miércoles, 15 de octubre de 2014

La cuestión de Ucrania en quince minutos

Mike Whitney entrevista a Sergei Glaziev, asesor de Putin, que da una visión geopolítica diferente de la que brindan nuestros ("sus") medios.

Puesto que sólo dura quince minutos, la reproduzco entera (y sin mis énfasis habituales).









Si Vds. quieren entender lo que está pasando en Ucrania, necesitan ver este video de quince minutos con Sergei Glaziev, asesor y amigo de Putin. Glaziev explica cómo los cambios estructurales en la economía global y el desplazamiento del centro de la misma a Asia han precipitado un intento desesperado de los políticos estadounidenses para mantener su control del poder instigando una guerra en Europa. Estén o no de acuerdo con este análisis, los lectores encontrarán que Glaziev es un hombre brillante, erudito y apasionado en sus creencias. Sólo por eso, bien vale la pena el tiempo que empleen en ver el video. 
Me he encargado de transcribir el video y pido disculpas por las faltas no intencionadas que puedan aparecer en el texto. Los títulos en negrilla son también míos.

-Los cambios estructurales en la economía global van a menudo precedidos de grandes crisis y guerras 

-El mundo actual está pasando por una superposición de toda una serie de crisis cíclicas. La más grave de ellas es una crisis tecnológica que va asociada con cambios en las longitudes de onda del desarrollo económico. Estamos viviendo un período en el que está cambiando la estructura de la economía. La estructura económica que ha estado impulsando el crecimiento en los últimos treinta años está agotada. Tenemos que hacer una transición a un nuevo sistema de tecnologías. Este tipo de transiciones, por desgracia, siempre ha pasado por una guerra. Así ocurrió en la década de los treinta cuando la Gran Depresión dio paso a una carrera armamentística y después a la II Guerra Mundial. Igual sucedió durante la Guerra Fría, cuando la carrera de armamento en el espacio facilitó la aparición de complejas tecnologías de la información y comunicación que se han convertido en la base de una estructura tecnológica que ha impulsado la economía mundial durante los últimos treinta años. Ahora nos enfrentamos a una crisis similar. El mundo está cambiando a un nuevo sistema tecnológico. 

-Putin impulsa una zona de libre comercio para facilitar la transición a una nueva economía global 

-El nuevo sistema es de carácter humanitario y por lo tanto podría evitar la guerra porque los principales operadores del crecimiento en esta longitud de onda son tecnologías humanitarias. Estas incluyen atención sanitaria e industrias farmacéuticas basadas en la biotecnología. Incluyen también tecnologías de las comunicaciones basadas en la nanotecnología que están teniendo actualmente grandes avances. E implican tecnologías cognitivas que definen una nueva suma del conocimiento humano. Si como el Presidente Putin ha estado postulando de forma consistente, pudiéramos acordar un programa mutuo de desarrollo, una zona de desarrollo general con un régimen comercial preferencial desde Lisboa a Vladivostock, si pudiéramos llegar a un acuerdo con Bruselas para crear un espacio económico común, un área común de desarrollo, podríamos encontrar un número suficiente de proyectos innovadores, que irían desde la salud hasta repeler las amenazas espaciales, desarrollar nuestro potencial técnico y científico y crear una demanda constante por parte del Estado, lo que impulsaría el nuevo sistema tecnológico.

-Washington considera la guerra en Europa como la mejor vía para preservar su hegemonía 

-Sin embargo, EEUU ha seguido por su camino habitual. Para mantener su dominio mundial está provocando otra guerra en Europa. Una guerra siempre es buena para EEUU. Incluso llaman guerra buena a la II Guerra Mundial que mató a 50 millones de seres en Europa y Rusia. Pero fue buena para ellos porque emergieron de esa guerra como la primera potencia del mundo. La Guerra Fría que terminó en el colapso de la Unión Soviética fue también buena para ellos. Ahora, de nuevo, EEUU quiere mantener su liderazgo a expensas de Europa. Los dirigentes estadounidenses se sienten amenazados por la rápida ascensión de China. El mundo de hoy está cambiando a un nuevo ciclo, esta vez de carácter político. Este ciclo dura siglos y va asociado con las instituciones globales de la economía regulatoria.

Nos estamos moviendo ahora del ciclo estadounidense de acumulación de capital a un ciclo asiático. Esta es otra crisis que está desafiando la hegemonía estadounidense. Para mantener su posición dirigente frente a la competición que supone una China en alza junto a otros países asiáticos, los estadounidenses quieren comenzar una guerra en Europa. Quieren una Europa debilitada, desintegrar Rusia y someter al continente euroasiático entero. Es decir, en vez de una zona de desarrollo desde Lisboa a Vladivostock, que es lo que propone el Presidente Putin, EEUU quiere empezar una guerra caótica en este territorio, enredar a toda Europa en ella, devaluar el capital europeo, cancelar su deuda pública, bajo cuya carga EEUU está ya derrumbándose, cancelar lo que le deben a Europa y a Rusia, someter nuestro espacio económico y establecer controles sobre los recursos del gigante continente euroasiático. Creen que este es el único camino a seguir para mantener su hegemonía y derrotar a China.

Por desgracia, la geopolítica estadounidense que esta desarrollándose es exacta a la del siglo XIX. Piensan en los mismos términos de las luchas geopolíticas del imperio británico: dividir y vencer. Lanzar unas naciones contra otras, enredarlas en conflictos e iniciar una guerra mundial. Los estadounidenses prosiguen con esa vieja política británica para resolver sus problemas. Han elegido a Rusia como víctima de esta política mientras que el pueblo ucraniano es el arma designada y la carne de cañón en una nueva guerra mundial.

En primer lugar, los estadounidenses decidieron separar Ucrania de Rusia. Esta táctica procedía de Bismarck. Esta tradición antirrusa buscaba complicar a Rusia en un conflicto para dominar todo el espacio euroasiático. La estrategia fue primero puesta en marcha por Bismarck, después recogida por los británicos y, finalmente, por el politólogo estadounidense Zbigniew Brzezinski, quien dijo en muchas ocasiones que Rusia no podía ser una superpotencia sin Ucrania y que enfrentar a Rusia con Ucrania beneficiaría a EEUU y a Occidente.

Durante los últimos veinte años, los estadounidenses han estado preparando el nazismo ucraniano para enfrentarlo a Rusia. Como saben, acogieron los residuos de Bandera [el colaborador ucraniano de Hitler] de la II Guerra Mundial. Decenas de miles de nazis ucranianos fueron llevados a EEUU, donde fueron cuidadosamente cultivados y nutridos durante todo el período posterior a la guerra. Esta oleada de inmigrantes descendió en Ucrania tras el colapso de la Unión Soviética. La idea de una Asociación Oriental en la UE se utilizó como cebo. Primero la expresaron los polacos y después la recogieron los estadounidenses y Georgia fue la primera víctima. Ahora han absorbido a Ucrania y detrás irá Moldavia, que cortará sus lazos con Rusia. Como saben, estamos construyendo la Unión Aduanera y un espacio económico común con Bielorrusia y Kazajstán, al que se unirán pronto Kirguizistán y Armenia. Ucrania ha sido nuestro socio desde hace mucho tiempo. Ucrania está aún en la fase de ratificación del acuerdo con Rusia, que nadie en Ucrania ha cancelado aún. Ucrania es importante para nosotros como parte de nuestro espacio económico y por los lazos y cooperación de siglos. Nuestro complejo científico e industrial se creó como un todo, por tanto, la participación de Ucrania en la integración europea es muy natural y vital. La Asociación Oriental se creó para impedir la participación de Ucrania en el proyecto de integración euroasiático. Y su objetivo es crear una asociación con la Unión Europea. ¿Y cuál es la asociación que Poroshenko firmó con los dirigentes europeos? La transformación de Ucrania en una colonia. Al firmar el Acuerdo de Asociación, Ucrania pierde su soberanía. Trasfiere a Bruselas el control de su comercio, aduanas, regulaciones financieras y técnicas y contrataciones. 

-La junta nazi ucraniana es un instrumento de la política de EEUU 

-Ucrania deja de ser un estado soberano en su economía y en su política. En el acuerdo se afirma claramente que Ucrania es un socio menor de la Unión Europea. Ucrania debe seguir la política exterior y de defensa común de la UE. Ucrania está obligada a participar en la resolución de los conflictos regionales bajo el liderazgo de la UE. Por tanto, Poroshenko está convirtiendo a Ucrania en una colonia de la UE y empujándola a la guerra con Rusia como carne de cañón con la intención de encender una guerra en Europa. El objetivo del Acuerdo de Asociación es permitir que los países europeos gobiernen Ucrania en los conflictos regionales. Lo que está sucediendo en Donbass es un conflicto regional armado. El objetivo de la política estadounidense es crear cuantas más víctimas mejor. La junta nazi ucraniana es un instrumento de esa política. Están perpetrando atrocidades y crímenes sin sentido bombardeando ciudades, matando civiles, mujeres y niños y obligándoles a dejar sus casas, sólo para provocar a Rusia y después extender la guerra a toda Europa. Esa es la misión de Poroshenko. Por esta razón es por la que está rechazando todas las negociaciones de paz y bloqueando todos los tratados de paz. Interpreta cualquier declaración de Washington respecto a una desescalada del conflicto como una orden de escalada. Todas las conversaciones de paz que han tenido lugar a nivel internacional han traído una nueva ronda de violencia. 

Debemos entender que estamos tratando con un estado nazi que está empeñado en una guerra contra Rusia y ha ordenado un reclutamiento general. Toda la población masculina entre 18 y 55 años tiene que coger las armas. Los que se nieguen pasarán quince años en la cárcel. Este poder criminal nazi convierte en criminales a toda la población ucraniana

-Washington está lanzando a Europa a la guerra en función de sus propios intereses 
 
-Hemos calculado que la economía europea perderá alrededor de un billón de euros por las sanciones que les van a imponer los estadounidenses. Esa es una suma inmensa. Los europeos están soportando ya las pérdidas. Hay ya una caída en las ventas a Rusia. Alemania está perdiendo alrededor de 200.000 millones de euros. Nuestros amigos más rabiosos de los estados Bálticos serán quienes sufran las peores pérdidas. La pérdida de Estonia será superior a la de su PIB. La pérdida de Letonia será alrededor de la mitad de su PIB. Pero eso no está deteniéndoles. Los políticos europeos marchan con los estadounidenses sin cuestionarse lo que están haciendo. Están perjudicándose ellos mismos al provocar el nazismo y la guerra. Ya he dicho que Rusia y Ucrania son las víctimas de esta guerra fomentada por los estadounidenses. Pero Europa es también víctima porque esa guerra pretende atacar el bienestar europeo y desestabilizar el continente. Los estadounidenses esperan que prosiga hacia EEUU la fuga de capitales y de cerebros. Por eso es que están prendiendo fuego a toda Europa. Es muy extraño que los dirigentes europeos marchen junto a ellos. 

-Alemania sigue siendo territorio ocupado 
 
-No debemos confiar en que los líderes europeos actuales vayan a desarrollar una política independiente, debemos trabajar con los líderes europeos de una nueva generación que estén libres del diktat estadounidense. El hecho de que la elite política antisoviética se haya formado en Europa durante los años posteriores a la Guerra Fría les hizo convertirse rápidamente en antirrusos. A pesar de los enormes vínculos económicos y de los inmensos intereses económicos mutuos entre Europa y Rusia, la rusofobia se basa en el antisovietismo que todavía pervive en las mentes de muchos políticos europeos. Será necesaria una nueva generación de políticos pragmáticos europeos para que comprendan cuáles sus propios intereses nacionales. Los que vemos hoy son políticos que están actuando contra sus propios intereses nacionales. Esto se debe en gran medida al hecho de que Alemania, que es el motor del crecimiento europeo, sigue siendo un país ocupado. Las tropas estadounidenses siguen en Alemania y cada canciller alemán sigue ofreciendo aún un juramento de lealtad a los estadounidenses prometiendo seguir los pasos de su política. Esta generación de políticos europeos no ha logrado liberarse del yugo de la ocupación estadounidense. 

-Nazismo en auge 
 
-Aunque la Unión Soviética no existe ya, continúan maníacamente siguiendo a Washington en la expansión de la OTAN y en la captura de nuevos territorios que controlar, a pesar del hecho de que son ya “alérgicos” a los nuevos miembros del este de Europa de la UE. La UE está ya a punto de reventar, pero esto no les detiene de continuar su expansión agresiva por el territorio postsoviético. 

Confío en que la nueva generación sea más pragmática. Las últimas elecciones en el Parlamento Europeo mostraron que no todo el mundo se ha dejado engañar por toda esa propaganda proestadounidente y antirrusa y por el flujo constante de mentiras que están lanzando sobre los pueblos europeos.

Los partidos tradicionales europeos perdieron en las recientes elecciones al Parlamento. Cuanto más digamos la verdad mayor será la reacción, porque lo que está teniendo lugar en Ucrania es la reaparición del nazismo. Europa recuerda las señales del renacimiento del fascismo de las lecciones de la II Guerra Mundial. Tenemos que despertar esta memoria histórica para que vean en los nazis ucranianos, los que están en el poder ahora en Kiev, a los seguidores de Bandera, Shukhevych y otros colaboradores de los nazis. La ideología de las actuales autoridades ucranianas tiene sus raíces en la ideología de los cómplices de Hitler que dispararon contra los judíos en Babi Yar, quemaron ucranianos y bielorrusos y aniquilaron a todo el que pudieron sin distinción étnica. Ese nazismo está en alza hoy. Los europeos deben reconocer su propia muerte en esta terrible confrontación.

Confío en que si extendemos la verdad, podamos salvar a Europa de la amenaza de la guerra. 

Nota

Especiales gracias a Vineyard of the Saker por publicar esta increíble entrevista.

Mike Whitney vive en el Estado de Washington. Contribuyó al libro “Hopeless: Barack Obama and the Politics of Illusion” (AK Press). Hopeless también existe en una edición Kindle. Contacto: fergiewhitney@msn.com 
 

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