Los Diez Mandamientos de la propaganda de guerra

Los Once Principios de la Propaganda, tan crudamente enunciados por su autor, fueron y siguen siendo eficaces para seducir a las mentes acríticas. En las situaciones de guerra abierta el engaño se agiganta y dispara en todas direcciones.

Jorge Riechmann nos recuerda este Decálogo, codificado a partir de Arthur Ponsonby y Anne Morelli. Entre otros embusteros notorios e impunes, recordemos al nefando Trío de las Azores.

Ahora mismo, pese a todas las evidencias, la propaganda sionista nos quiere hacer comulgar con sus ruedas de molino que ellos son las pobres víctimas de un mundo hostil.

El séptimo mandamiento, el que dice que "sufrimos muy pocas bajas mientras que las pérdidas del enemigo son enormes", merece una matización. Referido a bajas militares sirve para reforzar la moral de los propios y desmoralizar al enemigo, pero si se piensa en víctimas civiles solo funciona si previamente se las ha deshumanizado. Bien lo saben los sionistas cuando lanzan este mensaje solo hacia los suyos, porque los enfrenta al resto de la humanidad.

Cartel de la Guerra Civil

Decálogo de toda propaganda de guerra, a partir de Ponsonby y Morelli

La historiadora belga Anne Morelli publicó en 2001 Principes élémentaires de propagande de guerre (utilisables en cas de guerre froide, chaude ou tiède),[1] inspirado en un clásico de 1928, Falsehood in Wartime de Arthur Ponsonby.[2] Se pueden sintetizar así, a partir de estos dos autores, los principios básicos de toda propaganda de guerra:

1. Nosotros no queremos la guerra, sólo nos defendemos.
2. El bando contrario es el único responsable de la guerra.
3. El líder del bando contrario es perverso, un auténtico diablo.
4. Defendemos una causa noble, no intereses particulares.
5. El enemigo causa atrocidades a sabiendas; nosotros sólo cometemos errores sin mala intención.
6. El enemigo utiliza armas ilegales.
7. Sufrimos muy pocas bajas; las pérdidas del enemigo son enormes.
8. Artistas e intelectuales reconocidos apoyan nuestra causa.
9. Nuestra causa es sagrada. 
10. Quienes cuestionan nuestra causa o nuestra propaganda son traidores. 

[1] Principios elementales de la propaganda de guerra: utilizables en caso de guerra fría, caliente o tibia (traducido por Eva Sastre Forest), Hiru, 2001.

[2] Falsedad en tiempos de guerra. Mentiras propagandísticas de la Primera Guerra Mundial (traducido por Yolanda Morató), Athenaica, 2023.