miércoles, 20 de diciembre de 2023

Isaac Asimov, sobre ciencia, religión y ética

La página Ateo y agnóstico ha publicado una entrevista realizada hace tiempo al que fue inagotable científico y escritor Isaac Asimov. Resumía muy bien algunas cuestiones que afectan a las relaciones entre ciencia, religión y ética. 

El "saber religioso" del que hablaba Gustavo Bueno choca muchas veces con el "saber científico". La falsabilidad y la reproducibilidad son los pilares del método científico. Esto no es aplicable a la religión, so pena de socavar sus fundamentos fideísticos, por más que los teólogos se hayan esforzado en apoyar sus dogmas en la razón. Mientras las disputas científicas acaban cimentando un consenso que perfecciona el conocimiento, las religiosas suelen acabar en anatemas y excomuniones mutuas, cuando no en algo mucho peor.

  • La ciencia no es invasiva, la religión sí. Con harta frecuencia, cuando tiene la fuerza suficiente, se impone por la fuerza o el terror. ¿Cuándo se propaga así una ciencia?
  • Otro punto interesante en la entrevista, en la línea de algo sobre lo que he reflexionado últimamente, es la denuncia que hace del odio al diferente, peligroso y rechazado por imperfecto, como si la perfección consistiera en parecerse a mí o a mis "próximos".
  • Pero hay otro punto peligroso en la religión, y es considerar que el fundamento de la ética es la voluntad divina. Si aceptamos esto, la pérdida de la fe puede suponer la pérdida del sentido ético, porque «si Dios está muerto, todo está permitido». ¿No será mejor buscar en la propia conciencia lo que la religión coloca en la "voluntad divina"?

Los párrafos inicial y final de la entrevista abordan las dos primeras cuestiones:


BILL MOYERS: ¿Es usted enemigo de la religión?

ISAAC ASIMOV: No, no lo soy. Pero estoy en contra de adosarle el sistema de creencias de una persona a toda una nación o a todo el mundo en general. Lo que objeto de los fundamentalistas no es que sean fundamentalistas, sino que en esencia pretendan que yo también lo sea. Ahora bien, ellos podrían aducir que yo creo en que la Teoría de la Evolución es cierta y que quiero que todo el mundo también lo crea así. Pero yo no quiero que todo el mundo crea en la Teoría de la Evolución; simplemente aspiro a que estudien lo que decimos acerca de la Teoría de la Evolución y luego decidan por sí mismos. Los fundamentalistas aseguran que quieren tratar el tema de la Creación del Mundo en pie de igualdad, pero no pueden. No se trata de una ciencia. Se pueden impartir enseñanzas sobre la creación del mundo en las iglesias y en los cursos de religión. Pero ellos se sentirían horrorizados si yo fuese a sugerir que en las iglesias se enseñase humanismo secular como una forma alternativa de ver el Universo o la Evolución como una forma alternativa de considerar de qué manera puede haberse originado la vida en el planeta Tierra. En la iglesia sólo enseñan aquello en lo que creen, y supongo que está bien que sea así. Pero, por otra parte, en los cursos de ciencia nuestro deber es enseñar cómo creen los científicos que funciona el Universo.

(...)

Dr. Asimov, usted ha vivido durante buena parte de este siglo. ¿Alguna vez ha sido testigo de que los seres humanos pensaran desde la perspectiva que usted les propone ahora?

Tal vez no sea importante que todo ser humano piense así, de esta forma, racionalmente. ¿Pero qué pasaría si los dirigentes y los formadores de opinión pensaran así? La gente común podría seguirlos, seguir ese ejemplo. Ayudaría mucho que ya no estuviesen esos dirigentes que proclaman el odio y el recelo hacia los extranjeros, si ya no estuviesen esos que gritan que aquellos que no poseen exactamente el mismo aspecto que nosotros tienen algo de imperfecto. Realmente, casi no es necesario que hagamos el bien. Lo que hace falta es que dejemos de hacer el mal, ¡caramba!

 Sobre la tercera cuestión:

Lo que le aterra a los fundamentalistas es algo que Dostoievsky dijo una vez: «Si Dios está muerto, todo está permitido».

Esa frase supone que los seres humanos son incapaces de sentir lo que está bien y lo que está mal. ¿La única razón por la que alguien es virtuoso es que la virtud es un boleto de ida al Cielo? ¿La única razón por la que alguien no mata a golpes a sus hijos es porque no quiere ir al Infierno? Es un insulto a la especie humana el dar a entender que solamente un sistema de recompensas y castigos haga que la gente se mantenga decente. ¿No habrá que pensar más bien en que el ser humano desea ser una persona decente porque así se siente mejor? Yo no creo que vaya a ir al Cielo o al Infierno. Creo que cuando me muera no habrá más nada. Eso es lo que creo firmemente. Lo cual no quiere decir que sienta el impulso de salir a robar, cometer asaltos, violaciones y demás. Yo tengo una conciencia, y ella no depende de la religión. Y creo que así les ocurre a muchas personas.

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