Prosigo la re-publicación de aquel manual propiciado por el Seminario de Expresión Gráfica en la Ingeniería en una que fue Escuela Técnica Superior de Ingeniería Industrial antes de la implantación de las directrices europeas para la educación ¿superior, tal vez?
Enlazo aquí a la segunda parte de este conjunto de esquemas técnico-galaicos.
Siguiendo mi costumbre, parto de las definiciones "de diccionario" para llegar al grado de abstracción imprescindible, antes de descender a las totalidades concretas. Y como en el campo de la expresión gráfica aplicada el campo en que nos movemos es el espacio-tiempo y sus representaciones, en él busco los elementos que necesitamos.
El punto, como abstracción máxima de un cuerpo sin atributos, es el elemento de partida. El movimiento de un punto define una trayectoria continua, un espacio unidimensional, una línea.
Así comienza el recorrido hacia la complejidad.
En otro orden de cosas, son estos mismos los conceptos con que especulé en aquella conferencia sobre la obra de Torrente Ballester, El espacio dentro del tiempo. Y también en la serie sobre el tiempo como sucesión infinita.
Este es el índice del capítulo:
Desde luego, hay que empezar definiendo lo que quieren decir las palabras para expresar con ellas lo que queremos decir nosotros, partiendo del "saber vulgar" para ascender al "saber científico".
Relacionemos entre sí estos mimbres para ir montando el cesto.
Los conceptos matemáticos abstractos requieren, al menos para mí, de una imagen, siquiera mental. En su base subyacen experiencias comunes de la vida diaria. Esto ocurre con las ideas de "interior", "exterior", "perteneciente" (o no), conjunto abierto y cerrado, etc.
Un cuerpo siempre es un conjunto cerrado, limitado por una frontera, pero ésta puede estar constituida por varias superficies limitadas entre sí o por una sola sin límites definidos:
Descendiendo una dimensión, ocurre lo mismo con las superficies que no son infinitas:
Y con las lineas finitas que las limitan:
El trazado de una línea como trayectoria de un punto que se desplaza encuentra su continuidad en la del tiempo que se emplea en el desplazamiento:
Del carácter continuo que atribuimos al tiempo se sigue el propio concepto de continuidad, ligado a la idea de que en tiempos infinitamente pequeños los cambios son también infinitamente pequeños:
En el desplazamiento del punto puede haber dos tipos de discontinuidad, del tiempo y del espacio. Si en el mismo instante un movimiento se inicia en otro lugar entenderemos que se trata del movimiento de otro punto y por lo tanto del inicio de otra línea (negación de la ubicuidad, porque un objeto no puede estar en dos lugares a la vez). Pero en cambio puede haber un movimiento discontinuo sobre la misma trayectoria, cuando el móvil se detiene y vuelve a emprender la marcha en un momento posterior:
Los puntos ordinarios suponen trayectorias continuas en el tiempo y el espacio. Si el movimiento se detiene y se reinicia desde el mismo lugar puede dar origen a un punto singular que no respete la continuidad de la dirección:
Hasta aquí lo que relaciona la línea con la continuidad en el movimiento. Veremos luego que hay distintos grados de continuidad.
No es un bello producto, no es un fruto perfecto... pero alguna vez esto tenía que empezar. Todo corre prisa, el tiempo se encoge como la piel de zapa. Por eso lo importante se hace urgente y lo urgente cobra importancia. Ahí va eso. Irá cambiando, se desarrollará, pero no se puede esperar más. Época rara ésta. ¿Lo habrán sido todas? Posiblemente, pero no en tan alto grado. Ahora todo es apariencia. Intentemos descubrir juntos qué hay detrás del decorado.
lunes, 27 de junio de 2016
domingo, 26 de junio de 2016
Ojos que tampoco ven
Si recientemente hablaba yo de los ojos que no ven porque no pueden, voy ahora a referirme a los que ven aunque no quieran.
El arquitecto y editor ÓscarTusquets publicaba hace más de cuarenta años unos Cuadernos Ínfimos que entre otros temas trataban sobre arquitectura y diseño. Algunos son
hoy difíciles de encontrar, como este Aprendiendo de todas las cosas de la entonces polémica pareja de arquitectos (se
iniciaba el posmodernismo) Denise Scott Brown y Robert Venturi.
Un artículo hallado en ese librito, parte de un más amplio Aprendiendo de Las Vegas, es una buena
introducción al tema del caos visual, que no es más que un trasunto del Gran
Caos que constituye este capitalismo de casino. Premonitoria la elección de esta ciudad, descarada muestra de
adonde nos lleva en su deriva el gran negocio especulativo.. Desde luego que no es a mantener clara la visión
de las cosas, pero sí a considerar lo que hay que aprender de ellas.
Hablando sobre el orden y sistema del Strip, la gran “autopista
comercial” que conduce del aeropuerto al centro de la ciudad, se comienza
diciendo que “la imagen del strip comercial
es el caos. En este paisaje, el orden no es evidente”. Pero claro, subyace otra
clase de orden:
Hay un orden a los lados de la autopista. Diversas actividades se yuxtaponen en el strip: estaciones de servicio, pequeños moteles y casinos multimillonarios. Antiguos bungalows, a los que se les ha añadido un campanario de neón, convertidos en capillas matrimoniales (“se admiten cheques”), aparecen en cualquier parte hacia el centro de la ciudad. La proximidad inmediata de los usos citados, como en la calle mayor donde se pasea de una tienda a otra, no es necesaria a lo largo del strip, ya que la interacción se establece mediante el coche y la autopista. Se conduce de un casino a otro incluso cuando son adyacentes por la distancia que los separa, y nunca viene mal una estación de servicio entre uno y otro.
Sobre los rótulos de Las Vegas:
Los rótulos se orientan aún más que los edificios hacia la autopista. El gran rótulo –independiente del edificio y más o menos escultórico o pictórico– se destaca por su posición, perpendicular a la autopista y al borde de ella, por su escala y algunas veces por su forma. El rótulo del Aladin Casino parece inclinarse hacia la autopista debido a la inflexión de su forma. Es también tridimensional y algunas de sus partes giran. El rótulo del Dunes es más casto: bidimensional y la parte de atrás es igual a la de delante; aun así, es una erección de veintidós pisos que palpita en la noche. El rótulo del Mint Casino, en la Carretera 91, a la altura de Fremont Street, empieza a inclinarse hacia el casino varias manzanas antes. Los rótulos de Las Vegas utilizan varios tipos de medios de comunicación –palabras, imágenes y escultura– para persuadir e informar. El mismo rótulo puede ser a la vez una escultura policromada al sol y una silueta negra a contraluz; por la noche se convierte en fuente de luz. Da vueltas durante el día y se mueve por el juego de luces por la noche. Está pensado para ser visto de cerca y a distancia.
Sobre los estilos de Las Vegas:
La aglomeración de elementos del Caesar’s Palace y del strip nos recuerda en conjunto, aunque no por su estilo, el Foro romano con sus acumulaciones eclécticas. Pero el signo del Caesar’s Palace, con sus clásicas y plásticas columnas, se acerca más al etrusco que al romano. Aunque no tan altos como el vecino signo del Dunes o el signo de la Shell, al otro lado, centuriones romanos enriquecen su planta baja, barnizados como las hamburguesas de Oldenburg, y contemplan por encima de las extensiones de coches aparcados y de su imperio desértico las montañas en el horizonte. Sus estatuarias acompañantes, que llevan bandejas de frutas, sugieren los festejos del interior y sirven de telón de fondo para las fotos familiares de la gente del Middle West.
Este maremágnum visual a mayor gloria de las ganancias de
las corporaciones encuentra por fortuna un límite en la saturación, pero no
deja de causar daños, especialmente en quienes no están prevenidos para rechazar
mensajes visuales (y auditivos) que reciben multiplicados y que ingenuamente llegan
a considerar parte constitutiva de su medio ambiente natural.
"afortunadamente, el exceso embota los sentidos"
Causas y Efectos
La contaminación visual es un tipo de contaminación que parte de todo aquello que afecte o perturbe la visualización de sitio alguno o rompa la estética de una zona o paisaje, y que puede incluso llegar a afectar a la salud de los individuos en la zona donde se produzca el impacto ambiental es un problema que nos está afectando a todos.
Se refiere al abuso de ciertos elementos “no arquitectónicos” que alteran la estética, la imagen del paisaje tanto rural como urbano, y que generan, a menudo, una sobre estimulación visual agresiva, invasiva y simultánea.
CAUSAS:
Este problematica es causado por los siguientes elementos, carteles, cables, chimeneas, antenas, postes y otros elementos, que no provocan contaminación de por sí; pero mediante la manipulación indiscriminada del hombre (tamaño, orden, distribución) se convierten en agentes contaminantes.
EFECTOS:
La contaminación visual produce
- estrés
- distracción
- cambio en el estado de animo
- disminución en la productividad
- dolor de cabeza
Afortunadamente, el exceso embota los sentidos.
SOLUCIONES
Las posibles soluciones para este impacto ambiental son:
- lograr la concentración de las autoridades y/o movimientos políticos para que entiendan el problema.
- procurar en lo posible terminar las obras de construcción en tiempo corto, así como evitar el exceso de uso de medios de programación visual
- implementar políticas medioambientales que contribuyan a regular la cantidad de anuncios publicitarios
Aporta el artículo este vídeo. Quien soporte las imágenes y su composición sin rechazarlas, que me lo haga saber (y que se lo haga mirar).
La filosofía de la praxis y algunas precisiones a contrapelo del sentido común
De la entrevista que Salvador López Arnal realiza a Joaquín Miras entresaco unos párrafos. Aunque se centra en el marxismo como filosofía de la praxis (la práctica colectiva del conjunto de la humanidad) dice también otras cosas, a contrapelo del sentido común habitual, construido, como no puede ser de otra manera, por la clase hegemónica, dominante.
En primer lugar, hace notar que la actividad que surge de ese quehacer en común no es pronosticable, porque su motor es la contradicción, y "de la contradicción puede surgir cualquier cosa".
De pasada, señala la importancia de la revolución rusa, un hecho histórico que gozó de un consenso masivo. La propaganda occidental ha extendido la creencia de que el terror estalinista pudiera haber impuesto la tenaz resistencia al nazismo del pueblo soviético. ¿Pudo hacerlo empleando un terror aún mayor que el de los invasores? ¿Hubiera podido galvanizar el terror franquista una resistencia semejante si los ejércitos aliados hubieran invadido España al final de la guerra?
Y gracias a esa resistencia y al temor al contagio pudieron luego consolidarse por un tiempo las democracias y el estado de bienestar en los países de Europa Occidental. Eclipsado el peligro comunista, la explotación y la pérdida de derechos sociales vuelven por sus fueros.
Cuando ese consenso se fue diluyendo, el pueblo dejó de sentirse protagonista de su revolución, y no salió a defender a un régimen que ya no era hegemónico.
Es un error, o algo peor, englobar a los gobiernos comunistas con los fascistas bajo el término "totalitarismo". Poco tuvo en común un autoritarismo aupado por los grandes capitalistas y que se manifiestó con toda su ferocidad desde el primer momento, con la deriva autoritaria de la URSS, deriva que han seguido antes y después tantas revoluciones, cuando el impulso emancipador fue sustituido por la lógica desarrollista y la revolución fue instrumentada como un medio para el desarrollo de la economía y no la economía como instrumento para un nuevo régimen social.
Preocupa al entrevistado la falta de claridad con que la izquierda aborda temas tan importantes como la moneda única o la pertenencia a esta Unión Europea "realmente existente", que choca de manera frontal con las necesidades de los pueblos que la componen.
De las respuestas emitidas me queda una idea fundamental: el futuro nunca está determinado de antemano, y por eso mismo es el movimiento real de las clases en presencia el que lo va construyendo. Saber tomar posición en este movimiento es la clave para participar con acierto en su devenir. Y si el Buho de Minerva se levanta tarde, siempre será mejor que tome nota de lo que ha acontecido en el día, en lugar de dormitar.
En primer lugar, hace notar que la actividad que surge de ese quehacer en común no es pronosticable, porque su motor es la contradicción, y "de la contradicción puede surgir cualquier cosa".
De pasada, señala la importancia de la revolución rusa, un hecho histórico que gozó de un consenso masivo. La propaganda occidental ha extendido la creencia de que el terror estalinista pudiera haber impuesto la tenaz resistencia al nazismo del pueblo soviético. ¿Pudo hacerlo empleando un terror aún mayor que el de los invasores? ¿Hubiera podido galvanizar el terror franquista una resistencia semejante si los ejércitos aliados hubieran invadido España al final de la guerra?
Y gracias a esa resistencia y al temor al contagio pudieron luego consolidarse por un tiempo las democracias y el estado de bienestar en los países de Europa Occidental. Eclipsado el peligro comunista, la explotación y la pérdida de derechos sociales vuelven por sus fueros.
Cuando ese consenso se fue diluyendo, el pueblo dejó de sentirse protagonista de su revolución, y no salió a defender a un régimen que ya no era hegemónico.
Es un error, o algo peor, englobar a los gobiernos comunistas con los fascistas bajo el término "totalitarismo". Poco tuvo en común un autoritarismo aupado por los grandes capitalistas y que se manifiestó con toda su ferocidad desde el primer momento, con la deriva autoritaria de la URSS, deriva que han seguido antes y después tantas revoluciones, cuando el impulso emancipador fue sustituido por la lógica desarrollista y la revolución fue instrumentada como un medio para el desarrollo de la economía y no la economía como instrumento para un nuevo régimen social.
Preocupa al entrevistado la falta de claridad con que la izquierda aborda temas tan importantes como la moneda única o la pertenencia a esta Unión Europea "realmente existente", que choca de manera frontal con las necesidades de los pueblos que la componen.
De las respuestas emitidas me queda una idea fundamental: el futuro nunca está determinado de antemano, y por eso mismo es el movimiento real de las clases en presencia el que lo va construyendo. Saber tomar posición en este movimiento es la clave para participar con acierto en su devenir. Y si el Buho de Minerva se levanta tarde, siempre será mejor que tome nota de lo que ha acontecido en el día, en lugar de dormitar.
"Praxis política y estado republicano. Crítica del republicanismo liberal" (I)
Rebelión
(...)
El marxismo es una filosofía que, desde luego, y como elemento de crítica a la sociedad capitalista, elabora ciencia, y posee, también, una reflexión sobre la ciencia etc. Como filosofía es un saber, pero no es un saber cuyo primer objetivo es conocer la sociedad estudiada como un objeto cuya constitución y reproducción nada tienen que ver con nuestra actividad capilar cotidiana y nuestras intenciones. La sociedad no es una realidad objeto gobernada por legaliformidades constantes cuyo conocimiento mediante la ciencia permitiría pronosticar fases futuras, prescribir técnicas de intervención y prever, a su vez, la incidencia de estas sobre sobre el objeto. La filosofía marxista es un saber que parte de la consciencia de que el ser humano es un ser que crea en comunidad una praxis mediante la que produce su mundo de vida, incluido el saber hacer que pone en obra la actividad. Praxis significa actividad generada por la creatividad del ser humano en comunidad, actividad en constante, novedosa generación, actividad creada históricamente y creada, renovada constantemente. Por tanto el constituyente del ser humano, la actividad que emerge del hacer en común, es impronosticable, y, en consecuencia, no es prescriptible. De algo que no se puede saber cómo será, nada se puede decir; solo se puede animar que se genere, y se puede reflexionar sobre el mismo a la par que se genera, como reflexión segunda sobre el mismo –filosofía. Nuestro maestro Manuel Sacristán expresaba esto diciendo que “de una contradicción puede surgir cualquier cosa” y que, en consecuencia no se podía prever el futuro. También concluía de ello que la elaboración apriorística prescriptiva de acción política a medio y largo plazo, lo que denominamos “estrategia”, es meterse a –la palabra es suya– de “zascandil” de la historia. Lo que es creación de la comunidad solo puede ser conocido cuando la comunidad lo crea. Esto es Filosofía de la práctica, que incluye la concepción de la radical, constante historicidad –creatividad- de la praxis humana: mi marxismo, un creacionismo inmanentista e histórico.
(...)
Creo que la revolución rusa fue un hecho histórico que transformó la historia. Y que es una muestra de que la historia la puede hacer la gente común, nosotros, los explotados. Creo que el régimen económico social que se construye, fue un régimen que generó un consenso masivo, como lo demuestra la firme defensa popular del mismo que entablan las masas contra el nazismo. Ningún régimen político se sustenta sobre el terror, sino sobre la hegemonía. Y –pensemos en el franquismo– eso es una de las cosas que no nos queremos reconocer. De te fabula narratur. Cuanto si, menos, los alemanes de los años 30 y 40 del siglo XX, los escandinavos, los polacos… Desde la Revolución Francesa, cuando irrumpe la plebe en la política, se hace imposible estabilizar regímenes contra las masas. Ni sostenerlos una vez estas les vuelven la espalda, tal como ejemplifica también la propia URSS de 1989. Gracias a que la URSS, como resultado del sacrificio voluntario, activo, entusiasta, terrible, de su población, llevó sus tanques hasta Berlin, y mientras esto duró, existieron las democracias europeas y los denominados estados sociales.
(...)
El uso del término “totalitarismo” sirve para satanizar, esto es, para poner el “mal”, considerado absoluto, y sin análisis subsiguientemente, lejos-y-fuera de nosotros, es parte de una narrativa tranquilizadora que nos contamos a nosotros mismos. Pero, primero, lo acaecido en el decurso histórico de la URSS no difiere de lo ocurrido en el México revolucionario, en Argelia, en Egipto…etc. Países todos en los que el fin del nuevo régimen fue el desarrollismo económico, la revolución instrumentada como medio para el desarrollo de la economía y no la economía como instrumento para un nuevo régimen social. Y siempre, todo esto, fue resultado del control del poder emergente por elites que se autojustificaban como gerentes y dirigentes de la política en nombre de su cualificación técnico científica y teórica. “Teoría de elites”, legitimada, autolegitimada en nombre de “la ciencia”, la “eficiencia”, la “mejor formación” –por ejemplo: la generación española mejor formada de la historia- , y que no es marxista, sino positivista, neopositivista, estructuralista, posmoderna, deconstructiva, “sospechista”, laclauniana, en general girolingüista: epistemologismo gnoseológico neopositivista que entra en el marxismo “desde fuera” y entra precisamente teorizando la necesidad de una “consciencia exterior”, “excedente”, basada en la ciencia, que es lo que capacita a un grupo para ser “vanguardia” y saber lo que nos conviene a los demás…pero ésta ha sido y sigue siendo la forma de concebir la política, tanto de tanto de las anteriores como de las nuevas levas de profesionales de la política de la izquierda…que gracias a sus satanizaciones echan un tupido velo sobre lo que es común a la actividad política soviética y a la suya. Y se quedan, a sus propios ojos, “sin pecado concebida?”.
(...)
Todas las fuerzas políticas que se están constituyendo o reformando en estos momentos –Catalunya puede ofrecer un registro amplio de ellas- se constituyen conforme a ese criterio. A mi juicio, también Podemos. No son medios para la autoorganización de la gente, sino instrumentos para la representación institucional en nombre de la misma. Los movimientos pueden ser legítimos, pero son “otra cosa”, quizá inabarcable y, quizá, -se dice- hasta no se puede tener la falta de humildad de querer abarcarlos, etc…pero estos son los argumentos utilizados.
En cuanto a la concepción que Espaimarx tiene de su tarea es semejante a la que, nos recuerda Polanyi, tiene el economista respecto de la burguesía. El economista es un siervo del burgués capitalista. Primero existieron los burgueses, luego los contables, por último se creó a los economistas. El mundo capitalista es fruto de la actividad de la clase burguesa, no de la de sus contables o de sus investigadores. Estos funcionan como instrumento de las decisiones de clase, constantemente nuevas, que tendrán repercusiones y consecuencias incognoscibles a priori para ninguna ciencia, incluida la económica. Lo mismo ocurre con la prensa y los demás instrumentos de formación al servicio de la burguesía, no tratan de sustituir ni de “enseñar” lo que se ha de hacer. Suministran al Soberano conocimientos, le informan de lo que hay. Estudian lo que se les ordena. Esta es una tarea ancilar, o como dice Gramsci, “orgánica”, supeditada. Es el soberano, el sujeto real activo el que decide cómo usarla. El filosofar es reflexión sobre lo que se ha hecho previamente, y parte de la experiencia de los actores. El uso de la ciencia que hace Marx es para combatir, dentro de un uso público de la razón, las ideologías que inducían a creer que este mundo económico es natural e inmodificable. En su obra no hay receta alguna sobre cómo deba organizarse la economía, o tales cosas. Sobre esto trato en algún punto del libro. En el marxismo, en el hegelianismo, no existe el Rey Filósofo, que debe dirigir a la mayoría: el Búho de Minerva solo levanta el vuelo “a misses dites”, tras los amenes, cuando ya se ha hecho la cosa y se ven los resultados.
(...)
Sí, es así. Por ello, lo que, por ejemplo, he realizado en este libro es un trabajo de explicitación sobre las nociones sobre las que se sustenta la filosofía de la práctica, la tradición intelectual en que se expresa, etc. Porque –y respondo a la segunda pregunta tuya– este filosofar se ejerce a partir de la experiencia práxica que surge de la actividad capilar desarrollada en su vida cotidiana por gentes que están organizadas dentro de un movimiento que posibilita su acción de lucha y de transformación de su vivir. Ese movimiento es hoy débil –“aún” muy débil–. Sin ese movimiento solo queda reelaborar el legado constituido por las elaboraciones surgidas de las experiencias históricas habidas, trasmitirlo, y alentar al propio protagonismo organizado de la praxis de cada uno. Así lo explica Marx, por ejemplo en el capítulo 2 de El Manifiesto comunista; los comunistas no formamos un partido aparte, no proclamamos principios especiales, inventados o descubiertos, conforme a los que queramos amoldar al movimiento. Las elaboraciones son la expresión de conjunto, elaborada a partir de la experiencia de lucha, de un movimiento histórico, cuando este, se esté desarrollando ante nuestros ojos, Y en la medida en que exista este movimiento, la clase no es un ente existente, sino una construcción comunitaria histórica, que puede existir o no, que es consecuencia de la propia actividad autoconstitutiva: “constitución del proletariado en clase” es otra frase del Manifiesto Comunista. Todo esto es, como sabemos, una paráfrasis hecha sin acudir al texto, pero, seguro, muy fiel al mismo. La filosofía, como el búho de Minerva, solo levanta el vuelo ex post, como reflexión segunda sobre lo que se da en la realidad. Gramsci es el más grande filósofo político marxista del siglo XX, el mejor filósofo político de todos los que han reflexionado sobre política desde cualquier tradición filosófica en el siglo XX, y un pensador fundamental para elaborar la filosofía de la práctica
(...)
Pedro Montes, que es un excepcional economista y un hombre de izquierdas de calidad humana extraordinaria, ha debatido desde siempre sosteniendo con firmeza y con erudición rigurosa extrema estas posiciones. Escribió un libro sobre las consecuencias que iba a acarrear la aceptación de la moneda única, antes de que se entrara en el euro. Un libro que no se quiere recordar porque nadie puede decir que las cosas no hubiesen sido explicadas. Y desde siempre, ha sido un pensador fundamental y un conferenciante clave en el debate contra el euro: con argumentos, no con glamoures. Un hombre que podría tener una posición envidiable y riqueza, en el país de las puertas giratorias. Es uno de los nuestros. Esta es la posición de la asociación Socialismo siglo XXl, desde luego. Por cierto y vuelvo sobre Pedro Montes, que ahora mismo nos está recordando que la izquierda no tiene posición sobre todas estas cuestiones. Al referirme al trabajo desarrollado por Joan Tafalla estoy pensando en las jornadas sobre el euro que se organizaron en Barcelona, con presencia de ponentes tanto de toda España como de Europa y de África, continente donde varios países de la francofonía soportan una moneda única de “dos velocidades”, y sus efectos económicos terribles, el franco africano. Quiero insistir en el asunto porque en esta insistencia misma sobre el acto de Barcelona se encierra una clara crítica. ¿Cómo es posible que este tipo de debates, que es fundamental para el momento presente, se decida lo que se decida luego, deba ser organizado por una serie de pequeñas organizaciones, entre ellas Espaimarx, y que las fuerzas políticas de la izquierda, acudiesen a la invitación o no, las que tienen recursos, organización, potencia, diputados, vocación institucional, y en consecuencia, tienen, o deberían tener, necesidad imperiosa, inminente, de estos debates –no de fotos con Varufakis- se pongan de perfil y corran tupidos velos? La izquierda, la nueva coalición, las fuerzas que la componen, no tienen política elaborada y definida sobre todas estas cuestiones importantísimas. ¿No sería necesario que, al menos, impulsaran jornadas de reflexión? Podríamos pensar que tratan de sondear la posibilidad de un “euro bueno”. ¿Han organizado debates con ponentes que les permitan saber cómo hacer, a qué atenerse? ¿ Y sobre la “deuda soberana”? ¿"Qué hacer”, que diría Lenin? Tampoco hay política.
La UE ha dicho que debemos recortar otros 9 mil millones de euros del gasto público. El cataclismo en que está sumida la sanidad, la enseñanza, la desaparición de las ayudas sociales, la impotencia para crear empleo, de este país, son consecuencia de un anterior recorte de 10 mil millones. ¿Qué van a hacer nuestros dirigentes respecto del nuevo que se exige? Son preguntas que exigen respuestas, y requieren reflexión pública. De estar en una situación normal, estas jornadas a las que me he referido, las más importantes realizadas en España, hasta le fecha, tras las cuales y como consecuencia de las cuales, ha habido pequeñas réplicas en otros lugares, no debieran haber corrido a cargo de grupos tan reducidos. En las jornadas de debate organizadas en el extranjero por gentes como Kostas Lapavitsas, a las que asisten grandes teóricos de toda Europa, brillan con luz propia, por su ausencia, nuestras fuerzas políticas. Se escucha su silencio, su ausencia de discurso.
sábado, 25 de junio de 2016
El buen uso del saber
La lengua y la mano hicieron al simio humano. La lengua multiplicó la comunicación de la información y con ella la acumulación colectiva de los saberes individuales. La mano hizo el trabajo y la aplicación de ese saber. Diríamos que de la lengua nos viene la teoría y de la mano la práctica, si no fuera porque ambas son inseparables en una relación de ida y vuelta constante a la que llamamos (cómo no) dialéctica.
Ni el conocimiento (teoría, ciencia...) ni la producción (práctica, técnica...) aplicados al consumo de lo necesario son algo negativo. En todo caso, hasta aquí hemos llegado y no hay marcha atrás. Lo que sí tiene que haber es un cambio de rumbo, porque al frente está el iceberg.
Rebelión
El lenguaje tiene dos caras. Una es la cara negativa, la de su uso para el engaño, la mentira, las satanizaciones, los oxímorones i , los eufemismos, etc., que tanto daño están haciendo a la humanidad ii . Pero el lenguaje también tiene una cara positiva y amable, la que ha conseguido la transmisión y acumulación de la información desde hace muchos siglos. Para el funcionamiento vital de la biosfera, jugaron un papel indispensable tres elementos: la materia, la energía y la información. En un principio, la transmisión de la información fue genética. Científicamente se ha visto que en los genes de los cromosomas de las células existe un código genético, una información, que se hereda, que se transmite, a nuevas generaciones y que cambia si es necesario que el ser vivo se adapte a nuevas condiciones ambientales. Y en general está siempre cambiando, aunque sea de forma lentísima, para conseguir mejorar sus relaciones y adaptación con el medio que le rodea.
Luego, con la aparición del Homo sapiens, tuvo lugar un nuevo sistema de transmisión de la información: el habla (en un principio gritos y palabras sin demasiada estructura) de la que derivó el lenguaje hablado. Éste resultó ser un sistema mucho más rápido que el de trasmisión del código genético. Algunas teorías admiten que coincidiendo con la última glaciación (hace unos 30.000 o 40.000 años) toda Europa quedó cubierta de hielo. Y en estas condiciones todos los simios y homínidos, llegados desde la cálida África poco antes de esta glaciación, sucumbieron por no conseguir adaptarse a esta repentina nueva situación climática. Únicamente el Homo sapiens pudo adaptarse a estas adversas condiciones, lo cual fue posible porque gracias al lenguaje consiguió agruparse mejor, transmitir y almacenar mucho más rápido la información necesaria para poder adaptarse a las nuevas y frías condiciones de vida. Consiguió almacenar, en un estadio superior, gran cantidad de información, apareciendo con ello el conocimiento. Al fin, con la acumulación del conocimiento se originó la sabiduría. De esa manera, el Homo sapiens pudo sobrevivir gracias a su sabiduría, cosa que no pudieron hacer los simios y demás homínidos en estas entonces heladas latitudes septentrionales.
Sí, esta es la gran cara positiva del lenguaje. Lo que sucede es que esta gran acumulación (como ocurre con toda gran acumulación) necesita ser digerida y asimilada. Y ha sido tan rápida, que hoy a una gran mayoría de los Homo sapiens les está resultando difícil, y costando demasiado trabajo, el digerir y asimilar tanta sabiduría así acumulada.
Es cierto, que a causa de un “empacho de saber” iii debido a una sobresaturación de información y sabiduría, hemos llegado a vivir en un sistema capitalista completamente enloquecido y quimérico. Queremos crecer en la acumulación de PIB de forma ilimitada; y esto a partir de la explotación de unos recursos planetarios que son limitados. Y con la única finalidad de crecer cada vez más aceleradamente, recurrimos a la aplicación de los adelantos científicos y técnicos, al uso de las máquinas que cada vez logran un mayor rendimiento en la producción de bienes de uso; así como de productos innecesarios que alimentan el consumismo. Pero es que además, el PIB solo está destinado a una ínfima oligarquía. Lo que John Perkins denomina “la corporatocracia de los sicarios económicos” que además cada vez es más reducida en número de corporaciones. O sea, la famosa predicción de Carlos Marx de ya hace casi dos siglos: la acumulación de capitales está en cada vez menos manos.
Pero es que no hace mucho, yo mismo y una mayoría consciente (a causa de considerar el desastre que genera el crecimiento económico indefinido de la industrialización abusiva) hemos renegado de la Revolución Industrial, a la que hemos visto como causante de los males de esquilmación, contaminación, cambio climático, etc. Y estos males los achacábamos a las cadenas de estandarización, al fordismo, al taylorismo, etc., a los que, equivocadamente, identificábamos con la revolución industrial, cuando en realidad sólo eran el abusivo método de producción capitalista. Hoy, incluso, observamos una acción deterioradora aún más intensa de la técnica y de la industria, debida a la actual aplicación de la informática, destinada a aumentar aún más aceleradamente el vertiginoso rendimiento de las maquinas: robots, máquinas inteligentes, móviles, portátiles, drones, etc. Sí, vertiginoso rendimiento, pero, que además de crear más desempleo, origina una más acelerada esquimación de recursos.
Pero no hay por que achacar todos estos males a la acumulación de la sabiduría, a la Revolución Industrial o a las máquinas, como hacían los luditas iv .
Y es que tendemos a identificar la acumulación del saber científico, la del saber técnico y la Revolución Industrial con el sistema capitalista.
Y esto no es así, el problema no está en las máquinas, ni en la acumulación del saber o en la Revolución Industrial. El problema está en que un sistema loco, como lo es el sistema capitalista, se ha apoderado del saber científico e industrial para acometer las tropelías del competitivismo y del rendimiento monetario, cuya finalidad exclusiva es la acumulación desmesurada del PIB a base del crecimiento, sean necesarios o no los productos que se producen.
Pero, la acumulación del saber, en forma de bibliotecas, de súper-discos duros, o de máquinas inteligentes informatizadas, no tiene por que ser dañina, ni para la humanidad, ni para la biosfera. ¡Al contrario!, gracias a la acumulación del saber puede conseguirse la liberación del ser humano, al ofrecer esta acumulación, plasmada en las máquinas, la posibilidad de reducir drásticamente el trabajo enajenado-asalariado (o incluso, con el tiempo, conseguir su eliminación) a la vez que se obtienen los bienes de uso necesarios (pero solo los necesarios) para una mejor calidad de vida del ser humano (un ejemplo, quirófanos súper-sofisticados y súper-inteligentes), así como también, para una mejor conservación de la naturaleza, siempre que estas máquinas no sean construidas y utilizadas dañando a los ecosistemas.
En resumen, se trata de saber diferenciar entre conceptos opuestos y contradictorios situados en los extremos opuestos, los de la construcción y destrucción respectivamente. Veamos algunos de ellos.
El productivismo, es decir la producción de productos innecesarios de una forma desmesurada…, debe ser sustituido por la producción de los productos que sean estrictamente necesarios.
El consumismo, el consumo de productos que no son necesarios v ; debe ser sustituido por el consumo de los productos estrictamente necesarios. Y es que el sistema capitalista se centra exclusivamente en el consumismo-productivismo, cuyo único fin es la rentabilidad crematística, pero no la liberación del hombre, como debería ser.
Por el contrario, la superación del consumismo-productivismo mediante la transición hacia el consumo-producción y, por ende, hacia un decrecimiento económico, nos ofrecerá: por un lado, salir de la adicción a la eterna insatisfacción consumista y, por otro, evitar el desastre ecológico de la producción de efecto invernadero y el Cambio Climático. También se reducirá al mínimo la extracción de los limitados recursos planetarios.
Y no solo eso, además se conseguiría reducir drásticamente la jornada de trabajo enajenado-asalariado, por lo que nos quedará mucho tiempo libre para disfrutar y enriquecernos con los bienes relacionales y el buen vivir.
Pero, actualmente nos encontramos en una gran controversia. Para superar el sistema capitalista habrá que superar el productivismo de las grandes corporaciones cuyo fin único, como he dicho, es el crecimiento crematístico y no la liberación de la humanidad. Y parece razonable que un primer paso para superar este productivismo sea plantear una producción local e incluso la autoproducción. Pero esto no hay que verlo incompatible con el uso de máquinas sofisticadas producidas industrialmente vi .
Como conclusión final, llegamos a ver que el problema no es la acumulación del saber (en forma de biblioteca o de máquinas), el problema es caer en el abuso de la utilización del saber, y no confundirlo con su uso para el exclusivo fin de la acumulación de materia y energía. O dicho de otra forma, hemos de aprender a utilizar el saber. Algo que se puede lograr con los grandes instrumentos que son la mesura y la orientación. Hay que orientar los objetivos de la acumulación del conocimiento. Que no debe ser otros que los de mejorar la calidad de vida de la humanidad y el de la conservación de los ecosistemas.
Una vez obtenida esta orientación, el segundo paso será aplicar adecuadamente el gran instrumento que es la mesura.
Hay que decir que se nos está presentando una gran controversia. Comienza a ser absurdo pensar en aumentar la mecanización, cuando estamos ya metidos de lleno en el pico de la materia y la energía y comenzando el multicolapso vii . Pero hay que ser un poco más esperanzador y pensar que aún, aunque sea a largo plazo, se va a perfeccionar la obtención de energía solar; y que aunque no se pueda considerar una panacea y sea un tipo de energía menos eficiente, si que nos puede llegar a paliar, al menos en buena parte, la energía para las maquinas más indispensables. Volvamos al ejemplo del súper-sofisticado quirófano, creo que podremos evitar volver a hacer trepanaciones con un burdo cincel y sin anestesia. Desde luego no se puede confundir esto con el buen vivir. Una cosa es la mesura y otra su ausencia total. Desde luego creo que es un error pensar que después del colapso sólo vamos a disponer de la energía del músculo y que la única salida sea volver a las cavernas. Siempre nos quedará la herencia de la enorme riqueza de la acumulación del conocimiento.
Lo que si va a ser cierto es que con la llegada del multicolapso se van a terminar las energías fósiles y, por ende, va a ser inevitable un catastrófico cambio de vida, en el que se originarán profundos y extensísimos sufrimientos, así como la generación de muertes masivas (por millones),como consecuencia de hambrunas por falta de “alimentos industriales” (esa comida basura que hoy consumimos casi exclusivamente), que son derivados del petróleo (fertilizantes, pesticidas, combustibles fósiles para los tractores, para las fabricas de envasado y para el transporte, a largas distancias, de productos alimentarios industriales). También se darán muertes masivas como consecuencia de suicidios por el gran sufrimiento sicológico ante la tremenda escasez de la mayoría (decrecimiento infeliz), generada precisamente por en crecimiento de la oligarquía. Algo de esto ya se está dando en millares de campesinos hindúes que se suicidan anualmente ante la pobreza que les causa la rapacidad de transnacionales como la Coca-cola, Cargill, McDonald, Monsanto, etc. viii . Y lo que sucede es que, en este sistema capitalista, todos los aspectos de la vida están montados en torno al petróleo:
Petróleo como fuente de energía (para el funcionamiento de las maquinas, para el transporte, para la obtención de energía eléctrica, etc.), petróleo como fuente para la alimentación (los mencionados fertilizantes y plaguicidas químicos), petróleo como generador de la mayoría de la materia que utilizamos diariamente en forma de plástico (envases, muebles, utensilios, etc.).
Si desaparece el petróleo tendremos que recurrir a las energías alternativas que no cubrirán las seudo-necesidades consumistas, a las que viciosamente estamos acostumbrados pero que nos resultan indispensables en nuestros acentuados hábitos y adicciones. Por ejemplo, tendremos que volver a utilizar barreños de barro en lugar de los ligeros barreños de plástico. El poco plástico que se produzca será un súper lujo para minúsculas minorías. Infinidad de artículos que hoy son de plástico, tendrán que empezar a volver a ser fabricados de madera, de metal, de piedra o de barro. Todo esto conllevará un profundo y repentino deterioro de nuestro modo de vida despilfarrador y de exagerado “confort”.
Por todo lo dicho, el próximo paso del Homo sapiens tendrá que ser “aprender a saber utilizar el saber”. Y esto fundamentalmente para vivir mejor con los demás y para no destrozar la biosfera, para crear unas nuevas condiciones de supervivencia ante el nuevo cataclismo que la amenaza. Esta vez un cataclismo generado por el propio “sapiens”, el destrozo del medio en que viven los humanos: la biosfera.
No suceda que antaño, gracias al saber, se salvara el Homo sapiens de una catástrofe glaciar y que ahora se produzca el cataclismo de Cambio Climático, a consecuencia de un “empacho” de saber, en el cual sucumba el Homo sapiens junto a la biosfera y a todo sistema de vida, que ha evolucionado y se ha perfeccionado gracias a la transmisión de información a lo largo de millones de siglos. No podemos seguir sin saber utilizar el saber, y que sigamos utilizándolo solo para mentirnos los unos a los otros, para asustarnos los unos a los otros, para explotarnos los unos a los otros, para competir unos con otros, para construir armas sofisticadas (como, por ejemplo, las nucleares), para matarnos los unos a los otros, en guerras fratricidas, terroríficas, inhumanas y en absoluto sapiens.
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Notas:
i Los oxímorones son expresiones (en un principio más comúnmente usadas en poesía, pero hoy cada vez más por la demagogia política) que constan de dos componentes incompatibles. P.ej.: blancor negro, crecimiento sostenible, bombardeos humanitarios, banca ética, etc.
ii Para ampliar información sobre esto es conveniente consultar mi libro: “El decrecimiento feliz y el desarrollo humano”, La Catarata, págs. 116-121.
iii Si, la expresión “empacho de saber” quiere indicar que no estamos digiriendo bien el saber acumulado y que por eso, en lugar de beneficiarnos, este saber nos produce mala funcionalidad o muerte “por atracón”.
iv El ludismo fue un movimiento encabezado por artesanos ingleses en el siglo XIX, que protestaron entre los años 1811 y 1817 contra las nuevas máquinas que destruían empleo.
v …lo que solo consigue aumentar la adicción a la eterna insatisfacción consumista y cuya única misión es aumentar el crecimiento de la acumulación del PIB, para una cada vez mas reducida la corporatocracia de los sicarios económicos.
vi Siempre que esta producción industrial no caiga en el productivismo y tener como objetivo el crecimiento crematístico y si únicamente abastecer de aparatos sofisticados a la autoproducción o a la producción local.
vii Recientemente esta tomando fuerza el uso de los términos Colapso y Multi-colapso que nace referencia a la super-crisis repentinas que amenazan a originarse en un futuro muy próximo como consecuencia de del agotamiento final de muchos recursos planetarios (energéticos y materiales), así como producidos por la destrucción de la diversidad (cultural, de sexos, biodiversidad, etc.) que esta dando paso a la imposición del Pensamiento Único. Y se puede hablar de Multi-colapso pues vendrán simultáneamente el Colapso de recursos energéticos, el Colapso de materiales y el colapso de la diversidad.
viii Para comprender mejor esto conviene leer el libro de: Vandana Shiva, Las nuevas guerras de la globalización. Semillas, agua y formas de vida; Editorial Popular. 2007.
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