sábado, 17 de junio de 2017

Una aclaración pertinente

Hay un error muy habitual de interpretación cuando se habla de suprimir la propiedad privada de los medios de producción (mayor aún es el que se comete cuando se habla de eliminar la propiedad privada, así, en general).

La frase completa y precisa debería ser: hay que abolir aquella propiedad privada de los medios de producción que explota mano de obra asalariada, comprando fuerza de trabajo a un precio inferior a su valor para extraer plusvalía.

El primer enemigo que esta clase de propiedad tiene que eliminar es el de los medios de producción en manos del propio trabajador, porque si los trabajadores poseen medios, y con ellos capacidad de producir por sí mismos, no necesitarán de un empleador que pueda aprovechar su trabajo en beneficio propio. 

Lo deja claro Joaquín Miras Albarrán en la entrevista sobre Praxis política y Estado republicano. Crítica del republicanismo liberal.

Cuando la gran propiedad capitalista desarticula la producción artesanal ya no es posible la vuelta atrás. El trabajo por cuenta propia queda como una actividad residual, al margen de la gran producción. La economía de escala solo permite a los "emprendedores" que no le estorban, o que complementan tareas marginales que no son de su interés.

Al trabajador que no encaje en estas categorías le queda la opción del trabajo asalariado, sea como contratado o como "falso autónomo".

Un poco más abajo se toca otra cuestión, la dejación de la actividad política en manos de representantes a los que se elige para que se ocupen ellos de todo "y me dejen en paz". Esta dejación transforma la política en una ficción en que el ciudadano queda al margen y la representación no representa nada.

En ambos casos, una mayoría desinformada opta por "dejarse llevar".

Aunque algunos protesten en vano.


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Rebelión
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A tener en cuenta una cosa sobre la que nos advierte el propio Marx, tal como ya hemos referido, en el capítulo último de su obra clásica: tener propiedad privada no es ser capitalista; el capitalismo no es poseer los medios de producción que permiten trabajar sin estar inmediatamente supeditado a los capitalistas. El capitalismo es un proceso en que el poseedor de los medios de producción los emplea como recursos para comprar una mercancía llamada fuerza de trabajo. Y para ello, necesita liquidar la otra forma de propiedad, dado que mientras esa existe, no hay fuerza de trabajo disponible. Un tendero es, también, un subalterno, aunque él no se quiera concebir como tal y la envidia ajena de los otros subalternos lo hostilice.
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Dejamos de entender la política como actividad organizada de la gente, para dedicarnos a la política como representación electoral y como acción institucional.
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Se abre una nueva época, sin embargo. Poco a poco, desde el 2008, todo va mostrando ser nuevo; y hay que tener esperanza en que se recobre la iniciativa política de los subalternos. Sin ellos, sin todas esas gentes no activas políticamente ahora, no podrá haber una praxis política liberadora, porque los necesitamos, nos necesitamos, todos a todos, si queremos tratar de crear una alternativa de mundo, de cultura de vida. Pero además, y esa es otra parte de la paradoja, no se puede denominar política a una actividad de ingeniería institucional, desarrollada por una minoría, que se elabora al margen de la deliberación e intervención política de la mayoría. Si la mayoría de la gente no es, no son sujetos políticos porque no intervienen en la política, y dejan, además, fuera de deliberación tanto las decisiones sobre el gasto institucional, como la vida cotidiana y su vivir en común, en ese caso, la actividad de gestión institucional, a falta de sujetos sociales que intervengan, eso, no es política. Porque donde no hay actividad de ciudadanos, deliberación, acción en común, no hay ciudadanos, y donde no hay actividad de los polites –es el término griego para "ciudadano"- , no hay política. Es un embeleco. No existen sujetos de política donde los sujetos no intervienen en política y no existe política si los sujetos no intervienen y actúan dando lugar a lo que es política: praxis ciudadana en común, praxis intersubjetiva.
 
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