miércoles, 18 de junio de 2014

El mito de la guerra buena

Este libro de Jacques R. Pauwels es una excelente fuente de información para desmontar las tergiversaciones habituales, y que han tomado literalmente por asalto "los corazones y las mentes", a partir de la intervención de los Estados Unidos en la II Guerra Mundial, como salvadores de la civilización y de sus valores.

Aporto aquí otro enlace para conocer el papel del capital norteamericano en la contienda:


Y en este mismo enlace hay referencia a otro gran industrial, éste francés:

Adolf Hitler y Louis Renault (a su izquierda) en el Salón del Automóvil de Paris de 1937.


Durante toda la guerra los industriales norteamericanos siguieron en contacto con sus filiales alemanas, a través fundamentalmente de Suiza...

Es notorio, aunque se haya ocultado después, que en los "paises libres" de Occidente había muchas simpatías por los nazis, especialmente entre la clase corporativa y los políticos conservadores. Sobre la equívoca actitud de las potencias capitalistas en la guerra (y antes en la de España) y el papel esencial de la Unión Soviética en la derrota de los nazis, este enlace:


Ahora mismo vemos cómo el fascismo sigue siendo una carta a jugar, si les fallan las demás opciones.

Michel Collon hace estos comentarios reseñando el libro.



Investig'Action

«Sí, ¡pero los estadounidenses nos liberaron en el 45!» ¡Cuántas veces he tenido que oir decir eso! En la escuela. Pero también en los debates sobre las guerras actuales de Estados Unidos.

La del 40-45, ¿la única "buena" guerra de los EE.UU.? Puede que haya que matizar. Algunos hechos inquietantes han sido documentados en un excelente libro del historiador Jacques Pauwels (1). Sus documentos irrefutables demuestran que gran parte de las empresas de Estados Unidos han colaborado directamente con Hitler, y no sólo al comienzo de la guerra: Du Pont, Union Carbide, Westinghouse, General Electric, Goodrich , Singer, Kodak, ITT, JP Morgan...

Peor aún. La gran novedad estratégica de Hitler fue la "Blitzkrieg", la guerra relámpago: dirigir muy rápidamente sus tropas hacia el corazón del enemigo. Para ello, dos condiciones esenciales: camiones y gasolina. Como Alemania no tenia ninguno de los dos, fue Esso la que aprovisionó la gasolina, mientras que los camiones provenían de las fábricas alemanas de Ford y General Motors.

"¡Que esta guerra dure el mayor tiempo posible!"

Pauwels muestra que:
  1. Una gran parte de la patronal de Estados Unidos era pro-Hitler en los años 30 y 40.
  2. Eso cambió sólo cuando las ventas de las empresas estadounidenses fueron puestas en peligro por la agresividad comercial de Alemania en América Latina y en otros lugares. Y las ocupaciones japonesas confiscaban todo el comercio de Asia.
De hecho, los Estados Unidos jugaron un doble juego. Deseaban que la guerra durase mucho tiempo. ¿Por qué?

Por un lado, las enormes ganancias que sus empresas hacian en Alemania estaban aumentando. Por otro lado, se enriquecian por los préstamos a Gran Bretaña, que soportaba todo el peso financiero de la guerra. Por cierto, Washington también ponía como condición que Londres abandonase sus colonias después de la guerra. Así se hizo. Los Estados Unidos se las arreglaron para aprovecharse de la Segunda Guerra Mundial, debilitando a sus rivales y convertiéndose en la única superpotencia capitalista.

Henry Ford: "Ni los Aliados, ni el Eje deberían ganar la guerra. Los EE.UU. deberian proporcionar a ambas partes los medios para seguir luchando hasta que ambos se desmoronen."

El futuro presidente Harry Truman, 1941: "Si Alemania gana, debemos ayudar a Rusia y si Rusia gana, debemos ayudar a Alemania, para que muera el máximo de cada lado." 

Ese juego cínico sólo terminó cuando la Unión Soviética derrotó a Hitler. Sólo entonces, los Estados Unidos se apresuraron a salvar sus intereses en Europa.

Mañana 6 de junio, se pretenderá que la guerra fue ganada en Normandía y no en Stalingrado. No se dirá que Hitler perdió el 90 % de sus soldados en el Este. Que por un soldado de EE.UU. muerto, hubo 53 soviéticos. Los libros de texto a veces son raros, ¿no?

Eso es todo, siento mucho haberos arrebatado una de vuestras últimas ilusiones. Mañana, 6 de junio, podréis pensar en todo eso cuando en una playa de Normandía, se celebre a George Bush mientras que su abuelo financió a Hitler. ¿En qué clase de mundo vivimos?
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Nota

(1) PAUWELS, Jacques R. "Le mythe de la bonne guerre: les États-Unis et la Seconde Guerre mondiale". Bruxelles : Aden éditions, 2012. (EPO), 378 p . Muy recomendable, está lleno de revelaciones sobre Roosevelt, Truman, la amenaza con invadir la URSS, la recuperación de los criminales y espías nazis, Churchill, de Gaulle, Yalta ...

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