lunes, 12 de agosto de 2013

La detención de un barco norcoreano en el Canal de Panamá

La detención de un barco norcoreano en el Canal de Panamá con armas cubanas a bordo, las declaraciones de gobierno cubano y la teoría de Wallerstein sobre el sistema-mundo moderno

Título un poco largo de un artículo publicado por Rodolfo Crespo en Rebelión.

En la línea de mi propio pensamiento, quiero recalcar la idea que me parece más decisiva para la conducta de cada cual, una vez comprendida la situación actual del "sistema mundo".



(...)
Cuando un sistema goza de una vida pletórica, es saludable y funciona “normalmente” el mismo cuenta con mecanismos que tratan de restaurar (y de hecho lo logran) el equilibrio que sus contradicciones internas van alterando, y poco se puede hacer contra él, por muy voluntariosas y fuertes que sean las acciones; en esta situación las fluctuaciones que se producen en sus seno por grandes que sean “tienen efectos relativamente menores… Es por eso que a largo plazo las revoluciones francesa y rusa podrían percibirse como ‘fracasos’. Ciertamente lograron menos en cuanto a transformación social de lo que sus partidarios esperaban. Pero cuando los sistemas se alejan mucho del equilibrio, cuando se bifurcan, las pequeñas fluctuaciones pueden tener efectos serios. Ésta es una de las razones principales por las que el resultado es tan impredecible. No podemos siquiera imaginar la multitud de pequeños detalles que tendrían un impacto crucial.”

“...traduzco este marco conceptual al lenguaje antiguo de la filosofía griega. Opino que cuando los sistemas funcionan normalmente el determinismo estructural pesa más que el libre albedrío individual y colectivo. Pero en tiempos de crisis y transición el factor libre albedrío se vuelve fundamental…”.

Es por ello que podemos decir, con más o menos categorismo, que estamos entrando (estamos ya) en una época auténticamente revolucionaria, que la “locomotora de la historia” de la que hablaba Marx, al referirse a las revoluciones, ha echado a andar y que, como decía Fidel Castro y Che inmortalizaría con su inconfundible timbre de voz “su marcha de gigantes ya no se detendrá hasta conquistar la verdadera independencia por la que ya han muerto más de una vez inútilmente”.

A lo dicho sólo resta hacer una advertencia, esa nueva sociedad libre y fraterna, esa “verdadera independencia” de la que hablaba el comandante Guevara, no está escrita en el muro, las situaciones caóticas producen por sí solas nuevos sistemas ordenados, pero eso no garantiza que el nuevo sistema que sustituya al capitalismo sea mejor, “en situaciones caóticas derivadas de una bifurcación el resultado es inherentemente impredecible. No sabemos, no podemos saber, como terminará todo esto. Lo que sí sabemos es que el sistema presente no puede sobrevivir como tal”, lo que sí podemos aseverar es que el nuevo tipo de sistema que se instaure dependerá de nosotros, de lo que seamos capaces de obtener, y eso tiene mucho que ver con la estrategia que elijamos.”
(...)

No hay comentarios:

Publicar un comentario