viernes, 24 de junio de 2022

Qué país nos está quedando...

Cuando las clases dominantes controlan fuertemente a una sociedad, disponen de medios para hacerlo también "sobre los corazones y las mentes". Así lo dijo, bien asesorado por sus guionistas, aquel actor que tan malo resultaba en la gran pantalla y tan buen papel representó después en la pequeña. Entonces les resulta fácil desplazar la opinión, y se acaba produciendo un efecto de arrastre, al que es muy difícil resistirse.

En estos momentos, la locomotora es el Partido Popular, pero el maquinista es Vox. Detrás sigue el convoy representado por la derecha del PSOE, con su débil izquierda a remolque. Y en el furgón de cola viaja la izquierda más comprometida, que sabe muy a su pesar que, si se desengancha, la máquina soltará al resto del séquito y lo dejará abandonado.

En los márgenes de la vía gritan airadas voces críticas, sin capacidad para cambiar la trayectoria general. Y se apartan del trayecto masas desencantadas, que se niegan ya a participar.

Huelga decir cual es la compañía ferroviaria que da las órdenes.

Las elecciones andaluzas dejan ver una población desorientada, incapaz de entender hacia dónde la llevan. En este mapa, "el maquinista" no obtiene mayoría en ningún sitio, pero está presente por todas partes. Gana aún la izquierda en menos de una docena de municipios, encabezados por la irreductible aldea gala de Marinaleda, a la que acompañan, honremos su persistencia, Trebujena, El Coronil, Teba, Pedrera, Montalbán de Córdoba, Nueva Carteya, Casariche, Badolatosa, Doña Mencía y Dehesas Viejas. Creo que no me queda ninguno por nombrar. Son municipios pequeños que suponen el 1,4 % del total de 785.

La tendencia es preocupante. La desinformación juega a favor de la extrema derecha, a la que se apuntan muchos indignados que han perdido el norte.

Mi querido corresponsal madrileño aporta dos ejemplos sobre lo que ocurre en la Corte de los Milagros.

"En las fiestas de Moratalaz hubo casetas, muchas, una de ellas con la bandera republicana. Haciendo cola, unas 30 personas. Enfrente había otra, de Vox, y la  cola era de más de 100, la mayoría jóvenes. Para la juventud, lo rebelde, lo que "mola", es ser de derechas, muy de derechas." 

"Otro ejemplo: en el karaoke infantil de fin de curso de un colegio madrileño, cada minuto o minuto y medio un niño de no más de 11 años cogía el micro y gritaba ¡viva España!. Eso es lo que nos espera, o volver al PP-P(SO)E otra vez."

Resultados, por municipios


















POBRE ANDALUCÍA Y POBRE ESPAÑA 

La gente está hastiada y asqueada, y los referentes políticos de la izquierda, ya sea en Andalucía o en el resto de España, da la sensación de que no se enteran o simplemente ni siquiera van a disputar la pelea.

Si una de las referencias de la izquierda en este país saca como conclusión un tweet para decir "la ciudadanía nos está esperando", es que realmente no se enteran de nada. Si ese es el argumento, entonces ¿qué ha pasado? ¿Habéis perdido el tren y no habéis llegado, o más bien os habéis perdido vosotros? Entre siglas que confunden a las personas, candidatos a los que difícilmente se les pone cara y voz, y políticas cada vez menos de izquierda la gente se harta, porque estoy seguro de que existen en Andalucía y en España muchos más votantes de izquierdas que lo que los resultados electorales demuestran.

Si la otra referencia en Andalucía dice textualmente, "teníamos dos objetivos, frenar a la ultraderecha y un espacio propio para los andalucistas" y no se le cae la cara de vergüenza y lo que es peor, no tiene pinta de que vaya a hacer mucha autocrítica, es que NO SE ENTERAN DE NADA.

Lo primero, porque la ultraderecha ha conseguido una mayoría absoluta aplastante, lo segundo porque los nazis de Vox han aumentado en cuatro años y tercero porque si el espacio andalucista se reduce a dos escaños y no poder formar grupo propio, apaga y vámonos.

Del Partido Español, no voy a perder el tiempo ni en nombrarlo. Ya está bien de excusas, que si el electorado no está motivado y no se ha movilizado, (no es cierto, al menos en el segundo punto, ha habido más participación que en las anteriores elecciones y se ha perdido por más diferencia), que si los medios no informan sobre nuestros "logros" lo que deberían y además le hacen el juego a los fascistas.

De verdad, basta ya de echar balones fuera. Dejen de hablar de progresismo y hablen de IZQUIERDA y sobre todo hagan ese tipo de política de una maldita vez. No han pasado ni diez años desde la aparición de un grupo que dio un vuelco a lo que parecía imposible, admito que la situación no era la misma, estábamos en una crisis salvaje, con casos de corrupción escandalosos día tras día, pero con un discurso que realmente motivó a gran parte del país, y mayoritariamente a la sociedad más joven. Gente que venía de la calle, de las universidades, de los colectivos sociales de las asociaciones populares y ahora, insisto otra vez, en menos de diez años, todo eso se ha acabado y la izquierda de este país vuelve a estar en manos de políticos que hacen de ello una profesión. La única conclusión positiva que saco, es que cada día soy más viejo y me queda menos que aguantar.

Antonio Alonso Guirado

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