Comedia sin título es el "no título" de una obra inacabada de Federico García Lorca.
Su lectura permite dudar de la versión habitual sobre el apoliticismo del poeta. Y de que su asesinato se debió a viejos rencores familiares, tan comunes en la España rural, profunda y negra.
Rafael Castaño Rendón, en Rebelión, desmiente esa interesada versión de las derechas, que pretenden hacer de Federico uno de los suyos. Nada más que un jovial burguesito, seguro, por su falta de compromiso político, de que en la sublevación fascista que todos veían venir no correría peligro alguno.
Aquí dejo el comienzo del artículo:
Desde siempre ha existido la cantinela que Federico García Lorca era prácticamente apolítico, que por ello no tuvo ningún problema en ir a Granada, dado que no corría ningún peligro por su apoliticidad y que cuando estalló la Guerra Civil, su tía o vecina Bernarda Alba, por viejos rencores familiares –ya se sabe, las disputas y prejuicios de la gente rural- consiguió que –engañados- los sublevados asesinaran a Lorca.Respecto a que Lorca no temía ir a Granada, es una completa estupidez. Rafael López Estrada, que estuvo con el poeta tomando coñac el día anterior a su marcha (algún que otro día antes a la Guerra Civil) comenta como este le entregó los papeles de su obra “El público” y le dijo que si volvía, los recogería, y que si le pasaba algo en Granada, que los rompiera. Llegó a decir, siguiendo a López Estrada, que iba a Granada y que fuera lo que Dios quisiera. En la cafetería donde tomaban coñac Lorca previó lo que iba a suceder días después: estas tierras de España, dice, se van a llenar de muertos. Estoy convencido que sabía perfectamente que uno de los muertos que aguardaba las tierras de España iba a ser él. Nunca fue tonto.
Leyendo una de las obras inacabadas de Lorca (“Comedia sin título”), éste describe magníficamente la Guerra Civil así como la posterior posguerra. Dado que Lorca describe tan bien este período no habiéndolo vivido, sólo cabe considerar que conocía perfectamente a los que se iban a sublevar por la actuación que estos tuvieron en aquel precedente de Guerra Civil de una semana que fue la Gran Revolución de Asturias de 1934. Allí, el sanguinario ejército nacional hizo lo que haría a lo grande a partir de 1936.
(...)
Y aquí dejo un enlace al texto completo, pero incompleto (abarca sólo el primer acto) de esta comedia, que no es comedia.
Por cierto, en el formato de muy cómoda lectura de El Libro Total.
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