Por eso vemos tantas manifestaciones y huelgas de maestros, mineros, médicos, camioneros, agricultores... Tantas reivindicaciones de grupos étnicos o religiosos... y tan pocas huelgas generales con seguimiento masivo.
Y tantos intereses (con minúscula), a menudo contradictorios entre sí, defendidos en solitario por quienes, sin clara conciencia de ello, tienen en común tanto INTERES GENERAL.
Y así será hasta que una mayoría lo comprenda. Y otras ideas, seguramente a fuerza de tortazos, se hagan hegemónicas.
Pero eso lleva tiempo y esfuerzo. ¿Habrá tiempo? ¿Tendremos fuerza y ganas?
Robert Owen. New Harmony |
El problema inmediato al que hemos de enfrentarnos hoy no es, como algunos pensábamos hace unos años, la liquidación del capitalismo, que debe ser en todo caso un objetivo a largo plazo, porque la verdad es que no disponemos ahora de una alternativa viable que resulte aceptable para una mayoría. Y lo que no puede ser compartido con los más, por razonable que parezca, está condenado a quedar en el terreno de la utopía, que es necesaria para alimentar nuestras aspiraciones a largo plazo, pero inútil para la lucha política cotidiana.
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