domingo, 8 de agosto de 2021

«Movilidad ascendente»

Sin duda, uno de los mayores soportes de una sociedad es que los miembros de las clases dominadas conserven la ilusión del ascenso social. Muy pocos de los que lo intenten lograrán el paso a la clase dominante. Aunque la mayoría fracase en el empeño, el ejemplo de los triunfadores desviará las energías de muchos hacia un trabajo duro que mantendrá la producción y reproducción del sistema, sustituyendo además las luchas reivindicativas por las competitivas.

La ideología del "sueño americano" es una constante que repiten, una y otra vez, tanto los que realmente lo han logrado por sus propios méritos como aquellos, mucho más numerosos, a los que el éxito le ha llovido como del cielo, de su plutocrático linaje.

La ilusión meritocrática cumple esta función, aunque sea mayoritariamente falsa entre los que más elocuentemente la pregonan. Sirve además para estigmatizar el fracaso y hacer que sus víctimas lleguen a autoinculparse por el mismo. Derrotados y deprimidos, eluden la lucha contra el sistema que los explota.


La movilidad ascendente: la actualidad del pensamiento de Marx

(...)

Lo que sigue a continuación lo he extraído del libro de Sandel [Michael Sandel, La tiranía del mérito] y habla en lo fundamental de la movilidad ascendente, que es uno de los conceptos claves del concepto de meritocracia.

Ronald Reagan: “Todos los estadounidenses tienen el derecho a ser valorados exclusivamente por su mérito personal y a llegar adonde sus sueños y su esfuerzo lo lleven”.

Bill Clinton:El sueño americano en el que todos fuimos educados es sencillo pero cautivador: si trabajas duro y cumples con las normas, debes tener la oportunidad de llegar todo lo lejos que las capacidades que Dios te ha dado te lleven”.

Obama: “…lo que en verdad importa es procurar que los jóvenes brillantes y motivados […] tengan la oportunidad de llegar todo lo lejos que su talento, su ética de trabajo y sus sueños puedan llevarlos”.

Y el contenido ideológico burgués de esas ideas lo expresa el propio Obama en los siguientes términos:

“Lo que hace que Estados Unidos sea tan excepcional, lo que nos hace tan especiales, es este acuerdo básico, la idea fundamental  de que en este país, con independencia de qué aspecto tengas, de dónde vengas, de cuál sea tu apellido o de qué desventajas sufras, en este país, si trabajas duro, si estás dispuesto a responsabilizarte, puedes conseguirlo, puedes prosperar”.

¿Y por qué es burgués ese contenido ideológico? Primero, porque no quiere acabar con las abismales diferencias entre los pobres y los ricos, sino lo que promueve es que algunos miembros de los pobres lleguen a ser ricos. Y segundo, porque es apologético, es una defensa ciega de que el mundo será eternamente capitalista. Pero además de tener un contenido ideológico, tiene un contenido nacionalista: no presenta la posibilidad de que miembros de las clases trabajadores lleguen a ser grandes ricos como un rasgo general del capitalismo, sino como una peculiaridad de Estados Unidos y al que sus grandes mandatarios lo catalogan como el sueño americano. El extremo de la defensa del sueño americano vino de la mano de Conant, rector de Harvard, quien afirmaba:

“La educación superior es la puerta principal de acceso a las oportunidades, una fuente de movilidad ascendente que mantiene la fluidez de la sociedad al ofrecer a todos los estudiantes sea cual sea su origen social o económico, la opción de progresar hasta donde su talento los lleve”.

Y la idealización extrema de esta propuesta se produce cuando Conant la presenta como un medio para acabar con las diferencias de clase.

Ahora nos vamos con Marx y respiraremos un aire intelectual más profundo y más crítico. Nos vamos a los capítulos dedicados al capital productor de interés y en especial a la sección titulada Condiciones precapitalistas:

“Aun cuando un hombre desprovisto de medios obtiene crédito como industrial o comerciante, ello ocurre en la confianza que funcionará como capitalista, se apropiará de trabajo no retribuido con el capital prestado. Se le concede crédito en calidad de capitalista potencial. Y esta circunstancia, tan admirada por los economistas apologéticos, de que una persona sin fortuna, pero con energía, seriedad, capacidad y conocimiento de los negocios, pueda convertirse así en capitalista, […] amplía su base y le permite reclutar continuamente fuerzas nuevas de las entrañas de la sociedad. Exactamente lo mismo que el hecho de que la Iglesia católica de la Edad Media formase su jerarquía, sin fijarse en la posición social, el nacimiento o la fortuna, con las mejores cabezas del pueblo, constituía uno de los principales medios de consolidación del dominio del clero y de opresión de los laicos. Cuanto más capaz es una clase dominante de asimilarse a los hombres más significativos de las clases dominadas, tanto más sólido y peligroso será su dominio”.

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4 comentarios:

  1. A mí, una de las vacunas me la puso Goytisolo.
    Muy efectiva, por cierto.

    Me lo decía mi abuelito,
    me lo decía mi papá,
    me lo dijeron muchas veces
    y lo olvidaba muchas más.

    Trabaja niño, no te pienses
    que sin dinero vivirás.
    Junta el esfuerzo y el ahorro
    ábrete paso, ya verás,
    como la vida te depara
    buenos momentos, te alzarás
    sobre los pobres y mezquinos
    que no han sabido descollar.
    Me lo decía mi abuelito,
    me lo decía mi papá,
    me lo dijeron muchas veces
    y lo olvidaba muchas más.

    La vida es lucha despiadada
    nadie te ayuda, así, no más,
    y si tú solo no adelantas,
    te irán dejando atrás, atrás.
    ¡Anda muchacho dale duro!
    La tierra toda, el sol i el mar,
    son para aquellos que han sabido,
    sentarse sobre los demás.

    Me lo decía mi abuelito,
    me lo decía mi papá,
    me lo dijeron muchas veces,
    y lo he olvidado siempre más.

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  2. Otra señal de alarma medioambiental:

    https://es.mongabay.com/2021/08/parana-el-plata-cuenca-rios-sequia-argentina-brasil-paraguay/

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  3. Señales no faltan.

    Quizá lo más alarmante sean los incendios, que provocan una reacción en cadena que puede ser imparable.

    A más incendios, mayor efecto invernadero y más calentamiento.

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