viernes, 3 de mayo de 2019

Emigrantes, refugiados y terroristas


Ángeles Díez es profesora de sociología en la Universidad Complutense. Dentro de la XXXVI Semana Galega de Filosofía pronunció esta conferencia. Traduzco del gallego el texto introductorio.

Tres consignas de la propaganda de guerra

El 18 de marzo de 2016, los veintiocho miembros europeos ratificaron por unanimidad el acuerdo firmado por Alemania y Turquía para la expulsión de refugiados. En junio de 2008, el Parlamento Europeo ya aprobó una directiva que permitía la detención durante dieciocho meses de emigrantes "no oficiales", incluida la deportación de menores a países distintos del origen. Pero años antes, en 2005, ya se había cread Frontex, la agencia europea de gestión de fronteras. Después de los ataques a París, Francia suspendió el acuerdo de Schengen, aumentó el presupuesto policial y militar y lanzó una ley para permitir el espionaje telefónico y el control de Internet como una especie de Patriot Act europea.

Todas estas políticas y leyes europeas deben entenderse dentro de la lógica de la guerra mundo en la que estamos inmersos. Son políticas que, al tiempo que ocultan las verdaderas causas de las emigraciones masivas y los ataques terroristas, justifican las medidas totalitarias que restringen nuestros derechos y nos deshumanizan.

La política exterior europea hacia Oriente, África y América Latina no es más que la continuación de la política imperial que desde la Segunda Guerra Mundial está hegemonizada por los Estados Unidos. Es una guerra de recolonización en la que hay intereses particulares, por ejemplo, de Francia en África o de España en América Latina, y reparto de papeles: a veces interviene la OTAN, otras son una coalición internacional, pero en la que no hay grandes discrepancias. La nueva fase de expansión y acumulación de capital a escala planetaria se hace mediante la guerra, llevando el conflicto armado a aquellos lugares en el planeta donde corren peligro sus intereses económicos (petróleo, dólar, corporaciones financieras, comunicaciones…) o donde encuentran resistencia de gobiernos o pueblos que defienden su soberanía. Las formas de guerra contemporánea son diversas y más complejas, incluyen todas las formas de guerra anteriores y desarrollan nuevos métodos de intervención (golpes parlamentarios, golpes blandos, ejércitos interpuestos, operaciones encubiertas, guerra económica, bloqueos, etc.).

También se ha transformado la propaganda de guerra, adaptándose a nuevas sensibilidades y nuevas herramientas tecnológicas. Se han sofisticado los mecanismos de influencia y manipulación, apoyándose en una base ideológica y cultural crecientemente reaccionaria que realimenta el mito de la superioridad de la civilización occidental.

Si la guerra es el acontecimiento espectacular por excelencia, el que capta mejor las emociones, lo que más conmueve y más nos desarma, lo que nos deja inermes y dispuestos a aceptar cualquier medida por inútil o aberrante que sea, la emigración, con miles de seres humanos que arriesgan sus vidas para sobrevivir, es la imagen contemporánea más útil para el sistema actual de propaganda de guerra; es la imagen que mejor capta el sentimiento de amenaza. Representa la pesadilla de las "invasiones bárbaras" que justificarán las medidas más brutales del Occidente desarrollado hacia el interior y el exterior de sus fronteras.



1 comentario:

  1. No se puede concebir imperio alguno sin poder militar, sin guerras... y sin garras (que, por cierto, suelen estar muy significadas en la heráldica imperial). Al tan esgrimido 'imperio de la ley' le ha sustituido la 'ley del imperio' que, en su fase decadente se convierte, lisa y llanamente, en la ley del más fuerte. Pero, como advirtió Talleyrand a Napoleón, “señor, con las bayonetas se puede hacer cualquier cosa menos sentarse sobre ellas”. Talleyrand cuestionaba así la excesiva confianza que el emperador depositaba en las armas para gobernar.

    Yo creo que eso es exactamente lo que le esta ocurriendo al imperio y sus colonias asociadas. Y como tú bien decías en uno de tus comentarios, "Al Imperio le cuesta cada vez más defender su "Limes". Los límites también tiene límites."

    Sigo con mucho interés a Ángeles Diez, persona lúcida y honesta.

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