Es una llamada urgente y documentada a favor de un, más necesario que nunca, Mesuristán. En ella se incluye esta señal de alarma.
El problema es de tiempos. Tiempo para reaccionar, tiempo para frenar, tiempo para invertir la marcha.
Y antes de todo eso, tiempo para aprender.
Miguel Brieva |
El escenario de fondo en el que interviene Jorge Riechmann descrito con sus propias palabras: "Nos da miedo intuir que las 'ventanas de oportunidad' para evitar lo peor, que estuvieron abiertas durante cierto tiempo en el siglo XX, se han cerrado ya, y que asistimos a una terrible dinámica de inversión temporal: tiempos muy rápidos para la degradación ecológica, tiempos muy lentos para los cambios sociales que podrían ayudarnos…"Sin tiempo, sin espacio para la pasividad. Con la urgencia de cambios sociales imprescindibles.
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