Las Conversaciones con Pier Paolo Pasolini de Jean Duflot recogen ideas nucleares que plasmó en sus obras el escritor y cineasta. Hablando del cine como un espejo que, reflejando la realidad, la hace consciente, lo compara con la escritura, sin la cual la lengua no habría adquirido conciencia clara de sí misma ni de la gramática que la estructura. El cine sería, análogamente, un texto en que la realidad se estructura y se hace consciente. Una escritura que emplea imágenes en lugar de signos.
El cine como lengua escrita de la realidad tiene probablemente (y esto se verá mejor en los años venideros) igual importancia revolucionaria que la invención de la «escritura». Ésta, ante todo, ha «revelado» al hombre lo que es su lengua oral. Fue, ciertamente, el primer salto hacia delante de la nueva conciencia cultural del hombre nacida de la invención del alfabeto: la conciencia de la lengua oral, o de la lengua a secas.
Como en la escritura, también en el cine hay producciones instrumentales: informativas, documentales, didácticas... Dejándolas a un lado, el cine del que habla Pasolini es el que propiamente podemos llamar creativo, «poiético», y por eso mismo «reflexivo»:
La poesía presenta analogías con cualquier disciplina de reflexión sobre el lenguaje, es el lenguaje reflexivo por excelencia.
Esta reflexión incesante es consustancial con la continua rebelión con que el arte verdadero destruye una y otra vez las propias normas que ha ido creando en su devenir:
La obra poética constituye siempre una empresa «contestadora» en la medida en que, infringiendo el código, innova en relación a él, y en relación al contexto social donde está en vigor ese código.
Así que la poesía, con la fuerza creadora del arte vivo, se revuelve continuamente contra la norma, rompe las reglas que antes le habían (se había) impuesto y muta en algo nuevo; a veces, reconozcámoslo, volviendo a utilizar cánones y recursos que en otro tiempo se consideraron definitivamente desgastados.
De ahí la valoración cambiante de estilos y autores. Es efectivamente el contexto social el que defenestra en un momento a Góngora y lo ensalza tiempo después. La fatiga de su grandilocuencia escandalizó a muchos contemporáneos de Echegaray cuando le concedieron el premio Nobel. A partir de ahí pocos han leído su obra. Yo tampoco. Pero tengo una duda: ¿Será de nuevo algún día rescatado como gran escritor? ¿Fue o no sobrevalorado Calderón en Alemania y Rusia? ¿Por qué?
En el arte de la pintura ocurre lo mismo. Murillo, ¿fue un gran artista o un pintor menor? A la viuda de Theo Van Gogh le costó colocar los más de 800 lienzos "invendibles" heredados de Vincent. Ella misma, aunque estaba convencida de la valía de su autor, tardó en apreciar plenamente La noche estrellada.
Lo mismo ocurre con el gusto arquitectónico, con resultados tan nefastos que a veces se ha consentido demoler, por mera especulación o pura ignorancia, obras como la Pagoda de Miguel Fisac o la Casa Guzmán de Alejandro de la Sota. Al valorar obras de arte debería tenerse en cuenta el principio de precaución. Sobre este punto recomendaré el libro de Jonathan Glancey ¿Qué hace tan extraordinaria la torre Eiffel? Hoy se agradece que siga en pie.
Esta digresión ha sido un paréntesis para cuestionar las doctrinas oficiales de cada tiempo y lugar. No debería parecer un pretexto para sobrevalorar la obra poética de Gloria Fuertes, después de haber recordado Ventanas pintadas, uno de sus poemas, en la anterior entrada La poesía como impulso. Pero no se trata de eso.
Lo que quiero destacar de su obra es el carácter «contestatario» de que hablaba Pasolini, que infringe los códigos y los innova, irrumpiendo en el contexto social que los condiciona para ponerlo en solfa.
Son varias las rupturas de esos códigos, Una muy visible es la ironía gramatical, que la lleva a utilizar por sorpresa complementos verbales inesperados, posibles pero no previsibles en el contexto anterior, que cortan bruscamente el sentido de lo dicho hasta el momento. Nota humorística que elimina cualquier sospecha de solemnidad.
La ruptura no se produce únicamente a nivel gramatical inmediato, sino que suele aparecer en el tramo final del texto. Los cambios semánticos le sirven para dar un remate tierno a lo iniciado con otra apariencia. Este es el punto que, aplicado a la literatura infantil, explica su enorme sintonía con los niños, en los que ha volcado todo su amor y su humor.
No nos quedemos en que sus poemas sean solo eso. Hay mucha hondura dentro de su estilo coloquial, que como el cine de Pasolini rescata la vida de la calle, el habla del pueblo y sus giros, sus incongruencias muchas veces.
Además de Ventanas pintadas, en el disco Doce Poetas en sus Voces recita otros cuatro poemas de diferentes registros.
En el que sigue, tomado de Obras incompletas, evoca la charlatanería incansable del feriante que quiere vendernos cualquiera de los infinitos cachivaches acumulados en su tienda, entre cuyas baratijas ¿quién sabe? puede esconderse algo valioso.
Hornillos eléctricos brocados bombillas
discos de Beethoven sifones de selt
tengo lamparitas de todos los precios,
ropa usada vendo en buen uso ropa
trajes de torero objetos de nácar,
miniaturas pieles libros y abanicos.
Braseros, navajas, morteros, pinturas.
Pienso para pájaros, huevos de avestruz.
Incunables tengo gusanos de seda
hay cunas de niño y gafas de sol.
Esta bicicleta aunque está oxidada es de buena marca.
Muchas tijeritas, cintas bastidor.
Entren a la tienda vean los armarios,
tresillos visillos mudas interiores,
hay camas cameras casi sin usar.
Artesas de pino forradas de estaño.
Güitos en conserva,
óleos de un discípulo que fue de Madrazo.
Corbatas muletas botas de montar.
Maniquíes tazones cables y tachuelas.
Zapatos en buen uso, santitos a elegir,
tengo santas Teresas, San Cosmes y un San Bruno,
palanganas alfombras relojes de pared.
Pitilleras gramófonos azulejos y estufas.
Monos amaestrados, puntillas y quinqués.
Y vean la sección de libros y novelas,
la revista francesa con tomos de Verlaine,
con figuras posturas y paisajes humanos.
Cervantes Calderón el Óscar y Papini
son muy buenos autores a duro nada más.
Estatuas de Cupido en todos los tamaños
y este velazqueño tapiz de salón,
vea qué espejito, mantas casi nuevas,
sellos importantes, joyas…
De La poesía no es un cuento es esta estampa clásica, la burla y persecución que sufre el diferente, el inadaptado que ni es capaz de defenderse y que acepta pasivamente su situación. Pero ¿sobre el río van andando, como Jesús?
Por el pueblo ceniza,
van las tres tontas.
La una lleva una piedra,
un jarro lleva la otra
y la tercera va a misa,
lleva un rosario de moscas.
—Ponerlas la zancadilla—,
los chicos les tiran cosas.
—¿Quieres ser mi novia, Elisa?,
se sonríe la más boba.
—Es mentira que me quieres,
dice la más habladora,
no podemos ir al baile,
somos tontas.
Van cogidas de la mano,
—a por conchas—
sobre el río van andando,
las tres tontas.
De Antología y poemas del suburbio. ¿Para qué decir más? El poema es un reflejo de la realidad que la dispara a la conciencia.
Ficha ingreso Hospital General
"Poesía social", "de denuncia"... porque siempre nos quedará al menos la palabra mientras la explotación exista. De Poeta de guardia.
Labrador,
ya eres más de la tierra que del pueblo.
Cuando pasas, tu espalda huele a campo.
Ya barruntas la lluvia y te esponjas,
ya eres casi de barro.
De tanto arar, ya tienes dos raíces
debajo de tus pies heridos y anchos.
Madrugas, labrador, y dejas tierra
de huella sobre el sitio de tu cama,
a tu mujer le duele la cintura
por la tierra que dejas derramada.
Labrador, tienes tierra en los oídos,
entre las uñas tierra, en las entrañas;
labrador, tienes chepa bajo el hombro,
y es tierra acumulada,
te vas hacia la tierra siendo tierra
los terrones te tiran de la barba.
Ya no quiere que siembre más semillas,
que quiere que te siembres y te vayas,
que el hijo te releve en la tarea;
ya estás mimetizado con la parva,
estás hecho ya polvo con el polvo
de la trilla y la tralla.
Te has ganado la tierra con la tierra,
no quiere verte viejo en la labranza,
te abre los brazos, bella por el surco,
échate en ella, labrador, descansa.
*****
EN MI CARA REDONDITA
En mi cara redondita
tengo ojos y nariz,
y también una boquita
EL RATONCITO Y EL ELEFANTE
Era en la selva,
EL RÍO
Serpiente de agua dulce
AL BORDE
Soy alta;
LA RISA
¡Bienvenida sea la risa
LA MUJER RANA
La mujer rana
TODOS CONTRA LA CONTAMINACIÓN
Que los hombres no manchen los ríos.
PAREJAS
Cada abeja con su pareja.
UN GLOBO, DOS GLOBOS, TRES GLOBOS
Un globo, dos globos, tres globos.
NACÍ PARA POETA O PARA MUERTO…
Nací para poeta o para muerto,
Domitilo
A VECES QUIERO PREGUNTARTE COSAS…
A veces quiero preguntarte cosas,
EL REGALO DE LA ABUELA
Vino del pueblo la abuela.
EL GALLO DESPERTADOR
Kikirikí,
CÓMO SE DIBUJA A UN NIÑO
Para dibujar un niño hay que hacerlo con cariño.
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