Y se lo están llevando a chorros. La salida se produce decenas de veces más deprisa que la entrada de préstamos del exterior, y que la colocación de deuda pública. Después de un par de anuncios breves, encontraréis aquí un vídeo sobre los mecanismos de fuga de los grandes capitales, pero ninguna pista para la vuestra. Deberá limitarse al cuerpo humano. Claro que podréis llevaros puesto el cerebro.
Como decía una pintada en el aeropuerto de Montevideo, el último en salir que apague la luz.
No es un bello producto, no es un fruto perfecto... pero alguna vez esto tenía que empezar. Todo corre prisa, el tiempo se encoge como la piel de zapa. Por eso lo importante se hace urgente y lo urgente cobra importancia. Ahí va eso. Irá cambiando, se desarrollará, pero no se puede esperar más. Época rara ésta. ¿Lo habrán sido todas? Posiblemente, pero no en tan alto grado. Ahora todo es apariencia. Intentemos descubrir juntos qué hay detrás del decorado.
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