viernes, 5 de enero de 2024

70º Norte

El escritor Xaime Toxo, actual presidente del Ateneo de Pontevedra, presentó el pasado 26 de octubre su último libro publicado, 70º Norte.

Novela distópica, como otra anteriormente comentada aquí, Todos los dioses del hombre. Se nota que ambas se gestaron durante la pandemia. Sus peores efectos han pasado, pero no la amenaza de parecidas situaciones futuras. Mucho nos cuesta escarmentar de los males pasados. Si nos parece que el peligro quedó atrás preferimos olvidar a recordar. La experiencia no garantiza el aprendizaje. Al contrario, se produce muchas veces un efecto de rebote. La hostelería y el turismo lo acreditan.

Esta novela es la historia de una búsqueda y una huida. Desde su trepidante inicio hasta el sorpresivo desenlace la amenaza está presente. Más letal aún que la enfermedad es la barbarie que desencadena. El contagio viene del Sur, y la esperanza es hallar un refugio, siempre más al Norte. Los mismos que huyen son peligrosos y hay que contenerlos. Rota la estructura social, el poder pasa a bandas crueles e incontroladas. Los que han creado las cuadrillas de liquidadores son luego incapaces de contenerlas.

Desde el principio la escapatoria hacia el Norte es una empresa sin salida, porque no hay nada más allá. En la Geografía imprecisa del relato no hay países ni fronteras, pero permanece la conciencia de que el mundo se estrecha más y más al acercarse al polo.

Ambas novelas nos hacen pensar en una disyuntiva terrible. La desgracia ¿nos hace solidarios, o exacerba la competencia feroz entre individuos y grupos? Ambas cosas no son contradictorias. Lo problemático es definir el grupo de "los nuestros". También otro libro de. relatos recientemente presentado, El tiempo, la mirada y la palabra, recoge situaciones reales de generoso desprendimiento fuertemente relacionadas con otras de atroz crueldad.

La patriótica solidaridad interna de la mayor parte de la población israelí confía seguramente en que la situación en Gaza, una vez descoyuntada cualquier forma de organización, destruya completamente la solidaridad interna de los gazatíes y los enfrente entre sí hasta que se destrocen mutuamente.

Es en situaciones extremas cuando surgen conductas egoístas y fermenta el odio contra el diferente. Lo estamos viendo ahora mismo con el auge renovado de ideologias de corte fascista en muchos lugares.

Con ocasión del linchamiento simbólico de Pedro Sánchez en Ferraz, Escribe Ana Pardo de Vera en su artículo La furia:

En una escena de la primera temporada de Furia (2021), la serie noruega emitida en Filmin, dos de los personajes principales, Ragna (Ine Marie Wilmann) y Ole (Preben Hodneland), hablan sobre la motivación de éste para hacerse de ultraderecha mientras toman té en la terraza de una cafetería en Berlín...

Ole cuenta a Ragna que estaba en Berlín estudiando y, tomando el mismo té en la misma terraza, leía a Spinoza y a Nietzsche reflexionando sobre las emociones, "sobre cómo afectan a la persona y a la cultura". Spinoza, reflexiona Ole, "era estoico pero negaba que la razón pudiera vencer a la emoción; y esto tiene grandes consecuencias, porque significa que nuestra cultura, nuestra identidad colectiva, se ha ido formando con el paso del tiempo gracias a las emociones comunes". Para Ole, esa fue la revelación primera que lo llevó a militar en la extrema derecha.

Para este personaje radical de una serie acongojante, Spinoza y Nietzsche tenían razón, porque la "idea liberal de mezclarnos a nosotros y a ellos para construir una sociedad pacífica no es más que una mentira (...) Si queremos cambiar algo, tenemos que manipular sus emociones. Osama Bin Laden lo entendió: no es nosotros y ellos; es nosotros o ellos".

Vuelvo a la pregunta que me he hecho muchas veces ¿quiénes somos "nosotros"? ¿quiénes son "ellos"?

Hay toda una internacional fascista que por el momento hace cuerpo en todos los países, a la espera de que llegue el momento en que les toque destrozarse entre sí. Por ahora les es fácil definir su "nosotros": cualquiera que los enfrente forma parte de "ellos".

Fluye su odio al diferente por todo el planeta. En la novela de Xaime se ceba, como en la de Julián, en unos enfermos a los que hay que exterminar para que no nos contagien.

¿Recordáis la propuesta de fusilamiento de 26 millones de malos españoles?

No sé si alguna circular interna del Partido Popular recomienda acallar al "otro", no ya por lo que diga o haga sino porque quien lo dice o hace no es de "los nuestros". Basta que el enemigo quiera algo para que se rechace.

Pero hay un serie de coincidencias que hacen sospechar que la idea circula, por lo menos, por vía telepática.

Precisamente tenemos en Pontevedra un caso muy cercano, que afecta a la entidad que preside nuestro autor. El Ateneo ha perdido su local en el edificio e la Xunta, mientras se concedían otros a instituciones tan egregias como la Peña de la Boina.

En paralelo, En Orihuela, Vox deja sin subvención al premio de poesía de la Fundación Miguel Hernández. En la Comunidad Valenciana La censura previa del PP amenaza el festival de arte urbano que convirtió Fanzara en un referente internacional...

¿A qué seguir enumerando? Cualquiera de vosotros encontrará ejemplos cercanos.

No me cabe duda de que el Ateneo se lo ha buscado; se ha pasado en su sectarismo, invitando a señores tan perjudiciales y de poca monta como el señor de la bufanda roja.

¡Larga vida al Ateneo de Pontevedra!

Xaime Toxo, Francisco CastroVíctor FreixanesFina CasalderreyXesús Alonso Montero, na presentación de Unha ducia de galegos, en Pontevedra o 08/10/2017




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