...de argumentos y nombres: milagros del azar en el espacio-tiempo...
Una vez más (*), la historia se repite dos veces, pero ahora la primera vez como farsa y la segunda como tragedia...
(Apunte tomado de una larga entrevista que realiza Salvador López Arnal a Joaquín Miras Albarrán sobre Praxis política y Estado republicano. Crítica del republicanismo liberal. Aparece bajo el epígrafe “Antonio Gramsci elabora una concepción de la política que es excepcional en el mundo político actual”:
Estos últimos días, precisamente, me he estado acordando de una novela de José María Pereda, titulada Pedro Sánchez, la mejor novela de Pereda y una de las grandes novelas realistas españolas del siglo XlX, a mi juicio.¡Menuda coincidencia! No recordaba esa novela de Pereda.Pedro Sánchez es el personaje protagonista, un advenedizo de provincias que intenta hacerse el vivo y medrar en el mundo político posterior a la Vicalvarada, cosa que logra debido al desconcierto momentáneo que se produce entre las "fuerzas vivas", como consecuencia de la agitación social, y a la necesidad interina por parte de esos poderosos de encajar nuevas caras como nueva "interfaz" de su poder. El personaje, que ha logrado convertirse en provisional líder de los amotinados, accede a la alta sociedad mediante un matrimonio de conveniencia mutua para los dos contrayentes, en este caso con una señora de Madrid, no una sevillana; el protagonista, acaba siendo engañado por su mujer, y encima, al batirse en duelo contra el amante de la misma, es derrotado, y le debe la vida a su rival… la especulación consiste en aproximar cuántos meritorios actuales están cursando oposiciones al puesto de pedrosánchez perediano en las diversas fuerzas políticas, "pasadas, presentes y futuras –en sus más ocultos pensamientos.": en asunto de pecadillos, el catecismo de Trento se expresa de forma insuperable.
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(*) Recordemos que así comienza El 18 Brumario de Luis Bonaparte:"Hegel dice en alguna parte que todos los grandes hechos y personajes de la historia universal aparecen, como si dijéramos, dos veces. Pero se olvidó de agregar: una vez como tragedia y la otra como farsa. Caussidière por Dantón, Luis Blanc por Robespierre, la Montaña de 1848 a 1851 por la Montaña de 1793 a 1795, el sobrino por el tío. ¡Y a la misma caricatura en las circunstancias que acompañan a la segunda edición del Dieciocho Brumario!"
Sí que es una coincidencia asombrosa. Pero seguro que podríamos citar muchas otras si no tuviéramos una existencia tan corta y una memoria tan limitada.
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