lunes, 15 de junio de 2015

Cuba, pasado y presente

Si no fuera por el constante martilleo ideológico a que está sometidos, la mayoría de la gente tendría otra visión de Cuba. Habría otro sentido común. Pero ¿hará falta repetir otra vez que la ideología dominante es la de las clases dominantes? Esto fue así cuando la inmensa mayoría de la  población la formaban campesinos aislados. Hoy la inmersión ideológica no está en manos de las viejas iglesias, sino de la nueva religión del Capital compartida por las masas desinformadas.

Es inmensa la proeza de Cuba, resistiendo al más poderoso imperio de la historia, que tiene justo al lado. Mientras, mantuvo y mantiene una generosísima solidaridad internacional, fuera de toda duda, alejada de los cálculos de interés estrechamente nacional de otros paises. Cálculos que movieron incluso a aquellos países del socialismo real.

Incluso dentro de la izquierda, mucha gente no se da cuenta cabal de la dificilísima combinación de firmeza y flexibilidad que han sido necesarias para que Cuba, con medios tan limitados, haya podido resistir presiones que no pudieron soportar otros. Véanse las diferencias entre sus nuevas medidas (lineamientos) de liberalización económica y la perestroika que acabó con la Unión Soviética. 

Claro que su socialismo tampoco ha sido el mismo.

Hay factores que no se suelen tener en cuenta en las críticas facilonas que oímos continuamente:

Cuba fue colonia, primero de España y luego fácticamente de los Estados Unidos. Como tal, nunca tuvo una economía independiente. Esta situación forzosamente no pudo cambiar de un día para otro con la revolución, y pasó a depender en sus intercambios de los países socialistas, y en concreto de la Unión Soviética. Se le asignaron diversos roles, según las necesidades del CAME, y a la caída del bloque quedó prácticamente aislada. Recordemos que también a España le exigió "Europa" desmantelar gran parte de su industria y le asignaron el papel de balneario europeo. Y lo que eso ha supuesto luego.

La salida de Cuba de una situación dificilísima, en medio de un bloqueo que pasó a ser aún más brutal y de un mercado mundializado al que había de adaptarse, se hizo a costa de fomentar el turismo, la doble moneda y las desigualdades y disfunciones que todo eso trajo consigo.

Pero Cuba no cayó como el castillo de naipes de la Europa del Este. Eso da que pensar. ¿Dictadura brutal? pues parece que no. Ni opresión generalizada, ni represión sangrienta ni nada de nada.

Una esperanza de vida envidiable para la mayoría de los países, con una asistencia sanitaria modelo y una notable industria farmacéutica. Una educación de primera clase, y no sólo para los del país, sino para muchos estudiantes extranjeros. ¿Niños de la calle? ¿barrios de chabolas? 


¿Significa eso que Cuba tiene el futuro asegurado? De ninguna manera: ni Cuba ni nadie


Marxism-Leninism Today

Traducción: www.jaimelago.org
(...)

Al lidiar con sus problemas económicos, Cuba siempre se ha tenido que enfrentar a dos desventajas que no tenían la Unión Soviética o China. En primer lugar, aparte de abundantes tierras de cultivo, hermosas playas, bosques y níquel, Cuba no posee abundantes recursos naturales. Carecen de gas, petróleo, carbón, hierro, estaño, y la mayoría del resto de recursos (Aunque los últimos descubrimientos de reservas de petróleo en alta mar pueden abordar una de estas deficiencias en el futuro.) En segundo lugar, ha tenido que soportar un bloqueo de Estados Unidos durante cincuenta años que privó a Cuba de los mercados de exportación e importación y en gran medida aumentó el coste de las medicinas importadas, los alimentos, los bienes de equipo y de consumo. Según algunas estimaciones en medio siglo el bloqueo ha costado a Cuba 975.000 millones dólares, y sin el bloqueo la calidad de vida cubana bien parecerse a de Europa Occidental. [i]

Ninguno de estos problemas ensombrece las ventajas inequívocas de socialismo para el conjunto del pueblo, y ninguno de ellos condena el proyecto socialista. Sin embargo, crea problemas y se requiere una atención constante así como soluciones creativas. Cuba ha revisado sus modelo socialista varias veces en un intento de hacer frente a sus retos económicos. A veces, los nuevos modelos han tenido que corregir las deficiencias generadas por los anteriores.
1. Primer Modelo, 1960-1970. En el primer período de la revolución, Cuba nacionalizó las grandes empresas extranjeras, distribuyó tierras a los campesinos sin tierra, desarrolló un sistema de planificación, y lidió con el bloqueo de Estados Unidos desarrollando el comercio con los países socialistas. En este período, Cuba destacó los incentivos morales sobre los incentivos materiales y estableció objetivos ambiciosos para una rápida industrialización financiada mediante la producción intensiva de azúcar y su exportación.

2. Un modelo como Europa del Este, 1970-1985. En este periodo Cuba se unió al CAME, el Consejo de Ayuda Mutua Económica, una organización de estados socialistas europeos diseñados para coordinar las actividades económicas y el desarrollo de la cooperación económica, técnica y científica. En este período, Cuba desarrolló su primer Plan Quinquenal que hizo hincapié en la producción de azúcar y que puso más énfasis en los incentivos materiales siguiendo el modelo de los países socialistas de Europa del Este.

3. Rectificación, 1985-1990. En este período, Cuba trata de rectificar los errores de la aplicación acrítica de las recetas económicas soviéticas a la situación cubana. Cuba abandonó algunos mecanismos de mercado que había intentado e intentó mejorar la centralización económica. También trató de diversificar la economía más allá del azúcar mediante la promoción de la biotecnología, los productos farmacéuticos, el turismo y la producción de níquel.

4. El Período Especial, 1991-2010. El colapso de la Unión Soviética y Europa del Este significó la pérdida repentina de más de dos tercios de sus exportaciones y una contracción drástica de toda su economía. La crisis económica se vio agravada por la intensificación del bloqueo de Estados Unidos a través de la Ley Torricelli (1992) y la Ley Helms-Burton (1996). En respuesta, Cuba ideó un nuevo modelo para apretarse el cinturón, conservar divisas, transformar las granjas estatales en cooperativas, permitir de manera limitada que la empresa privada gestione el sector minorista, admitir las remesas de los exiliados cubanos, y, sobre todo, desarrolló fuertemente el turismo. Para asegurarse que las remesas y el turismo trajesen las ansiadas divisas que tan desesperadamente necesitaban, Cuba instituyó un sistema de doble moneda.
El período especial resultó ser una forma muy ingeniosa de luchar contra la crisis de extrema gravedad que supuso el colapso de la Unión Soviética y el recrudecimiento del bloqueo. Las políticas del Período Especial, junto con la ayuda en forma de préstamos de China y el petróleo de Venezuela, Cuba logró llevar su economía y su nivel de vida de nuevo a los niveles anteriores a la crisis. Mientras tanto, sin embargo, surgieron nuevos problemas económicos. En primer lugar, la recesión económica mundial de 2008 golpeó los mercados de exportación de Cuba, y esto sigue siendo un problema. Además, en 2007-2010, varios huracanes causaron una destrucción generalizada. Además de estos problemas, las políticas Período Especial dieron lugar a algunas consecuencias no deseadas y dañinas, relacionadas con el sistema de doble moneda.

Debido a la diferencia entre la moneda cubana universal (CUC), (que fue utilizada por los turistas y aquellos que envían remesas desde el extranjero) y el peso cubano fue de aproximadamente 1 a 25, Cuba fue capaz de obtener las divisas en que tanto necesita. Pero esta diferencia de valor también hizo el acceso a los CUC muy deseable, dando a sus poseedores ventajas considerables. Por ejemplo, el trabajo en restaurantes, hoteles, taxis, y otras partes de la industria turística con acceso a pago o propinas en CUC se convirtió en muchos casos en algo mucho más atractivo y más lucrativo que el trabajo en las profesiones para las que la gente había sido libremente formada. Hay, pues, una "fuga de cerebros" desmoralizante e ineficiente de la enseñanza y otras profesiones hacia turismo. También contribuyó a la desigualdad, el mercado negro y la corrupción. Por ejemplo, dada la preponderancia de los dos millones de cubanos-americanos que viven en Estados Unidos son cubanos de origen europeo o mestizo, la preponderancia de los miles de millones de dólares de las remesas fue y continúa yendo a sus familiares de antecedentes europeos o mestizos en Cuba. Esto ha exacerbado las diferencias económicas raciales.

La única manera de salir de estas dificultades requiere la eliminación de la dualidad monetaria. Para no causar una tremenda dislocación económica, la doble moneda sólo puede eliminarse gradualmente aumentando los salarios cubanos y reduciendo la necesidad de divisas. Esto a su vez requiere el aumento de la productividad y la eficiencia para hacer productos cubanos más competitivos y reducir la necesidad de la importación de energía y materias primas. También requiere el aumento de la autosuficiencia en especial en los alimentos, ya que Cuba gasta cerca de mil millones de dólares al año en la compra de alimentos en el extranjero. Del mismo modo, recuperar los mercados de exportación perdidos con la crisis de 2008 requiere aumentar la productividad y la eficiencia.

(...)

La comprensión de la naturaleza y gravedad de los problemas que enfrenta Cuba es un componente importante a la hora de hacer una evaluación política de las reformas cubanas. La esencia del oportunismo según la definición de Lenin no está en hacer compromisos o concesiones con el enemigo de clase sino en hacer compromisos y concesiones innecesarias. En nuestra opinión, el quid de la cuestión de la perestroika y la glasnost de Gorbachov era que implicaban concesiones innecesarias al imperialismo norteamericano y compromisos con la ideología y las prácticas capitalistas. Las políticas de Gorbachov fueron menos una exigencia de la situación objetiva que de los intereses de clase de un sector pequeño burgués que se habían desarrollado en la sociedad soviética arraigada tras años de crecimiento de la segunda economía.

Aunque el sistema soviético tenía problemas que necesitan ser abordados. Las políticas de Gorbachov implicaron 5 políticas innecesarias de corte oportunista:
  • La liquidación del Partido Comunista de la Unión Soviética,
  • La entrega de los medios de comunicación a las fuerzas antisocialistas,
  • El desencadenamiento del separatismo nacionalista y
  • La rendición ante el imperialismo estadounidense,
  • La privatización al por mayor y la mercantilización de la economía socialista.
Aunque los primeros 4 procesos no están sucediendo en Cuba, se está produciendo una cierta reducción del papel del Estado y un cierto aumento de la actividad económica privada y del mercado.

Aunque las reformas cubanas actuales pueden ser alentadas por quienes están conectados con la segunda economía cubana y por aquellos que desean socavar el socialismo, son una respuesta a problemas muy reales que si no se tratan amenazan el futuro del socialismo cubano. En la medida en que las reformas son compromisos con el mercado y las ideas capitalistas, son compromisos necesarios. La meta a corto plazo es eliminar el déficit de balanza de pagos, mejorar los flujos de ingresos externos, sustituir importaciones con productos nacionales y aumentar la eficiencia económica, la motivación en el trabajo y los ingresos. El objetivo a largo plazo es conseguir la autosuficiencia alimentaria y energética, el uso eficiente de los recursos humanos, una mayor competitividad y las nuevas formas de producción.
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La "actualización" de Cuba es un esfuerzo multifacético y radical que implica 291 directrices que tocan casi todos los rincones de la vida económica. En otra de las diferencias con el enfoque de Gorbachov, las reformas cubanas están orientados casi exclusivamente a los cambios económicos, y no a cambios en la política, la ideología, los medios de comunicación o la política exterior. Por otra parte, muchas de las directrices están orientadas a condiciones peculiares de Cuba y no tienen ningún parecido con la perestroika de Gorbachov. Por ejemplo, algunas de las directrices tienen que ver con el fomento del cultivo de tierras actualmente sin uso y desarrollo de las zonas rurales, dando las tierras agrícolas del estado sin uso en usufructo a aquellos que pueden producir alimentos para el consumo nacional. Algunas de las directrices tienen que ver con una vuelta al principio socialista de distribución - "de cada cual según su capacidad, a cada cual según su trabajo'' - es decir, a premiar a los trabajadores por su productividad, un principio del que se habían alejado los cubanos durante el Período Especial.

Para aumentar la productividad y la eficiencia, se devolverá a las provincias y municipios la responsabilidad de varias empresas estatales. Estos niveles inferiores tendrán el control sobre sus ingresos y se espera que operen sobre la base de la rentabilidad financiera. En la industria del azúcar, por ejemplo, se reducirá el número de personal y cada molino se convertirá en una empresa independiente. La descentralización implica un alejamiento de la planificación central, y esto puede causar complicaciones a lo que queda de planificación centralizada, y también puede introducir desigualdades dado que algunas localidades gozan de condiciones más favorables que otras. Aún así, la descentralización no implica la modificación de los fundamentos de la propiedad socialista y la provisión de las necesidades sociales.Todos los países socialistas han experimentado con diversas formas de centralización y descentralización.

El estado planea reducir otras actividades que abarcan casi a un millón de puestos de trabajo. El estado también eliminará las cafeterías de trabajadores con comidas subvencionadas que se transformarán en restaurantes comerciales. El Estado va a limitar el número de meses de elegibilidad y el tamaño de las prestaciones por desempleo. El estado también planea eliminar la libreta de racionamiento subsidiada a aquellos que pueden permitirse el lujo de comprar alimentos. La idea es hacer estos cambios de una manera gradual y sistemática, a fin de que quienes pierden el puesto de trabajo estatal pueda encontrar empleo en el fortalecido sector privado.

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Aunque todos estos cambios son impresionantes en su amplitud y aspiraciones, Raúl Castro y el PCC los están implementando con cautela con miras a frustrar consecuencias no deseadas. En el VI Congreso del CPP, dijo Castro, "El desafío es claro: el aumento de producción en la producción material, por volumen y eficiencia son esenciales, pero tienen que hacerse en el contexto de relaciones socialistas de producción, relaciones socialistas de propiedad." [ix] En la concesión de licencias a las cooperativas, según Castro, "No podemos ir deprisa en la aprobación constante de estas cooperativas. Vamos a ir a un ritmo adecuado." En 2013, Castro emitió una severa advertencia a los empresarios a la hora de lanzarse de cabeza a incumplir las directrices. [x]

En una línea similar, el partido ha advertido que no se espere que la actualización conduzca a la privatización de la economía. En 2010 el PCC declaró: "En las nuevas formas de gestión no estatal, no se permitirá la concentración de la propiedad en personas jurídicas o naturales" [xi]

En julio de 2013, Marino Murillo, un funcionario de alto nivel económico del gobierno cubano, reforzó esta idea ante la Asamblea Nacional del Poder Popular: “No es correcto decir que en Cuba hoy está ocurriendo una transformación de la propiedad estatal en privada. La actualización del modelo económico cubano presupone, ante todo, la propiedad social sobre los medios fundamentales de producción. Actualizar el modelo no cambia la base estructural de la propiedad sobre los medios fundamentales de producción.” [xii]

Lo que se está transfiriendo a manos privadas no es propiedad, sino la gestión de los bienes de propiedad social. [xiii]

Claramente, el camino por delante tiene peligros. Refiriéndose a la Comuna de París, Karl Marx dijo "Desde luego, sería muy cómodo hacer la historia universal si la lucha se pudiese emprender sólo en condiciones infaliblemente favorables.” [xiv] Lo mismo sucede con la actualización cubana. Los cubanos están emprendiendo un camino con ciertos riesgos y sin posibilidades infaliblemente favorables, pero lo están haciendo poco a poco y con cuidado con los ojos bien abiertos y con toda la población involucrada. Es un curso que es contradictorio, pero es necesario. Están haciéndolo con el convencimiento de que, como dijo Raúl Castro, no hacer nada implica el riesgo de caer en el abismo.

(...)

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