¡Qué fuerza tienen las imágenes!
Especialmente desde que la fotografía impuso la objetividad. No quiero decir que "el objetivo" sea objetivo en sí mismo, porque siempre hay una elección de tema, un encuadre y otras aportaciones derivadas de la subjetividad del fotógrafo o en su caso del cliente. Pero cuando cambia el entorno ideológico que rodea a toda obra de arte, la fotografía revela en toda su desnudez los valores pasados. Mientras la pintura o la escultura pudieron falsearla, la fotografía, una vez revelada, no puede dejar de revelar lo que el relato interesado edulcora u oculta.
Estas fotos acompañan a unos fragmentos del libro Contra el imperio, de Michael Parenti, publicados en el blog arrezafe. Fotos y texto desnudan las brutales realidades de la dominación imperial.
Acertado título. Asco es lo que dan esas fotos de gente tan civilizada y cristiana.
ResponderEliminarDialéctica de imperios.
ResponderEliminarAndás cazando a los de tu propia raza como si no hubiera un mañana, incluso hoy en día, donde sigue habiendo traficantes de esclavos que por 500 $ venden hombres en África, para vendérlos a los ingleses, árabes y holandeses pero cuando llega una potencia más fuerte que vos y te subyuga, a llorar.
O tiranizás naciones de media América, las sometés a vasalleje, tributo y mano de obra esclava, y, la frutilla de la torta, organizás cacerías de hombres para carne de sacrifico y canibalismo ritual (hablo, obvio, de las "guerras floridas" de los mexicas), pero llegan 500 tipos con arcabuces que hacen más ruido que matan pero son bastante listos para ganarse a cientos de miles de esos vecinos a los que oprimís y mandan tu imperio a la c*ncha de tu madre. Llorás todavía más y reclamás "justicia histórica". Ándense a la re mil pu...
Quien a fierro mata, a fierro ha de morir. El cinismo métanselo bien por el orto.
Ah, que no falte la boludez internetil de turno: "A llorar a la llorería".