De paso por Cuba, procedente de la Feria del Libro de Guadalajara (la mexicana, no la alcarreña) Ignacio Ramonet se entrevistó de nuevo con Fidel Castro. La entrevista, publicada en Le Monde Diplomatique, la encuentro, como no, en Rebelion.
Impresionado por la actividad de Fidel, Ramonet termina así la entrevista:
Impresionado por la actividad de Fidel, Ramonet termina así la entrevista:
« Veo que no para usted de estudiar. », le dije. « Los dirigentes políticos, me respondió Fidel, cuando están activos carecen de tiempo. Ni siquiera pueden leer un libro. Una tragedia. Pero yo, ahora que ya no estoy en la política activa, me doy cuenta de que tampoco tengo tiempo. Porque el interés por un problema te lleva a interesarte por otros temas relacionados. Y así vas acumulando lecturas, contactos, y pronto te das cuenta de que el tiempo te falta para saber un poco más de tantas cosas que quisieras saber... »
Tras mi propia jubilación, lo suscribo (y lo transcribo) punto por punto.
En una larga perorata que, como tantas cosas,aún espera un final, pero cuyo sentido se puede descubrir en cada una de sus entregas, vengo a constatar, con cierta amargura, lo que el aforismo hipocrático sentenció: "Ars longa, vita brevis".
Nuestro tiempo está acotado, día a día, y solamente aplazando a un futuro cada vez más distante lo que deja de caber en ese día a día podemos situar muchas de nuestras metas.
Desde estas limitaciones, hemos de conformarnos con lo factible, sin perder la esperanza de vivir lo suficiente para concluir alguna cosa que hayamos colocado en ese futuro sin un final definido.
Horacio, seguramente preocupado por esto mismo, tenía esta idea cuando enunció su "carpe diem". Que yo quiero traducir por ¡asalta el día!
A lo que añado, frente a Hipócrates: desde tu confusa experiencia, ¡atrévete a juzgar!
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La traducción latina de la sentencia hipocrática es:
En una larga perorata que, como tantas cosas,aún espera un final, pero cuyo sentido se puede descubrir en cada una de sus entregas, vengo a constatar, con cierta amargura, lo que el aforismo hipocrático sentenció: "Ars longa, vita brevis".
Nuestro tiempo está acotado, día a día, y solamente aplazando a un futuro cada vez más distante lo que deja de caber en ese día a día podemos situar muchas de nuestras metas.
Desde estas limitaciones, hemos de conformarnos con lo factible, sin perder la esperanza de vivir lo suficiente para concluir alguna cosa que hayamos colocado en ese futuro sin un final definido.
Horacio, seguramente preocupado por esto mismo, tenía esta idea cuando enunció su "carpe diem". Que yo quiero traducir por ¡asalta el día!
A lo que añado, frente a Hipócrates: desde tu confusa experiencia, ¡atrévete a juzgar!
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La traducción latina de la sentencia hipocrática es:
"Vita brevis, ars longa, occasio praeceps, experimentum periculosum, iudicium difficile"O en román paladino:
"La vida es breve, el arte, largo; la ocasión, fugaz; la experiencia, confusa; el juicio, difícil."
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