A ciertos altos niveles se exige a la prostitución algo más que un mecanicismo sexual. Por algo las geishas, como las hetairas griegas, eran mujeres cultas y sensibles. Mucho podrían contar las modernas escorts sobre los magnates que contratan sus servicios, porque pocas personas están más cerca de sus confidencias, cuando la intimidad y la bebida sueltan las lenguas.
Claro que no todo pueden publicarlo. Algunas cosas pondrían en riesgo su vida; de ello tenemos cercana y cumplida evidencia.
Una de estas carísimas mujeres, asistente a la reunión de Davos, nos cuenta algo que no es tan secreto como para callarlo y que todos podemos imaginar a poco que lo pensemos. Sería ingenuo creer que esos dueños del mundo desconocen la realidad del peligroso cambio climático. El negacionismo lo propagan de puertas para afuera: narcótico para las masas.
Están bien informados, y solo los separa un relativo optimismo o un pesimismo sardanapalesco. Los optimistas piensan que un grupo reducido de privilegiados sobrevivirá en zonas habitables, rodeados de los servidores imprescindibles. Los pesimistas creen que no hay solución y quieren gozar todo lo posible en el tiempo que queda, confiando en que lo peor no los alcanzará en vida.
Impensable para ellos desguazar su orgía capitalista, no entra en sus planes propiciar cambios radicales. Los menos pesimistas son a su modo ecologistas e imaginan un nuevo "ecosistema" adaptado a sus necesidades.
Jorge Riechmann cita a Carlos Buj y su pagina ecotopías, donde se comenta la confidencia de una famosa escort.
La fiesta del fin del mundo |
El cinismo de las elites que se reúnen en Davos
Reflexiona Carlos Buj:
“Davos, el refugio de los poderosos, vuelve a desplegar su alfombra para la gran élite global. Allí, entre cócteles y discursos, se habla de sostenibilidad con la misma convicción con la que un pirómano diserta sobre seguridad contra incendios. No se reconoce aún el innegable declive ecosocial en curso, sino que la atención va a estrategias para mantener el timón del desastre en manos de los mismos de siempre. La desigualdad creciente y la crisis ecológica sólo son un murmullo incómodo de fondo en una fiesta donde está cada vez más claro que el único tema relevante es cómo prolongar el privilegio mientras el mundo arde…” [1] Ha tomado pie para su entrada de blog en las revelaciones de una prostituta de lujo (y periodista, y escritora), Salomé Balthus, quien desde Berlín viajó a Davos para reunirse con clientes durante la reunión anual de la élite mundial. Crónica según el Daily Mail:
“El elefante en la habitación es el cambio climático. Todo el mundo sabe que ya no se puede evitar”, afirma esta mujer, y añade que según sus confidencias los “superricos” se dividen en dos grupos. Un grupo piensa que sólo afectará a los pobres, a la “raza no blanca”, mientras que “los otros temen que la cosa pueda empeorar, pero no tiene sentido intentar hacer nada al respecto, así que se limitan a disfrutar mientras aún puedan”. Una mitad está desesperada y la otra, menos espabilada, celebra las futuras muertes masivas.
Salomé (alias de Hanna Lakomy) explica que algunas de las personas más ricas del primer grupo dicen que los habitantes del Tercer Mundo “podrían morir, pero nosotros, los del Norte, estamos bien”. También, según ella: “Dicen que en una democracia hay que venderse bien, mentirle a la gente y decirles ‘no sabíamos nada y no pensábamos que la cosa iba a empeorar tanto’, sin admitir que sí lo saben”. Aún más: “Dicen que disfrutarán de unos cuantos años más de paz en la Tierra y saben que no hay futuro. Son muy cínicos y, de alguna manera, profundamente tristes”. La escort apuntó que temas como estos surgen en el bar, en una sauna o en el vestíbulo de un hotel, especialmente cuando la gente ya ha bebido bastante. [2]
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Notas
[1] https://ecotopias.net/2025/01/29/la-fiesta-del-fin-del-mundo/
[2] Miriam Kuepper, “What the global elite reveal to Davos sex workers: High-class escort spills the beans on what happens behind closed doors –and how wealthy know the world is doomed, so may as well go out with a bang”, Daily Mail, 23 de enero de 2025; https://www.dailymail.co.uk/news/article-14314191/global-elite-Davos-high-class-escort-spills-beans.html
Según el sitio web de Hetaera (https://hetaera.de/), la agencia de escorts “feministas” que fundó y dirige Salomé en Berlín (la prostitución es legal en Alemania), un fin de semana cuesta a los clientes 5.000 libras, mientras que un tête-à-tête de dos horas cuesta a partir de unas 850 libras. Aquí columnas periodísticas de Hanna Lakomy / Salomé Balthus en el Berliner Zeitung: https://www.berliner-zeitung.de/autoren/hanna-lakomy–li.125846. Y la entrada en Wikipedia: https://de.m.wikipedia.org/wiki/Hanna_Lakomy
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