ayudar (reconozco que poquito) al desvalido. Y de apoyar a alguna que otra ONG, procurando que no sea de las peores...


Argumento post-marxista:
7. La solidaridad de clases es parte de las ideologías pasadas, que reflejan políticas y realidades anteriores. Ya no existen las clases. Lo que hay son lugares fragmentados donde grupos específicos (identidades) y localidades se vinculan en una ayuda mutua y relación recíproca para “sobrevivir” basada en la cooperación con ayuda externa. La solidaridad es un fenómeno de clases-cruzadas, un gesto humanitario.
Puntualizaciones de Petras:

La Solidaridad de Clases y la “Solidaridad” de los Donantes Extranjeros

Se ha abusado de la palabra “solidaridad” hasta el punto que en muchos contextos ha perdido su significado. El término “solidaridad” para los post-marxistas incluye la ayuda extranjera canalizada a cualquier grupo “empobrecido” designado. La mera “investigación” o educación popular de los pobres por los profesionales se ha designado como “solidaridad”. De muchas maneras las estructuras jerárquicas y las formas de transmisión de la “ayuda” y el “entrenamiento” se parecen a la caridad del siglo diecinueve y los promotores no son muy diferentes de los misioneros cristianos.

El post-marxismo enfatiza la “autoayuda” al atacar el “paternalismo y la dependencia” del Estado. En esta competencia entre las ONGs para capturar a las víctimas de los neo-liberales, los post-marxistas reciben importantes subsidios de sus contrapartes en Europa y en los E.U.A. La ideología de autoayuda enfatiza la substitución de empleados públicos por voluntarios y profesionales capaces contratados sobre una base temporal. La filosofía básica de la visión post-marxista es transformar la “solidaridad” en colaboración y subordinación a la macro-economía del neo-liberalismo enfocando la atención de las clases ricas hacia los recursos del Estado hacia la auto-explotación de los pobres. Los pobres no necesitan que los post-marxistas los hagan virtuosos por lo que el Estado les obliga a hacer.

El concepto marxista de solidaridad, contrariamente, enfatiza la solidaridad de clases y dentro de la clase, solidaridad de los grupos oprimidos (mujeres y gente de color) contra sus explotadores nacionales y extranjeros. El mayor enfoque no está en las donaciones que dividen a las clases y pacifican a pequeños grupos durante limitados períodos de tiempo. El enfoque del concepto marxista de solidaridad está en la acción común de los mismos miembros de la clase que comparten el aprieto económico común para el mejoramiento colectivo.

Éste involucra a los intelectuales que escriben y hablan por los movimientos sociales que luchan, comprometidos a compartir las mismas consecuencias políticas. El concepto de solidaridad está vinculado a intelectuales “orgánicos” que son básicamente parte del movimiento: la gente con recursos  que brindan análisis y educación para la lucha de clases. Por el contrario, los post-marxistas están sumergidos en el mundo de las instituciones, los seminarios académicos, las fundaciones extranjeras, las conferencias internacionales y los informes burocráticos. Ellos escriben en una jerga post-moderna esotérica comprensible sólo por estos “iniciados” en el culto subjetivista de identidades esencialistas. Los marxistas ven la solidaridad como el compartir los riesgos de los movimientos, sin ser los comentadores de afuera que lo cuestionan todo y no defienden nada. Para los post-marxistas el objetivo principal es “obtener” el financiamiento extranjero para el “proyecto”. La cuestión principal para el marxista es el proceso de lucha política y educación para garantizar el mejoramiento social. El movimiento era todo, el objetivo era importante para elevar la conciencia para el cambio social: construir el poder político para transformar la condición general de la gran mayoría. La “solidaridad” para los post-marxistas está divorciada del objetivo general de liberación, es meramente una forma de reunir a las personas para asistir a un seminario de recalificación del trabajo o construir una letrina. Para los marxistas la solidaridad de una lucha colectiva contiene las semillas de la sociedad colectivista y democrática del futuro. Una  mayor visión o su ausencia es lo que le da a las diferentes concepciones  de solidaridad su diferente significado.

3 comentarios:

  1. El término 'post-marxismo' siempre me ha producido cierto desasosiego, sobre todo cuando es adoptado y defendido por personas a las que se les supone un elevado y comprometido nivel intelectual. Porque ¿qué significa realmente dicho término? Se es o no se es marxista, pero ¿post-marxista? Tal vez si pudiéramos hablar de post-capitalismo, podríamos hablar de post-marxismo. Mientras tanto...

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  2. Un paralelismo curioso: no podremos hablar de post-verdad mientras no llegue a existir la post-mentira.

    Pares dialécticos...

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    1. Exacto:

      “El marxismo constituye la filosofía de nuestra época: es insuperable porque las circunstancias que lo engendraron no han sido superadas todavía”.

      (Jean Paul Sartre, Crítica de la razón dialéctica)

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