Que Góngora y Quevedo se enfrentasen literariamente no les impedía percibir, y criticar dentro de sus limitadas posibilidades, la corrupta e injusta sociedad que les tocó vivir. Desde la distancia vemos ahora muchas más similitudes literarias que las que ellos mismos hubieran admitido, más preocupados por resaltar sus diferencias.
Si el conceptismo de uno obliga a llenar de imágenes los conceptos, el culteranismo del otro hace lo propio en otro sentido, llevándonos a los conceptos a través de las imágenes. A fin de cuentas los unía el barroquismo de su tiempo; época retorcida y dolorosa.
Como bien dolorosa es la nuestra, tan corrupta e injusta como aquella. Por eso lo que su crítica tuvo en común es lo que también comparte con la nuestra. De ahí su actualidad.
La hipocresía, unida al descaro, siguen siendo comunes. No son incompatibles. Aquella sociedad de los maridos calderonianos era también una de las más promiscuas, siempre que "se guardaran las formas". Ahora, ni eso; lo demuestra la telebasura que nos empece.
Hablando otra vez de jueces, es significativo el paso "del río Marañon al río de la Plata".
Ahí queda un Góngora bien comentado, y otra vez canta Paco Ibáñez.
Dineros son calidad |
(1601)
verdad!
Más ama quien más suspira,
¡mentira!
En cada una de las estrofas de esta letrilla Góngora denuncia alternativamente una verdad y una mentira: que el dinero todo lo puede y que muchos amores son falsos y sólo están movidos por el interés.
Con cruzados (moneda de oro portuguesa) se hacen cruzados (caballeros de las órdenes militares). Con escudos (monedas) se pintan escudos nobiliarios. Los ducados (monedas) dejan (proporcionan) ducados (territorios a cargo de un duque). Las coronas (monedas) proporcionan majestad (realeza).
de puerta de muchas llaves,
y afirmar que penas graves
las paga un mirar risueño,
y entender que no son sueño
las promesas de Marfira:
¡mentira!
Puerta = mujer = sitio por donde entra y sale mucha gente. Afirmar que los tormentos del enamorado quedan pagados con el mirar risueño de la amada.
En 1601 la Corte se trasladó de Madrid a Valladolid. Madrid ofreció cien mil ducados al duque de Lerma si impedía el traslado, mientras que Valladolid le prometió un palacio al rey (un ejemplo de cómo las coronas compran majestad).
y muy doncella en Madrid,
cebolla en Valladolid
y en Toledo mermelada,
Puerta de Elvira en Granada
y en Sevilla doña Elvira:
¡mentira!
Valencia era famosa por sus burdeles. Habla de mujeres que en Madrid presumían de doncellas y mientras en Valencia se prostituían, comían cebolla en Valladolid (comida vulgar) y en Toledo mermelada (comida refinada), en Sevilla eran señoras y en Granada eran puertas (otra vez, sitios por donde entra y sale la gente). Notemos que Madrid, Toledo y Sevilla eran grandes capitales frente a Valencia, Valladolid y Granada, más provincianas.
La necesidad tiene cara de hereje" era una versión popular de Necessitas caret leges, (la necesidad carece de leyes, es decir, quien se ve acuciado por la necesidad no respeta ley alguna). Góngora añade que la necesidad no sólo tiene cara de hereje, sino que tiene fe de hereje, es realmente hereje. (Por supuesto lo dice con ironía: está denunciando que a quien no tiene dinero no se le tiene ninguna consideración.)
Aunque la tiene blanda como un algodón, jura que la tiene dura como un hueso, y para probarlo se pone duro todo lo que es blando: se almidona el cuello, se pone goma en el pelo y alquitira en el bigote (una goma destinada a atiesar los bigotes).
aunque sean sin razón,
deje el río Marañón,
y entre el río de la Plata,
que hallará corriente grata
y puerto de claridad:
¡verdad!
Marañón era el nombre antiguo del Amazonas, y aquí sugiere la maraña que supone un pleito largo, frente a la rapidez con que puede resolverse si usa adecuadamente la plata. Salir a puerto de claridad era poder descansar, no tener ya que preocuparse por algo.
la madre, y sus hijas todas
son perras de muchas bodas
y bodas de muchos perros;
y sus yernos rompen hierros
en la toma de Algecira;
¡mentira!
Sembrar (y hacer crecer) berros en una artesa es una forma de decir que la madre era una hechicera. Las hijas son perras que han pasado muchas "noches de bodas" (pues la madre hechicera recompone su virginidad para la siguiente) y dichas bodas eran bodas de perros (pues tales eran los hombres involucrados). Los yernos (de la madre) rompen hierros (lanzas) al tomar Algecira[s] precisamente porque se la encuentran virgen.
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